Capítulo 1
Antes de comenzar a leer solo quiero decirles que esta historia habla de la depresión y de la autolesión por lo que si no son temas de su agrado es mejor que no lean.
La historia esta basada solo en Yuki, quizás algún capitulo lo relate mafuyu pero generalmente serán relatados por el.
Las parejas aun no las decido pero comienza con mafuyu y uenoyama ya de novios tocando en Given. este es un AU en donde Yuki y Mafuyu no se conocen de pequeños sino de adolescentes.
Mil gracias a todos los que le den una oportunidad, para mi es como un desahogo de todo lo que viví y lo que quizás alguno de ustedes vive o vivió.
ahora si luego de mi intro algo sad los dejo con la historia <3
¿Qué se puede hacer cuando tienes un vacío tan grande que no se puede llenar? ¿Qué puedes hacer cuando sientes que estás muerto por dentro? ¿Había salvación? ¿Había un héroe? Esas preguntas me atacaban todas las noches, incapaces de dejarme dormir, desvelándome, haciéndome llorar en soledad, sin la compañía de nadie.
A veces quería llamar a Hiragii, tenía ganas de desahogarme, contarle mis preocupaciones pero ¿Por qué tendría que escucharme? Mis problemas eran míos y de nadie más, ni siquiera de mi mamá que todos los días trabajaba sin parar para que yo tenga una vida digna, dejándola sin tiempo para estar conmigo.
—Yuki eres un desastre. Nunca haces nada bien, jamás llegaras a nada si continuas así—aunque a veces era mejor estar solo, porque cuando ella estaba solo me reprochaba, no me permitía demostrarle que mejoraría.
—Lo sé— aquellas palabras las tenía bien presente, mi mente se encargaba de repetírmelo una y otra vez "Eres un desastre" "Otra vez lo hiciste mal" "Deberías rendirte, nunca logras nada" con esas voces convivía todo el tiempo,me odiaba a mi mismo.
Decidido a callar mis pesadillas fui al estudio de grabación para componer una nueva canción,no obstante Hiiragi y Shizusumi se quejaban porque estas eran depresivas e incoherentes.
—¿Otra vez la misma mierda Yuki? Necesitamos a nuestro vocalista en buena forma y como sigues así, hasta que te recuperes, buscaremos un reemplazo— era fácil decirme que me recupere, que esté feliz, que no piense en negativo. Era muy sencillo opinar sin saber.
—De acuerdo—pero no iba a pelear, no cuando sabía que mi amigo tenía razón, no servía, era un fracaso, mis canciones eran mierda.
—Sabes que puedes hablarme cuando me necesites— su expresión de culpa me decía que le preocupaba, sin embargo cuando quise abrirme él simplemente me ignoró, dijo que no eran cosas tan importantes, que había otras peores y yo asimile que tenía razón.
—Lo sé— posteriormente me dirigí a mi nueva preparatoria, a aquel lugar desconocido, una nueva cárcel en donde se que tendría amigos, porque no era antisocial,no obstante ninguno me llenaría, a ninguno le importaría demasiado.
Cuando llegué todos los alumnos se encontraban formados, cada uno por clase y a mí me habló una chica, quién parecía la presidente del consejo estudiantil.
—Yuki Yoshida ¿Cierto?— ¿Cómo sabía mi nombre?
—Si— respondí algo confundido mientras me quitaba los auriculares que tenía puestos.
—Es que mi amiga y yo somos tus fans. Vamos a todos sus conciertos para verte— la banda. Fué lindo mientras duró, pero yo la arruinaba, sin mí mis amigos estarán mejor.
—Oh...gracias— no tenía idea de que responder, los halagos no eran algo que escuchase a diario.
— Ven, yo te acompaño a tu clase— la chica era amable, no le pregunté su nombre, aunque en temas amorosos no era bueno. Nadie hacía latir mi corazón y tampoco es como que yo le permitiese entrar a alguien. Estaba roto.
Cuando ingresé a mi clase me senté en una banca que al parecer estaba vacía y me dormí, no quería hablar, no tenía ganas de socializar, por lo menos no hoy, que era uno de esos días en donde me sentía devastado.
—Oye...si no te molesta, aquí me siento yo— cuando alcé la vista me encontré con los ojos más bonitos que pudieran existir, esos ojos parecían alegres, con vida, totalmente diferentes a los míos.
—No te preocupes—hipnotizado por esos luceros me dirigí al banco de atrás y observé que el chico también se durmió, al parecer en esta clase el sueño estaba en el aire.
—Mafuyu despierta, debemos repasar para el concierto— quien lo despertó se encontraba algo nervioso.
—Uenoyama kun— susurró el de bonitos ojos mientras se iba con el otro chico.
Sentí curiosidad, por primera vez me daban ganas de conocer a alguien.
Cuidadosamente caminé por todo el pasillo, observando como sus manos se entrelazaban y sus sonrisas eran verdaderas, totalmente diferente a mí, que me esforzaba diariamente por llevar esa máscara, esa maldita máscara tan pesada que ya no soportaba.
Al llegar al final del pasillo vi que atravesaban una puerta y luego se sentaron en una escalera en donde el secuestrador de mi compañero sacó su guitarra, tocó unos acordes complicados y el contrario cantaba, llenando mi mundo completamente gris con unos hermosos y desconocidos colores.
Cuando finalizaron solo pude reír, llamando la atención de ambos, quienes me miraban como si fuese un bicho raro.
—¿De qué te ríes?— preguntó el guitarrista mientras abrazaba posesivamente al otro, como si fuese su tesoro más valioso.
—Son buenos. De verdad me gustó— no mentía. El tener conocimientos musicales me daba derecho a opinar y ellos de verdad se complementaban.
—Espera...¿Tú eres el de la banda? ¿Yuki Yoshida?—si, ese era mi nombre, pero en mi mente solo era basura descartable.
—Algo así— me rasqué la nuca en busca de palabras, el cantante seguía mirándome y mis nervios aumentaban.
— Eras bueno. De verdad, no sé que te pasó. Ahora solamente tocan canciones sin sentido— era tan lindo recibir criticas, era tan reconfortante saber que por más que te esforzaras tu trabajo no valía la pena, era... la peor sensación del mundo.
—Uenoyama kun no seas cruel. Quizás pasa por un mal momento pero toda luz brilla luego de la oscuridad— no lo entendía, ese sentimiento de querer poseerlo, de que fuera mío, de abrazarlo y no dejarlo escapar ¿Qué era esto?
— Gracias— respondí honestamente dejándolos solos. Interrumpía, siempre lo hacía.
En la salida me esperaba mi mejor amigo quien tenía el rostro lloroso y unas bebidas en su mano.
—Shizu y yo peleamos. Es lo peor del mundo. Lo odio— Quizás podría ignorarlo, así como él despreciaba mis problemas, así como me hacía sentir menos, así como me decía que mis cosas no eran lo peor, pero no soy así. Siempre pondría a los demás por delante.
—Puedes quedarte en mi casa— fue lo que se me ocurrió decir. Posteriormente todo el camino me habló de su extraña relación. Tenía a alguien a quien amar, alguien que lo levante mientras yo solamente me encontraba solo.
—Yuki... lo siento. No era mi intención sacarte de la banda pero se viene la mayor competencia y necesito que todos estén al cien por ciento— en el pasado si me hubiese dolido, hubiese roto todo a mi paso. Ahora mi pasión por la música era casi inexistente.
—No te preocupes—susurré revolviéndole los cabellos mientras Hiiragi ingresaba a mi habitación y se dormía en mi cama.
Yo utilicé aquel instante para ir al baño y sacar de su escondite a una pequeña gillette.
—Nos volvemos a encontrar amiga—un corte, dos, que más da cuando el mundo se te viene encima, cuando no eres suficiente, cuando no puedes hablar con nadie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro