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Katsuki!

Se encuentran en una parte oculta de la universidad. Un alfa y un omega están teniendo el sexo más salvaje. Pero no hay amor, no hay sentimientos... al menos de parte de uno; solo es lujuria desenfrenada.

Van por su quinta ronda, y el omega es insaciable; el alfa da todo de sí para alcanzar el orgasmo. Hace unos meses que se conocieron y la química fluyó, pero no en lo sexual. Durante algunos meses fueron buenos amigos, y el omega vio en el alfa un hombro en el cual confiar y contar sus cosas.

El omega confiaba en el alfa, y el alfa en el omega; era algo mutuo y bastante sólido. Salían a comer juntos y conversaban sobre sus trabajos. Incluso, el omega le había contado que tenía un novio al que amaba y con quien planeaba tener hijos. El alfa lo escuchaba atentamente.A raíz de esta química, el alfa comenzó a enamorarse, pero no quería decir nada porque, aunque él tuviera todos los defectos del mundo, jamás rompería una relación. Sin embargo, el omega se aprovechó de ello.

Un día fueron a comer, y el omega lo confrontó. El alfa aceptó que el omega le gustaba, y así comenzó un amorío. Realmente se sentía mal, pero ¿qué podía hacer? Se había enamorado de aquel bello omega, que lo era no solo físicamente, sino también en su intelecto y carácter; le gustaba un omega así.

Hablaban, pero el omega siempre fue claro: "Aún no esperes nada de mí". Aun así, el alfa lo aceptó. El omega se fue un mes de vacaciones a su tierra, con su madre y abuelos, y el alfa se quedó triste, porque, a pesar de amar al omega, él no terminaba con su pareja anterior, manteniéndolo en vilo.

Un día, mientras salía de fiesta, se encontró con un ex, salieron a bailar y, por qué no, hubo algo de sexo. Después de aquella vez, retomó su rutina; ni el ex lo volvió a buscar, ni él tampoco.El omega se enteró y lo llamó para reclamarle, gritándole que tenía planes de terminar con su actual pareja para estar con él. El alfa se quedó en blanco, y el omega le dijo: "Al parecer no me quieres tanto como dices. Está bien, tómate tu tiempo y yo el mío".

El omega intentó mantener su relación, pero tres meses después terminaron mal. El omega se emborrachó y terminó echando a su pareja.

Unos tres meses después, se encontró con el alfa. Él aún estaba enamorado, pero sabía que debía dejarlo ir; a sus 26 años entendía que el amor no se puede forzar.El omega lo contactó y volvió a hablar con él, le dijo que había entendido muchas cosas y que quería intentar algo con él, aunque no estaba seguro de que fuera algo fijo. El alfa, emocionado, aceptó.

Fue el mes más feliz para el alfa. El omega le enviaba mensajes, le llamaba, era detallista con él... pero llegó un punto en que el omega le negó toda posibilidad de estar juntos.
—No eres suficiente para mí —le dijo el omega, y ese día el corazón del alfa se rompió. Lloró durante tres noches, tratando de sacarlo de su sistema. Sabía que sería difícil, pero no quería hundirse en la pena. Nadie muere de amor... ¿o sí?Pasaron algunas semanas, y el omega volvió a contactarlo para ofrecerle algo.

—Tú tienes algo que ellos no —le dijo, refiriéndose a "sus parejas". El omega le explicó que no tenía una relación formal, que solo eran "salientes", y que todos estaban al tanto, así que ese no era el problema. El omega quería al alfa para satisfacer sus deseos sexuales, ya que veía en él el cuerpo perfecto. El alfa, en un intento desesperado, aceptó.

Seguían conversando, aunque no tenían sexo. Aun así, se divertían mucho, y el omega no perdía oportunidad de acariciar su pecho y su cuerpo. Un día, el omega lo llevó a un lugar en la escuela y tuvieron sexo. Fue breve, ya que el alfa tenía miedo de que los encontraran, lo cual sería terrible para su reputación.

El omega lo besaba y lo deseaba constantemente. Pero para el alfa, eso no era suficiente.

—Yo puedo darte todo lo que te dan tus amigos; déjame intentarlo —pidió el alfa.

—Lo siento, no eres suficiente para mí —le repitió el omega.

Todo en el alfa se derrumbó. ¿Realmente le gustaba o solo era una obsesión? Pero su mente le decía que algo estaba mal, que el omega lo estaba usando. Sin embargo, él seguía ahí.Así, pasaron unos meses más. El alfa escuchaba cómo el omega hablaba por teléfono con sus amigos, diciendo que estaba con "otro amiguito", que ellos sabían las reglas. Incluso hizo que hablara con uno de ellos. Era demasiada humillación, pero aun así, el alfa seguía.Tras terminar de tener sexo, exhaustos tras cinco rondas, el omega revisó su móvil, pues tenía clases.

—Sí, amor —respondió al teléfono. El alfa se detuvo y lo miró—. En la sala de conferencias estaré. ¿Dónde te espero? Bien, nos vemos.

—¿Amor?

—Termina de vestirte y vámonos —dijo fríamente, sin siquiera darle un beso.Terminaron de vestirse, caminaron un poco y hablaron de cosas triviales. Luego se sentaron en una banca, y a los quince minutos apareció un chico alto, de cabello rapado y ojos negros, un alfa puro en toda su extensión. El omega se levantó y se paró cerca de él.

—¿Oye... viene o yo voy? —preguntó el alfa.

El omega se giró y lo miró.

—Mi amor —dijo, tomando al otro de la cintura y besándolo.

El alfa los observó y sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos.No quería ver esa escena; quería desaparecer, quería hundirse en la tierra y convertirse en polvo. Observó a la pareja, y el omega se despidió de él con la mano, mientras el otro alfa lo rodeaba con su brazo y se lo llevaba.

Pasaron dos semanas, y el alfa citó al omega en un hotel solo para conversar; así se lo había prometido a sí mismo.

—Me alegra que me invites. Quiero que me tomes como siempre —dijo el omega, comenzando a desnudarse.

—No te cité para eso, yo... yo...

—¡Ja! —rió el omega—. ¿Te dolió verme con un alfa de raza pura? Te lo dije muchas veces.El alfa bajó la cabeza.

—Deja de evitarme, sabes que me deseas —gritó el omega. El alfa se giró, sin levantar la mirada.

—Una vez me dijiste: "No eres suficiente para mí" —levantó la cabeza con los ojos llorosos, decidido a terminar con este enredo—. Ahora te digo: si yo no soy suficiente para ti, ¿por qué deberías serlo tú para mí? —Lo miró, y en sus ojos se reflejaba la resolución—. Desde ahora, no me serás suficiente. Merezco que me amen y no que me condicionen. Adiós.

El omega lo tomó del brazo y lo atrajo hacia él.

—Esto se acaba cuando yo lo diga; aún te deseo, y tú también.

El alfa se soltó de un tirón, sin importar el daño que le causara al omega. Él le había causado heridas mucho más profundas.

—¡BASTA! ¡NO MÁS, YA NO! —gritó el alfa—. Me cansé de esta situación, de que juegues conmigo porque estoy enamorado de ti. Me harté; esto es el fin... te sacaré de mi sistema, aunque tenga que largarme de aquí.

El alfa se fue llorando, sabiendo que su mensaje no llegaría, sabiendo que su amor jamás sería correspondido... sin saber que, al omega, también le dolía.

N/A:

Se que esta hecho un lio, lo se... pero lo escribí inpersonal, para desligarme un poco.

No se si se acuerdan que yo les hablaba de un alfa que me roban el aliento y quería algo conmigo... y también les enseñe una imagen...

Se que tal vez este escrito sea mediocre, lo admito pero debía sacarlo de mi... y déjenme decirle que cuando la persona que llegas a querer te dice: " no eres suficiente"... Duele como el infierno

Si me reflejo en Katsuki, es porque quiero mandarlo a vergamota, pero no puedo... mi husbando me ayudará y seguir seguir indiferente con él, en el sentido amoroso... por que somos compañeros de carrera.

Bueno con esto ya dicho y explicado... les deseo una buena vida y salud... pronto habrá más actualizaciones en mis demás libro... los amooo.

OTRA POSTADA LUEGO DE CASI 4 AÑOS:

Estaba revisando mis borradores porque se me ocurrió editarlos, y vi este escrito. Aún recuerdo el día y por qué lo escribí, pero hay algo bastante extraño: recordé muchas cosas tristes y, en el fondo, había olvidado lo que más me hizo sufrir, y es el tema de "No eres suficiente para mí". Por esta frase sufrí tres años, pero un día, literalmente, me levanté de la cama y dije: "No voy a ser pendeja de nadie". Desde ese momento, mi *kokoro* (corazón) se endureció hasta el punto de no importarme los sentimientos de los hombres. No es que fuera insensible, sino que les hablaba claro sobre cómo eran las cosas, y ellos lo aceptaban.La cuestión es que ahora, al leerlo, recuerdo el dolor y lloro, pero no por él, sino por el sufrimiento. Y...Por otro lado, la persona que me hizo escribir esto ahora me está llamando, teniendo atenciones conmigo, y diciéndome que quiere que volvamos a ser lo que fuimos y que ahora "sí soy suficiente". Pobre pendejo.

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