capítulo quince
izzy windsor es como el sol

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      A veces, Izzy creía que era como el sol. Tal vez solo era la parte de ella que le gustaba romantizar su vida. Porque lo hacía. La glamorizaba. Aunque no en la forma en que lo creerías. No esperaba que la gente colocara una alfombra roja cada vez que decidía salir de su casa (y tampoco lo quería). Solo miraba su vida como si ella fuera el sol, y los demás orbitaran a su alrededor. Pero sabía que no era así. Vivía en el medio de la nada en la calurosa Carolina del Norte con una madre muerta y un padre ausente. No había nada glamoroso en eso, y no había una forma hermosa de describir lo solitaria que todo la hacía sentir.

      Y a medida que la noche se transformó en día, fue recordada de esa soledad.

      Las horas habían pasado, y el sol casi fue tragado por la luna, dejando a las tres chicas sentadas al borde del bote, sus pies colgando mientras esperaban que los chicos volvieran. Esperaron todo el día, y su paciencia se estaba yendo lentamente, pero tampoco les importaba mucho. Se tenían la una a la otra, y eso era suficiente para que el tiempo pasara rápido. Las otras dos chicas ni siquiera habían notado que el sol había comenzado a bajar. Pero Izzy lo notó.

      Izzy mantuvo sus ojos posados en el sol ocultándose, y memorizó los tonos rojos y anaranjados que pintaban el cielo. La ayudó a calmar su mente y ayudó a la sensación de estar sola. Y sí, sabía que no estaba sola. Ya no más. Estaba intentando recordar eso. Tenía a Sarah, y ahora sabía que la chica no se había quedado con ella solo por su madre muerta. Se había quedado porque quería hacerlo, y eso hizo a Izzy sentirse cálida. Y ahora, finalmente había recuperado a Kiara.

      Recuperó a sus estrellas, y sentía que era el sol en el sentido más puro. Se sentía cálida, no sola. Sentía que era el sol en el sentido en que tenía un propósito... que importaba. Era lindo sentirse querida por gente a la que apreciaba.

      Una sonrisa levantó a sus labios a medida que aquellas ideas reducían la sensación de soledad que consumía a su corazón en lenta recuperación. Pero entonces lo vio a él, y su sonrisa tembló.

      Sabes por qué, de repente escuchó la voz de Kiara contra sus oídos al observar a los chicos acercarse a ellas en otro bote que tenía pintado a un lado HMS Pogue. Apenas notó a los demás, sus ojos solamente centrados en el chico rubio con gafas de sol cubriendo sus ojos azules y una cuerda rodeando su hombro. Sabes por qué, volvió a escuchar, ésta vez las palabras hicieron achicar a su corazón. ¿Sabía? Acababa de romper con Rafe. No esperaba esto. En lo absoluto. Pero tal vez no sabía por qué. Tal vez lo estaba pensando demasiado como siempre lo hacía. Tal vez todo estaba en su cabeza.

      — ¿Olvidaron las llaves o algo?—, llamó John B con burla, acercando el bote hacia las chicas.

      — ¿Necesitan que las llevemos?—, agregó Pope, riendo ligeramente mientras se apoyaba contra el borde del bote.

      Kiara rodó los ojos y miró a las chicas —. No le den la satisfacción de creer que funcionó—, dijo, alzando una ceja.

      Sarah sonrió —. Obviamente no.

      Izzy sacudió su cabeza. Seguía bastante pérdida con la realidad —. Ni soñando—, murmuró al intentar forzar sus pensamientos al fondo de su mente. No necesitaba preguntarse si le gustaba a JJ Maybank en ese momento. Solo la confundía más.

      —Bueno—, comenzó JJ con una sonrisa tirando de sus labios al descansar su pie sobre el borde del bote —, están vivas, y los nudillos de Izzy no están morados, así que no golpeó a nadie—, sus gafas de sol cubrían sus ojos, pero Izzy sabía que su atención estaba puesta sobre ella y aquella mirada presumida estaba fabricada para molestarla.

      Izzy hizo Una mueca —. Aún—, escupió al alzar una ceja y mirar al chico de arriba a abajo.

      JJ colocó una mano alrededor de su oreja y se acercó —. ¿Qué fue eso?—, preguntó, su voz vertiendo entretenimiento.

      Izzy cruzó sus brazos por sobre su pecho y se encogió de hombros —. No están morados... aún—, murmuró al observarlo. Pero aún no podía apartar las ideas de su lente, y comenzaba a sentirse incómoda, su estómago floreciendo con los nervios.

      Una pequeña carcajada de sorpresa dejó los labios de JJ al alzar las cejas —. Oh, oh, oh, ¿ahora me amenazas, huh?—, cuestionó.

      Izzy rodó los ojos e ignoró su comentario, mientras intentaba ignorar la forma en que el torzal rodeando su corazón parecía desintegrarse por cuánto más tiempo lo miraba. Intentó ignorar la forma en que su cuerpo parecía gritarle que sí sabía por qué, y aclaró su garganta —. Sabes... creo que esto cuenta como secuestro—, dijo al mirar a los chicos, una expresión de disgusto en su rostro —. Podría demandarlos. A todos ustedes.

      JJ asintió, con burla —. Uh-huh, seguro.

      Izzy solo le mostró su dedo del medio.

      Las esquinas de los labios de JJ se curvaron —. Qué linda—, se burló al ajustar la cuerda alrededor de su hombro y negar, su cuerpo temblando ligeramente al reír.

      John B miró de reojo a JJ, entonces rió antes de girarse hacia las chicas —. Deben admitir que fue gracioso—, musitó al posar su peso sobre sus brazos y alzar sus pies por sobre el borde del bote.

      Kiara solo negó —. John B.

      John B alzó una ceja —. Uh, ¿qué?

      —La mente maestra, ¿huh?—, musitó Kiara al alzar una ceja, y cruzó sus brazos por sobre su pecho.

      John B asintió —. Siempre estoy planeando.

      Kiara rodó los ojos —. Una mierda patriarcal—, murmuró al colocarse de pie, y sacudió sus shorts.

      —Sí, apestó—, Sarah asintió. Se colocó de pie al cruzar sus brazos por sobre su pecho, y le envió a su novio una mala mirada.

      Una sonrisa se deslizó en el rostro de JJ —. Aún no amas igual, ¿no?—, preguntó al mirar a Izzy, alzando una ceja. Entonces, se quitó la soga del hombro y gesticuló hacia Kiara para que la atrapara —. Kie, toma.

      Kiara arrugó los labios —. Sí, cómo sea—, murmuró, pero igualmente, estiró sus brazos para que JJ arrojara la cuerda. Él se la pasó y ella la atrapó, entonces la ató.

      —Oye—, comenzó John B, sus ojos posados sobre Sarah —. ¿Aún me odias?

      Sarah giró su mirada a su rostro y le dio una mirada —. Un poco—, dijo al encogerse de hombros —. Nos vengaremos cuando menos se lo esperen.

      Kiara asintió, sonriendo ligeramente —. Cuiden sus espaldas, chicos.

      Pope alzó las cejas y asintió —. Acepto el desafío—, anunció.

      —Yo también—, asintió JJ.

      Pope chasqueó los dedos hacia el chico, entonces giró su atención de vuelta a las chicas y posó sus ojos sobre Kiara —. Entonces, ¿ustedes, ya saben...?—, vaciló, las palabras colgando de su lengua.

      Kiara entrecerró los ojos —. ¿Reconciliar nuestras diferencias?—, preguntó, sus palabras llegando a un camino sin salida. Soltó un suspiro y negó —. Ni cerca.

      —Pero—, Sarah miró a las otras dos chicas y sonrió —. Estamos... dispuestas a trabajar juntas.

      —Al menos para esto—, murmuró Izzy, finalmente encontrando las palabras. Pero su mente estaba en otro lugar. Nunca dejó ese lugar. Estaba siendo consumida por las cosas que Kiara y Sarah le habían dicho el día anterior. Simplemente no podía olvidarse de sus palabras. Sabes por qué. Como si no lo supieras. Siempre le importaste. Te dejó entrar. Sus voces seguían repitiéndose una y otra vez en su cabeza como un mantra, volviendo difícil concentrarse en la realidad sin ser desviada al mar de los "¿qué si...?"

      — ¿Sabes qué?—, remarcó John B al encogerse de hombros —. Eso es una victoria.

      —Sí—, JJ estaba de acuerdo. Las gafas de sol cubrían sus ojos, pero Izzy podía sentir su mirada sobre ella. Aceleró su corazón. Sabes por qué.

      Pope rió —. ¡Wiggedy-wiggedy-wiggedy!—, JJ y él intercambiaron un juego de manos (probablemente lo habían inventado en su tiempo libre).

      — ¿Sabes por qué?—, animó JJ, alzando las cejas —. Hidropónico.

      Pope sacudió la cabeza —. No digas eso.

      —De acuerdo—, John B se giró para mirar a los dos y sacudir su cabeza —, cállense—, volvió a girarse a las chicas, sus ojos rápidamente cayendo sobre Sarah. Una sonrisa se levantó en su rostro un segundo después —. ¿Listas para engañar a alguien?

      Las chicas se miraron entre ellas antes de que Kiara se encogiera de hombros —. Sí, como sea—, murmuró al pasar la pierna por sobre la baranda y saltar dentro del bote, uniéndose a los chicos. Se sentó al lado de Pope y soltó un suspiro al apoyarse contra el borde. Sarah la siguió, y se sentó al lado de John B.

      Izzy continuó de pie en el otro bote, mirando al agua de pantano debajo de ella, y suspiró. Si se tropezaba, caería al agua y no podría nadar a la superficie. Se preguntó qué se sentiría si se ahogara. ¿Tendría miedo? Tal vez se sentiría como cuando contenías la respiración por demasiado tiempo para ver cuánto durarías. Tal vez sería algo así. No parecía demasiado malo. Escuchó que era una de las formas más pacíficas en las que irse. Pero antes que sus pensamientos la consumieran, una mano se estiró hacia ella, calmando sus miedos. Alzó la cabeza, descubriendo que la mano le pertenecía a JJ Maybank.

      —Vamos—, comenzó JJ al hacer señas para que ella tomara su mano —. Al bote.

      El torzal alrededor de su corazón se había disuelto por completo. Izzy ignoró el hecho y arrugó los labios antes de rendirse y tomar la mano de JJ. Saltó al barco con su ayuda y se paró a su lado, estudiando su rostro. Arrugó los ojos, formando rendijas, entonces se estiró y tomó las gafas de sol de su rostro. Las colocó sobre su nariz para cubrir sus ojos.

      JJ resopló una carcajada —. Oye—, pero las esquinas de sus labios seguían curvadas en una sonrisa complacida.

      Izzy solo arrugó los labios y se encogió de hombros —. Me estaba quedando ciega—, habló simplemente —. Además, me debes una por esa mierda.

      JJ mordió el interior de su mejilla para contener su sonrisa —. Alguien se despertó del lado equivocado de la cama—, musitó.

      Cuando esas palabras dejaron sus labios, Izzy se dio la vuelta y le mostró su dedo del medio. Eso pareció complacer a JJ, ya que soltó esta carcajada y sacudió la cabeza. Izzy lo hubiera encontrado más entretenido si su mente no estuviera en otro lugar. Pero ella no estaba allí. Estaba atrapada en el mar de los "¿qué si...?" y el sonido de la risa de JJ solo hizo que aquellas ideas la consumieran incluso más.

      Sabes por qué. Y por un segundo, pensó que lo sabía. Eso solo la asustó más, porque: cada vez, una y otra vez, una vez que los sentimientos se interponían, todo se volvía complicado. Era como si, el sexo fuera la parte sencilla, al menos siempre lo había sido para Izzy Windsor. Entregarle su corazón a alguien. Esa era la parte que le daba miedo, e Izzy se percató cuando la voz de su amiga consumió su mente, que estaba aterrada.

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      El sol había muerto por la luna, permitiéndole al cuerpo celestial brillar entre las estrellas mientras una manta de oscuridad cubría la isla. Ahora era de noche, y un par de horas habían pasado desde que los chicos habían recuperado a las chicas. Y cuando las estrellas brillaron en el cielo y las luciérnagas comenzaron a salir, Izzy comenzó a crecer ansiosa. No sabía por qué exactamente. Su estómago estaba repleto de mariposas, y no podía apartar aquella sensación. Una parte de ella se preguntaba si estaba relacionado a la mierda de "tú sabes por qué" que había estado nublando su mente desde que se fue a dormir la noche anterior. El día siguiente solo la había consumido con más ideas similares.

      Intentó ignorar el sentimiento incómodo que la controlaba, y volvió a colocarse los jeans negros y la vieja remera negra de cuello redondo que usaba cuando pintaba. (Los chicos dijeron que ella necesitaba usar negro, lo que sonaba extraño, pero no discutió. Solo rodó los ojos.) No le importaba si no lucía como su mejor versión. Después de todo, estarían en la oscuridad, y no tenía ganas de vestirse mejor ni de usar maquillaje. No la malentiendan, ella ama el maquillaje. En serio. Pero no tenía ganas de esforzarse en ese momento, y eso no la molestaba. Además, no estaba intentando impresionar a nadie... y no quería hacerlo. Además, sabía que era linda sin o con maquillaje.

      Eso la hizo sonreír a su reflejo. Observó dentro de sus ojos verdes y, por primera vez, se vio a sí misma. No veía el fantasma de su madre; sino que a ella, a Izzy Windsor. Fue suficiente para que su corazón se hinchara. Y lo tomó como una buena señal, dejando que consumieran sus pensamientos.

      Debes vivir por ella, repitió en su cabeza al observar su reflejo. Y es lo que estaba haciendo. Lo estaba intentando, y creyó que estaba funcionando. Debía estarlo.

      Aquella reflexión consumía su mente mientras salía de su casa y se subía a su auto para dirigirse a la casa de John B. Le habían explicado cómo llegar previamente, así que no fue tan difícil de encontrar. Y al estacionar sobre la tierra, se percató que el lugar donde el grupo se había encontrado por primera vez había sido en realidad su lugar de residencia. Era su hogar. Él sentía que ese era su hogar. Y mientras Izzy nunca había sentido ningún lugar como su hogar, una calidez que no podía describir se extendió por su pecho al apagar el motor y observar la casa. No supo por qué había ocurrido, pero la calidez calmó la aceleración de su mente por un segundo, dejándola disfrutar un momento de felicidad.

      — ¿Iz?—, alguien la llamó, irrumpiendo su felicidad, pero no miró para ver quién era. Ya sabía quién la había llamado. Su voz fue suficiente para descubrir quién intentaba llamar su atención.

      Con un pequeño suspiro, se deslizó de su convertible y finalmente levantó la mirada para ver a JJ Maybank agitando su mano hacia ella. Sintió el torzal alrededor de su corazón desintegrarse lentamente como lo había hecho antes ese mismo día, pero intentó ignorarlo. Sacudió la cabeza y aclaró su garganta —. JJ...—, saludó, sus palabras desvaneciéndose al alcanzarlo. Él estaba de pie al lado de esa fea van suya, y entonces ella se percató por qué había estado ansiosa.

      —Hola... los demás están planeando todo adentro—, dijo JJ al arrojar una soga a la parte trasera de la van. Frotó sus manos contra sus shorts cargo, entonces cruzó sus brazos sobre su pecho y se apoyó contra el exterior del vehículo —. Y tú—, señaló a Izzy, y luego al interior de la van —, puedes elegir primera. Siéntate dónde quieras.

      —Oh—, fue todo lo que Izzy dijo. Fue todo lo que pudo decir. Su cabeza estaba demasiado nublada para pensar en una respuesta mejor. Pero no podía evitarlo. Se percató solo entonces que debería estar en el fondo de la van mientras alguien más conducía a destino. Y sí, tal vez estaba exagerando. Tal vez era un miedo irracional pero, la idea de alguien más detrás del volante mientras ella no tenía control, hacía que su corazón saltara hasta su garganta.

      — ¿Estás bien?—, JJ preguntó abruptamente, apartándola de su trance. Estiró su mano para acariciar su brazo con sus dedos —. Luces un poco... verde.

      Izzy rodó los ojos ante su proposición y apretó la mandíbula —. Cállate—, murmuró. Se sentiría estúpida si admitía que no estar detrás del volante la aterraba. Sonaba tan infantil. Pero... JJ la había llevado a su casa antes. Tal vez él lo entendería. Después de todo, él entendía muchas de sus cosas. Tal vez entendería esto —. Yo solo... no puedo estar tranquila a menos que esté detrás del volante, pero no puedo hacer eso. Es un auto de escape, no autos.

      JJ pestañeó —. Solo no pienses en ello—, ofreció, sus palabras saliendo forzadas. Estaba claro que no idea idea de qué hacer en una situación como esa —. No va a pasar nada. Lo prometo—, llevó su mano a su brazo y le dio un apretón para reasegurador.

      Izzy solo le dedicó una mueca —. Oh, sí, gracias, Einstein—, murmuró al rodar los ojos —. Me siento mucho mejor ahora.

      Las esquinas de los labios de JJ se curvaron —. Bueno, está bien... entonces... pregúntame algo para distraerte—, sugirió.

      Izzy arrugó los labios. Se sentía estúpida —. No quiero preguntarte nada.

      —Estoy intentando ayudarte—, espetó JJ, disparándole una mirada —. Dame algo, Windsor.

      Ella abrió la boca para volver a rechazar su sugerencia, pero antes que pudiera hacerlo, se volvió hiper consciente de su mano sobre su brazo. Miró entre su mano y su rostro mientras las voces de sus amigas volvían a atormentarla. Sabes por qué. No sabía si realmente sabía algo, pero tenía este presentimiento que no podía ignorar. Pero la cuestión era... ¿siquiera quería saber...? Una parte de ella sí quería.

      Esa parte tomó control —. Dios, está bien. Ok, lo tengo—, soltó Izzy antes de que pudiera detenerse. De todas formas, era demasiado tarde para echarse atrás. Estaba determinada a descubrir si Kiara y Sarah tenían razón sobre JJ gustando de ella o si solo estaban mintiendo —. Imagina un futuro donde consigues todo lo que quieres. ¿Sí? Tienes el oro, lo conviertes en efectivo, y lo gastas en todo lo que quieres—, pausó y analizó su rostro. Confusión y algo más que no podía identificar flotaban en los ojos de él —. Así que, imagina eso... imagina un futuro donde todos tus sueños se vuelven realidad.

      JJ cerró los ojos por un momento antes de asentir —. Lo tengo—, dijo, sus ojos volviendo a abrirse y encontrándose con la mirada enfocada de Izzy.

      Izzy mojó sus labios y soltó una respiración lentamente —. Muy bien, ¿quién está de pie a tu lado?—, soltó. Por un segundo se dejó creer que él diría su nombre. Se dejó creer que ella estaría de pie a su lado... y no sabía exactamente por qué... pero hizo que su corazón se hinchara —. ¿A quién quieres a tu lado cuando todos tus sueños se vuelvan realidad?

      JJ frunció el ceño —. Pregunta rara, pero bueno...—, murmuró, vacilante mientras buscaba su mirada. No dijo nada por un minuto, solo la observó. Y mientras él la miraba, sus ojos parecieron iluminarse, pero rápidamente volvieron a oscurecerse a medida que los segundos pasaron. Entonces dejó caer su mano de su brazo y soltó un pequeño suspiro, casi inaudible —. Uh, nadie. Mis billetes enormes serán suficientes.

      Y solo así, el torzal estaba de vuelta, apretando su corazón, y rasgando el órgano. Izzy no sabía por qué su respuesta la molestó tanto. Tal vez tenía que ver con su problema con el rechazo. Pero una parte de ella sabía que era más que eso. Porque él solía gustarle, y tal vez por eso la molestaba tanto. Solía gustarle. y creyó que él gustaba de ella... pero obviamente no era así. De todas formas, eso no debería molestarla. Él no podía gustarle ahora. Ese era el punto. Solo estaba irritada porque él la había rechazado indirectamente. En eso arrojó la culpa – su miedo al rechazo porque eso era todo. Eso era. Debía serlo.

      Izzy sacudió la cabeza ante su reflexión, entonces apretó los labios —. Qué respuesta tan elocuente—, murmuró, intentando sonar monótona pero su voz salió amarga.

      Una sonrisa tiró de los labios de él —. Gracias—, dijo JJ, y le guiñó un ojo.

      —No fue un cumplido—, murmuró Izzy. Su corazón se hinchó, y pensó en arrancárselo.

      —Ah—, JJ colocó una mano sobre su pecho —. Pero yo lo considero uno.

      Izzy intentó ofrecerle una sonrisa, pero no podía. No debería haberla molestado tanto. Él le había gustado tres años atrás... tal vez un poco más de lo que debería haberlo hecho, pero eso estaba en el pasado. Estaba intentando dejar el pasado ir, debería dejar esto ir también.

      La puerta con la tela metálica de la casa de John B se deslizó abierta, golpeando contra la pared mientras el resto del grupo de adolescentes bajaba los escalones con herramientas en las manos —. Bien, ¿tenemos todo?—, preguntó John B al mirar de vuelta al resto —. Cuerda, gancho, polea... todo. Estamos listos.

      Con una mirada fugaz, John B se acercó a la van y arrojó el gancho antes de frotar sus manos en sus pantalones y caminar hacia el lugar del conductor, saltando dentro y deslizándose detrás del volante. Sarah siguió su iniciativa y ocupó el lugar del copiloto, mientras Pope arrojó la polea en la parte trasera y trepó arriba.

      —Vamos por esos cuatrocientos millones—, dijo Kiara al saltar dentro de la van y sentarse al lado de Pope en la parte trasera.

      — ¿Cuatrocientos? ¿En serio?—, comentó Izzy. El dinero realmente no era una de sus preocupaciones, así que no preguntó cuánto era. No era como si le importara tampoco. El dinero nunca fue un tabú para ella. Se sentía estúpida por pensarlo, pero cuatrocientos millones de dólares no era un gran asunto para ella. Era mucho, seguro, pero ella tenía casi el doble de eso. La hizo percatarse de cuánto tenía realmente... lo que la hizo sentir estúpida por siquiera unirse a ellos.

      JJ saltó a la parte trasera y se acercó a la chica Windsor —. Sí, vamos a hacerte la competencia—, replicó con una sonrisa presuntuosa.

      No recibió respuesta. Izzy solo le dio un asentimiento corto antes de trepar a la parte trasera, y se sentó a su lado. Apenas entraban todos juntos, pero ella se las arregló para estar cómoda sin sentirse demasiado apretada. Pero su estado de calma solo duro lo que John B tardó en encender el motor, enviándola a un estado de pánico, y comenzó a sentir que se estaba sofocando. Intentó calmar su respiración, pero su corazón solo latió más rápido, y tuvo la pronta urgencia de saltar por la ventana. Apretó sus ojos cerrados, buscando las estrellas que se formaban en la oscuridad para calmar sus sentidos, pero solo se sintió peor cuando la van se dirigió a la calle. Estaba a punto de decirle a John B que se detuviera para poder ir a su auto, cuando sintió una mano en su rodilla. Sus ojos se abrieron y miró la mano sobre su rodilla, entonces alzó la mirada para encontrar que JJ la observaba con preocupación en sus ojos.

      Sabes por qué, escuchó la voz de Kiara resonar a través de sus odios al observar al chico. Pero no sabía por qué. Creyó que lo sabría, pero él claramente no gustaba de ella. Solo estaba intentando confortarla porque eran amigos.

      Izzy solo le disparó una sonrisa forzada en respuesta, e intentó enfocarse en su mano descansando sobre su rodilla mientras la van conducía hacia su destino. Pero su mente seguía conduciendo hacia las palabras de sus amigas. Seguía escuchándolas, diciéndole que ella sabía por qué JJ nunca dejó de molestarla desde el día en que tomaron caminos separados. Pero ellas no tenían razón. No podían tener razón. Y por alguna razón, eso dejó un sabor amargo en su boca.

      Si le preguntabas por qué estaba tan molestaba con el rechazo indirecto de JJ, ella no podía decirte. Realmente no sabía. Simplemente la molestaba. La había afectado. JJ Maybank se había metido bajo la epidermis de su piel, y no tenía idea cómo quitárselo. Ni siquiera sabía si quería quitárselo. Solamente no sabía. Lo único que sabía era que, si ella realmente era como el sol, se extinguiría si eso significaba que él podría respirar.