𝟬𝟬𝟴 poor little rich girl
capítulo ocho
pobre niña rica
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Ser una mujer había sido algo complicado desde que Izzy Windsor tenía memoria. O elegías reconocerlo o lo ignorabas y guardabas silencio. Y el silencio... bueno... el silencio sería la caída de la raza humana.
Sin importar lo que hiciera, siempre habría alguien allí para criticarla. Habrías creído que, ya que Izzy era rica y linda, la sociedad la dejaría pasar sin burlarse de sus inseguridades, pero ese no era el mundo en el que vivía. Sí, la tenía más fácil que otras chicas pero, sin importar lo que hiciera, siempre habría algo que podría haber hecho mejor. Podría haber sonreído más, podría haber usado más o menos maquillaje, podría haberse saltado esa comida o haber hecho más ejercicio, podría haber sido mejor. El patriarcado le había integrado esas costumbres. Debía hacerlo mejor. Siempre se podía mejorar. Debía ser perfecta.
Izzy odiaba intentar ser perfecta.
Sabía que otros la miraban como una muñeca Barbie con el cuerpo perfecto y su cabellera rubia. Pero si mirabas más de cerca, verías las pecas manchando sus mejillas y barbilla que ella cubría con su base de maquillaje. Verías la cicatriz en su mentón de la vez que se resbaló y cayó mientras jugaba tenis. Verías todas las imperfecciones que ella desesperadamente intentaba esconder.
Aquellos defectos eran las cosas que el mundo, especialmente los hombres de su vida, le habían dicho que evitaban que fuera atractiva. También habían otras cosas. Le dijeron que sonriera y estuviera de acuerdo, incluso si tenía otra opinión. Le dijeron tantas cosas, tantas mentiras. Como "estás ganando mucho peso" o "necesitas comer más" y "estás usando mucho maquillaje" al igual que "no estás usando el maquillaje suficiente" y si tenía relaciones con más de un chico era una zorra. Sin mencionar toda la otra mierda con la que tenía que lidiar diariamente.
Deseaba vivir en un mundo donde una mujer podría hacer algo sin ser criticada, pero no era tonta. Sabía que, mientras que hubieran hombres en el mundo que creían que las mujeres le debían algo, las cosas nunca cambiarían. Pero eso no significa a que no estaba cansada de todo. Porque, créele, Izzy estaba cansada de que todos los hombres de su vida intentaran controlarla. Se sentía atrapada, pero no tenía idea de cómo escapar de sus garras. Nadie la escucharía, de todas formas. Después de todo, vivía en un mundo donde, si un hombre daba su opinión, era un hombre... pero cuando una mujer lo hacía, era una perra.
Así que Izzy mantuvo la boca cerrada la mayoría del tiempo... y aún eso no detuvo a la gente de llamarla una perra. Qué revelador.
Ese día no fue diferente. Después de que JJ abandonara la residencia Windsor, Izzy cumplió de mala gana con el pedido de Rafe y se vistió con ropa de diseñador y cubrió sus pecas y cicatrices del acné de su rostro para poder ir al OBX para ver las películas en la noche de verano. El evento había sucedido por años. Simplemente era mirar películas afuera, casi como los drive-in, excepto que sin autos. A veces la gente se sentaría en sus autos, pero la mayoría del tiempo, los locales se agruparían alrededor del proyector y mirar la película sobre reposeras o toallas. Principalmente pasaban películas viejas en que la actuación era mala e incluso estúpida. Izzy no quería ir en realidad, pero no podía quedarse en casa o Rafe tendría algo que decir al respecto. Así que le siguió la corriente y se encontró manejando hasta el evento.
A medida que Izzy caminaba hacia el área principal con su mano enlazada a la de Rafe, se percató que no había estado allí desde que su mamá había muerto el verano pasado. Solía ser su pasatiempo. Se prepararían y atenderían al evento solo para burlarse de la actuación. Muchas veces habían sido echadas porque estaban haciendo demasiado ruido y riéndose un poco demasiado alto... especialmente durante las películas de terror. Pero no podían evitarlo. Ellas encontraban los malos efectos especiales divertidísimos. Izzy le solía gustar que compartieran el mismo sentido del humor. Ahora... no quería volver a ver otra película mala de horror.
Izzy alejó sus pensamientos y tensó su agarre sobre la mano de Rafe para aferrarse a la realidad. Caminaron a través de los grupos de gente, finalmente alcanzando a Topper y Kelce. Kelce fue el primero en notarlos. Agitó sus manos hacia ellos mientras Topper seguía buscando entre la gente a alguien (probablemente Sarah). Izzy se dio cuenta entonces que no había visto a Sarah en un rato. Raro.
—Hola, amigo —dijo Rafe una vez que alcanzaron a los dos chicos.
Kelce asintió en su dirección—. Rafe. Bien, estás aquí —dijo. Su mirada tornó a Izzy, quién estaba observando a los tres chicos inconscientemente. Él asintió en su dirección y chasqueó la lengua—. Iz.
Izzy lo miró irritada, pero ella rápidamente lo arregló al cubrirlo con una sonrisa tensa (aunque probablemente parecía una mueca).
Topper desvió su mirada hacia el rostro de la chica—. Por cierto, Sarah está esperando tus disculpas.
La culpa golpeó a Izzy... pero no lo mostró. Sí se sentía mal por lo que le había dicho a Sarah y, honestamente, quería retractarse. Sabía que se había desquitado con la chica Cameron solo porque estaba realmente enojada con ella. Siempre estaba enojada. Tal vez era por eso que Izzy Windsor y el alcohol no se mezclaban—. ¿Dónde está? —cuestionó, enderezando su postura y arrastrando los ojos por sobre el rostro de Topper, estudiándolo.
Topper se encogió de hombros, pero lucía molesto. Su ceño descansaba fruncido sobre su rostro, y su mandíbula estaba apretaba al observar a la chica frente a él. Había un fuego quemando sus ojos, Izzy podía verlo. Se había sentido igual varias veces antes, y sabía que su ira estaba dirigida a ella—. Probablemente está evitándote —murmuró Topper, entre dientes—. Ya sabes, porque fuiste una perra con ella.
Algo carcomió el músculo que bombeaba sangre a su cuerpo. Izzy no estaba segura qué estaba sintiendo, pero dolía, haciéndola querer arrancarse el corazón. En su lugar, arrojó su cabello por sobre su hombro y alzó una ceja—. No lo decía en serio —balbuceó ella, casi inocentemente, y lo acompañó con un simple encogimiento de hombros.
—Sí, díselo a ella —resopló Topper, sacudiendo su cabeza—. Comenzó a llorar y entonces... bueno... salió corriendo, gracias a ti.
Izzy solo lo miró mal, pero aún, la sensación no la abandonó, si no que consumió su corazón. Por un segundo pensó escupirle algo que destruiría por completo cualquier confianza que le quedara, pero decidió no hacerlo, suponiendo que ya había causado problemas suficientes. En su lugar, fue Rafe quién aclaró la garganta y golpeó a Topper con el hombro, pero no dijo nada ni defendió a su novia de ninguna forma. Los chicos continuaron conversando entre ellos, prosiguiendo a hablar sobre qué tipo de película iban a mirar esa noche, pero Izzy no sé molestó en escucharlos. Solo rodó los ojos y enfocó su mirada en los grupos de personas que caminaban a su alrededor.
El asunto era que: a Izzy le gustaba observar a la gente. A veces, miraba por un momento demasiado largo a los extraños y, cuando ellos cruzaban mirada con ella, ella solo los miraría de vuelta y mantendría su postura. Le gustaba saber que todos a su alrededor tenían sus propias vidas con sus propios problemas. Justo como las estrellas sobre ella, saber que no era la única lidiando con mierda hacía lucir sus problemas más pequeños, casi inexistentes.
Pero mientras observaba, haciendo notas mentales sobre todo a quién reconocía, su mirada aterrizó en un chico con una gorra de béisbol cubriendo su cabello rubio. Pestañeó una vez y se percató que era JJ Maybank que estaba sentado en una reposera al lado de sus dos amigos, Kiara y Pope. Se sintió sonreír ligeramente, pero rápidamente lo ocultó con su usual mueca de disgusto. Un segundo después, JJ se giró en su silla y empezó a mirar alrededor mientras le hablaba a sus amigos. Entonces, sus ojos aterrizaron sobre Izzy. La rama de púas apretó a su corazón al mirarlo, pero rápidamente desvió su mirada en lugar de observarlo como normalmente hubiera hecho.
De repente, Izzy se sintió fuera de lugar... como si todos la estuvieran mirando. Normalmente, le hubiera gustado esa sensación, pero esto era distinto. Izzy sintió como si los ojos estuvieran juzgándola, y se preguntó si su maquillaje se había corrido o si su atuendo no era lo suficientemente bueno.
Miró de reojo a los chicos a su lado, preguntándose si ellos notaban su obvia incomodidad, pero ellos seguían conversando entre ellos. La chica Windsor decidió que ese era el mejor momento para escapar al baño para chequear su apariencia. Los chicos probablemente no notarían su ausencia. Así que, Izzy se giró y se dirigió al baño.
Tan pronto como Izzy entró al baño, se encontró con dos chicas, Scarlet Adams y Jennifer Harding. No las había visto desde la noche de la fiesta (la fiesta en que la Izzy perdió el control y mostró sus verdaderos colores). No estaba segura de si ellas habían estado evitándola o qué... al menos no estuvo segura hasta que las vio de verdad. Estaba claro que la habían estado evitando ya que lo primero que hicieron cuando ingresó fue mirarla de arriba a abajo como si fuera una forastera. E Izzy no podía culparlas. Tampoco le importaba, porque no era como si ellas realmente fueran amigas. Solo eran personas con las que pasaba el rato para no sentirse tan jodidamente sola pero, si querían odiarla, entonces cómo sea.
Izzy rodó los ojos a las chicas y miró su reflejo en el espejo. Su piel estaba más pálida de lo que debería. Solo otra cosa que podría agregar a la lista de defectos. Aunque su base lucía bastante bien. No podía ver los granos ni las cicatrices de acné que manchaban su piel, y el corte en su frente apenas se podía notar con la ayuda de su cabello cubriéndolo. Se preguntó por un segundo si debería hacerse el flequillo. Tal vez eso ayudaría. ¿Pero siquiera le quedaría bien?
Antes que pudiera contemplar cortar su cabello, Scarlet se le acercó y descansó contra el lavamanos—. Izzy, oye —mencionó con una sonrisa plastificada en su rostro—. ¿Cómo estás? Hace rato que no te veo.
Izzy arrugó los labios y alzó una ceja al girarse para mirar a ala chica. Los ojos azules de Scarlet se hundieron en los verdes de Izzy como si estuviera retándola a una extraña competencia de miradas. Izzy simplemente encontró su aura insoportable. Nunca le había agradado. Jennifer podía ser agradable, pero la chica Adams era otra historia. Todo lo que Scarlet hacía era pedirle prestada su ropa y hacer fiestas en su casa sin pedirle permiso. Aclamaba que eran amigas, así que creyó que a Izzy no le importaría. Completa mentira, si le preguntabas a Izzy. ¡Solo admite que estás aquí por mi dinero!
—Escuchamos lo que le dijiste a Sarah en la fiesta —dijo Jennifer, detrás de Scarlet. Su mirada estaba sobre su apariencia en el espejo mientras arreglaba su cabello pelirrojo y colocaba otra capa de gloss sobre sus labios—. Creí que eras mejor que eso, Iz.
—Sí —Scarlet volvió a hablar, ganándose la atención de Izzy—. Fue una mierda de tu parte.
Izzy suspiró. Sí, sabía que no había estado bien de su parte. Era una mierda de persona, y nunca nadie le había gustado sus verdaderos colores... claramente. Apretó la mandíbula y volvió a girarse hacia su reflejo, encofocándose en las bolsas bajo sus ojos. Mierda, necesitaba dormir más—. Ok. ¿Algo más? —murmuró amargamente mientras tomaba su base de su bolso de mano negro de Chanel. Comenzó a colocar el maquillaje debajo de sus ojos para cubrir los círculos oscuros, y acabó terminando cualquier otro defecto que encontrara.
Scarlet chasqueó la lengua y soltó un suspiro ligero—. Bueno, pensamos que, para alegrarla, podrías hacer una fiesta en tu casa después de Midsummers —sugirió. Jennifer soltó un sonido estando de acuerdo—. Como solías hacerlo.
Izzy hizo una mueca y las observó a través del espejo—. ¿Por qué haría eso? —cuestionó, torciendo su cabeza al estar confundida. Arrojó la base dentro de su bolso, y entonces prosiguió a acomodar su pollera mini cuadrillé de color rosa que descansaba sobre su cintura. La había combinado con una blusa blanca y con un par de broches en su cabello para que él atuendo luciera más cohesivo—. ¿Midsummers no es fiesta suficiente para ti?
—No con nuestros padres allí —escupió Jennifer, enviándole una mala mirada a la chica—. Lo sabes.
Scarlet calmó a su amiga—. Solo creímos que podrías hacerlo como disculpas para Sarah —aclaró y plastificó una sonrisa, pero no lucía genuina—. Además, tienes una playa privada. Sería divertido.
Izzy arrugó los labios. Sabía que solo querían emborracharse, y su casa era el mejor lugar para hacerlo. Pero el padre de Izzy tendría un ataque cardíaco si lo descubriera, y la chica no podía arriesgarse a volver a decepcionarlo. No estaba segura de si podía lidiar con más críticas de él. Así que, soltó un suspiro y ladró con severidad—. No.
Scarlet rió, burlona—. ¿Te molestaría elaborar?
—No —murmuró Izzy mientras peinaba su cabello con sus dedos.
—Perra.
Izzy rodó los ojos—. Hazla en tu casa.
Scarlet frunció el ceño—. Pero eres rica.
Izzy hizo una mueca, y entonces cruzó sus brazos por sobre su pecho—. Tú también —escupió, alzando una ceja hacia las dos chicas. Estaba cansada de lidiar con su mierda. Tal vez no las mandaría a la mierda directamente, pero definitivamente podía mirarlas de reojo o darles una mala mirada.
Scarlet sacudió su cabeza ligeramente, y mordió su labio—. No entiendo por qué no quieres hacerlo —dijo, su voz alzándose una octava—. Digo, tu casa es literalmente del tamaño del Palacio de Buckingham. Y la tienes para ti sola... así que... no entiendo.
—Tal vez está escondiendo algo —sugirió Jennifer. Una pequeña sonrisa jugó en sus labios. ¿Cuál era su punto?
Izzy rodó los ojos (podía sentir que se le reventaría una arteria en cualquier segundo)—. Oh, por favor.
—Escuché que estabas hablando con ese Pogue con el que clamas no tener nada. Su nombre es JJ, ¿cierto? Parecían muy cercanos en el Kegger —continuó Jennifer, causando que el corazón de Izzy se desplomara—. No me sorprendería que estuviera durmiendo con él detrás de la espalda de Rafe. Ya sabes cómo es ella.
Una sonrisa viciosa aclamó el rostro de Scarlet—. ¿Es por eso que no quieres que vayamos? Solíamos ir a pasar el rato los fines de semanas, pero supongo que eso cambió, ¿no? —preguntó, entrecerrando los ojos hacia la chica rubia—. ¿Temes que descubramos tu pequeña obra de caridad?
Izzy quiso golpearla. Como realmente golpearla en la cara y romper su nariz. No podía creer que alguna vez la haya soportado por más de cinco minutos. Pero, en su lugar, apretó los puños y contuvo su enojo. Como si su reputación ya no estuviera arruinada, ahora tenía que lidiar gente creyendo que estaba engañando a su novio. Lo que, por cierto, era una completa farsa. Rafe podría ser un estúpido a veces, pero ella nunca lo engañaría. Los engaños molestaban a Izzy. Las relaciones se construían sobre confianza y honestidad, no mentiras y engaños. Esa era la razón principal por la que no creía en el amor... de la forma real. Su generación lo había arruinado y lo había transformada en nada más que sexo. Suponía que ella también era parte del problema.
Izzy intentó alejar sus ideas, pero la ira nublaban su visión—. No que sea de su incumbencia pero, cuando tengo novio, tiendo a mantener mi lealtad hacia él —escupió, sus palabras duras—. Ustedes, perras, deberían saberlo. Solo nos hemos conocido desde que somos niñas.
Scarlet casi rió... pero se limitó a mostrar una pequeña sonrisa complaciente—. Eso no es lo que dijo Rafe.
Izzy sintió algo carcomiendo su corazón—. ¿Qué dijo Rafe? —inquirió, intentando sonar confiada, pero salió suave y débil.
—Creo que ya lo sabes —Scarlet se mordió el labio, intentando contener su sonrisa—. Tal vez deberíamos haber escuchado a Amelia cuando te llamó loca. Nos hubiera ahorrado mucha energía si te hubiéramos dejado cuando empezaste a actuar como una perra deprimida. Supongo que siempre supe que eras una loca, o lo que seas. Tal vez... ahora... también eres una zorra.
Sus palabras encendieron la piel de Izzy. Magma cursaba por sus venas, envenenando su sistema nervioso mientras apretaba sus puños para contener la ira que la consumía. Estaba harta de gente haciendo comentarios sobre su vida. Todo lo que hacían era decirle quién debería ser o qué podría hacer mejor. Pero la peor parte de todo era que Izzy Los escuchaba. Escuchaba y escuchaba y escuchaba, incluso cuando no le traía más que este peso a su pecho, lentamente sofocándola.
—Como sea —fue todo lo que Izzy decidió decir. Rodó los ojos un segundo después y suspiró—. No estás en posición para hablar. Ya que, ya sabes, desde que te conozco de lo único que haz hablado es de ti y de los tipos que te cogiste. Es exhaustante intentar soportarte. Solíamos ser amigas... supongo, pero eres tan jodidamente insufrible que no sé cómo logré estar contigo hasta ahora.
—Dios, ¿quién murió y te volvió una perra? —resopló Scarlet.
Izzy se detuvo. Incluso paró de respirar. Sabía que Scarlet estaba intentando provocarla, y había funcionado. ¿Quién murió y te volvió una perra? Su voz se burló de Izzy. Y la chica Windsor sabía exactamente a quién se refería Scarlet. Eso sola la hacía querer golpearla en la cara incluso más.
Pero antes que pudiera dejar que el fuego en sus venas se extiendera, Jennifer intervino—. No puedo hablar por los demás, pero extraño a la vieja Izzy —comenzó, sus palabras como veneno, pero sus ojos eran suaves—. Ya sabes, ¡¿la que tenía un sentido del humor y no era una jodida piedra?!
Izzy pestañeó. Sus ojos se sentían calientes. No llores, siseó—. Vete a la mierda —fue todo lo que pudo decir. Solía ser capaz de tolerar a Jennifer, pero sabía que la chica no era realmente alguien a quién podría llamar una amiga. Realísticamente, Izzy Windsor no tenía a nadie. Y lo que sea que sintiera por Jennifer se había derretido con su enfado. Todo eventualmente se transformaba en ira para Izzy, así que no fue una sorpresa. Aunque, y nunca lo admitiría, sí dolió lo fácil que la gente se tornaba en su contra... pero cómo sea.
—Aw, pobre niña rica —se burló Scarlet. En el fondo, Jennifer rió ante las palabras de su amiga—. Escuché que te volviste loca en la fiesta también... y no solo con Sarah. Alguien me fijo que te escucharon llorando en el baño. Honestamente, es tan patético. Creí que eras mejor que eso, pero supongo que las personas cambian, ¿no? Y tú cambiaste un montón.
Sus palabras fueron otra señal de rechazo, probando que Izzy Windsor no pertenecía entre las ovejas si seguía utilizando su ropa de lobo. Pero Izzy no sé molestó en reaccionar, estaba demasiado ocupada enfocándose en sus palabras e intentando no golpearla en la cara. Pobre niña rica. Esa frase se repitió en su cabeza al observar su reflejo arduamente. No quería serlo, pero no podía mostrar su frustración hacia sus palabras. Si lo hacía, la llamarían otra cosa. Y tampoco podía llorar al respecto. No se suponía que las chicas bonitas lloraran. Llorar significaba admitir que era exactamente quién ellas creía. que era. Y no iba a hacer eso. No quería. Estaba cansada de ser perfecta, pero quería serlo. No quería el acné en su rostro o el agujero en su corazón, solo quería ser la muñeca Barbie de plástico que todos esperaban que fuera.
La vida sería mucho mejor si Izzy Windsor estuviera hecha de plástico.
Pero no lo estaba. Izzy estaba hecha de carne y hueso. Su piel era débil y fácilmente se dañaba. No era de plástico duro, era solo piel. Sangraba y lloraba (a pesar de lo mucho que intentara no hacerlo). No había nada que parara la presión en su punto de quiebre. Todas las palabras que le tiraban, todas las expectativas y standards construidos contra las puertas, intentando entrar desesperadamente. Pero Izzy no dejaría que eso pasara. No iba a dejar que volviera a pasar.
Izzy desvió su mirada de su reflejo y miró a las dos chicas. Pensó en maldecir las y señalar cada una de sus imperfecciones. Sabía que sus palabras cortarían profundamente, dejando cicatrices bajo la epidermis de su piel. Pero se rehusó. Por el contrario, Izzy les disparó una sonrisa condescendiente y les mostró su dedo del medio antes de girarse y salir del baño.
Al caminar fuera del baño, sus palabras la atormentaron, burlándose de ella en su cabeza. Apretó la mandíbula ante los insultos que quemaban su cerebro. Pestañeó para intentar alejar la ira que nublaba su visión, pero todo lo que vio fue rojo. Y antes que pidiera registrar su rededor, chocó contra alguien. La voces burlándose en su cabeza se callaron, y la persona con la que había chocado la estabilizó al colocar sus manos sobre sus brazos.
Izzy pestañeó y miró hacia arriba para ver quién le había detenido. Su expresión se suavizó cuando se percató que JJ Maybank estaba de pie frente a ella con sus manos enlazadas alrededor de sus brazos. Volvió a pestañear—. ¿JJ? ¿Estás intentando matarme ahora? —preguntó, intentando sonar dura, pero su voz salió como seda.
JJ sonrió—. Es lo justo —dijo, encogiéndose de hombros.
Una sonrisa tiró de los labios de Izzy, pero rápidamente se forzó a hacer una mueca. Aclaró su garganta y dio un paso atrás, causando que las manos de JJ cayeran a sus lados. Izzy alzó una ceja y cruzó sus brazos sobre su pecho para crear una barrera entre ellos.
La sonrisa tembló sobre el rostro de JJ. Enterró sus manos en sus bolsillos y aclaró su garganta—. Iba al baño —le informó—. ¿Qué estás–?
La puerta del baño de chicas se abrió, interrumpiendo a JJ antes que pudiera terminar su pregunta. Ellos se giraron para ver quién los había interrumpido. Pero Izzy deseó no haberlo hecho porque, tan pronto como se giró, reconoció a quiénes los habían interrumpido como Scarlet Adams y Jennifer Harding. Las dos chicas miraron entre JJ e Izzy, entonces se miraron la una a la otra y rieron burlonas.
Scarlet desvió sus ojos al rostro de Izzy—. Parece que los rumores son ciertos —murmuró, sonriendo ligeramente. Con eso, salió con Jennifer siguiéndola, e Izzy Los observó, su ceño fruncido.
JJ arrancó su mirada de las dos chicas y volvió a mirar a Izzy con su ceño fruncido—. ¿Qué–? —se cortó a sí mismo, su voz llena con confusión y sorpresa. Señaló detrás de él, gesticulando en dirección a dónde las dos chicas se diriguían—. ¿Qué fue eso?
Izzy se encogió de hombros—. Nada.
JJ dejó caer su mano a su lado, pero la confusión se mantuvo presente en su rostro—. No me vengas con eso —dijo, sonriendo ligeramente, pero su voz sonaba desesperada, casi como si estuviera rogándole para que abandonara un par de las capas de su fachada—. Creí que nos estábamos haciendo amigos.
Izzy lo observó a través de sus pestañas cubiertas con rímel por un par de segundos, contemplando si debería decir lo que estaba comiendo si piel. Podía sentir las palabras en la punta de su lengua, amenazando con escapar de sus labios. Una parte de ella quería decirle, porque una parte de ella sabía que escucharía. Él había sido el único en escucharla en un largo tiempo. Pero Izzy era Izzy. Tenía distintas personalidades, y elegía qué máscara utilizar. Había labrado su personalidad y no iba a dejar que una persona lo arruinara. Pero no iba a alimentar el fuego. Le daría algo, pero no lo suficiente para que supiera lo que realmente estaba pasando en su mente.
—No es nada —murmuró Izzy, dando un pequeño encogimiento de hombros—. Es solo que creen que estoy durmiendo con... otras personas además de Rafe.
JJ resopló, sacudiendo su cabeza—. Eso es mentira.
Eso hizo a Izzy sentirse cálida—. Es lo que sea —escupió, aclarando su garganta y enderezando su postura—. Ellos solo creen que estoy loca porque le rompí la nariz a Amelia... eso, y otras cosas.
—¿Loca? Pfft, no —JJ hizo una mueca como si realmente estuviera reflexionando al respecto, entonces asintió, estando de acuerdo—. Bueno...
Izzy se sintió sonreír—. Púdrete —exclamó, riendo suavemente.
JJ mordió el interior de su mejilla para contener su sonrisa mientras sus ojos pasearon por sobre el rostro de Izzy. Izzy creyó por un segundo que lucía como si a él le gustara que ella sonriera, pero eso sería estúpido... ¿cierto? Cómo sea. Rápidamente alejó aquellas ideas porque eran completamente absurdas. Pero no se pudo detener a sí misma de pensar que, tal vez, JJ Maybank no era tan malo. Seguía siendo estúpido y un poco idiota, pero no era completamente horrible. Tal vez si papá se había equivocado. Tal vez JJ no era como su padre. Tal vez–
—¿Por qué la golpeaste? —cuestionó JJ de repente, arrancando a Izzy de su ensoñación.
Izzy alzó las cejas—. ¿A Amelia?
JJ asintió en respuesta y analizó su rostro. Izzy no estaba segura si le gustaba cuando hacía eso. Normalmente, era ella la que analizaba. Pero tampoco lo odiaba por completo cuando sus ojos estaban sobre ella.
—Dijo que, si mi mamá siguiera viva, que ella... —Izzy vaciló, mordiendo su labio. Sus ojos quemaron con lágrimas calientes, pero no las dejaría caer. Las chicas lindas no lloran, se recordó a sí misma. Con eso en mente, tomó una respiración profunda y exhaló, calmando sus emociones—. Dijo que mi mamá estaría decepcionada de mí, porque resulte un... fracaso. Lo que es una completa mentira. Obviamente, soy perfecta, pero me molestó, así que golpeé a la perra.
El chico Maybank debió haber notado su incomodidad, ya que golpeó su brazo, causando que la mirara. Él la miró con tanta compasión y comprensión en sus ojos, e Izzy podría haber jurado que sus mejillas estaban brillando—. ¿Qué tan malo fue? Como, en una escala desde jodido hasta —se encogió y bajó su voz para agregarle énfasis—, jodido.
Una pequeña sonrisa se levantó en el rostro de Izzy—. Piensa en Picasso.
—Bien —JJ le dio un cumplido. Alzó su puño hacia ella, gesticulando para que golpearan puños.
Izzy miró entre su puño y su rostro—. No voy a chocar puños contigo —mencionó, y negó.
Una suave carcajada abandonó los labios de JJ al alzar su mano para acomodar su gorra de béisbol sobre su cabeza, girando la visera hacia atrás. Parecía hacer eso a diario. Izzy se preguntó por qué. Pero antes que se permitiera pensar en aquello con profundidad, JJ volvió a hablar—. Bueno, si te hace sentir mejor, no creo que estás loca —dijo, sonriéndole—. Si fuera tú, hubiera pedido que alguien filmara.
Izzy alzó las cejas—. Oh, ¿en serio?
JJ arrugó su rostro y asintió—. Amelia siempre fue... una en un millón —clamó. Le disparó una mirada, que demostró que no consideraba a Amelia Wright alguien buena (Izzy no lo culpó. Amelia era una maldita perra que se merecía el golpe.)—. Me sorprende que solo hayas roto su nariz.
Izzy entrecerró los ojos—. ¿Qué esperabas que haga? —cuestionó mientras cruzaba sus brazos sobre su hombro.
—Algo más interesante —dijo JJ, usando sus manos para enfatizar.
Izzy casi rió, pero se controló—. ¿Interesante? —repitió, intentando contener la diversión en su voz, pero fallando miserablemente. No pudo evitar sonreír—. Cerebro de Algas, ¿estás intentando convertirme en una criminal?
JJ se encogió de hombros y sonrió ligeramente también—. Depende —musitó. Se acercó a ella... tan cerca que probablemente podía oler su perfume—. ¿Puedo ir? Podríamos ser fugitivos juntos, Windsor.
Izzy mordió su labio, entonces se encogió—. Paso, Cerebro de Algas.
—Como sea —resopló JJ, juguetón—. De todas formas, soy un lobo solitario.
—Wow, cringe —remarcó Izzy.
JJ mantuvo su puño en el aire y pretendió darle cuerda. Lentamente, su dedo del medio comenzó a enderezarse cuánto más pretendía darle cuerda. Continuó haciéndolo hasta que su dedo del medio estaba completamente derecho y, entonces, lo observó con la boca abierta y festejó para sí mismo.
Izzy sacudió su cabeza con una sonrisa aún en su rostro, pero entonces sus pensamientos divagaron. Comenzó a pensar sobre lo que Rafe le había dicho antes sobre JJ. Se preguntó si él realmente había hundido el bote de Topper. Obviamente, era una respuesta razonable a haber sido golpeado, pero se preguntó si JJ se lo había ocultado a propósito. Sabía que no se merecía una explicación, pero aún lo tomaba a mal. Odiaba que le mintieran. La molestaba. Entonces, antes que pudiera procesarlo todo, había abierto la boca y dejado que su mente hablara—. ¿Puedo hacerte una pregunta? —se encontró soltando.
JJ negó—. No, no soy un criminal.
Izzy le dio una mirada, no impresionada—. Buena, pero no —murmuró, monótona—. ¿Realmente hundiste el bote de Topper?
JJ alzó las manos en rendición—. Te lo dije, Iz. No soy un criminal —clamó, encogiéndose de hombros mientras sus manos se mantenían sostenidas en el aire.
Izzy intentó analizarlo, pero no pudo encontrar ninguna pista de la verdad. Se rindió y suspiró—. ¿Por qué no te creo?
—No lo sé —remarcó JJ—. De todas formas —comenzó, alejándose de ella y diriguiéndose a los baños—, debo ir a mirar. Pero te veo alrededor.
—JJ--.
JJ se giró y la interrumpió—. Oh, y te ves bien, princesa —asintió su cabeza hacia ella y le guiñó un ojo mientras una sonrisa presumida crecía en su rostro—. Disfruta la película —con eso, se giró y desapareció dentro del baño de chicos.
—Idiota —balbuceó Izzy, rodando los ojos, pero una sonrisa seguía en su rostro. Se giró y caminó hacia el grupo de chicos que había abandonado un rato atrás, pero JJ permaneció en su mente. Tal vez había estado equivocada. Tal vez él no era tan malo. Él había arreglado su auto, después de todo. Aún era increíblemente tonto como la mayoría de los chicos lo eran, y estaba definitivamente ocultándole algo, pero tal vez no era... tan malo.
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El sol había sido tragado por la luna, posando una manta de oscuridad sobre Outer Banks. La película casi había concluído, y varias personas ya habían juntado sus pertenencias y vuelto a casa. Izzy no los culpaba. La película era bastante aburrida, y la actuación era horrible. Un año atrás, ella estaría divirtiéndose, pero ahora, Izzy no reía cuando un actor ni se esforzaba en memorizar sus líneas; ni siquiera encontró la película entretenida. No sabía si podía hacerlo. Todo parecía tan blando sin su madre allí para contar chistes sobre los malos ángulos en que la película había sido filmada. Parecía no tener sentido. Así que, Izzy se enfocó en el cielo por el resto de la noche.
Como ya había establecido, a Izzy le gustaban las estrellas. También le gustaba mirarlas. La hacían sentir como si sus problemas no fueran nada en el gran esquema de las cosas. Pero, tal vez, lo que encontraba más interesante sobre ellas era el hecho que la mayoría de las estrellas en el cielo estaban muertas.
Sí, no estaba mintiendo. El cielo estaba lleno con estrellas muertas. La mayoría no lo sabía. Si les preguntabas, no podrían decirte que las estrellas que brillaban en el cielo ya habían muerto un largo tiempo atrás. Pero Izzy lo sabía.
A una parte de Izzy le gustaba el hecho que sabía que las estrellas en el cielo estaban muertas. Sonaba mórbido, pero la hacía sentir mejor. Porque, ya ves, todo muere, incluso las.estrellas. Eso era lo bello en ello. Las estrellas eran hermosas, y también lo era la gente. Diablos, la gente está prácticamente hecha con polvo de estrellas. Eso debía contar para algo. Porque cada estrella eventualmente se convierte en una supernova (incluso el nombre era lindo). Izzy también se preguntaba si, si comenzaba a pensar en la muerte de su mamá como una supernova, entonces finalmente podría superarlo. Tal vez, si consideraba la muerte como el destello en el cielo, siendo admirado por años y años y años después de que morías, entonces no sería tan aterrador. Tal vez–
—Bebé, ¿siquiera estás mirando? —Rafe de repente susurró a su oído, apartándola la de su mente.
Izzy dejó de mirar las estrellas y miró a su novio. Estaba sentada sobre sus piernas porque, convenientemente, habían olvidado traer una silla extra para ella. Debido a esto, estaba tan cerca de él que podía ver la confusión en su rostro, lo que la hizo querer rodar los ojos. Pero no lo hizo, sino que solo le dio una sonrisa con los labios apretados y asintió, girando su cabeza hacia la pantalla.
La película continuó e Izzy sintió la vida escapársele. Sus costillas estaban comenzando a doler. Quería levantarse e irse, o hacer algo más que solo estar allí sentada, intentando quedarse quieta. Así que, observó a la gente para mantener su mente ocupada. Sus ojos tropezaron con diferentes personas y mentalmente creó su propia historia. Era un juego que le gustaba. Pero entonces, sus ojos aterrizaron en alguien que reconoció, y descubrió que no tuvo que crear una historia de vida.
JJ Maybank estaba sentado entre sus amigos a una distancia frente a Izzy. Estaba hablando con Pope, y lucía agitado. Izzy entrecerró los ojos sobre la parte trasera de su cabeza, intentando descifrar de qué estaba hablando. Un segundo después, los dos chicos se giraron y miraron en dirección a Izzy, excepto porque no la estaban mirando a ella, estaban mirando a los chicos con ella. Eso solo confundió a Izzy más. Pero antes que pudiera pensar en una explicación, JJ se colocó de.pie, murmuró algo a Kiara, y entonces caminó con Pope justo detrás de él. Los muchachos desaparecieron detrás del árbol al lado de la enorme pantalla en la que la película estaba siendo reproducida.
Izzy no pensó mucho al respecto, porque los chicos eran... estúpidos. Exhaló a través de su nariz y giró su atención de vuelta hacia la pantalla. Un segundo después, sintió a Rafe tensar su brazo alrededor de su cintura como una forma de faltar su atención. Izzy lo miró, cuestionante. ¿Qué quería ahora?
Rafe se le acercó más—. Bebé, ¿puedes levantarte? Necesito ir a mear —dijo en un susurro.
Izzy le dedicó una mirada molesta, pero igualmente se levantó así Rafe podía ponerse de pie. Ella se sentó en la silla de playa mientras Topper y Kelce también se pararon. Fue entonces cuando ella comenzó a sentir que algo no iba bien—. ¿Los tres van a ir? —cuestionó con escépticismo. Y ellos dicen que son las chicas las que siempre van al baño juntas.
—Cuando tienes que ir, tienes que ir —clamó Kelce.
Con eso, los tres se alejaron caminando... pero no hacía los baños que estaban justo detrás de ellos. Por el contrario, Rafe y Kelce se dirigieron hacia el árbol donde JJ y Pope habían desaparecido, mientras Topper caminó alrededor del otro lado de la pantalla. Fue entonces cuando Izzy se percató de lo que estaba pasando. Sabía que Rafe. y los demás estaban molestos porque Pope había hundido el bote de Topper y, como el último par de días habían probado, Rafe parecía estar de humor para pelear en lugar de negociar. Lo que significaba solo una cosa: lo peor estaba a punto de suceder, e Izzy estaba segura que iba a ser una pelea entre los dos grupos. Izzy no podía permitir que eso pasara. No podía observar a Rafe volver con los nudillos ensangrentados y una nariz sangrando. No podía ver toda esa sangre. No otra vez.
Izzy se colocó de pie antes de que siquiera pudiera procesar lo que estaba haciendo y, antes que lo supiera, estaba acercándose a Kiara, quién seguía sentada sobre la toalla de playa, mirando la película. Sabía que Kie probablemente preferiría golpear a la rubia en la cara en lugar de escucharla, pero debía decirle lo que estaba sucediendo. Kiara probablemente no le gustaría tener que curar a sus amigos porque un par de chicos no sabían cómo controlar sus emociones. Así que, Izzy se colocó sobre sus rodillas al lado de la morena y captó su atención—. Kiara —susurró.
Kiara se giró para mirar a quién la había llamado. Cuando sus ojos aterrizaron sobre Izzy, gruñó—. Dios, ¿qué quieres?
Izzy no gastó su tiempo—. Creo que Rafe, Topper y Kelce fueron tras tus amigos.
Kiara frunció el ceño—. ¿Qué? —preguntó, con su boca ligeramente colgando abierta.
—Los siguieron —explicó Izzy mientras señalaba con una mano al árbol dónde había visto por última vez a su novio y sus amigos—. Aparentemente, Pope, o JJ, o ambos hundieron el bote de Topper... y Rafe está molesto. Creo que van a hacer algo.
Un suspiro escapó de.los labios de Kiara. Cerró los ojos por un momento antes de volver a abrirlos y mirar a los ojos verdes de Izzy—. Pope dijo que, y cito, iba a pasar algo esta noche —clamó Carrera.
Izzy frunció el ceño, y la confusión estaba escrita en su rostro—. ¿Qué quiere decir eso?
Kiara hizo una mueca—. No sé. Son unos idiotas. ¿Qué esperabas? —preguntó con amargura, tomando su mochila a su lado y colocándose de pie. Comenzó a caminar hacia los chicos, pero le hizo señas a Izzy para que la siguiera antes de desaparecer detrás de la pantalla.
Izzy pestañeó para salir de su trance y siguió a Kiara. Ignoró la sensación de cuchillas de pasto cortando su piel mientras cruzaba entre las personas sentadas mirando la película. Un bufido escapó de sus labios al rodear el árbol. Sus ojos se ajustaron y tomó la escena frente a ella. Vio a Topper golpeando a Pope mientras el chico intentaba defenderse. Y entonces, estaba JJ, quién estaba siendo sostenido por Kelce mientras Rafe golpeaba a Maybank en la cara. El estómago de Izzy se retorció ante la vista, pero SE quedó congelada, sus venas llenándose con hielo en lugar de magma.
—¡Suéltalo, Topper, estúpido facista! —gritó Kiara mientras golpeaba la espalda de Topper. Topper la empujó lejos, pero ella persistió, y fue entonces cuando los ojos de Izzy aterrizaron sobre el rostro de Pope. La sangre vertía por su nariz, pintando sus labios y piel. Su rostro estaba ligeramente amorotonado, probablemente por lo que Rafe le había hecho antes, pero en todo lo que Izzy podía concentrarse era en la sangre.
Todo lo que Izzy fue rojo.
Su corazón palpitó en su pecho mientras miraba la sangre deslizarse por su rostro. Una imagen del cadáver sangriento de su madre brilló en sus ojos, causando que su estómago se girara. Quería vomitar. Quería gritar. Dios, quería gritar. Odiaba la sangre. La odiaba tanto. Pero gritar no detendría la sangre de ser derramada.
A pesar de su corazón tensándose en su pecho, Izzy se liberó de su ensoñación y se forzó a mirar a Rafe. Seguía impactando sus puños contra el rostro de JJ, causando que sangre cayera de su nariz. Izzy casi vomitó ante la vista de la sangre en los nudillos de Rafe. Pero se controló y acercó a los tres chicos—. Rafe, ¿qué mierda? —gritó, golpeando la espalda de Rafe.
Rafe la miró y sus ojos se endurecieron—. ¿Iz? —preguntó, confundido, pero aún no liberó su agarre sobre la remera de Maybank.
—Oye, princesa —JJ los interrumpió, causando que Izzy lo mirara. Él asintió en su dirección, ofreciéndole una vaga media sonrisa que reveló sangre manchando sus dientes. La sangre llenó a Izzy con incomodidad.
Antes que pudiera responder, Rafe golpeó a JJ en la cara. Izzy se giró a Rafe—. ¡Rafe! —gritó, su voz ahogada.
Rafe gruñó, y entonces agarró a Izzy por los brazos, alejándola de la escena—. Mantente fuera de esto —ordenó, sacudiéndola por los brazos.
Izzy abrió la boca para refutarlo, pero antes de poder hacerlo, la voz de Kiara resonó contra sus oídos—. ¡Topper, suficiente! —vociferó Carrera, saltando sobre la espalda de Topper y comenzando a golpearlo.
Rafe se separó de su novia y alcanzó a los tres, tomando a Kiara y arrojándola al suelo—. ¡Aléjate! —gritó, las venas en su cuello resaltando. Miró a Izzy y su mirada se endureció—. ¡Ustedes dos!
Lágrimas picaron los ojos de Izzy. No podía creer al chico parado frente a ella. No quería creer que éste era el mismo Rafe con el que había crecido. Pero lo era, y eso era lo que más dolía. Alejó aquellas ideas y contuvo sus lágrimas. No tenía permitido llorar, especialmente ahora. Así que, no lo hizo. Ingirió la forma en que su corazón se encogió en su pecho y se agachó al lado de Kiara, quién seguía en el suelo, intentando recuperar el aire. Mierda, Kie realmente estaba herida.
—Kie, ¿estás bien? —preguntó Izzy, su voz llena con la preocupación que había intentando ocultar tan desesperadamente. Se estiró para colocar su mano sobre. el hombro de Kiara, apretándolo para intentar confortar a la chica. No era buena para brindar confort, y nunca lo admitiría, pero quería que Kiara estuviera bien. Una parte de ella necesitaba que la chica estuviera buen. Una parte (la parte que intentaba enterrar) se preocupaba por ella.
Pero Kiara no lo aceptó—. No actúes como si te importara —escupió, sus palabras como veneno. Arrancó su brazo del agarre de Izzy y se colocó de pie—. Tú eres parte del problema.
Mierda. Tenía razón. Izzy era una parte del problema. Izzy era el problema. Estaba cansada de ser el problema.
Izzy se giró para ver qué Rafe había vuelto a golpear al chico Maybank. La visión alimentó al fuego quemando en su interior, y tuvo que apretar los puños para detener la sensación de controlar su consciencia. Exhaló a través de su nariz y se dirigió a su novio, empujando su espalda con fuerza—. ¡Rafe, basta! —gritó tan alto como pudo. No sabía si las personas mirando la película podían escucharla, pero no le importaba. Estaba cansada de ser silenciada—. ¡Estás siendo un idiota!
Rafe rió y se separó de JJ, pero mantuvo el agarre sobre su remera—. No estoy haciendo nada. Solo quiero saber qué quiere este hijo de perra de mí —clamó. Mantuvo su mirada dura sobre JJ, observándolo—. Sé que quieres a mi novia. No soy estúpido. Lo veo. Así que dime, Pogue, ¿qué mierda quieres? Además de mi novia.
—No quiero nada de ti —murmuró JJ mientras tocía, ahogándose debido a la sangre en su boca.
Eso pareció provocar a Rafe aún más—. Ahora, ¿por qué no te creo? —cuestionó entre dientes.
JJ tensó la mandíbula, entonces escupió sangre a la cara de Rafe—. Púdrete —gruñó, su labio inferior temblando de la ira.
Rafe rió burlón, alzando una mano para limpiar la mezcla de salida y sangre de su rostro. La frotó entre sus dedos y asintió un par de veces. Por un segundo pareció que iba a girarse e irse, pero Rafe estaba demasiado cargado con ira y, antes que alguien pudiera pestañear, su mano se estiró, colisionando contra el rostro de JJ. JJ peleó contra el agarre de Rafe y se las arregló para patear a Rafe, causando que temblara y tropezara hacia atrás.
—¡Bastardo! —vociferó Rafe.
Un corto silencio los siguió después mientras Rafe apretaba sus manos en puños y marchaba contra su objetivo, pero antes que pudiera, Izzy instintivamente se colocó entre ellos. Recolectó toda la ira que quemaba en su interior y la canalizó, formando una bola en su mano, formando un puño. Estiró su brazo hacia atrás para ganar momentum, y entonces la lanzó hacia delante, conectando su puño contra el rostro de Rafe. El impacto hizo a Rafe detenerse, y llevó su mano a su rostro para tocar su mejilla dónde el puño de su novia había aterrizado.
Rafe lentamente giró su cabeza hasta que sus ojos se encontraron con los de Izzy. Su rostro estaba lleno de sorpresa mientras intentaba buscar sus ojos una explicación—. ¿Acabas de golpearme? —resopló.
El dolor pulsó a través de la mano de Izzy, pero no le importó. Estaba demasiado enojada como para que le importara—. ¡Estás siendo un idiota! —gritó, respirando pesadamente—. ¿Qué esperabas?
Antes que más violencia pudiera comenzar, un fuego encendió la pantalla, rápidamente envolviéndola en llamas. Izzy desvió su mirada hacia el fuego mientras su corazón palpitaba en su pecho. El calor radiaba de la piel de él, pero a ella no le molestó. Su sistema nervioso había quemado con magma por años. Había lidiado con el fuego en sus venas desde que era una niña, y estas flamas no eran nada comparado con el incendio en su interior. Por lo contrario, la hacían sentir más viva.
Observó en un borrón a Topper alejarse de Pope y Rafe se le unió, los dos retrocediendo para alejarse del fuego. Escuchó la voz ahogada de Kelce mientras gritaba—. Oh, mierda. Salgamos de aquí —y vio a Pope y Kiara aferrarse a JJ, mirándose el uno al otro para asegurarse que todos estaban bien. El corazón de Izzy quemó ante la visión.
Izzy inhaló una respiración corta, pestañeando fuera de su ensoñación. Se acercó a JJ y colocó sus manos sobre su rostro, acariciando su mandíbula. No sabía qué estaba haciendo. No sabía por qué le importaba. Tal vez era porque se estaban volviendo cercanos, o solo personas que se toleraban el uno al otro. Pero de todas formas, ella limpió la sangre de su rostro con su pulgar y buscó sus ojos—. ¿Estás bien? —se encontró susurrando.
Sus palabras no parecieron reconfortarlo. Sino que lo molestaron, pero ella no podía culparlo—. No tienes que actuar como si te importara. Vuelve con tu príncipe encantador —murmuró JJ amargamente, pero sus ojos le decían que se quedara—. Luce un poco rojo.
Fue entonces que Izzy se percató qué estaba haciendo. Se dio cuenta que sus manos estaban sobre el rostro de él y lucía como si le importara. Se percató que los amigos de él la estaba mirando confundidos y con odio en sus ojos. Así que jugó su papel como la Barbie quick-curl, y dio un paso atrás. Enderezó su postura y arrugó los labios—. Un "gracias" sería suficiente —dijo con un tono monótono antes de comenzar a girarse.
Pero antes que Izzy pudiera irse, JJ envolvió su brazo con su mano y la giró para que lo encarara—. Princesa —le dio una sonrisa vaya y dio una reverencia dramática—, gracias.
Izzy no pudo evitar sonreír suavemente ante ello. Sacudió su cabeza y mordió su labio para contener la sonrisa, y entonces se giró y se marchó. La rama de púas alrededor de su corazón pareció tirar con más fuerza a medida que más se alejaba de él, pero lo ignoró y se encontró con las personas que se suponía que llamara amigos.
Una vez que Izzy los alcanzó, se percató lo mucho que deseaba que Sarah estuviera allí para que no tuviera que lidiar con ellos. Odiaba esto. Realmente lo hacía... pero no había nada que pudiera hacer... en serio.
—Mierda, casi lo mataste —le dijo Rafe a Topper, riendo ligeramente mientras palmeaba a su amigo en la espalda. Topper lucía agitado... como si incluso él estuviera sorprendido por sus acciones. Mientras tanto, Kelce ya parecía estar contando sobre la pelea mientras tecleaba en su teléfono con una enorme sonrisa en el rostro.
Izzy rodó los ojos mientras el fuego alcanzaba su corazón—. Eres un maldito cobarde, Topper —se encontró murmurando. No sabía qué la embargó, pero no le importó la forma en que se sentía que las palabras caían de su lengua—. Cuando Sarah deje tu trasero, espero que te des cuenta de lo patético que eres.
Rafe se giró para encararla y rodeó su brazo con su mano—. ¿De qué lado estás? —cuestionó amargamente, mirándola de arriba a abajo como si le diera asco.
Un resoplido escapó de los labios de Izzy—. ¡No hay lados! —clamó ella, su voz dura. Bajó la mirada a la mano que rodeaba su brazo, entonces se liberó de su agarre. Volvió a mirar arriba para volver a mirarlo a los ojos—. Solo no quiero que haya otro funeral—, y lo decía en serio. Estaba cansada de todos yéndose. Ya no podía soportarlo.
Rafe solo negó y rió. Ahí fue cuando Izzy recibió un recordatorio de la realidad. Nadie la escucharía. Si decía la verdad, sería categorizada como una perra. Si se mantenía callada, la llamarían una rubia sin cerebro. Nunca ganaría. Al menos no mientras que tuviera personas en su vida dictando su cada movimiento. ¿Pero qué más se suponía que hiciera? Todo lo que veían cuando la miraban era una chica de la riqueza, y la ignorarían rodando los ojos. No importaba si estuviera intentando detener a gente de matar a alguien o simplemente de decir su opinión; al final del día, Izzy Windsor era solo una niña rica.
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