41.
Las experiencias que ambos chicos habían obtenido a lo largo de las semanas estando acompañado del otro eran demasiado valiosas para cada uno. Simplemente ver al chico del cual estaban enamorados sonreír por un nuevo logro era muy lindo y hasta cierto punto demasiado tierno.
Tras acabar con la reunión ambos chicos se dirigieron a un lugar cómodo para poder comer. No eran tan exigentes ya que solo se tenían el uno al otro.
— Son Dongju. Ahora eres un pequeño empresario... ¿cómo te sientes? — el alto sintió un golpe en su frente por parte del más bajo que solo río negando.
— Solo invirtieron en nuestro juego eso no nos hace empresarios. Pero al respecto siento que triunfe como siempre lo hago. — el sarcasmo que Dongju solía usar no quedaba del todo claro para el joven Lee; sin embargo este trataba de sonreír dando la finta que había comprendido por completo.
— Dongju. ¿Quieres ir a mi casa? Mi mamá no está, podríamos comer algo ahí— pero el punto era que tampoco había comida en la casa de Lee; la mirada pesada de Son recorrió el cuerpo de Keonhee de los pies a la cabeza y termino por aceptar.
Tras cerrar la puerta, keonhee se apresuro a dejarse caer en el sofá. Había caminado mucho, y también había estado parado por mucho tiempo.
— Me gusta verte sonreír siempre — el menor tomo asiento a un lado del alto quién giro su cabeza lentamente para poder hacer contacto visual con él. — No me mires así
— No te estoy viendo feo, solo te prestando atención.
— Si pero si me sigues viendo así y me dan ganas de besarte hasta que me canse. Así que ya Lee, mira a otro lado. — el color carmesí que había llegado a invadir las mejillas de ambos chicos parecía no tener alguna intención de irse.
En un movimiento rápido, las manos del alto tomaron el cuerpo de Son e hizo que se sentará en su regazo. Podía estar cansado, pero no sé cansaría del pequeño que tenía en sus piernas.
— Te seguiré viendo, sus que besame todo lo que quieras. — Sus manos tomaron el pequeño rostro de Dongju para poder acercarse en un tierno, beso que poco a poco fue subiendo sin pasar a más.
⛵
Los pasillos de la escuela donde ambos amigos solían caminar estaba repleto de chicos recién ingresados o de chicos con el mismo tiempo que ellos.
— No puedo creer que fuiste tan fácil, no sabía sobre aquel beso en el baño. Eres todo un caso Yeo, ¿quién se besa en baño? — el más bajo de los dos dejo un golpe bastante merecido al más hablador
— No puedes reprochar nada, solamente vi la oportunidad y besar a Youngjo fue más que otra cosa de la que no me arrepiento. — llevo a su boca esa pequeña papita que había sacado del envoltorio del más alto, estuvieron a punto de girar por el largo del pasillo pero una dulce voz se escuchó más a fondo llamando a Lee.
Los dos giraron su cuerpo hasta poder estar frente a frente con Sihyeon.
Aunque para Hwanwoong, aquella linda chica era muy tierna, amable y cariñosa. Para Seoho aquella mujer, no era más que una entrometida, y una más de las chicas que quería con Geonhak, y nadie lo haría cambiar de opinión.
— Necesito hablar con Gunmin, necesitamos aclarar algo. La última vez no me dejaste hablar más, y saliste corriendo del lugar donde estábamos comiendo con Geon...
Antes de que Kim terminara de decir el nombre del amado de Gunmin fue interrumpida por el dedo índice de este chico quién la hizo guardar silenció.
— Hwanwoong, no regreso para la última clase. Toma lo que queda de las frituras— bajo la mano para poder tomar la muñeca de la chica quien se despidió agitando la mano de lado hasta que dejó de ver al más bajo.
— Geonhak no me gusta. — su mirada trato de ablandar el corazón intenso de Gunmin pero este solo la miraba tan ferozmente, que podía jugar que era capaz de morderla. — Hablo enserio, no puedo mentirte. Es tu novio no el mío
— Que bien que lo sepas. Pero deja de insistir, se que Kim es un chico bastante guapo, y deseado por muchas chicas como tu pero suficiente
— Geonhak no me gusta, nunca me gustó. Todos nos dimos cuenta que sentías algo por él y nadie se atrevía a decirte algo, y tuve que tener la iniciativa de empujarte a tu límite. — la sonrisa de Sihyeon calmo la ansiedad del chico; sin embargo este no dijo nada y se fue sin alguna prisa.
¿Todo había ocurrido así? Tal vez había funcionado, pero por otro lado podría haberse confundió. Los sentimientos que Gunmin tenía hacia el moreno eran demasiado reales así que no debía de preocuparse por eso.
⛵
No podía creer que una persona que podía verse tan linda cuando sonreía, ver aquellas arrugas de Kim al hacer aquella expresión facial que hacía que se viera aún más tierno le hacian elevarse más allá del cielo.
No podía explicarse como se había enamorado de Geonhak, tampoco podía explicarse como se veía tan guapo con traje.
— Siento que tú trabajo me quitará mucho tiempo para poder estar contigo, no te va a dejar en paz. Eso tenlo por seguro— el menor se quejo mirando a su alrededor, la oficina que le habían dado a Hak era amplia, grande con un lindo sofá, y una mesa de centro; bastante cómoda. Tenía el mismo aroma que tenía la habitación del moreno, y eso lo volvía más especial. — Me gusta tu oficina
— No puedo concentrarme si sigues hablando, tal vez termine de ordenar esto, y publicarlo... Somos loa últimos Gunmin, gracias por esperarme pero por favor te pido guardar silencio. — el trabajo era tan pesado y cansado que podía sacar el peor lado del moreno.
El chico con complexión delgada se sentó en el sofá admirando las acciones, las expresiones de Hak al momento de trabajar. Un lindo chico, amable y cariñoso.
En un abrir y cerrar de ojos Gunmin cayó rendido al no recibir respuestas de finalizar el trabajo de Kim. Su cuerpo se tenso aunque esté estuviese completamente dormido, a lo que poco a poco fue reaccionando.
Delante de él estaba el chico que le robaba más de un suspiro al día.
— ¿Acabaste? — esté se apresuro a caminar hacia él y subirse sobre sus piernas. El reloj marcaba la media noche, hacía bastante frío pero los abrazos de Lee podían ser tan calurosos que sofocaba al moreno.
— Acabe – las manos del moreno pasaron por las delicadas piernas de Gunmin, sabía perfectamente que Geonhak lo había tocado mientras dormía, por esa razón su cuerpo había sentido un cosquilleo al momento de despertar— Gunmin
– No digas nada – su tierna sonrisa desapareció al momento que ambos labios se juntaron para comenzar un beso. La espalda de Gunmin se tenso al sentir las manos del moreno recorrer su cuerpo como si fuese la primera vez que lo tocará.
En un momento inesperado el moreno dejó el torso de Lee al exterior, el aire de la habitación golpeaba su cálido cuerpo.
Siguió sus movimientos de forma suave e imitó las acciones de Kim al momento que lo dejó sin camisa podía sentir la piel de Geonhak la cuál era tan suave al igual que la del chico más delgado, en ese momento solo existían él y el moreno.
Aquel chico que había tirado por accidente en medio de la lluvia, en el momento que había dejado ir un barco de papel.
Un barco de papel que expresaba más que un sentimiento guardado hacia su mamá.
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