—¿Alguien más muere de hambre? —preguntó JJ, mientras el barco navegaba más y más cerca de casa—. Necesitamos desayunar.

—Vamos a buscar comida —respondió Sarah, mientras ella, Luna y Kiara bajaban del barco y se dirigían al embarcadero.

Necesitaban un tiempo lejos de los chicos para discutir cosas que no necesariamente podían revelarles, y cuando el trío se alejó de los chicos, JJ se volvió hacia sus amigos y decidió aprovechar al máximo el tiempo lejos de ellas.

Al encontrar un huerto, Luna y Kiara buscaron entre las raíces hasta que Kiara desenterró un huerto de sandías—. ¡Puaj! —exclamó, levantando uno por encima de su cabeza—. ¡Bingo!

Partirla por la mitad resultó difícil, pero una vez que lo hicieron, las tres chicas se sentaron en un banco a comer la sandía como si fuera su última comida en la tierra. Luna y Sarah compartieron la mitad, hundiendo los dedos en la fruta sin importarles lo asqueroso que fuera.

—Mierda —dijo Sarah, de pura satisfacción.

—Bien, ¿en serio se casaron? —preguntó Kiara, sacando a relucir el tema de conversación de antes de que encontraran las sandías.

—No fue legal —respondió Sarah—, pero... sí.

—Siempre pensé que JJ y Luna serían los primeros en casarse —dijo Kiara—. Esperaba que se fueran a Las Vegas o algo así.

—No —murmuró Luna—. JJ trató de convencerme hace unas semanas, pero dije que no.

—Bien —respondió Kiara.

—¿Estoy loca o hay algo entre tú y Pope? —preguntó Sarah, girando el foco hacia Kiara con una sonrisa en su rostro.

Kiara se encogió de hombros—. Quizás.

—Eso no es un no —dijo Sarah.

Kiara asintió—. No es un no.

—Amiga —rió Sarah.

—Vamos —dijo Luna—. Deberíamos llevarle un poco de sandía a los chicos.

Poniéndose de pie, cada una recogió una sandía después de comparar varias formas y tamaños antes de regresar al barco. A medida que se acercaban, los chicos parecían muy enfocados en una discusión.

—Hola —dijo Sarah, y los chicos se callaron—. ¿De qué hablan?

—Eh... de pesca —respondió John B.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó JJ, extendiendo su mano a Luna.

—Gracias —sonrió Luna, pasándole la sandía a JJ.

—¿Qué es eso? —preguntó Pope.

—Tenemos el desayuno —respondió Kiara, sosteniendo su sandía.

—¿Ahora adónde?— preguntó Luna.

John B B se encogió de hombros—. ¿El Chateau?

—Claro —dijo JJ—. La policía se fue después de que te dieran por muerto, así que está vacío.

Se dirigieron a través del pantano hacia el Chateau, un lugar que no había sido tocado desde la desaparición de John B y Sarah. Nadie quería ser el primero en poner un pie en el lugar donde tenían tantos recuerdos de sus amigos, pero ahora que estaban en casa, parecía apropiado, aunque un poco tonto.

Cuando la casa quedó a la vista, John B se enderezó—. Ahí está.

—Es bueno volver a verla, ¿no? —preguntó JJ—. Bienvenidos a casa.

JJ y Luna saltaron al embarcadero para amarrar el barco antes de ayudar a sus amigos. Kiara se hizo a un lado—. Para ser sincera, no me muero por volver a casa. Seguro ya organizaron mi funeral.

—Predigo cosas desagradables en la casa Heyward después de que deje la camioneta en Charleston —respondió Pope.

—Nadie sabe que estamos acá —dijo JJ—. Y no se van a meter en más problemas por aparecer 12 horas después. ¿Tengo razón o no?

—No te equivocas —respondió Pope.

—Eso significa que tenemos 12 horas para hacer lo que queramos —dijo JJ—. ¿Qué les parece una reunión Pogue?

—Dejemos lo malo para mañana —dijo John B.

—¡Sí! —exclamó JJ.

—La policía podría estar buscándonos —dijo Sarah—. Suena tonto.

—Sarah Cameron, ¿conoces mi filosofía? —preguntó JJ.

—No.

—Las cosas tontas siempre tienen buenos resultados —repitió JJ—. ¿Quién viene? ¡Tomemos unas cervezas!

—

Luna se sentó en el jacuzzi con Sarah y Kiara con las luces colgadas a su alrededor brillando en la oscuridad. Media docena de latas de cerveza vacías cubrían el césped a su alrededor cuando los chicos corrieron hacia ellas, JJ saltó al jacuzzi casi de inmediato y salpicó a Luna y Sarah con agua. Gritaron, pero JJ no les prestó atención mientras agarraba a Luna por la cintura y la atraía hacia él.

Ofreciéndole una cerveza, JJ le sonrió a su novia—. ¿Hacemos una competencia?

—Sí, perdedor —respondió Luna, tomando la cerveza de JJ.

—Consíganse una chica que actúe como uno de los chicos —dijo JJ, señalando a Luna mientras miraba a sus amigos.

—¿Eso es algo bueno? —preguntó Sarah.

—Oye, JJ usa mis máscaras faciales —señaló Luna—. Consíganse un chico que actúe como una de las chicas.

—Ustedes son adorables —rió Kiara, dando una calada al porro entre los dedos.

Luna sonrió, perforando el costado de su lata de cerveza mientras JJ hacía lo mismo—. Bien, ¿listo? ¡Vamos!

Se bebió cerveza tras cerveza y se descartó en el suelo, con JJ liando lo que parecía ser una cantidad interminable de porros. Los Pogues estaban felices de volver a estar juntos, borrachos por la sensación de que tal vez las cosas no estaban tan mal como lo habían estado recientemente. Se reunieron, aunque en las circunstancias más confusas, y habían decidido decirle al resto del mundo que se joda y apreciar este momento de felicidad.

Mientras Pope y JJ luchaban, Luna y Sarah descansaban sobre una manta, pasándose un porro de un lado a otro mientras hablaban. Después de inmovilizar a JJ en el suelo, Pope dio por terminada su carrera de luchador y se dirigió hacia el embarcadero. Kiara se puso de pie y se dirigió en la misma dirección.

—¿En serio? —preguntó Sarah.

—¡Qué discretos! —gritó JJ detrás de ellos.

—Me voy, y pasa esto —dijo John B.

—¿Nos estás culpando? —preguntó JJ.

—Un poco —respondió John B—. Buscaré una cerveza.

—Son ustedes los que murieron —dijo JJ, mientras Luna se levantaba para ayudar a John B.

—Literalmente solo una tarea, JJ —dijo Sarah.

—¡Bien!

—Nada de relaciones entre Pogues. Una tarea.

—¿Una tarea? Bien, he estado en una relación con Luna desde...

Ignorando la disputa de JJ y Sarah, Luna notó que John B miraba el árbol que habían hecho justo después de su "muerte". Vio la forma en que se puso rígido y sus ojos vidriosos, acercándose a él y envolviendo un brazo alrededor de su cintura.

—Te extrañé —dijo ella.

—Yo también te extrañé —respondió John B—. Linda obra de arte —JJ apareció junto a ellos mientras John B agregaba—: Pero mató al árbol.

JJ se rió—. Probablemente —miró a John B—. Te extrañé tanto, amigo.

Se abrazaron y Luna sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas mientras los miraba—. Chicos, paren. Me van a hacer llorar.

JJ y John B se acercaron al mismo tiempo y jalaron a Luna en sus brazos, aplastándola entre ellos mientras soltaba una risa ahogada que salió más como un sollozo.

Luna los abrazó a ambos con fuerza.