Capitulo treinta. Besos.
https://youtu.be/3718TWrpYLc
Después de que la vieja loca torturara a mi hermano y nos dijera que la tía psicótica de Allison había regresado de entre los muertos, nos dirigíamos hacia la iglesia, pero nos fue imposible hacerlo ya que algo había averiado el motor. Scott se fue con Reaven a la Iglesia, ella era una asesina a sueldo, no me caía muy bien que digamos.
Sentía algo en mi pecho que me decía que algo no andaba bien, pero no sabía que, hasta que lo vi...Mi Derek siendo sostenido por mi hermano y la morena, pero no era el del todo él. Estaba más joven, a decir verdad, tenía mi edad. Me tire al suelo por inercia y comencé a llorar. ¿Quién demonios le había hecho esto? No era justo, Derek podrá ser insoportable y para nada social, pero era una buena persona.
Lo subimos inmediatamente al Jeep y nos dirigimos hacia Beacon Hills, llegamos a la veterinaria y Deaton nos recibió con una cara de angustia. Pusieron a Derek en una camilla. Me dio tiempo de examinarlo, era precioso, era mi Derek...
-Wow –Exclamo el doctor mientras lo veía.
-¿Wow? –Pregunto Stiles- ¿Wow...? ¿Cómo he visto esto antes y sé que tenemos que hacer? ¿Cómo ese wow? Porque es el wow que yo espero.
-Creo que están subestimando mis habilidades...
Tome su mano con suavidad y la acaricie.
-Esta frio –Susurre- Muy frio.
Comenzó a examinarlo, dándose cuenta de que parecía hielo. Estaba pálido. Sus labios estaban entre abiertos. Lo necesitaba.
-¿Crees que será permanente? –Pregunto mi hermano.
-Ni siquiera estoy seguro de que un diagnostico sea adecuado –Nos miró- Esto va más allá de mi experiencia.
-¿Qué hacemos con él? –Observe a Deaton con los ojos llorosos.
-Hasta que despierte...probablemente no mucho. Podrían ser mejor dejarlo aquí conmigo. Aquí estará a salvo.
-¿A salvo de Kate?
-Si está viva y es lo que dicen que es, ella no podrá cruzar esta puerta –Mordí mi labio con desesperación, no quería alejarme de él.
-¿Por qué le hizo esto a Derek? –Pregunte.
-Conociendo a Kate, por una razón que no sea buena para nadie más que para ella.
Bien, primero los malditos Onís, la vieja loca de mi maestra de historia, los sacrificios, Deucalion, todo, Dios. No salimos de una para entrar en otra, esto ya se parece a Pretty Little Liars.
-Y mala para todos los demás...
Nos observó por un momento, Lydia estaba cubierta de barro, Scott tenía unas cuantas cortadas en la cara, y Stiles, bueno, Stiles es Stiles...
-Creo que deberían volver a sus casas –Dijo luego de que el flacucho bostezara- No parece que se encuentre en peligro, así que tal vez el resto de ustedes deba dormir un poco. Mañana tienen clases y deben poner atención a sus propias vidas de nuevo.
-Alguien debería estar contigo –Scott me miro.
-Yo me quedare –Dije sin pensarlo- Yo voy muy bien. A pesar de que he faltado a clases.
-Esto no me gusta para nada –Observe a Stiles con el ceño fruncido.
-Váyanse, chicos.
-Nop.
Mire a mi hermano para que sacara a Lydia y a Stiles de aquí porque no quería irse. El recibió mis suplicas.
-Avísame si algo pasa –Yo asentí.
-Nop, sigue sin parecerme –Scott lo tomo a la fuerza- No iré a ninguna parte. El hecho de que seas más fuerte...
Y salieron de la veterinaria dejándonos a Deaton y a mí solos con Derek. Él se fue a hacer algunas cosas mientras yo me sentaba a su lado. Era precioso a decir verdad, no entiendo cómo pudo hacerle esto, ¿Con que propósito? ¿Qué es lo que necesita de el?
De repente se me vino a la mente, mi padre, mierda, se suponía que hoy cenaríamos con él. Había llegado hace poco tiempo, cuando los Onís aún estaban aquí. Uno lo atravesó con una espada, estaba demasiado dramático el asunto en este entonces.
Y sin pensarlo ya era de mañana, el sol se filtraba por las ventanas de la veterinaria y silencio reinaba en la habitación. Me acerque a Derek con sumo cuidado, no quería lastimarlo, no quería despertarlo. Toque su pecho, y me di cuenta de que su ritmo cardiaco estaba muy elevado. Pero a pesar de eso, su temperatura había mejorado. Pero algo no andaba bien.
Tome una pequeña navaja para hacer cirugías de la caja de Deaton, tome su brazo y con mucho miedo lo corte. Se curó a una velocidad inusual. No estaba bien, los lobos solían curarse, pero no de esta forma, no tan rápido. Fui por una jeringa de cinco mililitros, esto lo había aprendido de mi madre.
Algo detrás de mí comenzó a respirar agitadamente mientras soltaba pequeños gruñidos, me gire con sumo cuidado, no quería asustarlo. Se paró de la camilla agitado, observo sus ojos, eran azules. ¿Cómo...es que...? No lo entiendo. Me miro, estaba enojado.
-Derek –Lo llame.
Pero no respondió, su pecho subía y bajaba. Quise tocar su brazo pero se alejó rápidamente. Quiso rasguñarme pero yo retrocedí, ¿Qué demonios le pasaba?, grite su nombre con todas mis fuerzas y el cayó al piso mientras tapaba sus oídos. Me arrodille a su lado y tome su cara entre mis manos, sus ojos aún tenían ese tono azul.
-¿Quién eres? –Pregunto con voz de lobo.
-Soy Adeline –Susurre cerca de sus labios- Tu Adeline.
Y entonces lo bese, como si mi vida dependiera de ello. Me puse senté ahorcadas de él. Me tomo de la cintura ferozmente. Era un beso sumamente violento y desesperado pero con mucha pasión. Nuestra respiración mezclada se escuchaba por toda la habitación. Mordí su labio con salvajismo y el rio. Amaba su risa, amaba a él Derek del pasado, tanto como al del futuro.
-Adeline...-Deaton entro a la habitación y Derek y yo nos separamos. El comenzó a gruñir y sus ojos comenzaron a brillar a un más. El doctor quiso ponerme detrás de él, pero el lobo le gruño aún más, me tomo del brazo y tomo mi cintura en acto de posesión.
Y entonces el doctor lo golpeo, solté un pequeño grito por la sorpresa, no debió de haber hecho eso, todo estaba perfectamente bien.
-¡Derek no! –Pero clavo sus garras en mi amigo y salió corriendo. Me tire enseguida de él tratando de ayudarlo y de contener la hemorragia.
Llame a Scott y Stiles, pero no contestaron, también llame a Kira, pero no hubo respuesta. Seguro estaban en clase de Historia. Le mande un mensaje al papa de Kira, él sabía lo que éramos, y esto era urgente.
Scott llama a Adeline.
Guarde mi teléfono y ayude a ponerle las vendas a Deaton en el brazo. No sabía qué demonios había pasado, pero solo podía pensar en los labios de...
¡Concéntrate Adeline!
Stiles y Scott entraron corriendo por la puerta de la veterinaria, mientras yo curaba a mi amigo.
-No creo que solo sea más joven en cuerpo –Hable- Creo que su mente también rejuveneció. No nos reconoció a ninguno de los dos y se veía muy asustado.
-Si eres un lobo adolescente y tienes miedo ¿A dónde irías? –Abrí los ojos como platos.
-Un lobo volvería a su guarida –Contesto Scott- Derek vivió en un departamento.
-No cuando...
-¡Es que son idiotas! –Exclame enojada- ¡Fue a sus casa! ¡La casa de los Hale!
Antes de que Scott y Stiles pudieran decir algo corrí hacia afuera, la motocicleta de Scott estaba aparcada afuera. Dejo las llaves puestas, idiota. Mi hermano grito mi nombre, pero era demasiado tarde, ya había arrancado. Si Derek veía la casa de su familia quemada, todo saldría mal, sufriría dolor psicológico.
Mi teléfono comenzó a sonar, era el papa de Stiles.
-No creerás esto –Hablo conmocionado.
-¿Es Derek, cierto?
-Sí, está aquí en la comisaria, pero como...
-Voy para allá.
Acelere más a la moto, no sabía manejarlas, solo me había subido una vez. Pero hacia lo que podía, me baje rápidamente de ella y entre corriendo a la comisaria.
Lo vi, estaba sentado en una de las bancas, sabía que lo habían esposado. El guardia llamado Parrish me miro y yo le sonreí. Era guapo, no podía negarlo. ¿Qué estoy diciendo? Es guapísimo. Iba a decirle algo, pero Derek carraspeo detrás de mí. Lo mire con una ceja enarcada.
-¿Por qué demonios huiste? –Me cruce de brazos
-No lo sé –Se acercó peligrosamente a mí- ¿Por qué me besaste?
-No lo sé –Conteste de la misma forma.
Abrí la boca para protestar pero pego sus labios con los míos nuevamente. Por Zeus y todos los dioses, no puedo resistirme a él. A Derek, a mi Derek. Me tomo de la cintura y me pego a él. Tome del cuello atrayéndolo más a mí. Nuestros labios eran una danza hermosa y por mas cursi que sonara, el besaba malditamente bien. Ahora éramos de la misma edad.
La voz del papa de Stiles me hizo sobresaltarme y separarme del morocho. Me miro y me hizo una seña de que lo acompañara.
-Quiero que seas honesta conmigo –Cerro la puerta y me indico que me sentara- Absoluta y completamente honesta.
Trague saliva nerviosamente.
-¿Estuviste viajando en el tiempo?
Solté una carcajada inmediata, ¿Qué demonios? De un momento a otro me encontraba riéndome como una loca histérica. Parecía foca retrasada.
-¿Espera...que? –Pare de reírme.
-Porque si los viajes en el tiempo son reales, no...no, no puedo más con todo esto ¡renuncio! Vas a ser que acabe en la casa Echen.
-Lo encontramos así –Conteste.
-¿! En donde!? ¿! Nadando en la fuente de la juventud!?
-No... -Comencé a explicar- Lo encontramos enterrado en una tumba en un templo azteca en México debajo de una iglesia en medio de un pueblo que fue destruido por un terremoto...
-¡Me dijiste que fueron a acampar! –Grito entre dientes.
-Si lo hicimos –Conteste inocente- Pero en...México...
Me señalo con el dedo sin saber que decir, hice un puchero esperando que me regañara. Era como un padre para mí, y me cuidaba mucho.
-Derek rejuveneció, no recuerda nada. Hay que hablar con él.
-Si bueno...hasta ahora no ha hablado con nadie –Suspiro cansado.
-Hablara conmigo...
Llamo a Derek, este me miro y se sentó en uno de los sofás de la oficina del Sheriff.
-¿Por qué me iría contigo? –Pregunto confundido.
-Hubo un accidente –Mentí- Perdiste la memoria pero te podemos ayudar.
-¿Cuánta memoria?
-Mucha...confía en mí –Puse mi mejor cara de súplica.
-Estoy bien con eso –Contesto- Siempre y cuando no sea luna llena.
-¿Tienes problemas con la luna llena? –Me arrodille a su lado, el solo asintió. Le di mi mejor sonrisa y acerco sus labios a los míos nuevamente.
-Perdona por besarte tanto –Acaricio mi mejilla- Pero eres...no sé cómo describirlo, pero me encantas.
-¿Vienes conmigo? –Pregunte mientras el recargaba su frente con la mía.
-Por supuesto.
**
CAPITULO SUPER LARGO!
ESPERO QUE LO DISFRUTEN!
COMENTEN Y VOTEN!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro