Hoy la noche se vistió de sangre por perder a uno de sus hijos, con un velo carmín que goteaba tristeza al igual que el cielo, Taehyung contemplaba a su amigo mayor que yacía inerte y pálido como la misma luna. Evocó recuerdos viejos en los que Heechul lo encontró vagando cuando pasó por su cambio a vampiro adulto, no tenía a donde ir o a quien recurrir y el sin pensarlo lo acogió en su casa, le ofreció de su vena y le enseñó todo elemental que debe saber un vampiro, a quien en silencio juró proteger. Lo volvió un guerrero, lo entrenó para ser un indestructible protector de su raza, junto con un puñado de vampiros de edades diversas a los que ama como hermanos.

Honrando como es debido a Heechul, cavó una tumba superficial que llenó con hojas y ramas secas, después con toda la delicadeza que fue capaz, depositó el cuerpo del mayor, Taehyung vistió el cuerpo de su hermano con un traje negro y las dagas que son el sello de la élite de guerreros vampiros cruzadas sobre el pecho.

—Tu muerte será vengada hermano, protegeré a tu hijo con mi vida, sello mi pacto con sangre.—

Diciendo esas sentidas palabras cortó su palma derecha para derramar las gotas del carmesí líquido sobre el cuerpo de Heechul, cuando comenzaba el rito, un olor inconfundible le golpeó la nariz, no se inmutó, pero en su interior agradeció no pasar por esto solo.

—¿Cómo supiste que estábamos aquí Namjoon?—

El mencionado no respondió, en su lugar sacó su propia daga y copió a su hermano, cortó su palma derecha y también vertió su sangre sobre el cuerpo inerte de Heechul.

—Dejemos las trivialidades para luego Tae, concéntrate, ¿Quieres?—

Taehyung lo dejó pasar, sus miradas se cruzaron solo un instante asintiendo al unísono para empezar el rito a una sola voz

—La magia negra de la Luna creó a las criaturas de las sombras, caminamos con las criaturas de la Tierra, Tierra que te vio nacer ahora te verá desvanecer, con mi sangre te juro jamás olvidarte, al mirar a la Diosa Luna voy a confortarme, tu partida será honrada, como criaturas oscuras no se nos permite sentir el calor del Sol, pero su alma de fuego te acompañará hasta tu libertad. Hermano, amigo, que la Diosa Luna te abrace y te de cobijo hasta que podamos reunirnos—

Al terminar la oración prendieron las ramas secas, el calor abrazó el cuerpo de Heechul que poco a poco comenzó a transformarse en diminutas chispas púrpuras que danzaban hacia el cielo, toda criatura tiene una purple soul, su alma gemela, los vampiros creen que cuando por fin encuentran a su pareja destinada, sus almas se abrazan y se convierten en púrpuras, el color del amor verdadero y eterno, Taehyung nunca creyó en esa leyenda pero al ver que el alma de su amigo iba tiñendo el aire de ese color, sonrió levemente y por primera vez se preguntó si el podría encontrar a su purple soul. 

—Monitoreaba la radio de la policía cuando llegó el aviso de la explosión, esa era la zona que frecuentaba Heechul para cazar a los jodidos rebeldes, rastreé tu teléfono porque pensé que por fin se habían reunido, no puedo creer que le pasara esto. ¿Taehyung qué planeas hacer ahora?

Namjoon estaba realmente afligido, su alma dolía y su pecho burbujeaba de ira

—Heechul tiene un hijo, me pidió cuidarlo porque su cambio de aproxima, no estoy seguro si lo logrará pero por mi jodida vida que haré lo necesario para protegerlo, ahora solo debo encontrarlo—

Del bolsillo de su pantalón extrajo una foto que encontró en las ropas sangradas de Heechul.

—Eres un genio tecnológico, ¿Puedes ayudarme hermano?

Namjoon guardó la fotografía de un joven que bien podría pasar por humano, no preguntó nada más, le tomaría unas horas dar con todos los datos, la ubicación y hasta el historial académico y médico del niño.

—¿Cuándo el niño logre el cambio y esté a salvo que haremos?

Taehyung alzó la mirada hacia el cielo contemplando como las últimas chispas púrpuras crepitaban hacia la Diosa Luna, el cuerpo de Heechul había desaparecido definitivamente, oró en silencio despidiéndose de su hermano mayor, respiró la misma ira que bullía en Namjoon, lo miró y compartió con él una siniestra sonrisa cargada de una sangrienta promesa

—Lo que haremos hermano...será quemar todo.

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MANDEOK-DONG, BUSAN, COREA DEL SUR, 27 de julio del 2020

Jeon Jungkook caminaba hacia su trabajo, el sol estaba a punto de ocultarse y él no entendía porque de unos meses para acá no soportaba la luz solar, la piel le picaba, no podía ver bien y tenía un humor de los mil demonios, desde que empezó con esa aberración a salir durante el día sus problemas empezaron, su familia a la que amaba no lo entendía, siempre supo que el momento de independizarse llegaría pero no que sería vital vivir separado de ellos, se sentía solo, fuera de lugar así que decidió alquilar un minúsculo departamento cerca de su trabajo, se ahorraría mucho en transporte ya que podía llegar caminando, además el el ejercicio le venía bien, aunque no comprendía como en tan poco tiempo la ropa le empezaba a apretar y llegó a romper varias prendas, de ser un escuálido adolescente, creció y su cuerpo comenzó a acumular músculos sin proponérselo. Mientras se acercaba a su empleo pensó en su madre, se preguntaba si ella podría entenderlo y aceptarlo, quitó rápidamente su ensoñación al abrir la puerta de empleados de aquel antro de mala reputación extrañamente se sintió como en casa, notaba como había diferencias en los que él creía eran todos personas, algunos emitían un brillo en su pálida piel, otros tenían un aura oscura, otros tenían un color de ojos anormalmente amarillo, otros sin embargo, tenían en la sonrisa la palabra "peligro" pero, ¿Sólo él lo notaba?, sacudiendo esos pensamientos se cambió por su uniforme y alistó todo lo necesario detrás de la barra.

—Hola Kook ¿De mal humor otra vez?— 

Jungkook miró de mala gana a su compañera de trabajo, Malika una perteneciente al grupo de los ojos amarillos, la chica no perdía el tiempo en molestarlo cuando no se dedicaba a frotarse contra él cada que tenía oportunidad.

—Hey— Fue todo lo que atinó a decirle a la chica, era eso o gruñirle.

—Sin duda será una noche interesante Kook, hay luna llena—Sonrío  ampliamente mostrando sus blancos dientes, sus ojos emitieron un destello que solo Jungkook pudo ver

—Si tú lo dices— Se encogió de hombros y comenzó su labor de limpiar la barra y servir tragos a los eufóricos asistentes.

La música hacía vibrar todo el lugar, por primera vez en mucho tiempo, el dueño del bar SHINee y su séquito de matones estaba presente, tal vez Malika no estaba tan equivocada después de todo.

Servía una perla negra cuando pareció que todo el ambiente cambió, el dueño del lugar caminó bien escoltado por 3 hombres y 3 mujeres que todos los empleados sabían que eran asesinos, y cuando se acomodaron en el privado exclusivo, en ese momento la puerta principal se abrió dando paso a dos hombres de piel sumamente pálida, uno tenía el pelo rubio peinado ligeramente hacia atrás, los lados de su cabello estaban mas cortos y más oscuros, el más alto de los dos tenía el cabello negro enroscado ligeramente en su frente, ambos iban vestidos completamente de negro y Jungkook podía apostar a que iban armados hasta los dientes, el más alto pareció notar a Jungkook porque le miró directamente a los ojos, como si lo conociera, le sostuvo la mirada mientras avanzaba hacia el dueño, éste le hizo una seña para que sirviera las botellas reservadas, preparó la bandeja para llevarla a la mesa ante la atenta mirada de aquel pelinegro, cuando empezó a acomodar la botella y los vasos con hielo escuchó un poco de la conversación

—¿A qué debo el honor de su visita mis colmilludos amigos?

—Déjate de mierdas Taemin, queremos respuestas y ahora—Dijo el más alto de los visitantes con una voz profunda y amenazadora, el jefe soltó una carcajada mientras sus matones se tensaban

—Taehyung,  ¿Haz pensado que una buena follada te quitaría posiblemente tu puto mal humor? Todavía creo en los milagros

Las miradas de Jungkook y Taehyung se cruzaron un momento sin pasar desapercibido este gesto por Namjoon y Taemin, quienes miraban atentos al par contrario.

—Puedes retirarte Jeon, a menos que a mis amigos se les ofrezca algo que no está en la carta de licores—Dijo Taemin divertido, siempre era tan estimulante hacer rabiar a los vampiros.

—No tientes a tu suerte devorador de pecados, si no quieres que este lugar sea reducido a cenizas contigo dentro—

—Tú siempre tan delicado Tae, me conmueves— Taemin simuló quitarse una lágrima de los ojos, Namjoon camufló una risa con un estertor ante los ojos de un rabioso Taehyung, Taemin le hizo una seña a Jungkook para que se fuera del reservado mientras seguían la conversación

—¿Qué les hace pensar que los demonios tuvimos que ver en la muerte de Heechul? Por si no lo recuerdan ese idiota y yo tenemos historia pero lo estimaba de verdad, si hubiera querido verlo muerto, yo mismo le hubiera absorbido el alma, no hacer ese teatro barato de volar vidrios—De súbito su mirada se tornó completamente negra, para enfatizar a lo que se refería

-Por Heechul y la amistad que nos unía tengo alguna información que pueden usarla como mejor les plazca pero recuerden, nada es gratis en esta vida mis hematófagos amigos—Taemin recuperó su buen humor al igual que su mirada del color de las almendras —Me deben un favor...los dos—

Taehyung tronó su cuello, estaba tenso mientras recibía la carpeta con los documentos y análisis que les proporcionó el demonio Taemin,al igual que información que les fue dando a medida que las botellas se acumulaban en la mesa, era demasiado peligroso plasmarla en papel.

Salieron del lugar más furiosos si era posible, que los hechiceros se aliaran con vampiros que ellos creían sus amigos les caló hasta los huesos, era hora de empezar la cacería. Namjoon respiró hondo antes de mirar a Taehyung

—Por favor hermano controla tu puto humor con el niño, si necesitas un cerebro que si funcione para explicarle, llámame, nos vemos en mi casa—

—Jódete Nam...— No pudo terminar de pronunciar el nombre porque el muy vivo se desvaneció en el aire, sacó de su bolsillo un cigarro negro, y lo encendió, mataría a un humano en segundos pero a los vampiros los relajaba, eran de las pocas cosas que les agradecía a los hechiceros que fabricaran,lentamente se dirigió hacia la entrada de empleados de SHINee a esperar pacientemente a su objetivo

—Espero que Jungkook sea más inteligente que su padre—