"La vida a veces te da respiros dulces"

Eso pensó un ingenuo Jungkook mientras limpiaba por enésima vez la barra del SHINee, servía tragos y cervezas con una amable sonrisa, sonrisa que le había colocado su vampiro y nada ni nadie podría borrarla...

En ese preciso instante tres tipos comenzaron una pelea en el bar, Taemin se encontraba fuera por lo tanto su segundo al mando ordenó a los miembros de seguridad que separaran a los ebrios antes de que causaran destrozos al mobiliario, parecía todo sencillo y hasta rutinario, pero todo cambió cuando un par de mujeres vestidas de negro y con capuchas que cubrían gran parte de sus rostros comenzaron a hablar a una velocidad inhumana, Jungkook fue incapaz de leer sus labios y por la música era imposible escuchar que decían pero Kook apostaba que hablaban en otro idioma. 

De pronto una neblina a la que los humanos parecían ajenos se formó en el bar, Jungkook sintió los vellos de la nuca erizarse, el miedo se empezó a formar en el centro del pecho y circulando por su sangre como si fuera un paralizante, solo podía observar como lo mismo le pasaba a todas las criaturas sobrenaturales que estaban en el bar incluyendo a los del equipo de seguridad, por la puerta de empleados entro el resucitado enviado por los brujos, el humano intentó huir, intentó tomar su arma pero le fue imposible mover un músculo, la criatura lo tomó en un estrujante abrazo, el aire comenzó a faltar en el humano, el pánico apresando su razón, comenzaba a ponerse histérico por sentirse indefenso, pensó en su vampiro, pensó en los momentos tan felices que pasó con el y con sus nuevos hermanos, quería llorar de impotencia más no le daría el gusto a ese extraño de verlo débil, la criatura salió del bar por el callejón, trepó por los contenedores de basura hasta llegar al techo del SHINee y saltar de una azotea a otra avanzando aprisa, el humano seguía sin poder moverse.

Taehyung y Suga llevaron el cadáver del vampiro mestizo hacia un lote baldío para llevar a cabo los ritos fúnebres, buscaron entre las ropas de la criatura alguna pista de su identidad o alguna pista de porque estaba ahí, la sangre de ambos vampiros se congeló cuando en el bolsillo del pantalón encontró una foto arrugada de un rostro inconfundible...

Jungkook.

Ambos se vieron por un largo segundo antes de mandar mensajes a los demás para reunirse en el SHINee, se desmaterializaron para aparecer frente a la entrada principal, Jimin, Jin, Namjoon y Hoseok estaban también llegando, entraron rompiendo la puerta principal, no había fila para entrar y el gorila de la entrada parecía congelado así que ingresaron a toda prisa con el corazón en la garganta, la escena parecía de película cutre de terror: los humanos seguían ajenos a la neblina que comenzaba ya a dispersarse sin embargo las criaturas sobrenaturales estaban tan inmóviles como el guardia de la entrada del bar. Buscaron por todos los rincones del bar empujando a los humanos que husmeaban curiosos por el SHINee, no había rastro de Jungkook ni de Taemin, Jimin de inmediato marcó al móvil del demonio sin éxito, la esperanza de que aquel par estuvieran juntos se anidaba en el pecho de los Bang Tan como una tenue luz entre la penumbra del miedo, querían aferrarse a ella mientras seguían rebuscando hasta en el lugar más pequeño del amplio lugar, la tensión podía apresar las respiraciones de los vampiros como una culebra venenosa, el corazón de Taehyung dolía conforme avanzaba azotando puertas y revisando cada metro cuadrado del lugar.

Por su lado, los demás vampiros empezaron a preguntar a los ebrios o drogados humanos si habían visto algo inusual o raro en esos instantes pero todo al que le preguntaban eran ignorantes y seguían con lo suyo, la paciencia se estaba agotando al igual que el tiempo, tenían hasta antes del amanecer para volver al refugio y los minutos corrían de ellos en una carrera por la vida del menor.

Taemin entró como el demonio que es al bar, tenía los ojos inyectados en sangre, estaba lastimado, tenía sus ripas sucias y con algunas manchas de sangre, a saber si eran suyas o no, divisó a los vampiros interactuando con los humanos, la duda lo hizo avanzar hasta que divisó que la barra estaba llena de clientes humanos frenéticos por más alcohol y no había nadie atendiendo, la alerta se fundió en sus neuronas al divisar que todos los sobrenaturales estaban saliendo de un lento trance que los mantenía torpes, confusos.

—¿Qué mierda ha pasado en mi bar Xer?— Le preguntó a su segundo al mando en el SHINee, pero el aludido estaba ocupado tratando de ordenar sus propias ideas y no podía responderle a su jefe

—Te hice una maldita pregunta, no me jodas ahora que no tengo paciencia— Para remarcar sus palabras, el demonio ennegreció por completo sus ojos

—N no lo sé jefe, yo estaba por detener una pelea entre tres humanos y eso es lo último que recuerdo, l-lo ju-juro—

Taehyung se enfrentó al demonio, el pánico deformaba su pétreo rostro

—Jungkook desapareció y nadie sabe una mierda sobre ello, prometiste cuidarlo Taemin dijiste que estaría seguro aquí...— La voz le falló al vampiro y prefirió callar, el demonio fue corriendo a la sala de seguridad para revisar las cámaras pero cuando entró su furia solo incrementó al igual que la preocupación por la seguridad del humano: el cuarto de seguridad era un completo desastre, los tres guardias que monitoreaban el bar estaban muertos, las tarjetas de memoria de cada cámara fueron sustraídas, no había manera de encontrar a Jungkook, el tiempo seguía corriendo en su contra al igual que su suerte.

Jungkook poco a poco iba cobrando la movilidad a medida que se alejaba del bar, dejó caer su cartera, después su móvil y finalmente los cargadores de su arma a modo de rastro, rezaba a sus padres para que su demente intento de dejar pistas bastara para que lo vampiros hallaran la manera de encontrarlo. La criatura lo llevaba amarrado torpemente y le colocó un saco en la cabeza, no había manera de saber hacia donde se dirigían y establecer comunicación con la criatura también había sido en vano, Jungkook habló y habló para intentar que ese ser sin alma le dijera una palabra, algún tipo de información pero solo obtuvo un silencio. Con el pasar del tiempo los sonidos de la ciudad se fueron amortiguando y el olor a bosque inundaba las fosas nasales del humano, aguzó su oído todo lo que fue capaz, escuchó que las pisadas de la criatura eran amortiguadas por tierra húmeda, cada tanto ramas secas crujían con las pisadas de aquel ser sin alma y el humano pudo notar que el viaje iba en subida, ignoraba si se trataba de una colina o una montaña pero el aire empezaba a enfriarse conforme ascendían y a la distancia escuchaba agua correr, una cascada tal vez, un río, Kook estaba confundido y el cansancio mental mermaba su razón, decidió concentrarse en los sonidos esperando a que esa maldita criatura lo soltara y así poder pelear por su vida. 

Dentro del SHINee se alistaban los últimos detalles para la búsqueda de Jungkook, cuadricularon la ciudad en un mapa, establecieron las parejas para vigilar cada cuadrante, Taemin, el demonio dueño del bar, amigo de los Bang Tan y protector del humano, contrató, mejor dicho, sobornó o amenazó, según fuere el caso, a cuanto demonio menor, brujo rebelde, hombre lobo, cambia formas, hada y lo que fuera para que siguieran el rastro del humano, como pista estaba un mandil usado por Jungkook que estaba en el suelo antes de la salida de emergencia. Salieron disparados con una sola idea en mente, traer a Jungkook con vida y matar a todo aquél que entorpeciera su misión.

Peinaron la zona cuadra por cuadra, cada pareja de los Bangtan llevaba uno de los mejores lobos rastreadores, si bien los vampiros tienen el olfato super desarrollado, no se compara con el olfato de un lobo especialista en rastreo, Taehyung iba con Suga y una loba de pelaje blanco de nombre Seftel, siguieron a la loba por calles y calles hasta que en el borde de la ciudad, encontraron un móvil, la loba lo olfateó, después Tae lo levantó y su corazón se detuvo cuando vio que la foto de bloqueo de la pantalla era una foto que le tomó Jungkook, el vampiro sonreía a la cámara con timidez pero en el fondo estaba feliz de ver el interés de Kook por él, sin embargo, ahora, la bilis trepó lentamente por la garganta del vampiro, guardó el móvil en su pantalón y siguieron a la loba, el vampiro se iba desesperando conforme llegaron al límite de la ciudad para dar paso a viejas fábricas, un cementerio y hectáreas interminables de bosque. Reanudaron los 3 la carrera internándose en la oscuridad del bosque.

Mientras tanto, Jungkook cerraba por instantes los ojos, no tenía noción del tiempo sin embargo, la luna estaba en su punto más alto, indicando que el amanecer estaba cerca. Deseó por un segundo que su ahora familia no siguiera su búsqueda, ya que si demoraban más, el sol aparecería y entonces todo se iría a la mierda. Sintió picazón en las encías, los ojos le empezaban a escocer también y un maldito dolor de cabeza amenazaba con partirle el cráneo, ¿Qué le está pasando? ¿Por qué justo ahora que es cuando sus sentidos deben de estar más alertas? Todo estaba jodido, pensó que nada podía ir peor hasta que una voz le congeló la sangre

—Que gusto por fin poder conocernos, hijo de Heechul, mi nombre es Baekhyun y mi compañero es Chanyeol, a partir de ahora, vivirás con nosotros—

La criatura que lo llevaba a cuestas lo colocó en el suelo, Jungkook estaba dispuesto a pelear, a salir corriendo pero entonces una fuerza anti natural le agarrotó cada músculo del cuerpo, perdió la voz. Los brujos lo miraban como si fuera una presa, la voz de Baekhyun destilaba odio con cada palabra pero si así iba a ser su fatídico destino, el decidiría cuando y como poner un punto final, sonrió con sorna y miró a los brujos fijamente.

—Que tierno, piensa que pude escapar de nosotros Baek, no cabe duda que es igual de imbécil que su padre— Rio Chanyeol y se acercó al humano

—Salúdame a tu padre de mi parte cuando lo veas— El brujo más alto para dar énfasis a sus palabras usando la telequinesis estrujó con fuerza a Jungkook, era tan brutal que pensó que el brujo le rompería cada hueso, sintió como sus pulmones se contrajeron para finalmente perder el sentido...