Capitulo 1
En un mundo donde los humanos viven sin notar las guerras que los rodean y las criaturas que los protegen, van por la vida siendo testigos ciegos de los acuerdos tácitos milenarios, porque, no son los únicos que habitan la misma tierra. Desde el inicio de los tiempos, vampiros, hombres lobo, cambia formas, hechiceros y espíritus tan antiguos como el universo mismo, cuidan de los hombres para mantener el equilibrio y la paz.
Las criaturas más aventuradas han llegado a crear lazos con los humanos, e inclusive, los han usado para su propio beneficio, con promesas vacías de llegar a ser más que un simple mortal.
En este ajedrez cuyos competidores cambian día con día, el objetivo es mantener las especies, pero, la avaricia la codicia y la sed de poder, no son lo único que los humanos tienen en común con los demás.
SEÚL, COREA DEL SUR, 20 de junio del 2019
Las estridencias le carcomían los oídos, las luces parpadeantes le daban dolor de cabeza, Taehyung que era más un ermitaño que un vampiro común, no estaba acostumbrado a mezclarse con los humanos y aún no entendía como es que su antiguo amigo lo había citado en ese lugar de mala muerte, donde no había más que alcohol barato, cuerpos sudorosos bailando al compás de lo que parece un remedo de música. Sus agudos sentidos estaban saturados de tantos olores y sonidos, pero le debía la vida a aquel tipo y solo por él fue que salió de su madriguera por unos minutos.
Lo vio sentado en un privado V.I.P. (si a una mesa con taburetes en una esquina del lugar con unos biombos alrededor se podían llamar V.I.P), bebiendo vodka a cantidades industriales que haría sentir orgulloso a cualquier ruso. A pesar de los centenares de años mantenía su apariencia intacta, se sentó frente a el dándole un largo trago a la botella que estaba sobre la mesa.
—¿Qué es lo que quieres?— Lo miró un segundo antes de darle otro trago a la botella, le quemó la garganta pero no hizo ni la menor mueca.
—Amigo mío, siempre tan amable, ¿Es tan raro que quiera verte después de perderte la pista por casi 1 año?—
—Habla de una vez Heechul, sabes que no llevo bien estar en lugares como este— Bufó mirando como un par de adolescentes se frotaban casi al lado de el, el olor del sudor, el alcohol y los apestosos perfumes humanos le ponían los nervios de punta.
El mayor lo miró enarcando una ceja divertido, siempre tomó como pasatiempo enervar el carácter de por si ya corrosivo de su joven amigo, pero debía ponerse serio, la ocasión lo a meritaba.
—Necesito un favor- Se aclaró la garganta—Pero antes de contarte el secreto de mi vida, debo saber que cuento contigo Taehyung
El tono serio con que Heechul pronunció esas palabras llamó la atención del menor, siempre le tomaba el pelo pero en esta noche el vampiro mayor parecía verdaderamente afligido con un matiz de desesperación, no lo dudó, en el mismo tono serio le respondió
—Tienes mi palabra y mi voluntad, lo que sea, dalo por hecho—
Heechul se sintió conmovido, si algo caracterizaba a su amigo era que daba hasta la vida por su familia, la familia que el con los años fue formando como suya a través de la lealtad y los lazos de afecto que solo son capaces de crear los que están interiormente destruidos. Le dio un largo trago a su vaso con vodka puro antes de hablar.
—Bien...—Aguardó el momento justo en el que Taehyung estaba bebiendo de la botella mirándolo, quería sorprenderlo, hay hábitos que nunca cambian —Pues yo, como decirlo, tuve un hijo—
Taehyung al escuchar eso se atragantó con la bebida, escupió algunas gotas mientras tosía por su vida, su mayor le daba golpecitos secos en la espalda mientras intentaba ocultar una sonrisa, la quemazón en su garganta era insoportable, como pudo habló entre estertores.
—¡Y me lo sueltas así como así grandísimo hijo de puta!— Tosió una última vez -¿Cuándo?
Heechul recobró la compostura, suspiró pesadamente antes de proseguir
—Hace más de 20 años— Contempló de reojo al menor que tenía la mirada atiborrada de preguntas y a punto de interrumpirlo —Déjame terminar por favor. Conocí a mi purple soul cuando estaba de cacería en Busan en ese tiempo tu vivías en Budapest y de los demás tenía años que perdimos el contacto. Quedé hechizado por ella y dejé mi vida sin pensarlo, fui feliz hermano, inesperadamente dichoso y contra los preceptos de la Diosa Luna, procreamos un hijo—
Taehyung casi se ahoga por segunda vez en la noche con el vodka, dejó caer la botella con un sonoro golpe en la mesa
—¿Cómo que contra los preceptos, qué mierda quieres decir?— tiró de su negro cabello varias veces hasta que templó su humor para continuar —Heechul, hermano, ¿Tuviste un hijo con alguien que no es vampiro?—
Heechul asintió levemente con la cabeza, tenía la mirada perdida en sus propios recuerdos, enfocando sus ojos hacia ningún lugar, retomó su relato.
—La Diosa Luna le da cobijo a las criaturas de la noche, pero es egoísta como toda deidad. Cuando conocí a Cris, mi espíritu se enganchó al suyo y no pude mas que seguirla a donde fuera y cuidarla porque...—
—Espera, espera joder, ese es un nombre de humana— Taehyung abrió desmesuradamente los ojos, trató de sonar ecuánime pero no lo logró
—Como decía, seguí a Cris y la cuidé sin importarme nada más, ella a su manera me cuidó cuando le conté toda la verdad, incluso no le importó darme su sangre y condenar su alma. La amé como a nadie y ella también. De esa unión nació mi hijo, ahora es un humano o eso es lo que el cree, verás, Cris murió al momento del parto, las familia de ella se hizo cargo de mi hijo y yo solo podía contemplarlo de lejos mientras crecía, albergaba en mi pecho la esperanza de que se mantuviera siendo un mortal y tuviera una vida corta pero plena, sin embargo ya dio los primeros síntomas de que está cambiando, lo que te pido amigo mío es que estés cerca de el cuando se de su cambio, necesitará sangre de un vampiro y no puedo confiarle mi tesoro más preciado a nadie más que a ti, dijiste que lo que quisiera lo tendría, eso es lo que te pido.—
Taehyung se quedó atónito, su hermano se vida tuvo un hijo mestizo, como mierda iban a enfrentar eso, ni siquiera estaba seguro de que el niño pudiera atravesar el cambio, muy pocos pueden llegar a la conversión y ser vampiros adultos.
—Cuando atraviese el cambio— Los ojos de Heechul se iluminaron —Podré acercarme a el y contarle todo. podré entrenarlo para pelear y formar parte de todos nosotros.—
—Y si no lo logra quedarás devastado, serás un cascarón vacío y elegirás morir- Cortó la ensoñación del mayor de golpe, como era su costumbre. -Me estás pidiendo que me vincule con el, sabes que no solo le daré mi sangre, es demasiado lo que me estás pidiendo, va contra todos los preceptos, lo siento hermano, busca a alguien mejor...—
Se levantó de la mesa dispuesto a irse cuando Heechul tiró de su mano camuflando su dolor con ira —¡Me lo debes! Te salvé la puta vida, devuélveme el favor, te lo exijo—
—Cuida tus palabras hermano, te ayudaré a cuidarlo y protegerlo una vez que cambie, pero no me pidas que me vincule con el porque no lo haré con nadie, mucho menos con un mestizo—Emprendió el camino a la salida y una vez fuera del lugar respiró el frío aire de la noche, dispuesto a desvanecerse en el aire pero, su olfato le indicó que algo no andaba bien, captó la esencia de Heechul a unos metros de él, miró de reojo a su mayor cuando este entró a su auto, algo que todos los vampiros disfrutaban era tener vehículos veloces y usarlos como juguetes a pesar de que ellos podían aparecer y desaparecer a voluntad en cualquier lugar, una vez que escuchó la puerta del auto cerrarse y en ese momento le llegó un olor que no tenía nada que ver con el de la gasolina, era magia, algún hechicero estaba cerca pero no podía descifrar la ubicación, pero la respuesta le llegó a modo de explosión, el auto de Heechul voló unos metros, los vidrios de dos cuadras a la redonda reventaron en un quejido que se despedazaba por todo el lugar, humanos salieron volando a causa del impacto y todo el lugar olía a sangre, carne quemada y explosivos, pudo distinguir el tic tac de una bomba y solo pudo correr hasta donde estaba el cuerpo de su amigo para desaparecer con el justo antes de que una ola explosiva desbaratara los bares, locales comerciales y seguramente a los humanos que estaban cerca.
Heechul se desangraba, tenía vidrios encajados por todas partes, la ropa desgarrada, una gran cortada en la garganta que le impedía hablar, sin embargo, tomó por la camisa a Taehyung mirándolo con una muda súplica. Taehyung intentaba descifrar como resolver esto, los sanadores vampiros estaban muy lejos y Heechul estaba muy débil para desvanecerse de nuevo. clavó los colmillos en su propia muñeca para darle de beber su sangre y que así aguantara un poco mas, le ofreció su vena y Heechul bebió solo un poco, la herida en su garganta parecía cicatrizar sin embargo tenía pedazos de metal incrustados en el pecho, el abdomen y la cabeza y no parecían mejorar
—Bebe— Lo apresuró Taehyung- Tienes que ponerte bien
—Jura por tu familia que lo ayudarás...—Heechul no pudo terminar su oración, tosía sangre y se estaba ahogando, con cada estertor el metal en su pecho parecía encajarse más, producto seguramente de algún hechizo.
Taehyung desesperado volvió a abrir más su vena pero Heechul ya no podía beber, con los ojos nublados por las lágrimas y contra todas las promesas hechas a sí mismo miró a su amigo con toda la determinación posible.
—Por mi sangre y mi vida, lo juro, lo protegeré hasta el último de mis días—
Heechul sonrió levemente antes de perder la vida, lo que ya no pudo escuchar o tal vez si fueron las siniestras palabras que salieron de la garganta de Taehyung con esa característica grave voz
—Y con ayuda de nuestros hermanos barreremos el puto mundo hasta dar con quien te hizo esto, por ti hermano...Es hora de reunirnos...—
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