Y entonces, ¿cómo quedo yo...? Vendiendo torticas en la esquina de La Favorita.

Yo considero que quedaste bien. Vender torticas es un trabajo honesto. Vender croquetas fritas es un trabajo honesto. Vender tartaleta de guayaba es un trabajo honesto. Es mejor que estés vendiendo torticas a tres pesos, croquetas fritas a cinco pesos y sin freír a cuatro peso, que estar robando los contenedores de basura del Latinoamericano. ¿Qué ganas tú robando eso? No ganas nada con sólo hacer quince palitos de tender y un cubito.

Amigo, no vale la pena. Los quince palitos esos que tu hiciste, el juez te los multiplica por cinco y te los radicaliza al cubo.

Eso tiene solución, pero tú no. No vale la pena, dijo Calviño pero lo escribí yo.

Entonces, ¿cómo quedó Daniela? Queriéndolos mucho como Alfredo Rodríguez. Yo espero que ustedes también la quieran.

En casa de Daniela, parecía que el DTI se les había tirado. Y se preguntarán, ¿se enteraron que tenían la antena? No, para nada, a las tres transmiten Caso Cerrado. ¿Cacharon a Daniela copiando una prueba? ¿Pero qué prueba va hacer si está de receso vacuno. ¿Echaron pa' lante a Elisa con lo del paquetico de detergente que se llevó los otros días? ¡Niño, no! Ese día todo el mundo se llevó uno; menos el custodio, dice él que se lleva dos. El custodio no es tonto.

La mamá de Daniela andaba como pastor alemán en un platanal, en busca del rastro del que se robó la ropa de tu tendedero. Como sabueso, indicó hacia la puerta. Al abrirla, había humo en el descanso de la escalera...

¿Era un incendio? Seguro que fue provocado por la mujer del bombero, que está pidiendo fuego.

—Daniela, hay humo —le dijo a su hija, comenzándose a alterar.

Se volteó a mirarla en un movimento rápido y de su garganta brotó un alarmante grito: —¡El edificio está cogiendo candela!

Lo más seguro es que el grito se escuchó en tu casa, pero, como siempre con los audífonos puestos.

Si esta ocurriendo un incendio en el edificio, de forma obligatoria debemos evacuar a las personas que viven ahí. Claro, por orden de prioridades: BTS, Daniela y su familia, niños y ancianos.

—¡Cómo! ¡Abuela llama a los bomberos!

Y desde la cocina, Daysi dejó lo que estaba haciendo y se llegó hasta la sala.

—¿Qué llame al bombonero?

En situaciones de peligro, comer bombones no estaría mal.

Pero, antes de alarmarse aún más y comer bombones. Deberíamos echar el tiempo hacia atrás para así, saber qué es lo que provocó el fuego.

Yo considero; ustedes saben que yo considero muchas cosas. Por ejemplo: Yo considero que es importante recordar a Carlos Manuel de Céspedes como el iniciador de nuestras guerras por la independencia, que inspiró a muchos hombres que dejaron su huella en nuestra historia como nuestro Comandante en jefe, Fidel Castro Ruz... Bueno, ya saben lo que yo considero. Soy una persona considerada.

Sigamos, antes de que me de por considerar más cosas.

Entonces el águila que pasa por los siete mares, la melodía. Cuando llegue el día que hay que partir. Desde que yo la pude oír, nunca jamás, la podré olvidar...

Como todos sabemos, unos más que otros y otros menos que más, porque la sabiduría no es algo que se tiene, es algo que se obtiene.

Tú tienes cansancio pero obtienes todo lo que te propongas siempre y cuando tengas la tenacidad para luchar por ello. Traduzco: vete a dormir para que después puedas limpiar. Tú mamá no puede hacer todo, ella es un ser humano no tu esclava.

Recordando que es en gerundio, Namjoon y Jin se fueron cada uno por su lado. Ustedes saben (como dije anteriormente, unos más que otros, otros menos que más o más que menos), Kim Namjoon fue hacerle compañía a su gran amiga Juana, la de la palangana, y Kim SeokJin fue hacer consulta, a ver si el padrino le quita esa sal de encima (según, lo que me dijo Hoseok, la comida le estaba quedando sala').

Usualmente, lo cotidiano, lo de todos los días, el que cocina es Jin, pero todos sabemos del percance sucedido. Así que entre el pariente cercano de los marcianos, la esperanza de graduarnos y el fotingo de Park estaban fajaos' con la cocina. Pero, la banda tiene siete integrantes. Sí, es cierto, pero también tiene siete miembros. A ver, ese no es el punto ahora, pero en total son catorce. ¿Cómo le iba la vida al que la tiene grande y al CUC? Les cuento que, Min Yoongi estaba en el sofá buscando en nuestra gran variedad de canales que ver, y Jeon Jungkook se había ido a ver al Tanke.

¿Y por qué le llamaban "El Tanke? Porque asimila cualquier tipo de líquido. ¿Y por qué Tanke con "k"? Ya eso no lo sé. Yo no soy maestra de español, ni repasadora para prueba de ingreso, ni profesora jubilada con más de cuarenta años en el Ministerio. Yo, yo sólo soy una improvisada de la vida que hace fama y se acuesta a dormir, para después, para cuando tenga la tenacidad para luchar por ello, volver hacer lo mismo.

Esto es un ciclo, como el del agua... no, el del agua se demora mucho, yo soy como el de la transición de los días y la noche; porque lo que tú haces en un día, yo lo hago en veinticuatro horas.

Yo siempre siendo más productiva que tú. Apretando el culo es gerundio, sigamos.

Mientras, entre la esperanza que nunca se pierde (hasta el momento, o ya ni me acuerdo. Debo dejar de dormir tanto), y el tema favorito de Taladrí cocinando algo sencillo. A ver, lo de todos los días, el plato proteíco animal de casi todos los días: el pollo.

Como todos los días pollo. No me digas, ¿de qué parte de Miramar Eres?

Se habían encontrado con unas pechugas de pollo, un poco de salsa tomate y berenjena. En fin, pechuga menstruando con cuavulo de sangre. ¡Sigamos!

Sí después de esto ven con asco al pollo, eso es problema de ustedes. El pollo y la menstruación son cosas indispensables en el ser humano.

Hay que seguir, no nos podemos despistar porque el que se marea pierde; y yo tengo la filosofía de que no perder ni a las escupias'.

Jimin desde la cocina, veía muy cómodo a su hyung. Eso no puede ser así, aquí todos tenemos que aportar nuestro granito de arena. Si en tu casa son cinco y cada uno aporta un granito de arena, no da para la mezcla. ¡Así no se puede levantar una pared! Mija, te veo sin cuarto hasta el 2030.

Jimin se acercó a Suga y le dirigió la palabra.

— Oye, hyung. Deberías ayudar en la cocina —dijo, con palabra concinsa —. No es justo que tú estés sentado sin hacer nada y que nosotros estemos ahí.

Se quejó Jimin. Parecía un diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Yoongi sin quitar la vista al televisor, ya había hecho quince repeticiones de Multivisión en tres tandas. Tronco de ejercicio para las yemas de los dedos, te las fortalece, y no sólo las fortalece, sino que ayuda a la agilidad. Nadie te verá coger una croqueta de la bandeja.

—Siento que pasé por este canal ya —dijo —. El CEO al parecer no hizo ningún contrato.

Jimin rodó los ojos.

—Yoongi —lo llamó con fastidio.

—La cocina es pequeña, basta con ustedes ahí...

Y se quedó ahí porque continuará... Que intrigoso es el "continuará...". Me gusta.

El canal que habían dejado estaban poniendo a ese famoso ratoncito. Y sí, este ratón es famoso y no sólo en su casa.

Con una emoción tan explosiva como una olla de frijoles negros, el que la tiene grande llamó a todos para que vieran al ratón. El delegado a la Asamblea también se emocionó, a tal punto que se sentó al lado de su hyung para ver al ratoncito.

—¡Mickey Mouse! —exclamó Jimin con sana alegría, muchos años de paz y anormalía, felicidad, felicidad, felicidad —. ¡Chicos, chicos, vengan es Mickey Mouse!

El pequeño pelotón que se encontraban cocinando, dejaron lo que estaban haciendo (a pesar de tener cosas en la candela) para ir a ver al carismático ratón, que en su casa le hacen fila.

Ya los cuatro en la sala, apretaditos pero relajados en el sofá se quedaron muy animados viendo el animado.

Entonces el águila que pasa por el mar recordó que para Elpidio Valdés, patriota sin igual, no hay quién lo pueda espantar...

—¡Mira a Goofy! —gritó, señalando a la pantalla Jhope.

Y todos a coro:

—¡Goofy, Goofy, Goofy!

Y hablando de este personaje, sabían que...

En ese momento en el que alguien afable y de comportamiento aparentemente normal, se convierte en una bestia cuando conduce su automóvil y escupe palabras diez tonos por encima de su registro habitual, que jamás pronunciaría yendo a pie. A esa curiosa transformación se le ha bautizado como el efecto «Goofy al volante». Es un homenaje a Disney, quien, durante un episodio emitido en los años 50, nos mostró, a través de este personaje de dibujos animados nacido en 1932, la metamorfosis de un hombre pacífico y anodino en un violento y ofensivo conductor Goofy, al que llaman Serafín Cordero, sale a la calle como un hombre «respetable, buen ciudadano, de inteligencia normal, amable, cortés, puntual, honesto y que no molestaría ni a una mosca ni a una hormiga». Al subir a su auto la imagen se transforma y la voz en off puntualiza: «Sucede un extraño fenómeno, el señor Cordero tiene un superpotente sentido de la fuerza. Abruptamente se convierte en un monstruo incontrolable, un demonio del volante. El señor Cordero es ahora don León de la Rueda». En la primera imagen espeta iracundo: «¡Fíjate por donde vas, estúpido!», y a esta suceden imágenes de un Goofy desatado.

Fuera de la ficción, todos hemos presenciado, y algunos padecido, la denominada ira del conductor, en la que el calibre de los exabruptos proferidos suele ser inversamente proporcional a la velocidad del coche en ese momento.

Todo eso me recuerda a los boteros...

Aunque la imagen de Goofy resulte cómica, la violencia verbal y gestual, y esa cascada de desmesurados insultos que brota de su boca durante la conducción, podrían ser los síntomas del denominado trastorno explosivo intermitente (TEI), reconocido en los años ochenta por la Asociación Psiquiátrica Americana y que, como su propio nombre indica, es una reacción explosiva, muy exagerada y con pérdida de control frente al estrés.

Si reconoces en Goofy, don León de la Rueda, ya sabes: relájate aunque no disfrutes.

Y ellos muy: ¡Goofy! y la madre de Daniela muy: ¡Se quema el edificio!

A pesar de tener el volumen del televisor bastante alto, escucharon los gritos de su vecina.

Se miraron con horror. Tan emocionados estaban con entrar a la casa de Mickey Mouse, que se les olvidó el pollo...

—¡El pollo! —cantó el coro diminuto.

¿Es la casa de Mickey Mouse? ¿M-I-C-K-E-Y M-O-U-S-E? ¿De qué zona de Miramar eres? ¿Cómo te gusta el pollo? ¿Ya evacuaron a todos en la zona? ¿De qué marca son tus audífonos? ¿Cómo pide la mujer del bombero el fuego? Yo no sé, yo lo único que sé es que lo hace por señales de humo.

Espero que les haya gustado el capítulo. Si fue así, que no se les olvide dejar su voto y comentario. Al hacerlo se les dará una caja de pollo.

Es lo que hay, no hay más nada.

Hola, hola, hola, hola, Patria Bangtan. Ya llegué de nuevo y con una noticia súper buena.

Para más contacto entre nosotros, cree un grupo de whatssap de BC. Ya somos unos cuantos haya adentro, ¡no pierdas la oportunidad de entrar! Entrar en ese grupo tiene sus beneficios.

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Espero verlos por allá para divertirnos, hacer cuentos y chismear un poquito de lo todo lo que tiene que ver con Bangtan Cubanenado.

¡Nos vemos por ahí!

Los quiere su escritora fogosa, Trisha.