Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✘ Capítulo XII. ✘

⚠️ Advertencia. ⚠️
Capítulo largo.

▲•▼•▲『✘』▲•▼•▲

Confusión.
Una preciosa confusión...
Eso es lo que siento.
Cada vez que te veo, que te escucho...
¿Por qué me causas todo esto?

Sé que te sientes igual.
Tu mirada y tus acciones te delatan, te dejan en evidencia.
Aunque también sé que lo nuestro no es posible, así que...

...

¿Por qué seguir intentándolo...?

▲•▼•▲『✘』▲•▼•▲

El resto del camino fue en completo silencio, con uno dedicándose a manejar y acariciar la pierna ajena y el otro disfrutando de los toques mientras observaba el antes simple rocío de lluvia volverse una tormenta, con rayos y truenos incluidos.

Apenas llegaron, se cubrieron bien con sus calientes ropajes y salieron, corriendo rápidamente a la puerta de la guarida. Chan fue quien tocó, con ese código especial, y un muy bien abrigado ChangBin les abrió a eso de los segundos.

— Oh, al fin llegan, tórtolos~.

Chan le fulminó con la mirada en tanto el más bajito murmuraba un simple «Oops» y se iba de ahí rápidamente, a sabiendas de cómo era su líder. Por otro lado, JeongIn sentía como en sus mejillas se acoplaba un intenso carmín que, gracias a todo lo que cargaba de vestuario, no podía verse.

— Enano idiota...

Yang y Bang se despojaron de sus empapados protectores contra el frío y la lluvia una vez pasaron, dejándolos en el respaldar del sofá más grande habido en la sala antes de ir por el mismo camino que PlayerBin; la habitación de reuniones.

— Hey, chicos —saludó el líder apenas ingreso. Este mismo fue devuelto enseguida al mismo tiempo que él tomaba asiento en el medio de todos.

E In, quien se quitaba su cubre-bocas, iba a seguirle para colocársele a un costado, pero entonces observó a JiSung y Felix tomar lugar donde él se ubicaría. Simultáneo a eso, ambos le dedicaban una mirada de querer asesinarlo ahí mismo y no, gracias. Prefirió apoyarse en una de las paredes –ya que el único asiento libre era al lado de quienes temía–, lo más lejos posible del par de chicos molestos consigo.

— ¡Oye, pequeño bro! —apenas escuchó aquel característico llamado, giró su cabeza en varias direcciones antes de encontrarse con lq usual sonriente mirada de HyunJin, mismo que palmeaba suavemente sus muslos—. No piensas quedarte allí parado como alumbrado público, ¿o sí? Vamos, ven aquí. Perfectamente te puedes sentar en mis muy cómodas piernas, no tengo ningún problema.

Un fuerte gruñido por parte del líder hizo eco en la sala, llamando la atención de todos los presentes.

«Pero parece que otro si.»

— Eso no es necesario —carraspeó en desacuerdo con la idea, señalando el dichoso puesto vacío—. Acá hay un lugar para ti. ¿Por qué no te sientas y ya?

Y pese a que el chico de verdad quería hacerlo, volvió a dirigir sus orbes al Team MatemosAYangJeongIn y seguido tragó con dificultad. Parecía que las ganas de hacerlo trizas se habían cuadriplicado.

— B-bueno, verás-

— Heeeeyy, calmado, fiera —interrumpió con un timbre divertido HitJin, enarcando una ceja mientras veía directo a Chan—. Puedes compartir un poco, ¿sabes? Yo no le haré nada, no muerdo...

Felix y JiSung fruncieron sus ceños. ChangBin se hizo el estúpido viendo sus uñas. Chan se mantuvo tan firme como siempre y JeongIn se encogió en su sitio. HyunJin siguió igual.

— Espera, ¿eso qu-?

— Sus chácharas para otro día —gruñó Han—. Ahora lo que importa es mi Minnie. No tengo tiempo para calarme sus estupideces en este momento.

— ¿'Mi Minnie'? ¿Tu noviecito? —indagó Felix, mirándole con duda.

— Duh, quien más.

Lee se enfurruñó.

— Ya. ¿Pueden explicar qué pasó? —inquirió casi de mala gana Bin, rascándose una mejilla—. Supongo que por eso mismo estamos aquí, ¿no?

— Si, les voy a explicar —BangMind tomó una carpeta que estaba en el centro de la mesa y sacó varios papeles de esta, empezando a ojearlos. El menor de la gang vio al experto en peleas y, con un encoger de hombros, acabó sentándose sus piernas, justo como se le había sugerido. Hwang sonrió más y lo recibió con absoluto gusto, abrazándole luego cuidadosamente –pues sabía bien de sus dolores corporales gracias a la paliza recibida–, y resposando su mandíbula en uno de sus hombros—. Pero, antes de eso...

El castaño vio a HanShot que, cruzado de brazos y con un pie moviéndose impacientemente en el suelo, le devolvió la mirada.

— ¿Qué? Habla rápido, hay cosas más importantes que resolver.

— Lo sé. Pero tú sabes, y muy bien, que esta misión no tendrá éxito si entre ustedes —le apuntó a él, Felix y JeongIn— todavía hay rencores.

Han y Lee bufaron casi a la vez, volcando sus ojos.

— Y tú ya sabes que opino con respecto a eso —refunfuñó HanShot. LixBoom asintió en apoyo.

— Okay, nunca creí que llegaría el día en que vería a JiSung y Felix tan de acuerdo con una misma cosa —comentó con gracia HitJin, a lo que HackerIn y PlayerBin asintieron.

— Oh, cierra la bo-

— Ya, cállense ambos —protestó con fastidio Bang—. Y si, la sé. Pero les guste o no, JeongIn es parte de esta gang, de este equipo, de esta familia. ¿O acaso olvidaron eso? Lo repito y seguiré repitiendo una y mil veces, ¿Qué somos?

— Uy, con familiares así...

— ¡He dicho, ¿que somos?!

— ¡Familia!

— Así es. Y si somos familia, debemos saber entender algunas cosas...

Yang sonrió un poco. Esto podría considerarse como algún tipo de defensa, ¿no? Y aunque lo más seguro no fuera algo tan especial, él si lo sentía de tal forma.

Con todo lo sucedido entre ellos últimamente... No podía evitar ilusionarse un poquito bobamente, solo un poco...

— Te entiendo lo que quieras, pero eso fue una cagada monumental —rezongó Felix, con terquedad. No daría su brazo a torcer tan fácil sin un poco de pelea antes—. Es difícil de dejar pasar, no se puede volver a repetir.

Bang negó.

— No, no se repetirá. Solo fue una equivocación de novato, puede suceder, todos nos equivocamos, como cuando HyunJin fue a su primer enfrentamiento con otra gang enemiga, se confió demasiado y por no contar bien a los enemigos, bajó mucho la guardia y acabó gravemente herido.

HackerIn miró incrédulo al chico del que se habló y éste mismo, riendo, solo se encogió de hombros.

— O esa vez en que JiSung fue impulsivo y disparó antes de mi señal, lo cual arruinó todo el plan y nos puso en muchísimo riesgo.

Han se limitó a chistar, apartando su mirada.

— También esa ocasión en que Felix le disparó a HyunJin creyendo que era un enemigo —el mencionado agachó su cabeza—. ¡Oh! Pero nada como en la que a ChangBin le tocaba seducir y sacar información a uno de nuestros objetivos, pero terminó emborrachándose y dando nuestras identidades reales.

— Wow, ¿qué? —el más joven de los seis ahora veía a Seo, más sorprendido que con el resto de las anécdotas—. ¿De verdad hiciste eso?

El manipulador, un tanto agraciado, sacudió su cabeza en confirmación. — Si, lo hice. BangMind casi me arranca la cabeza por eso.

— Estuve a punto de hacerlo.

— Pero lo resolvimos. Atrapamos al tipo antes que pudiese decir 'pío' y... ¡Bang! Callado hasta la tumba.

JeongIn rodó los ojos con aires risueños.

— ¿Ven? Todos podemos cometer errores por ser nuevos, TODOS —el ojiazul ladeó su cabeza y suspiró—. Incluso yo los tuve... —y JiSung lo vio un momento, con una pizca de tristeza, para luego colocar una de sus mano en el hombro de su líder. Ahora lo entendía. Chan continuó luego de ello—. Además... Él obtuvo su castigo. Tú mismo se lo diste, LixBoom.

— Uh, si...

— Bien, entonces no conviertan esto en una rutina de odio sin sentido, porque terminará perjudicando no solo a ustedes, sino también a todos nosotros. HackerIn lo hará bien esta vez, no se va a equivocar.

— Eso espero, porque, si la cagas otra vez... —HanShot pasó veloz su pulgar por su propio cuello, en la clásica seña de «Eres hombre muerto.»

El pobre azabache nada más atinó a pasar saliva, con ruido dramático incluído. HyunJin rió estruendosamente y ChangBin se les acercó un poco, con una fingida cara de pena y consuelo por el más joven.

— Y dime, JeongIn... ¿De qué color quieres las flores para tu funeral?

— OYE.

Los tres comenzaron a carcajearse esta vez.

— Bueno, ya —les calló Bang, chasqueando su lengua—. Ahora que eso está arreglado, hablemos del verdadero asunto —comenzó a mover las hojas por toda la mesa, donde habían fotos, nombres y datos—. Hoy en la mañana, JiSung llegó a mi habitación diciendo que secuestraron a su novio, MinHo —todos abrieron exageradamente sus ojos, menos JeongIn que ya lo sabía—. Si, si. Lo que oyeron. Una gang femenina lo tiene, son esas que ven ahí.

Los chicos se asomaron a ver cada fotografía. Yang todavía se preguntaba cómo conseguía tantísima información.

— ¿Y cómo fue que se enteraron?

— Enviaron un vídeo.

— Bueno, de hecho, varios ya —HanShot sacó el teléfono de uno de los bolsillos, buscando lo dicho—. Alrededor del día han estado enviando más...

— Con razón no querías darle el celular a nadie —comentó HitJin. JiSung solo asintió.

— Yo no sabía eso —habló esta vez BangMind, viendo al rubio—. ¿Por qué no me dijiste nada?

— Solo pensé que era mejor mostrarlos cuando estuviésemos todos juntos. Así me ahorraba el estar mostrándolos a cada rato... —puso el celular en medio, frente al castaño de rizos. El resto de la Gang se acomodó a su alrededor para visualizar el material, muy atentos a lo que se mostraría—. De cualquier forma, son solo dos y unas fotos...

HanShot pulsó la pantalla y el primer vídeo comenzó a reproducirse; no era muy largo, apenas medio minuto donde se mostraba como dos chicas, en uso de máscaras, golpeaban el rostro y cuerpo de MinHo, ente patadas o puñetazos. Este, indefenso, en el suelo y amarrado de manos y pies, no podía hacer más nada que lloriquear, quejarse o gritar, implorando para que se detuviese. Por su cara había mucha sangre, zonas moreteadas, inflamadas o con heridas que se veían muy graves.

La pantalla se oscureció y con ello indicó que había acabado, ante el desconcierto de todos. JiSung no perdió tiempo y puso el segundo, que tampoco era muy extenso aunque sí más que el anterior; al inicio se mostró a Lee amarrado de la silla, respirando irregular y, por su cabeza gacha, seguro inconsciente. Risas afeminadas se escucharon de fondo, un acercamiento y, de la nada, la mano de una de ellas haló con rudeza de su despeina cabellera. Un desgarrador grito salió de su garganta y sus ojos fueron directo al lente que le gravaba, con una expresión de súplica, lágrimas frescas y más moretones en su antes perfecta cutis.

Anda... ¡Llama por tu noviecito! ¡Llámalo!

— Ha-Hannie, ¡Hannie!

— ¿Por qué no le pides que venga a salvarte, eh? —otra mano fue por mentón y le apretó, causando más chillidos de parte del pelinegro—. ¡Dile! ¡Dile que venga a rescatarte, marica! ¡Ruégale!

— ¡Hannie, por favor, ayuda! —obedeció en medio de un doloroso llanto MinHo, con sus párpados fuertemente cerrados mientras que los jalones y apretujones se hacían cada vez más y más bruscos—. Ayúdame, ayúdame... —más risas se oyeron, ajenas al maltratado chico—. A-ah... Dios, sálvame, ardillita... S-sácame de aquí... Te... Te necesito.

De pronto, la cámara se giró y una fémina enmascarada fue mostrada, junto a otras más atrás.

Tick, tock... Su tiempo se acaba.

Y ahí fue el fin del segundo vídeo.

— Carajo. Eso fue...

— Que fuerte.

— También enviaron imágenes —el rubio tomó el teléfono, mirando al líder interrogante—. Aunque con lo visto, no sé si es necesario que...

— No, no lo es. Ya vimos todo lo importante —sus discípulos concordaron y volvieron a acomodarse como con anterioridad. Chan aclaró su garganta—. Ahora... Yo estuve planeando algunos pequeños detalles durante la mañana, investigando y eso. Pero algo con que no logre dar fue con su ubicación la cual, por alguna razón, nadie ha descubierto. Al parecer, son realmente cuidadosas con eso y debido a esto es que nadie ha logrado eliminarlas —miró a JeongIn—. Entonces... Me preguntaba si tú sabrías cómo conseguirla a través de algún medio tecnológico o algo así...

— Oh... —el pequeño no demoró en afirmar, bajándose de las piernas de HyunJin para ir directo a su mayor—. Si, claro, seguro.

— Bien... ¿Necesitarás de algo?

— El teléfono —volteó a ver a HanShot, todavía un poco asustado—. S-si no es problema...

Él meneó la cabeza de izquierda a derecha y le dio lo mencionado. JeongIn sintió que podía respirar tranquilo, agarrándolo y caminando hacia la computadora de la gang, dispuesto a cumplir su trabajo lo más rápido posible.

Y enorgullecer a Bang Chan... Digo, a la BangGang también.

— Ya está.

Los mayores vieron al adolescente asombrados, menos Bang, que solo sonreía con los labios apretados.

— ¿Qué? ¿En serio?

— Ah... Si, si —mostró un trozo mal cortado de papel que tenía una ubicación anotada—. No fue tan difícil, después de todo, dejaron muchas pistas y rastros...

— Bien hecho, como siempre, tan rápido y eficiente —habló BangMind, estirando su mano y ensanchando su sonrisa. Yang no podía evitar tener una tonta expresión de nervios, sonrojos y alegría a la par que entregaba lo necesitado, yendo a sentarse luego en el puesto vacío que antes no quería tomar pero, ahora, con las cosas más amenas, se sentía más cómodo en el sitio—. Hm, vale. Como les estaba diciendo... Es una gang realmente pequeña, solo cinco, pero se están volviendo muy peligrososas. Se hacen llamar las «Red Queens». Su líder tiene de seudónimo Irene, aunque su nombre real es Bae JooHyun.

— Que falta de estilo. Los de SAVAGEEZ me caían mejor.

— Shh. Le siguen Kang SeulGi o 'Teddy Bear', Son SeungWan a.k.a 'Olaf'...

— Bro, ¿soy yo o somos la única gang con dignidad? —susurró Hwang a ChangBin, quien rió un poco.

— Aparentemente...

— ... Park SooYoung a.k.a 'Hot Joy', y-

— Espera, ¿'Hot Joy'? —intervino HyunJin, buscando la hoja de identificación de aquella para, una vez hallada, mostrarla con una cara cargada de confusión—. ¿Y qué tiene de 'caliente' esta?

— ¡Juro que iba a decir exactamente lo mismo! —vociferó agraciado PlayerBin, reventando en risotadas.

— El sol que le da, debe ser... —les siguió la broma el hacker, uniéndose al reír de Bin.

A pesar de la seriedad del momento, todos acabaron en las mismas, menos el líder que solo negaba ya impaciente gracias a la actitud de todos sus discípulos.

— Te luciste, pequeño bro, de verdad que si...

— Hasta yo soy más caliente —indicó con una gracia encantadora ChangBin, sonriendo pícaramente. Los chicos se le quedaron viendo—. Oh, vamos, admítanlo~.

— Lo eres, mucho más —escuchar que esa voz grave fuese el confirmar de aquello los tomó por sorpresa a todos, incluyendo al líder. Más aún cuando su tono no fue indiferente como casi siempre, sino, muy al contrario, demasiado ronco, ronroneante —. So tell me, how long did it take you to walk around the sun to look that hot and be that sexy?

Felix acabó su pick-up line con un guiño o, bueno, intento de, porque en realidad solo arrugó toda su cara y cerró ambos ojos, con una sonrisa bastante chueca al mismo tiempo que luchaba para encontrar algún tipo de pose seductora en su asiento, fallando todas las veces.

La gang se sumió en mucho silencio... Hasta que de la nada, como era usual, comenzaron a reírse más ruidosamente que nunca. Los únicos que no lo hacían eran Chan, el cual se había palmeado la cara, y ChangBin, que borró toda expresión de provocación para transformarla en una seria, demasiado. Su ceño estaba endurecido y su mandíbula tensa mientras que sus puños se apretaban bajo la mesa, con los nudillos emblanquecidos.

— OH POR DIOS, LIXBOOM, NO PUEDO CREER QUE EN SERIO HAYAS HECHO ESO.

— ¡Si! —a pesar de querer mantenerse severo, HanShot no podía evitar carcajearse sin parar—. Eso fue...

— Fue tan...

— Patético —completó por ellos ChangBin, áspero—. Ya, demonios, ¡detente con todo eso!

Los chicos pararon inmediatamente de reír para helarse en sus asientos al presenciar tal furia en el manipular estrella. No era para nada común verle así, y JeongIn solo pudo pensar en aquella vez que le contó su secreto, indicándole que era "normal" tener ciertas "etapas" de esta clase.

Pero en esta ocasión, se sentía incluso más seriamente personal.

Felix no dijo ni una sola palabra más, solo se largo de ahí casi que corriendo, con una expresión indescriptible y pasos retumbantes, azotando duramente la puerta en su ida.

— Okay... —HyunJin cortó la tensión apenitas, tragando grueso. El sentimiento en realidad no era exclusivo—. Ya no es gracioso.

— Nunca lo fue —un gruñido fue arrancando de la boca de Bang—. PlayerBin-

— Ah, mierda. Iré a traerlo —y sin siquiera esperar a escuchar a su líder, solo salió de ahí.

Los sobrantes no sabían que decir, todo había quedado realmente incómodo.

Pero luego de un breve rato, Chan exhaló.

— Bueno, no pienso perder más tiempo así que escuchen con atención... Tengo algo ya planeado, pero todo puede variar dependiendo de como es su guarida —asintieron—. De cualquier forma, la estrategia que usaremos esta vez seguro funcionará con cualquier estructura; efectuaremos todo en sigilo.

Los miembros le vieron sin poder creérselo.

¿Sigilo? ¿Ellos?

— BangMind, líder, bro, sin ánimos de arruinar todo pero... El sigilo y nosotros creo que no nos mezclamos muy bien —comentó con un timbre jocoso HyunJin, a pesar de lo que decía iba muy seriamente—. De hecho, no nos mezclamos en lo absoluto.

— Concuerdo —chistó HanShot.

— Lo sé bien, sé que no es la táctica más a nuestro favor, por decirlo de alguna forma, pero si es la más inteligente —seis pares de ojos mostraron interrogación, por lo cual él procedió a explicar—. Verán, si nosotros vamos e intentamos salvar a MinHo con un emboscada desastrosa y ruidosa, ellas, que lo tienen a su completo alcance, lo usaron en contra nuestra cada que se sientan en desventaja, lo cual seguro resultaría en más conflictos para nosotros y más daño, seguramente, para él —muchos 'aaaaahh' se hicieron oír, causándole un bufido—. No podemos permitir que nada de eso ocurra, ni tampoco que le hieran mas. Lo más lógico es ir lo más silenciosos posibles, eliminándolas una a una sin que se den cuenta, hasta dar con él y poder traerlo sin más problemas o contratiempos.

— Bueno... Eso tiene demasiado sentido.

— Claro que si, nunca deben dudar de mi —el líder chasqueó su lengua, para luego proceder—. En fin, todo sería así: tal cual como en el anterior plan, HackerIn y PlayerBin serán distractores. Ustedes irán y llamaran a la puerta. Seguro saldrán una o dos...

— Oye, ¿de nuevo como distractor? —se cruzó de brazos Yang y soltó un resoplido, en reproche—. No es justo...

La atención de Bang Chan fue dirigida totalmente hacia él apenas fue interrumpido, inexpresivo por fuera pero muy interesado de esa osadía por dentro.

— Mmh. ¿Acaso te crees capaz de estar con HitJin y conmigo asesinando en completo silencio a cada una de las integrantes de esa gang?

Y JeongIn, con decisión, afirmó. — Puedo hacerlo.

— Pues yo no lo creo —se entrometió Han, inseguro de ese cambio de lugares—. No pienso que sea lo más conveniente y no-

— Oh, ¡vamos! ¡Si puedo! —JeongIn se alzó de su puesto, molesto de que, debido a su reciente falla, ahora no sea tomado en cuenta para lugares y deberes de mayor relevancia—. Solo necesito un poco de preparación... ¡Pero si podré, de verdad! —miró suplicante a Chan, abultando inconscientemente su labio inferior—. Por favor... Solo confía en mí.

Y aunque no estaba cien por ciento seguro de ello... ¿Cómo negarse a esa carita?

«Él y sus malditos pucheros...»

— Muy bien —concedió, desviando la vista—. Podrás venir con nosotros. Así LixBoom se queda con PlayerBin y, si sucede algo, podrán defenderse bien.

El menor sonrió, complacido a la vez que tomaba asiento y celebraba internamente. Pero había otro que no lo estaba, en lo absoluto, y ni le importaba poner así sea el más mínimo esfuerzo para disimular ello.

— BangMind, eso no es buena idea —el rubio continuó defendiendo su punto de vista, temiendo las consecuencias de esa resolución—. No estamos para arriesgar tanto, sabes que lo más mínimo y-

— HanShot, nadie mejor que yo para saberlo —volvió a hablar Bang, sobándose las sienes—. Pero no podemos seguir reteniendo así a JeongIn o, de otra forma, jamás va a aprender y avanzar. Debes depositar confianza en él, aunque sea un poco, ya te lo dije...

— Ugh, ¡bien! Creeré tanto como pueda en el mocoso pero, de tener yo la razón, esta vez no me vas a retener...

Ambos se miraron y Chan exhaló, sacudiendo su cabeza en negación.

— No lo haré.

JiSung entonces hizo un movimiento confirmativo, relajándose un tanto mientras que Yang se sentía diminuto en donde está sentado. Otra vez no pudo evitar sentir esa presión en sus hombros, con un seguro pensamiento de que ahora sí que no puede cagarla o lo más probable será su fin.

Si con LixBoom fue así de horrible... No se quiere imaginar el verdadero infierno que le hará pasar HanShot en tal caso de cometer una equivocación en esta ocasión.

— A todas estas... —carraspeó el sub-líder, apoyando sus codos en la mesa y su mentón en las palmas de sus manos—. ¿Qué haré yo? Porque has dicho lo que harán todos pero no me veo en nada.

— Tú... Tienes el mismo papel que antes con SAVAGEEZ —JiSung arqueó una ceja—. Te quedarás a una distancia prudencial, como francotirador.

Han pasó de estar curioso, a desconcertado y, finalmente, reírse incrédulo .

— ¿Qué? —rió mucho más, creyendo que todo esto era una especie de chiste o parecido—. No, estás loco.

— No lo estoy y es en serio —el castaño frunció más su entrecejo, delatando cuanta verdad había en sus palabras.

Pero el experto en armas aún no podía entenderlo.

— No puede serlo... Diablos, Chan, ¡es mi novio por el cual vamos!

— ¡Y por su bien, es mejor que cumplas ese rol! Nos mantendrás a salvo a nosotros y a él, en caso de que algo salga mal. Además, todavía tienes tu pierna herida. No creo que sea bueno para ti estar directamente en el campo de batalla.

— ¡Pero-!

— No voy a discutirlo. Se queda así y ya, te la calas o te la calas —bramó, amenazante. A JiSung no le quedó de otra más que aceptar, jalando de su melena en indicio de estrés y disconformidad—. Ahora, iré a la ubicación que consiguió HackerIn a comprobar que si sea y ver si el plan funcionará o debe cambiar algo. Por los momentos... Practiquen un poco hasta que vuelva, ¿si? Y explíquenle todo a los otros dos que aún no vuelven.

Todos sacudieron sus cabezas, obedientes. BangMind dio como acabada la reunión y se levantó de su silla, seguido por HitJin y HanShot. HackerIn se limitaba a ver los movimientos del chico con lindos rizos, hasta que visualizó como estaba a punto de irse y, sin pensarlo ni una vez, saltó de su asiento y fue directo a él, agarrándole de la muñeca. El retenido nada más volteó, conociendo, y muy bien, ese terso tacto.

— ¿Sucede algo? —preguntó al más joven, neutro.

— Es que... Yo... —a veces no comprendía lo muy impulsivo que podía llegar a ser –y más con ese chico–, pero ya que, no iba a echarse para atrás en este punto—. ¿Puedo ir contigo?

Chan pareció asombrarse un poco por esa petición que, para que mentir, no esperaba para nada. Pero estos últimos días... Muchas cosas solo sucedían y él siempre era agarrado bastante fuera de base.

— Uh, no sé. ¿Me podrás seguir el ritmo?

— ¿No lo sé? —JeongIn rió, nervioso, pero debía aprovechar el momento—. ¿Por qué no me... Disciplinas?

Y solo no lo pudieron evitar, porque cada vez que sus ojos se alineaban de esa manera, ellos automáticamente se enfrascaban en su propio mundo, donde nada era relevante, donde todo y todos desaparecían, el tiempo se hacía eterno y cualquier lugar era el ideal. Sus sonrisas y esos hoyuelos a cada lado de la del castaño, que JeongIn amaba como cada centímetro de su ser. Sonrojos torpes, corazones desbocados y respiraciones entrecortadas. Cada vez, la cercanía se iba volviendo menos y menos entre el...

— ¡Pequeño bro! —pero de repente sintió a HyunJin abrazándole por detrás, muy animadamente, dejándole muy contrariado porque juraba haberle visto salir con JiSung hace un instante—. Tengo mucha hambre y pensaba ir y cocinar algo delicioso, ¿tú no tienes hambre?

— Es... De hecho, realmente n- —y su barriga gruñó, como respondiendo por él.

Maldijo para sus adentros.

— Oh... Supongo que eso es un sí —rió el de carnosos labios, tomando su mano y halándolo hasta la puerta dispuesto a salir—. Bueno, ¿qué espera-?

Pero Chan agarró la otra sobrante del menor, con una expresión desafiante y amenazadora, a pesar de que Hwang pareció no verse ni un poquito de inmutado, dato que fue muy al contrario en el caso de Yang.

— ¿A dónde crees que te lo llevas?

— ¿A cocinar? —respondió como si fuese obvio, chasqueando su lengua.

— No he visto que me hayas pedido autorización para hacerlo —BangMind le jaló hacia él.

— O-oigan...

— Ah, es que no sabía que ahora se pide autorización hasta para comer... —expresó con ironía HitJin, siendo él quien jalaba esta vez al más pequeño contra sí.

El hacker arrugó su cara en confusión.

¿De verdad esto estaba pasando?

— Pues cuando ya teníamos otros planes, si. No puedes simplemente desobedecerme como te da la gana como últimamente te viene dando por hacer —jalón.

— ¡Que exageración! ¡Solo vamos a comer, tiene hambre! —jalón.

— ¡Él debe venir conmigo! Es importante que le enseñe a ser silencioso. Debo disciplinarlo, desde las mismas bases de la guarida. De esa forma, puedo asegurarme de que no se equivocará en esta ocasión y todo saldrá perfectamente —jalón—. Además, ¡puede comer cuando venga! No duraremos ni una hora...

— ¡Tú no comprendes lo terrible que es sentirse hambriento, así sea un corto tiempo! —vociferó con inmensa furia Jin, sorprendiendo tanto al líder como al menor de la gang –último que también comenzaba a irritarse de este juego en que, para su desgracia, era el centro de todo–, al mismo tiempo que le jalaba con muchas más fuerzas, causando que JeongIn acabase de su lado. Un brazo le envolvió los hombros—. ¡Y no te creo nada! —se aproximó muchísimo a la cara del castaño, queriéndole intimidar—. Son puras excusas... Ahora, todo el tiempo buscas pasarte tiempo a solas con JeongIn, ¿acaso sucede algo más, eh? —agregó, en un mascullo rabioso, mientras JeongIn se sentía poner de lo más blanco, tensándose—. Es cierto lo que dice ChangBin... Entre ustedes dos pasa algo porque tú jamás fuiste así con ninguno de nosotros... Nunca.

Enseguida, el rizado soltó a Yang y dio un paso hacia atrás, con una mueca de ira y disgusto demasiado creíble y... Hasta auténtica.

Parecía auténtica.

Y el corazón del adolescente dolía de pensar que si lo era.

— Ustedes y sus malditas suposiciones... Me tienen harto. ¿Cómo se atreven en ponerme en duda de tal forma? ¡Soy su jodido líder y ustedes deberían seguir mis putas órdenes y no objetar en nada que yo desee hacer, NADA! Solo me preocupo porque esto salga bien, hay una vida importante en riesgo y no tenemos segundas opciones... Nada más, nada menos. Pero, oh, si tan relevante crees que es comer cuando perfectamente lo podía hacer luego... —soltó de una entoscada el aire en sus pulmones—. Quédatelo, ya ni siquiera me interesa.

El mayor empezó a caminar hasta la puerta, deteniéndose justo en el marco para ver de soslayo a HyunJin, que no le había quitado la mirada de encima en ningún momento.

— Iré con HanShot. Espero que para cuando vuelva, se sepan su maldita posición y cómo deben actuar. No quiero TUS excusas, HitJin —iba a salir ahora sí, pero...—. Ah, y de yo escuchar algo así de nuevo... —su vista se oscureció, amenazante—. Juro que voy a darles la jodida paliza de sus vidas, mierda. Hablo muy en serio.

Entonces, sin nada más que agregar, se largó de ahí, dejando atrás a un desanimado JeongIn y a un impotente HyunJin que no dijo ni hizo nada hasta que la puerta principal de la guarida fue cerrada, y con muchas ganas.

Fue ahí que el más alto suspiró, tomándose el puente de la nariz. JeongIn seguía sin inmutarse, viendo la puerta como si no hubiese nada más interesante que la madera desgastada y descolorida de esta.

Reaccionó al sentir la mano de Hwang entrelazándose con sus propios delgados dedos, cosa que le hizo mirarle, muy atontado todavía.

— ¿A cocinar, pequeño bro? —el chico le sonrió tan encantadoramente como siempre, mientras que el hacker solo podía pensar en una cosa..

«También tiene una temperatura fría como la mía... No complementaba como con él.»

Negó un poquito, queriendo darse golpes con la pared más cercana en realidad.

«Soy un idiota.»

— A cocinar... —respondió, con la expresión más alegre que podía poner en esos momentos.

Y la más falsa, también.

— Oye, pequeño bro, ¿por qué esa cara larga?

JeongIn, sentado sobre una de las encimeras, con su cabeza apoyada en su palma y su codo en la pierna, salió de su propia inmensa burbuja de pensamientos y vio a HyunJin, intentando sonreír pero fallando miserablemente en el intento.

«De verdad que este tema me tiene mal...»

— No es nada, HitJin —sonó su garganta, con la mirada de nuevo gacha—. Tranquilo...

Pero HyunJin sabía que mentía. Vamos, que un profesional o experto en mentiras no era, pero tampoco un tonto, o, por lo menos, no tanto; sabía cuando alguien mentía, y más aún si eran tan obvios como JeongIn. No debías poner esfuerzo para darte cuenta.

Así que, sin pensárselo dos veces, se le aproximó en demasía, dejando cada una de sus manos a cada lado de sus muslos mientras que sus rostros solo estaban a escasos centímetros. Respiraciones mezcladas. Nervios de uno y seriedad absoluta en otro, dato que sorprendía al primero porque... HyunJin no era de tener ese carácter.

— Pues no parece —el azabache resopló—. Vamos, puedes decirme lo que sea, sin mentiras, y no porque las estúpidas reglas te lo ordenen, solo porque soy tu amigo y quiero ayudarte, ver que estés bien, cosa que justo ahora no noto para nada...

Y Yang no sabía por qué, pero de la nada un fuerte pensamiento le incitó a ser absolutamente honesto con HitJin en referencia, específicamente, al prohibido gusto que tenía hacia Chan. Aquello lo estaba enloqueciendo con las imparables vueltas que le daba a su cabeza mientras intentaba buscar una solución que, claramente, no había.

O si, pero no era tan fácil lograrla.

Por eso necesitaba decírselo a alguien, necesitaba comprensión, apoyo y consejos, y Hwang parecía del tipo que se los daría sin problemas, pero... ¿Era eso lo correcto? ¿En serio debía decirlo? Por mucho que confiase en el de carnosos labios o lo bien que podían llevarse, confesar eso no sería para nada fácil; era un tema realmente complicado, algo que lo metería en serios problemas de ser sabido. ¿Y si el chico reaccionaba mal? ¿O acabase por decírselo a alguien más, así sea por equivocación?

Mentir le parecía más factible y eficaz, sencillo, así que eso hizo.

A fin de cuentas, ya era costumbre.

— De verdad no es nada, no te preocupes. Solo... Problemas en casa, pero estoy bien.

HyunJin gruñó, disconforme con esa contestación.

— ¿Seguro? ¿No deseas desahogarte conmigo?

— No —pronunció JeongIn con mucha seguridad después de pensárselo con brevedad, mirándole ahora sí con una sincera sonrisa—. De verdad perdón, es que no quiero hablar de eso ahora...

Y por mucho que el alto quisiese insistir, prefirió callar, suspirando y alejándose. Yang sintió que podía respirar mucho más tranquilo, sin sentir la respiración de su ajeno mezclándose con la propia y poniendo cada vello de su cuerpo de punta.

— Bien...

— Mejor... Cocinemos —animó el hacker al sentir el ambiente más tenso de lo que le gustaría. Últimamente, todo andaba muy serio y la diversión de antes se había esfumado. Quería todo eso de vuelta, quería olvidar sus preocupaciones al menos por un instante—. Tengo mucha hambre.

— Si, si, yo igual.

JeongIn ensanchó su sonrisa, bajando para ponérsele a un lado.

— Bueno, tú dime. ¿Qué haremos?

— Hm... ¡Oh! Baby Binnie ayer robó unos paquetes de harina de trigo para hacer panqueques —Yang le miró interrogante y algo agraciado por ese dato—. Dice que le dio antojo, entonces bueno. Intentó hacerlos pero... No resultaron muy bien.

— Oh. ¿Sabían muy mal?

— Sabían terrible —rió—. No le digas que dije eso.

JeongIn hizo como si se cerrase la boca con un cierre. — De aquí no saldrá nada.

Y ambos rieron luego de ello.

— De todos modos... —Jin habló otra vez cuando sus risas se fueron haciendo menos y menos, con una expresión alegre. Yang se sintió mucho mejor de visualizarle así, siendo ese tipo de estados característicos en el peleador—. Me los comí, ya que él de verdad se había esforzado mucho y me hubiese sentido muy culpable rechazándolos.

«Tierno» pensó In.

— Eso fue algo dulce de tu parte...

HyunJin únicamente engrandeció su sonrisa, con ojitos haciendo dos medias lunas.

— Supongo que si... Pero en fin, ¡seguro a nosotros nos saldrá más ricos así que manos a la obra!

Con un asentir, los dos comenzaron a buscar cada utensilio e ingrediente, según iba indicando HyunJin. Y cuando todo estaba en la encimera, JeongIn se puso nervioso de nuevo, por lo que decidió ser sincero con una cosa...

— Te digo de una vez... Soy un asco en la cocina —murmuró bajo, apenado.

Entonces Hyun lo observó, con una ceja alzada.

— Aw, vamos, no puedes ser tan malo.

— Bro... Se me quema el agua hirviendo.

— Bro...

Nuevamente, se escucharon sus risotadas.

— Yah... —JeongIn se secó un lágrima, producto de tanto carcajear—. En serio.

— No importa, igual me tienes a mí, que soy un reconocido MasterChef experto. ¡Así que no hay nada que temer!

Y JeongIn soltó un par de tontas risillas, negando mientras volcaba sus ojos, divertido.

— Si tú lo dices...

— HyunJin... ¿Seguro de esto?

— Pff, por supuesto que sí, pequeño bro, ¡así dice la receta! Y, Ahora... ¡Lanza esos huevos de una vez por todas.

— Pero, ¿no deben romperse an-?

— HE DICHO QUE LOS LANCES.

— BUENO.

El pequeño Yang obedeció, tirando los huevos con sus cascarones y todo directo al bol. Por el impacto, no tardaron en partirse, aunque los quebrantados cascarones seguían ahí.

Y no es que JeongIn dudase del supuesto profesionalismo del que tanta hablaba HyunJin sobre sí mismo, pero...

— ¿Y ahora?

— Ahora... —agarró la bolsa de harina y la echó entera al bol. La cara que puso el pelinegro fue todo un poema al apreciar ello—. ¡La harina!

— Hyun...

— ¡Y la azúcar!

— A-aquí dice que son...

— ¡La leche, no hay que olvidar!

— ... media taza de...

— ¡Y la mantequilla, como no!

— Eh...

— Una pizca de sal, ¡por poco y no me acuerdo!

— HYUNJIN, ESO FUE TODA LA BOLSA.

... OLVÍDENLO, DUDABA COMPLETA Y ABSOLUTAMENTE.

El mayor comenzó a batir su extraña mezcla, entre bullosas risotadas, al tiempo que exclamaba un contento «Esa es la fórmula secreta». Yang nada más lo vio y prefirió guardar todo comentario, porque el alto se veía demasiado feliz como para arruinarle todo aquello.

Lo que sea que estuviese planeando, mientras lo mantuviese así de vivaz, ni siquiera le importaba.

— ¿No debería ir poniendo ya el sartén? —preguntó luego de un breve rato en lo que vio como lo que su contrario hacía ya era una pastosa masa... Muy espesa, de hecho, y muy rara.

Ahora, la otra seria cuestión que tenía Yang consigo mismo era si su amistad con HyunJin valía tanto como para arriesgarme a morir envenenado gracias a aquella sustancia.

— No, pequeño bro, ¿sabes por qué? —el chico negó—. Bueno, es simple —y metiendo su mano en la batido, tomó un poco antes de lanzarlo directo al rostro impropio. El de oscuros cabellos se descolocó de inmediato—; ¡guerra de comida!

Un segundo ataque fue efectuado, cosa que sacó de su trance a JeongIn para indicarle que debía tomar lo que sea y devolverlo, y eso mismo hizo. Agarrando de la misma cosa rara que supuestamente iban a digerir, la embaturró toda en el rostro de Hwang. Risas se escucharon antes de que un tercer lanzado se intentase, y si, intentar, porque sorprendentemente JeongIn logró eludir a tiempo, corriendo a la mesa del comedor para esconderse tras ésta.

La lucha siguió, con la mezcla yendo por aquí y otros ingredientes por allá. Mantequilla, azúcar, más harina, leche, ¡lo que se les atravesase! Sus liberales carcajadas resonaban con fuerza entre las cuatro paredes que les envolvían –y comenzaban a mancharse, también– al tiempo que recibían, esquivaban y arrojaban, empezando a ensuciarse pero, para ser sinceros, eso no podía importarles menos.

Solo estaban ahí, pasando un agradable rato, y nada podía ser mejor...

— ¡Hey, HitJin! —llamó un risueño JeongIn, y en lo que el aludido volteó, él le lanzó lo que quedaba de harina en la bolsa directo a la cara, reventando en más risotadas. HyunJin dio inicio a una tos, que pasó de algo chistoso y normal a irregular y preocupante en solo cuestión de segundos—. Oye... Lo siento. ¿Estás b-?

Pero no pudo continuar para cuando una sonrisa maliciosa se reflejó en la cara de su adverso y, antes de poder mover siquiera un pelo para reaccionar, HyunJin ya estaba vaciándole lo que sobró en el bol encima.

JeongIn no se lo esperaba, así que lo tomo al menos cinco segundos analizar lo acontecido antes de, con una expresión de asombro donde su boca se abría en una perfecta y gran "o", pasarse las manos por los ojos, quitándose así la sustancia pegostosa. HyunJin era quien ahora no paraba de reírse.

— ¡Hwang HyunJin! ¡Que tramposo eres!

— Own, vamos. Así tú-

— Oh, mierda, ¿qué carajos sucede aquí?

Hwang y Yang se quedaron como dos estatuas al escuchar la voz de un tercero unirseles, pero el alivio regresó a sus cuerpos tan rápido como se había ido en el segundo que visualizaron a ChangBin y Felix en la entrada a la cocina... Tomados de la mano.

JeongIn solo no pudo evitar sonreír un poco por aquel detalle.

— Bueno... ¿Guerra de comida? —respondió divertido el peleador, moviendo sus hombros con aparente indiferencia o desinterés.

— BangMind va a ahorcarlos si ve este desastre... —mirando a todos lados, el otro par pasó, teniendo cuidado de lo que tocaban o pisaban. Parecía que se metían  por una zona con minas enterradas en el suelo—. Y esto... ¿¡Acaso es la harina que compré!?

— No, ¿cómo cr-. Espera... ¿La compraste?

— ¡Así que si es!

— No, no, no —el azabache sacudió sus manos en negativa. ChangBin solo se cruzó de brazos, con una ceja enarcada, y la verdad no tardó en salir—. Bueno sí.

— ¿En serio la compraste? —preguntó esta vez JeongIn—. Creí que la habías robado...

— Bueno, aquí robar es lo mismo que comprar —el menor de la gang soltó un afirmó. Era cierto—. Pero sea que gastemos en ella o no, robarla también cuesta, así que no debemos malgastarla.

Listo. Solo eso bastó para que, en un parpadear, toda la expresión animada y burlona de HyunJin cambiase radicalmente a una de muy seria y hasta con una pizca de miedo.

— Oh... Si... Lo siento.

Entonces, JeongIn frunció su ceño, en una mueca confusa.

— Esta bien... —posó una de sus manos en el hombro de Jin—. No es nada del otro mundo. HitJin y yo podremos ir y recuperarlo todo luego de lo del novio de HanShot.

— Oh, cierto. ¿Nos perdimos de mucho después de nuestra salida?

— Algo. Yo te explico...

Y mientras HyunJin le contaba todo a ChangBin (incluso las partes que no tenían que ver con el plan), JeongIn se quedó a un costado, con un paño pequeño que tomó cerca para poder limpiarse un poco la cara, viendo de vez en vez a Felix y su todavía agarre de manos con Seo, que mantenían como si nada. Incluso las columpiaban un poco o jugaban con sus pulgares tal cual cualquier pareja. Y JeongIn no sabía si aquello le enternecía o le producía una venenosa envidia, imaginándose alguna vez estar así con...

Sacudió su cabeza, dándose bofetadas mentales.

«Deja de comparar cada cosa con él, idiota.»

— Deberías mejor tomar un baño.

JeongIn tuvo que retener, con ayuda de sus manos, un para nada varonil grito al escuchar esa ronca voz cerca, irguiéndose y mirándole de inmediato mientras su mente automáticamente se preparaba para lo peor, por alguna razón.

— E-eh... Hm... ¿Qué?

— Que con solo eso no va a bastar —repitió entre algunas risillas, señalando el pañuelo que tenía el pelinegro para quitarse los restos de comida. JeongIn vio el mismo, como si no comprendiese ni una de sus palabras—. Deberías tomar una ducha. Aquí hay un baño.

— Oh... —el chico afirmó, suspirando internamente—. Si... Lo sé. Quizás más tarde lo haga.

— Mmh —se cruzó de brazos, volviendo a su misma antipática cara de antes—. Okay. ¿Y qué hacían? ¿Panqueques?

JeongIn asintió.

— Ah, déjame adivinar... HyunJin te dijo que era un reconocido MasterChef experto.

— Sí...

— Y le creíste.

In se rascó la nuca mientras sonreía nervioso. Incluso una gota de sudor bajaba por una de sus sienes.

— No puedo creer que de verdad confiaste en ese ser que ni un huevo sabe freír. Seguro que si no llegamos, incendian la guarida.

— ¡No seas tan malo! —se quejó Hwang desde el fondo, con un puchero—. ¡Tenemos hambre!

— Y necesidades desesperadas requieren soluciones desesperadas —se encogió de hombros JeongIn, soltando un par de risillas.

— Ya lo veo —LixBoom rodó sus ojos, dirigiéndose a la nevera—. Bueno, no importa. Ahora los haré yo.

Yang no pudo evitar poner una expresión incrédula al tiempo que miraba a Felix, como si hubiese dicho que vio a un perro de dos cabezas, ocho patas y cuatro colas.

Sí, así de extraño.

— ¿Qué?

— ¿Tú cocinas?

Lee rió.

— BangMind y yo somos los únicos que sabemos cocinar aquí. El resto son unos inútiles que sin nosotros, vivirían de juguitos de caja.

Y JeongIn se le unió después, sacudiendo su cabeza de abajo a arriba repetidas veces.

— ¿Puedo ayudar?

— Jum. Está bien. Pero no te pongas con las mismas tonterías que HitJin porque aquí hay muchos cuchillos, y mira que sé usarlos bien...

JeongIn se volvió a helar tal cual antes, analizando sus palabras para entonces negar con efusión, sonriendo torcido.

Ah... Ya recordaba porque tanto trauma a Felix.

— Bien. Busca más harina, huevo y azúcar. Con lo que queda aquí no es suficiente.

Asintiendo, el joven fue por las cosas. HyunJin acabó de contarle todo al manipulador estrella y vio a JeongIn y luego Felix, sonriendo un poco. Seguidamente, se le acercó a este último, con su típica expresión divertida.

— ¿Yo también puedo ayudar, LixBommie?

— ¿Para qué armes tus jugarretas asquerosas de nuevo? No, gracias. Además, estás todo sucio. Mil puntos menos. Vete.

— ¡Pero Lixbommie~!

— Dios, dame paciencia... ¡Va! Puedes ayudar, pero a la mínima que vea desastre... —señaló los dichosos cuchillos.

— ¡Está bien! —Hwang sonrió de lo más animado, corriendo hasta donde estaba JeongIn aún buscando los ingredientes.

— ¡Y límpiate!

— Ya voy, ya voy.

Desviándose de su destino original, agarró un pañito y comenzó a limpiar toda su cara, cuello, un poco de la camisa y brazos. Y cuando le tocó el cabello...

— Oye, JeongInnie bebé —que le dijese así no se lo esperó para nada, y hasta algunos escalofríos le causó—. ¿Me ayudas?

— ¿Cómo me llamaste?

Y Hwang pareció darse cuenta de su metida de pata, porque cubrió su boca y miró avergonzado a Yang.

— Yo... Perdón. No volveré-

— Está bien —le dedicó una pequeña sonrisa, con sus cachetes sonrosados—. No importa, me gusta. ¿En qué necesitas ayuda?

HyunJin pudo respiró tranquilo, sonriendo otra vez antes de apuntar a su ensuciada cabellera. JeongIn no tardó en entender, dejando todo lo pedido en una encimera cerca de Felix para rápidamente volver con Hwang. Tomó el pañuelo y limpió lo mejor que podía cada mechón de cabello, ignorando la gran cercanía que tenían.

— Está todo pegostoso...

— Si, nos tocará bañarnos... —JeongIn asintió, en medio en su labor—. Y juntos, para así ahorrar algo de agua, ¿no?

— ¡HyunJin!

En esta ocasión, el pelinegro sonrojó en demasía a la vez que le pegaba con el trozo de tela en el pecho, riendo muy avergonzado, y Hwang, tan exagerado como siempre, soltó un alarido de "dolor" antes de lanzarse al suelo; una mano en su frente y otra en donde se ubicaba su corazón.

— ¡Les dije que sin sus tonterías! Si van a ayudar, muévanse ya —se quejó Felix, viéndolos con ambas manos en la cintura y un delantal rosa que habrá sacado de dios sabrá dónde—. HyunJin, ven a batir esto mientras busco que más ponerle a los panqueques. JeongIn, pica estas fresas.

Ambos obedecieron sin dudarlo, yendo en direcciones opuestas. Felix fue hacer lo mencionado y largos segundos luego, mientras todavía se ocupaba de aquello, HyunJin ya había acabado de mezclar todo como creyó que era debido. Sus pupilas no tardaron en viajar por toda la cocina, yendo con rapidez hasta la figura de JeongIn quien parecía estar luchando con el cuchillo y las fresas.

Curioso y un tanto agraciado, se acercó para husmear un poco y las risas no pudieron ser retenidas al fijarse del destrozo que tenía un frustrado JeongIn con las pobres frutas.

— ¡HyunJin! ¡Ya! —se llenó de vergüenza el chico, dándole un empujón muy suave que ni inmutó al carcajea te pelinegro—. ¡No te rías, tonto!

— ¡Pero es que...! —grandes, pequeñas, torcidas, muy delgadas... De todas las formas que te las puedas imaginar, menos como debe ser. In puchereó al ver que Hwang no paraba de burlarse de su torpeza en este ámbito y comenzó a berrinchar, lloriqueando falsamente—. Aw, ya, ya, solo... Observa.

De pronto, el cuerpo entero de HyunJin estaba pegado del todo al suyo desde su espalda, envolviéndole no solo con su calor corporal tan... Acogedor, sino, de igual manera, con sus manos. Estas mismas hicieron su propio recorrido, que empezó en sus caderas, continuando por su cintura, costillas, brazos y, finalmente, se colocaron cada una sobre una de las del menor.

— Debes cortar así... —manipulando las extremidades de JeongIn, Jin pudo cortar una fresa salva de la inexperiencia de Yang correctamente, siendo rápido pero no demasiado, para no terminar cortando al menor por accidente—, ¿ves?

¿Ver? Por dios, ver y una mierda. El pelinegro podría estar ahí físicamente hablando, pero mentalmente... Lo encontrabas en cualquier lado, menos allí.

Es que, ¿cómo no? Si tenía a aquel otro chico de tal forma, en una pose tan intima y romántica, de película, mierda, un cliché enterito, envueltos en un sentir que más que como ayuda, se sentía... ¿Cariñosa? ¿Protectora? ¿Ambas? ¿Muchas más?

Iba a darse un tiro... Seriamente.

— ¿JeongInnie?

— Ay, yo... —«Piensa, JeongIn, ¡usa tu cerebro al menos una vez en la vida!»—. Eh... ¿Ay? —ninguno reacción al instante—. Ay... ¡AY! —pero en lo que el menor le empujó sutilmente y se apartó, de pronto ya tenía la punta de un dedo en su boca y una carita de "dolor", al unísono que lloriqueaba otra vez—. Me corte, que agonía, ¡me duele tanto! Lo mejor es... Que tú te encargues de eso. Y-yo voy con ChangBin, ¡sí!

Y sin esperar respuesta u objeción, JeongIn ya había salido corriendo despavorido hasta donde el bajito, que se hallaba en el comedor, aparentemente, muy distraído con el celular.

O eso creía Yang, hasta que notó cierta sonrisa burlona plasmarse en su rostro apenas tomó asiento a su lado, hecho toda una bola de rojez y nervios.

— Vaya, JeongIn, ¿dos? Sí que arrasas...

— ¿Qué dijiste?

— Oh —Seo se hizo el desentendido, haciendo una expresión de inocencia al mismo tiempo que sus hombros se movían en un gesto de desinterés—. ¿Yo? No dije nada. Estás escuchando cosas.

Y JeongIn decidió dejar el tema justo ahí... Por su propio bienestar.

Los minutos siguientes se la pasaron entre estúpidas bromas, risas escandalosas provenientes de todos (si, incluso del amargado de LixBoom), más coqueteos de parte de HyunJin hacia JeongIn y quejas de Felix, porque de él se burlan y ríen cada que apenas intenta hacer aquello con ChangBin.

HyunJin no tarda en defenderse diciendo que lo suyo es puro don y encanto natural, pero Felix objeta con que no es suficiente y continúa quejándose, recriminándole cada que suelta una de sus particulares frases para ligar, algo que JeongIn de verdad agradece porque no sabe como reaccionar delante de ese constante flirteo. Y menos aún, con la siempre socarrona mirada de ChangBin encima.

Por lo menos, podía relajarse un poco y despejar su mente momentáneamente del tema de su líder y... Su extraño actuar de toma y afloje, que lo mantiene mal, oh, muy mal...

Finalmente y luego de mucho parloteo, el almuerzo con complejo de desayuno estaba servido; panqueques muy bien cocinados, con crema batida y fresas picadas encima. El trío que se dedicó a procrastinar le agradeció al pecoso quien solo les dijo «¿Gracias? Me la deben, idiotas.»

ChangBin, HyunJin y JeongIn rieron mientras que Felix le buscaba el chiste a sus propias palabras. Luego de aquello, todos comenzaron a comer, y por lo rico que se veía aquello y lo bien que olía –además de que su organismo exigía comida–, Yang no tardó nada en devorarse lo suyo, sorprendiendo al resto por su apetito tan voraz.

— Muchacho... Tú no masticas, tú tragas —comentó con gracia Seo, llevándose un bocado seguidamente.

— Eh... Bueno...

— Sabía que tenías mucha hambre, tontito —le despeinó juguetonamente HyunJin, a lo que JeongIn asintió y rió, con pena—. ¿Quieres más? Puedo darte del mío.

— No, no. Estoy bien.

El par compartió una sonrisa antes de que Hwang siguiese con su alimentar, de lo más tranquilo y alegre.

Pero con el pasar de un rato, el aburrimiento colmó a JeongIn. ChangBin y Felix de nuevo andaban de melosos, dándose comida en la boca tal cual una pareja cualquiera, y él, como venganza hacia HyunJin, decidió que sería su blanco perfecto para molestarlo. Así que inició con algo inofensivo...

Le robó una de sus fresas, la que estaba a punto de comer.

Y antes de que siquiera pudiese reaccionar o quejarse, el menor le dio una larga y húmeda lamida, sonriendo con victoria para proceder a morderla.

— La lamí. Ahora es mía.

El alto pareció no entenderlo al principio, por lo que lo meditó un breve momento antes de mostrar su perfecta dentadura de relucientes dientes y, sin vacilaciones, se acercó bastante a JeongIn para así pasear su lengua por uno de sus mofletes, tal cual el otro había hecho con su fresa.

Y la cara del pequeño zorro no pudo ponerse más roja.

— H-Hyun... ¡HyunJin! —le palmeó lo más duro que pudo el hombro, tapándose su ardiente cara después. De fondo, podía escudar perfectamente las risotadas que liberaba el recién nombrado, incluso algunas veces golpeando la mesa.

— Ay, dios —ChangBin se le unió, aunque no tan desmesuradamente. Lee solo continúa comiendo tal cual antes, ignorándolos todo lo que su paciencia le permitía—. Ya cásense, por favor, me ofrezco como el padrino.

— Eso deberíamos decirlo nosotros a ustedes. Son tan obvios... —pensó en voz alta JeongIn, quitándose las manos del rostro. Luego se percató de lo dicho y se sobresaltó muchísimo en lo que notó la filosa mirada del antes tranquilo Felix sobre sí—. D-digo...

Perfecto, ahora sí, es su fin.

— ¿Qué se supone que-?

La puerta principal abriéndose. Pasos. Voces muy lejanas.

Las cabezas de los chicos no tardaron en girar y ver hacia el marco de entrada y salida del comedor, guardando muchísimo silencio y agudizando cada uno de sus sentidos.

Entonces, las voces callaron y nada más se oyeron muchas pisadas, que se hacían más y más próximas, más audibles, más amenazantes y...

— ALTO AHÍ, HIJO DE TODA TU PUTA MA-... ¿HanShot?

El pobre tenía las manos alzadas, con una cara de susto única y el cuerpo tensísimo. Mientras, los chicos se habían puesto ya en pose de ataque o, bueno, todos menos JeongIn, quien prácticamente se escondía tras Hwang a pesar de tener un cuchillo en su diestra.

— A la mierda... Casi me provocan un infarto —inhaló profundamente el rubio, con su mano en donde está su corazón, latiendo como loco. Posteriormente, observó a su alrededor, haciendo una mueca de disgusto—. Ew. Esto tiene la firma de HyunJin por todos lados.

— POR QUÉ ERES ASÍ.

— Y BangMind va a castrarlos si llega y ve todo este desastre.

— Ya sé —bufó—. El pequeño bro y yo lo limpiaremos en lo que acabe de comer.

JiSung asintió y ante el silencio que se formó, procedió a tomar silla junto a los otros chicos, que volvieron a sus mismos lugares de antes para continuar con sus cenas. JiSung y JeongIn solo se sentaron para ver, porque mejor que hacer no tenían.

— ¿Y... Eso?

— ¿Los panqueques? Los hice yo —le respondió el pelirrojo al rubio, sin quitar sus ojos de su plato a punto de acabar.

— Oh...

— ¿Por qué? ¿Quieres?

Han no titubeó en asentir, emocionado. De verdad que tenía hambre y aquello se veía delicioso.

— Pues quiérelo mucho.

— ¡Maldito!

Los chicos reventaron en carcajadas por la inesperada broma de Felix en tanto JiSung se dedicaba a refunfuñar y maldecir a todos y todo, frustrado y de brazos cruzados.

— Yah. Era jugando. Te haré unos.

Culminando con lo suyo, el pecoso se levantó y comenzó a hacer lo dicho. Poco después PlayerBin y HitJin también habían acabado, por lo que fueron a lavar cada uno su plato mientras HanShot se dedicaba a esperar.

Y JeongIn... Veía el marco de entrada al comedor.

Sí, lo hacía, y sin despegarle un ojo. Estaba esperaba con inmensas ganas y cero paciencia el ingresar de su intimidante líder, con sus rizos rebotando un poco a la par que lo veía con esos ojos azules tan profundos y mirada intimidante, pero que con él siempre se ablandaba un poquito.

Más, eso no sucedió.

Y se comenzaba a exasperar, así que vio a JiSung, pensando cuál sería la mejor forma de preguntar por el mayor sin ser tan directo u obvio.

— Y... ¿Cómo les fue? —inquirió con el transcurrir de unos segundos, ganándose la total atención de Han—. ¿La dirección estaba buena? ¿Pudieron ver la guarida?

— Oh, ¡sí! Gracias por recordármelo, sentía que olvidaba algo... —el chico se acomodó mejor en la silla y les echó una hojeada a los presentes—. Oigan todos, escúchenme bien; BangMind me mando a decirles que el plan queda tal cual lo indicó ya que la estructura de su guarida es como la esperada. Saldremos a media noche, ya que seguro están durmiendo, y así podremos ir eliminándolas una a una con mucha más facilidad —miró a Felix y ChangBin—. ¿Ya ustedes saben lo que les toca?

— Sí —respondió por los dos Bin, sonriendo ladino—. HyunJin nos dijo.

— Bien. Pero solo lo harán en caso de que BangMind, HackerIn y HitJin necesiten con urgencia una distracción. De otro modo, se quedan afuera conmigo. No irán a la puerta como dijo, porque se supone que nadie sabe su localización. Distraerán usando piedras por lo alrededores y eso. Si necesitamos avisar algo, tendremos cada grupo un walkie-talkie, ¿entendido?

El grupo asintió.

«Aunque eso no es lo que quería realmente saber...»

— ¿Y BangMind? —bien, al diablo el disimulo. Realmente necesitaba saber del mayor, con unas ansias desesperantes.

— ¿Hm? —JiSung y él conectaron miradas—. Ah... Creo que me dijo que iría a practicar con las navajas para lo del sigilo.

— Oh... —HyunJin y ChangBin volvieron a tomar asiento a sus costados, ignorantes de la conversación que mantenían el sub-líder y el hacker—. Es que quería... Pedirle algo.

— Bueno, yo que tú, ni lo interrumpiría. Desde que salimos anda con un humor de querer meterle la pistola en el trasero a alguien y soltar todo el cartucho —JeongIn mostró una cara que evidenciaba miedo y asombro a la vez—. Si, así de mal.

— Bah, ¿hablan de BangMin, cierto? Ni te preocupes por él, pequeño bro —por debajo de la mesa, Hwang agarró con fuerza pero delicadeza la mano de Yang, causando que sus ojos se alineasen enseguida—. Él es quien pierde. Nosotros la estamos pasando genial aquí, ¿no?

— Cierto...

— Wah~. Anímate —HyunJin apretó el dichoso agarre antes de inclinarse y dejar un beso en uno de sus mofletes, acción que causó que un intenso enrojecer se expandiese por la carita y orejas del más pequeño—. Solo olvídate de él.

«Olvídate de él.»

Olvidarse de Chan... De la manera en que se miran, o cuando lo acaricia. Cuando sus manos se toman y sus dedos, ocasionalmente, se entrelazan, encajando perfectamente. Todas esas veces que sus brazos le envuelven la cintura o, lo mejor de todo, en el preciso instante que sus bocas se unen y ellos rápidamente son solo uno, perdidos en su propio mundo.

¿Cómo podría solo olvidar todo eso?

No era posible, por mucho que lo intentase... ¿Cómo siquiera...?

— Estas aquí —aunque... La forma en que HyunJin lo miraba, como si fuese la primera maravilla del mundo, el brillo en oscuros ojos, la sonrisa deslumbrante resaltando sus carnosos labios, la forma en que su mano se aferraba a la propia o esos dulces gestos, apodos, bromas pícaras...—, estamos aquí —le gustaba, le gustaba sentirse así, sin miedo a lo que pasaría, sin tener que sufrir por algo claramente imposible. Solo eso, solo vivían el momento, solo eran bromas, risas, sonrisas. Así que...—. Estamos juntos.

A pesar de la extrañada expresión de JiSung, JeongIn le sonrió devuelta al castaño, moviendo sutilmente su cabecita de arriba a abajo con ese mismo rubor en sus mofletes.

... quisiera o no, tendría que hacerlo.

Idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota.

***

Hoy se supone que iba a actualizar a eso de las 8 pm de acá, pero digamos que mis datos dijeron "pues mira mi ciela que no" y ajá, 11:30 de la noche aquí estoy.

Este capítulo es muuuuy largo (perdón si eso disgusta) y revela varias cosas. He dejado más... Obvia, la """"""""""relación""""""""" entre ChangBin y Felix. Pero no quiero que se hagan ilusiones jshsjs, que actúen así no significa que realmente sean algo.

Son cosas que en un futuro entenderán mejor.

También incluí bastante HyunIn. No son mi ship fav (de hecho, no me gusta verlos así, ellos son como hermanos para mí) pero también va a tener mucho que ver en un futuro y es importante que vayan viendo desde ya.

La actitud de Chan... ¿Que creen acerca de eso? Nos salió bipolar el niño... Ahr no. Pero si es extraño, ¿a poco? 👀

Yo lo digo como si no supiera todo el desmadre JSHSJSHSJS, ay.

Los próximos capítulos también son muy largos y con un contexto muy serio. Así que prepárense, porque se viene muchas escenas cargadas de tensión, peleas, lágrimas, sangre y odio JSHSJSHSJ.

Btw, ví las dos teorías que dejaron en el cap anterior. Interesantes, he de admitir, pero como también mencioné no voy a confirmar o desconfirmar nada JAJA, hasta lo más loco puede ser verdad. Así que si piensan alto y dicen "no vale, está verga es demasiado fumada, no puede ser" pUES SÍ PUEDE SER, ES MÁS, SEGURO ES, ASÍ QUE NO DUDEN AAAA.

Bueno, hasta acá mi comunicado. Ando energético aaaaaaa. Maldita cuarentena.

Lxs amoooo. Son lxs mejores. 😔👌

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro