capitulo 11
-Entonces... Felices dos
años, amor –. Seungmin se
puso de puntitas para darle
un beso a su novio.
Te amo-. Sonrió.
Yo más, con todo mi
ser -. Tomó su mano.
-Eso no es mucho...-
Hizo una mueca triste y el
Castaño le dio un golpe en el
hombro.
-Ya hablamos de esto; mi
estatura es normal. El único
excedido de crecimiento
aqui eres tủ–, Rió.
-No te preocupes, me gusta
que seas tamaño bolsillo.
Así puedo llevarte conmigo
a todas partes-.
Volvió
a tomar su mano -. Y
también puedo empotrarte
contra cualquier lugar o
mueble–. Le guiñó un ojo.
-¡Idiota! -Rió a carcajadas
el castaño.
-Admítelo, soy el idiota
más lindo de tu mundo.
-Oh, créeme, no solo en el
mío –. Dijo, consciente de
que chan era el tipo ideal
de muchos y muchas.
Pero aún así, seguía siendo
frío, malhumorado y asocial
con cualquiera que no
fueran él o finn. Por lo
que era bastante entendible
que no se percatara de las
miradas ajenas.
-Vamos al supermercado
para hacer el almuerzo y
luego irnos . Dijo el castaño.
-¿Alguna idea de qué
haremos? -Lo interrumpió
su novio cuando iba a
responderle
-. Sándwiches
no, amor.
Entonces no sé Se
encogió de hombros.
-Bien ¿Hamburguesas?
Sugirió.
Las hamburguesas
Son sándwiches, pero
calientes -. Bufó seungmin.
-Bien, pero hoy está un poco fresco, por lo que
sería lindo comer algo
caliente-. Refutó.
Siempre puedes comerme
a mí, bebe -. Dijo con
un dulce acento que hizo
sonrojar al pelinegro.
-No vamos a usar el
coche de nuevo, no quiero
ensuciarlo -. Respondió
sonrojado cuando
ambos ingresaron al
supermercado.
-Hmm... En tu motocicleta
entonces . Le apretó el
trasero a chan.
-seung!Su cara era un
tomate, y el castaño estalló en
risas. Tomaron un carrito, el
cual chan tenía, mientras
Seungmin iba agregando lo que
iban a necesitar para hacer
el almuerzo y una que otra
Cosa que iban a utilizar en
la semana.
A todo esto, chan casi
vivía en la casa de seungmin y
solo volvía a su taller para
trabajar y regar sus plantas.
Finn se quedaba en el patio
de seungmin.
-No olvidemos esto
Tomó una bolsa grande de
alimento para perros
Comienzo a pensar que
Finn no tiene fondo
Suspiró el castaño.
-Eso voy a pagarlo yo en
efectivo, no uses tu tarjeta.
-No.
-Tampoco estaba
preguntándote. Te lo estaba
avisando.
Su voz fue
demandante.
-Está bien -. Contestó,
sintiéndose pequeñito ante
el acento de chan.
¡El no quería hacerlo en
la parte trasera del auto,
pero le hablaba de aquella
manera! Oh, su novio era
un maldito provocador,
consciente de lo mucho que
lo ponía su satoori.
-Entonces... ¿Te parece si
vamos a ver a mis padres el
próximo fin de semana?
Sonrió seungmin, lavando
tomates.
-Es una buena idea, pero
tú vas a manejar chan
-.
estaba lavando los platos de
la noche anterior.
-Haremos tateti, así se
decidirá de forma justa–.
Propuso el castaño.
-Hirimis tititi . Dijo chan
con voz chillona -.
¿Por
qué mejor no dices "haré
como que estoy haciendo
tateti mientras hago que
Chan pierda"?
-Porque no hago eso. Es solo que siempre te
toca a ti-.
Se encogió de
hombros –. No puedo
hacer nada.
¿Y qué podria hacer yo? Se
preguntó chan, sabiendo
que, de por sí, la respuesta
era 'nada'.
Era realmente débil ante
Su pequeño y bonito novio,
quien muchas veces solía
aprovecharse de su buena
voluntad y usarlo como
chivo expiatorio.
"Channie ¿Puedo
maquillarte?", "Mi amor...
¿Puedes probar esto por mi'",
"Puedes regalarme una de
tus camisas ? por fis", "bangi...
Me duelen los pies ¿Puedes
darme un masaje?", "Estoy
cansado ¿Puedes lavar mi
cabello?"
Y, si seguía con la
lista de peticiones, podría
hacerse viejito.
Pero, lo peor de todo
aquello, es que él hacía
todo aquello sin rechistar.
Aún si era algo ridículo, no
era nada del otro mundo,
y todo en su interior se
revolvía cuando seungmin le
Sonreía; más aún cuando
reían juntos.
-Debimos haber hecho
algo mejor por tu segundo
año soportandome ¿No
crees?seungmin miró a su
novio.
-Si ese fuera el caso, todos los días deberíamos
celebrar el hecho de que
sigo soportándote
Bromeó y comenzó a reírse
cuando el castaño le dio un
puñetazo en el hombro.
-Imbécil –. Hizo un
puchero.
-Pero soy tu imbécil -. Lo
abrazó por la cintura.
-Oh, vamos, que gay
eres, chan . Siguió
cortando el pan para
las hamburguesas .
Y
ensuciaste mi camisa Con la
esponja.
-Mi camisa, querrás
decir -. Lo corrigió.
-Nop. Le sonrió –. Lo
tuyo es mío y lo mío es
mío –. Se puso de puntitas
levemente para darle un
beso y luego seguir con lo
suyo.
Cuando estuvieron listas las
hamburguesas, cargaron
todo al auto menos a finn,
porque él prefirió quedarse
en el patio y traspasar la
cerca para jugar con los
perros del vecino.
El camino fue tranquilo
entre las anécdotas
graciosas que chan tenía
de su infancia y las que
Seungmin tenía de todas las
veces que habían hecho
travesuras junto a jeongin y
Nayeon.
-Llegamos -. Sonrió el
mayor cuando por fin se
bajó del auto.
Completamente aliviado
porque no sentía el
trasero y porque estaba
conteniendo un gas desde
hace media hora porque no
quería apestar el interior
del auto.
-Puedo oler que llegamos..
Seungmin comenzó a reír a
carcajadas.
-¿Quién más aguantaría
sus gases para no matarte
dentro del auto?-Dijo con
un falso tono altanero .
Soy el hombre de tu vida .
Hizo una especie de cara
sexy.
-Idiota . Sonrió, bajando
la canasta del coche
mientras el mayor tomaba
las mantas y un pequeño
reproductor de música.
Acomodaron todo sobre
el césped, utilizaron una
de las rocas detrás de ellos
para poner la canasta. El
aire estaba un poco fresco,
por lo que, apenas se
sentaron, se cubrieron con
las mantas.
-Hmm... debo admitir
que te luciste con las
hamburguesas-. Dijo chan
con la boca llena.
-Lo sé. Y por favor no Comas tan bestia -, Lo
regañó
Tenemos tiempo
de sobra porque mañana yo
no trabajo y tú no abres el
taller los domingos.
Chan ignoró todo lo
que dijo, por supuesto. Y
Seungmin supo que llevar una
camiseta de repuesto no fue
una mala idea, sabía cómo
era su pareja para comer.
-Tienes comida aquí -.
Susurró el castaño,
limpiándole la comisura del
labio a su chico.
Chan simplemente sonrió
y seung le devolvió la
Sonrisa.
Terminaron el almuerzo
entre risas y muchas
servilletas, porque el
pelinegro, al parecer,
jamás había aprendido a
comer y aquello hizo reír al
menor.
Todavía recuerda la
reunión de trabajo a la que
fue con él y, además de
ganarse la confianza de sus
compañeros, también tuvo
que lavar su camisa unas
tres veces para tratar de
quitar las manchas de salsa.
-Gracias por este tiempo
tan bueno -. Le sonrió
Chan, mientras se
recostaban en la manta y se
cubrían con las cobijas
Me haces muy bien.
Realmente me volví una mejor persona gracias a ti.
Seungmin se acurrucó en su
pecho y metió su mano
debajo de la camisa de chan,
abrazándolo por la cintura.
Te amo tanto...-
Sonrió –. Mucho–. Dejó
un besito en su cuello.
-Yo más -. Besó su
cabello.
Ambos se colocaron un
auricular y comenzaron
a escuchar música de
forma aleatoria. Todos los
sábados, sin falta, tomaban
un momento del día para
salir al patio y mirar el
cielo mientras conversaban
y oían música. Si llovía,
entonces tirarían una
manta cerca de la ventana
y allí pasarían el resto de la
tarde.
Se había vuelto una
costumbre muy linda,
e incluso la hacían aún
cuando estaban peleados.
- is for the way you look
at me...-La voz de chan
resonó en su oído libre.
is for the only one I see...-
Sus ojos brillaron mientras
veía a su novio
-.V is very
very extraordinary.-
is even more than anyone
that adore canSe sentó
en la mata.
-Love is all that I can
give to you..- Cantaron
esta vez juntos, mientras
el pelinegro le mostraba
aquella caja de color negro
a su novio.
Y, para sorpresa de ambos,
Seungmin sostenía una, pero de
color blanco.
Por eso, tardaron nada en
estallar en carcajadas.
-Bien, debo admitir que
quizás debimos ponernos
de acuerdo El tatuado se
rascó la nuca.
-Cuatro anillos...
- Dijo seungmin -. ¿Y si
UsamoS uno Cada uno?
Estaremos doblemente
comprometidos.
-Debería asustarme por
ello?-Bromeó chan
Arruinaste mi propuesta,
maldita sea.
-¿Y tú? Gigante tonto
Golpeó su hombro.
-Aún podemos decirlo a la
cuenta de tres-. Se encogió
de hombros y el menor
asintió.
-Bien..Suspiró – Tres...dos... uno...
-¿Te casarías conmigo? -
Pronunciaron
ambos al
mismo tiempo.
Y volvieron a estallar en
risas, mientras un "Sí" salía
de sus bocas.
Luego, Con cuidado de
no perder ninguno, cada
uno colocó al otro sus
respectivos anillos.
-Bien, acabo de
Comprometerme con
el hombre que arruinó
mi propuesta de
matrimonio -.
Dijo chan,
mirando su mano.
-Eso no es tan malo Se encogió de hombros
En realidad, yo acabo de
Comprometerme con el
hombre cuyo perro se
comió mi saco favorito.
Es,
curiosamente, el mismo
que pensó que era un niño
mimado -. Recordó su
primer encuentro y, esta
vez, fue él quien recibió un
golpe en el hombro.
-¿Cuándo vas a olvidar
eso? -Rió.
-No sé Se encogió de
hombros-.
Pero justo
ahora tienes la posibilidad
de hacerme olvidar. Lo
tomas o lo dejas -. Le
guiñó un ojo.
Y, a pesar de lo que antes había dicho el mayor,
ambos terminaron
siendo uno en la parte
trasera del auto; mientras
se decían lo mucho
que se amaban entre
gemidos y respiraciones
entrecortadas.
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