Se cuenta que hace mucho, pero mucho tiempo atrás, existió un pequeño grupo en todo el desierto de Alaska que construyo con todo su esfuerzo, un pueblo al que llamaron Nome. Y en el que los humanos vivirían por muchísimos años, junto a sus demás amigos, mas exactamente, sus leales mascotas.

Este pueblo, era conocido, por su abundancia en todo tipo de animales de climas nórdicos. Pero mas que nada un par de animales  en particular: Los Huskys y los Lobos.

De los cuales, hay que decir, que en este momento, no se esperaba menos. Y se habían adaptado tan bien, a todo su entorno. Como para poco a poco, y con el pasar de los años. Mostraran que ahora habían echo de su entorno y de su estilo de vida algo suyo. En el frío invierno, de 1920, solían caer y caer una y otra vez largas ventiscas, en la región, mismas que estaba claro, iban a seguir cambiando todo. En el pueblo de Nome, se practicaba una actividad, que era muy popular para toda la gente. Y esta no era otra, que todas las carreras de trineos. Pero trineos especiales, unos que estarían siempre siendo tirados por perros. Cada año, se celebraban carreras de este estilo, para elegir al mejor equipo. 

Y este tipo de competencias siempre eran de lo mas reñidas que puede haber.

Entre los perros, también había muchas y muchas competencias de lo mas reñidas, pero también, había a raíz de aquellos que eran muy buenos en todo lo que hacían, perros que eran de lo mas respetados, admirados y queridos. Uno de estos perros, fue uno de raza no husky, sino en realidad, y mas bien, una Alaska Malamute. Un enorme y musculoso ejemplar, y de apariencia incluso casi muy hermosa a la vista, su nombre era Metal. Y desde hace un tiempo, el se había convertido ya, en un buen perro, de bastante renombre, de mucha fama. Al menos por esos lugares, pues ya se había ganado un titulo, entre todos los demás perros, como el mas rápido no solo de todo Nome, sino de entre varios pueblos colindantes a este. Pues este pueblo, era en verdad, un lugar, muy bien conocido. Por traer a varios de los perros mas rápidos en esos lugares, y aun con los climas tan fríos y hostiles que tenían. Este tipo de perros, siempre se caracterizaron por su inteligencia, tenacidad, lealtad, y así sucesivamente entre muchas otras cosas.

Metal era casi elogiado por todos en el pueblo y lo que hacia por ellos, puesto que su rapidez, y eficiencia, por todos en el pueblo, siempre le valió, gran respeto y admiración por parte de todos los demás. Es decir, tanto perros como humanos, lo tenían prácticamente en un altar. Y lo trataban casi como a un rey, había muchas perritas en realidad, que si se morían por estar con el. Y como cualquier otro perro, en su juventud, Metal conoció a una chica en particular, de la que luego se enamoro pérfidamente, y con quien mas tarde, tendría una familia.

Pero ser reconocido, y mas que nada, famoso, querido y respetado por todos, casi siempre, o al menos la mayoría de las veces, suele traer consigo una que otra repercusión negativa. En especial cuando eres alguien que carece completamente de modestia.

Luego de pasar varios años, recibiendo este tipo de tratos, algo comenzó a nacer en Metal, o bueno, estos tratos, poco a poco forjaron y ayudaron a definir la personalidad en el malamute Metal. Una personalidad no tan agradable en realidad, pues con el tiempo, Metal resultaría ser un tipo casi insufrible, pues si bien era alguien de lo mas estricto, también resultaría en alguien muy engreído, narcisista, arrogante, prepotente, molesto, y hasta algo egoísta. Siempre burlándose de todos los que eran menos fuertes y sobre todo menos rápidos que el. Haciéndolos siempre menos, y dejándoles en claro, que nunca iban a ser como el, que nadie nunca estaría a su altura. Incluso lo pensó y lo declaro así de sus propios hijos, si algún día los tuviera.

Demás esta a decir, que cuando por fin contrajo matrimonio con esta perrita, misma que sabia como era, que sabia desde hace tiempo como era su forma de ser, igualmente se caso con el, ella aun así, parecía haberse enamorado de esa personalidad, mas que nada, porque tristemente, eso era lo único que ella había conocido en su vida. Ella aun así se caso con el, dispuesta a aceptar todos sus malos tratos, o a soportar su mal carácter siempre, porque para ella eso era lo normal. También entre los perros, la familia y las relaciones en general, podían llegar a ser muy difíciles.

La esposa de Metal, era también una Alaska Malamute, pero menos grande y menos robusta que su compañero, menos voluptuosa, y menos imponente. De echo, se veía de apariencia delicada y algo mas que solamente tímida. De echo, si algún psicólogo o persona especializada la hubiese evaluado, se daría cuenta entonces, que ella padecía, entre varias cosas de el trastorno de estrés post traumático. Hace un momento, se menciono, que esta chica, cuyo nombre era Laina,  ya conocía desde mucho antes, las características que su marido actual poseía. Mismas que ella pudo ver, en su padre, esto debido a que el padre Laina, Conrock, que era también un Alaska malamute, siempre la trato mal de cachorra, la tenia por una inútil, y la hacia de menos en todo momento, sin dejar de recordarle cada vez que podía, que ella había sido un error desagradable en su vida. Laina creció con todos estos traumas durante toda su vida, hasta que llego el día en que el conoció a Metal su actual esposo, quien se las arreglo para seducirla, y hacerla creer que el seria su macho ideal, y teniendo en cuenta la reputación que Metal siempre había tenido, para el fue fácil hacer que Laina cayera en su trampa, y se casara con el, y para cuando eso por fin sucedió, y Laina vio el tipo de macho que era realmente, por desgracia, ya era demasiado tarde.

Un día como cualquier otro, y aun a sabiendas, de que Metal no solo no estaba listo, sino que en realidad dada su forma de ser no estaba para nada capacitado para ser padre, su esposa Laina le llego con la noticia de que iba a ser padre, pues en la veterinaria lo pudieron ver, y en efecto, ella estaba embarazada. Esperando con ansias los hijos de Metal, pues aun con los malos tratos que en mas de una ocasión llego a recibir por parte de su marido, ella igual estaba ansiosa por la idea de pronto convertirse en madre.

Ya así mismo fue. Un tiempo después de descubrir que estaba embarazada, Laina por fin dio a luz, a una camada de seis hermosos cachorros, y todos habiendo heredado casi completamente las características de su padre Metal. Todos a excepción de una, que se parecía muchísimo mas a ella, a su hija Jade, y la mas pequeña de toda la camada. Es decir, Metal vio que en total, había dado a luz, a tres machos y tres hembras, de los seis cachorros que ahora tenían en total. El primero, y el mayor por tanto, era un malamute, tan o inclusive un poco mas fornido que su padre, este era completamente idéntico en cuanto a personalidad a su padre. Su nombre era Danny. El segundo mas mayor, era ahora una de las tres hembras, de nombre Dina, no era envidiosa o egoísta, pero si bastante narcisista como su padre, y con una creencia que solo crecería con ella a medida que los años fuesen pasando de que cualquier macho debería y tendría que estar babeando por estar con ella. El tercer hermano y uno de los dos de en medio, era un macho de nombre Sener, que seria alguien un poco mas sereno, y de lejos, el mas humilde y modesto de todos, pues seria de todos, el que mas apegado a su madre estaría, la cuarta hija, junto con Sener, que vendrían a ser ambos, los dos de en medio al tener prácticamente el mismo desarrollo, su nombre era Donna, y se podía decir, que de todos, ella era la hija consentida de Metal, y quizás, la segunda mas querida después de Danny, y ya por ultimo, estaba la menor de los seis, cuyo nombre era Jade, y que desde su nacimiento, seria vista como la mas pequeña, en todos los sentidos, siendo básicamente tachada como la integrante menos valiosa de la familia. Y considerada así, no solo por su padre y hermanos, sino también por su propia madre. La que se menciono antes que todos los demás, la pequeña y pobre malamute Jade, que nunca seria lo suficientemente buena para nadie en su familia, y quizás no solo para ellos, sino también para toda su familia en general.

¡Pero espera!, pero esos solo hacen cinco hermanos, ¿Donde esta el sexto hijo faltante?, el que seria el mas joven de la camada después de Jade.

Pues bien, claro que el no es, ni sera olvidado. El quinto cachorro, mas joven después de Jade, mas pequeño después de el, era el que continuaría de la mejor manera que podía, con el legado de su padre. Puesto que toda la familia que Metal había creado, al igual que la familia en que Metal alguna vez se crió cuando eran cachorros, pertenecían ahora a una importante ascendencia de perros de trineo honorables. Por lo tanto, y al menos hablando por todos sus hijos machos, y un poco también por las hembras, Metal ahora tenia estándares, parámetros, y expectativas muy altas puestas en sus hijos, muy aferrado desde el primer momento a la creencia, de que sus hijos, debían no solo por ley, sino que también por naturaleza, estaban completamente obligados, lo quisieran o no, a continuar ese legado.

Metal esperaba porque el así lo decidió, y claro, sin pedirle ni una sola opinión a su esposa, que sus hijos, se volvieran todos, campeones consecutivos de las mismas carreras de trineo, y ademas los lideres de sus propios equipos de perros de trineo donde quiera que se encontraran. Eso es lo que Metal siempre estaría esperando de ellos.

El no sentía que estuviera poniéndoles estándares muy altos, sino todo lo contrario, creían que deberían ser capaces de lograr tales cosas, por el simple echo de ser sus hijos, e incluso parecía dejarles muy en claro, que solo si cumplían con dichos estándares, entonces, ellos podrían ser dignos de ser llamados sus hijos. Puesto que de lo contrario, entonces el pensaría que no valdría la pena haberlos tenido, salvo una sola excepción y esa seria siempre, claro, su niña consentida. Donna, quien nunca tuvo, ni tendría que hacer nada al parecer, para ser amada por su padre, muy a diferencia del resto de los hijos de la camada. Los cuales, ahora guardaban por tanto, un cierto rencor especial hacia su hermana. Sobre todo Steele, que desde el día en que nació, el buscaría a toda costa, y por cualquier medio, ser siempre el orgullo de su padre, pero sin tener éxito jamas. Solo que con una persistencia mas que impresionante, y buscando el mismo objetivo durante tantos años, haciendo hasta lo imposible y buscando no rendirse nunca en el camino a cumplir con su meta. Steele siguió y siguió luchando durante toda su vida, hasta que se convirtió, el el nuevo líder del equipo de perros de trineo de Nome, al mando siempre, y campeón consecutivo, no pareciendo haber nunca nadie que pudiera ganarle en cada carrera en que estos luego competían. De todas formas, no quitaba el echo, de que el, así como sus hermanos, con la excepción de Donna claro, habían crecido ahora, con un serio trauma, impuesto por su padre.

Nos vemos hasta el próximo episodio de la serie.