Faline: Agradezco mucho tu compañía Balto, pero ahora te necesito de nuevo, para sentirme completa y feliz de nuevo.

•••

Mucho era, lo mal que la pasaban todas estas desafortunadas chicas, que corrieron con la mala suerte de no haber tenido por lo visto, otro lugar al cual acudir, y que en serio las llevaron a todas ellas, a llegar incluso, a maldecir su suerte por haber confiado tan ciegamente en personas a las que no debieron, y por las que ahora, estaban pagando seriamente por las consecuencias de todos sus actos, de haberse dejado engañar tan fácilmente.

Algunas estaban tristes, otras vivían resignadas, otras mas, vivían en serio, en un nuevo mundo de penurias y esclavitud, que ahora a todas, las estaban haciendo soñar en gran manera, con dos posibilidades, la primera era la optimista, en la que por fin llegara alguien, que pudiera ayudarlas a ser libres y regresar a sus vidas, y la posibilidad realista, en la que algunas ya habían aceptado, que jamas saldrían de ese lugar, y estarían ahí para siempre.

Después de aproximadamente seis largos años de haber vivido en ese estado y en esas condiciones, fue solo cuestión de tiempo para que la esperanza que alguna vez tuvieron todas ellas, de que algún día serian libres, poco a poco comenzó a morir, a desvanecerse, muchas ya se habían echo a la triste y dolorosa idea, de que ese seria su horrible destino, y que ya no había nada, que ellas pudieran hacer para cambiar eso, que estarían en ese lugar por siempre, y que así seria para todas por igual. Después de esos seis largos años, algunas incluso ya se habían acostumbrado a su nueva y actual forma de vida, y se si después de seis años, no había venido nunca nadie, ahora en cambio, si que no tenían razones suficientes para el actuar de todos, ahora todas ellas, habían perdido de echo la noción del tiempo, pues ya no podían recordar, si habían estado ahí, por seis, o por mas, o menos tiempo, todo se había alargado tanto, que ya no podía recordar ninguna, en que momento había sido secuestrada cada una, y cuanto tiempo debería de estar por cumplir cada una en ese lugar.

Mucho tiempo era el que ya habían pasado en ese lugar, pero de todas ellas, en este momento, resaltaban tres personas, que no estaban dispuestas a rendirse, tres hembras que aún no estaban pensando rendirse, tres hembras que no iban a perder la esperanza tan fácil, y harían lo que fuera necesario, para escapar, o en todo caso, seguir aguardando por el día en que alguien venga y las rescate.

En el caso de la primera, está demás decir, que por no abandonar esa mentalidad, ellas se metieron en muchos problemas con Niju, ¿Quien eran estás chicas que seguían y seguían siendo tan tercas a pesar de que todo se veía ya muy imposible?

Pues bien, estás chicas, eran justamente las mismas que ya habían sido presentadas.

Es decir, la primera, era conocida como Delilah Dálmata, una perrita mayor, que en cualquier caso, había cumplido ya, los 32 años, siendo por tanto, la mayor de todas las chicas que estaban aprisionadas en ese lugar, antes de caer ante sus captores, Delilah solía ser veterinaria, es decir, alguien que atendía a otros animales antropomórficos exclusivamente, y no a humanos, ella era muy feliz en su trabajo, hasta que llegó a este lugar, y acabó siendo capturada por Niju, en el momento que menos pudo darse ella cuenta.

La segunda chica, era conocida como Cunning Tricker, y ella era por mucho, más joven que Delilah, siendo que ella por su parte, aún se encontraba en sus veinte, Cunning era una zorrita silvestre, que durante gran parte de su vida, se había dedicado a ciertos trabajos, de los que, el que mas destacaba ella, era su trabajo como mesera en un restaurante bastante fino, ella siempre había sido una zorrita de muy buen parecer, lo que significaba en realidad que ella era una zorrita muy hermosa y bonita, puesto que en aquellos años de trabajo, Cunning siempre se había visto así misma siendo, o tratando de ser cortejada por otros machos, pero nadie nunca pudo llegar a ella jamás, Cunning siempre se había mantenido, a falta de mejores palabras, virgen, pero claro, eso ahora no importaba, aunque de todos modos no quitaba la gran añoranza con la que está zorrita volteaba a ver aquellos días, en los que por supuesto, no tenía que vivir encerrada, sin poder ver la luz del sol, a otras personas durante la mayor parte del tiempo.

Y la tercera era una muy hermosa loba de sangre pura, conocida como Porsha, su nombre completo era Porsha Crystal, y ella también era aun muy joven, apenas entrando en sus veinte años, pero que aún así, ella si parecía un poco más mayor que eso, solo que nadie nunca se puso a pensar en ello, antes de su repentino confinamiento, Porsha había terminado ya la universidad, y ahora lo que mas soñaba en este mundo y también como su mayor sueño en la vida a la vez, era que algún día Porsha se llegará a convertir en una famosa cantante, exitosa y muy reconocida. Esto porque desde pequeña, Porsha siempre había aspiradora a triunfar en la música, soñaba con ir de concierto en concierto, pero luego esos sueños fueron duramente aplastados, no por causa de su actual encierro, sino desde mucho antes, y por causa de su propio padre, que nunca la apoyó en su sueño, y hasta tratar de quererla obligar a estudiar algo, que desde luego, no era para nada lo que Porsha quería, sino hubiera sido por su amada madre, que actualmente se encontraba separada de el padre de Porsha, debido a lo muy violento y controlador que este era con ella, Porsha no habría salido nunca de la casa de su padre, siendo que fue ella quien le ayudo a salir de la casa de su padre, y también a entrar a la universidad que tanto había querido ella. Porsha por esta razón, había estado siempre muy apegada a su madre, pero muy tristemente, tuvo justo, mientras ella se encontraba encerrada en ese lugar, que se enteró de que su madre había muerto, noticia que a Porsha le destruyó el corazón, al tener en claro, que su madre había muerto creyendo que ella estaba bien, cosa que le dió a Porsha claramente muchas más razones para no rendirse, por el amor, el gran amor que ella siempre tuvo hacia su madre, fue que decidió, que no se iba a rendir, en su plan de escapar, y fue por esto mismo, que a pesar de que ya habían pasado seis años o inclusive más, Porsha no se daba por vencida y seguía esperando que algún día, el reinado de terror que Niju había creado terminaría y ellas podrían finalmente ser libres y volver a retomar sus vidas.

Así eran ellas, y lo que habían sido también antes de su doloroso y actual destino.

Ya sea para bien o para mal, pero todas estaban consciente, de lo horrible que era su situación actual.

Haciendo creer a todos las demás personas de afuera, que vivían en los cuartos de las habitaciones de la casa, Niju en realidad las tenía a todas viviendo debajo de la casa, es decir, en los sótanos, que esta tenía, o más concretamente, en alguna especie de bunker o cuarto subterráneo secreto, que nadie nunca de todos los que vivieron en la casa antes, sabían que tenían, hasta que Niju lo hizo. Cuando secuestro a cada chica, Niju procedió a quitarles la ropa que alguna vez llevaron puesta cuando el las encontró, y las vistió ahora con arapos, o más exactamente, con una clase de vestidos, que eran todos iguales, en cuanto a colores, pero no demasiado largos, Niju luego se deshacía de sus otras ropas, y a las demás cosas que ellos pudieran haber tenido consigo, se las guardaba para su mismo, sin devolvérselas nunca a las chicas. Las cuales se pasaban casi todo el día encerradas en esos cuartos secretos, y casi siempre en la oscuridad, con tan solo la luz de un par de velas en casa cuarto, de los que por cierto, siempre habían sido al menos, cuatro chicas por cuarto, y en los que como ya se dijo, se pasaban siempre la mayoría de los días en dichos cuartos, a los que por fortuna y al menos, Niju si les llevaba comida y agua siempre, para que al menos, ellas no murieran de hambre.

Esto también, iba junto con el echo, de que había momentos en los que luego, podían ser libres, pero solo por un momento, y tampoco podían alejarse mucho, ya que de lo contrario, se podrían arrepentir terriblemente de ello.

Con esto nos referimos, a qué cada vez que Niju necesitaba ayuda para algún tipo de tarea, o para ir a algún lado, era entonces cuando por fin Niju las dejaba salir, o bueno, era en esas ocasiones, cuando Niju dejaba salir de esos cuartos, a una chica que el eligiera para ir afuera con el, o para realizar la tarea que Niju luego les asignaba.

Antes de sacar a la chica que el hubiera elegido, Niju le pasaba ropa nueva para que se vistiera nuevamente como una persona normal, osea, como una persona cualquiera de la calle, y luego le abría las puertas después de lo que en serio debió de haber sido mucho tiempo para la chica de turno, no sin antes advertirle que si intentaba cualquier cosa, ya fuera para escapar, o para delatarlo, entonces el resto de las chicas lo pagarían muy caro, incluida ella si lograba atraparla.

Y desde luego que cuando Niju las dejaba salir, el también iba con ellas, para mantenerlas vigiladas en cada momento, y asegurarse de que nada ni nadie lo descubriera, pero cuando no era así, entonces Niju llevaba literalmente al punto de estallar en un ataque de santa rabia y cólera, que luego quería agredir a las chicas, nada más porque le había venido en gana.

Al final, y a raíz de este terrible modo de vida, absolutamente ninguna de las chicas dejaban de agradecer por las pocas cosas buenas que tenían, y las otras malas que por fortuna, aún no les habían pasado.

Niju era un lobo negro, frío y cruel, pero eso, el sabía ocultarlo y esconderlo muy bien, tanto como para llegar al punto de que incluso las personas que sospechaban de el, jamás pudieron encontrarle nada malo, además de su humor.

Continuará...

Fin del Capítulo 65.