Capitulo 50, Hora de Decir La Verdad.
Ahora sí que estaban en grave aprieto, ahora sí que estaban todos ellos, metidos en un gran problema. El miedo de que los descubrieran, se estaría apoderando de todos ellos, y si los descubrían, entonces ahora sí tendrían una muy buena condena por eso.
Es decir, en este caso, estamos hablando de tanto, Thalía, como Dixie y Sylvie, que en este momento, estaban pasando, vaya que por uno de los momentos, más cardíacos en su vida, es decir, se encontraban en la cuerda floja, colgaban de un hilo, las tres colgaban del mismo hilo delgado y fino, lo cuál significaba que una vez expuestas, estarían muy propensas a perder a Balto, cosa que era definitivamente lo que menos querían en ese momento, y estaban ya bastante desesperadas.
Mas que nada, el trío de chicas, temía ahora, porque las pudieran descubrir, temian, más concretamente, porque ciertas personas, las fueran a delatar, a exponer, a exhibir, desmentir y rebelar, todos los términos en los que ellas podían pensar, todo lo que se les estaba ocurriendo en ese momento, toda posibilidad mala, en la que podían pensar en ese momento.
Es por eso, que de repente, las tres perritas, Dixie, Sylvie y Thalía comenzaron a rogar a cualquier fuerza del universo, porque el echo, de que por favor, por lo que más quisieran, no las fueran a exponer delante de Balto, o ya con mínimo que de acabar sabiendose el secreto, que entonces nadie más lo supiera más que Balto, y que por supuesto, que el no se enojara con ellas, o al menos, que no se fuera a enojar tanto con ellas, como por mucho tiempo, ya era todo lo que ellas podían pedir, y en serio que se les podía ver muy temerosos, en todo cuanto hacían ellas. Dixie y Sylvie ya solo miraban de reojo a Kaltag y Star, a quienes alcanzaron a ver, espiando al afuera de la sala, mirando ambos desde las escaleras, y ellas por su parte, también los veían a ellos, con unas auténticas expresiones que pretendían dar a entender que de abrir la boca, a ellas en serio podía irles muy, pero muy mal, sino se lo pensaban bien, antes de hablar.
"Ni te atrevas Kaltag", "Ni siquiera lo pienses Star", los dos huskys, parecían de pronto, ser capaces de leer las mentes de aquellas dos perritas, cosa que en realidad no fue nada bueno, sino todo lo contrario, sintieron un auténtico terror, de solo ver las caras que ellas les ponían, después de lo que fue un largo rato, Thalía por fin pudo ver a la distancia a Kaltag, y viceversa debido, a qué ella ya se había cambiado de lugar en la sala, pero sin dejar de buscar siempre, estar lo más oculta y escondida posible, para que nadie se llegará a percatar de su presencia.
Aún, Kaltag la vio, y entendió perfectamente lo que estába haciendo, pues en realidad, Thalía si estaba siendo bastante obvio, que estaba haciendo, un muy, muy grande esfuerzo, por poder mantenerse en las sombras, y no ser vista, tampoco por Balto, y es que a ella, ahora le daría mucha, pero mucha vergüenza, el que Balto la viera, una vez que se diera cuenta de todo, es decir, una vez que Balto supiera toda la verdad, Thalía sentía que ya no sería nada capaz de mirarlo a los ojos, y mucho menos, de decirle lo que ella sentía por el.
Estaban atados de manos ahora, todos los involucrados, poco o nada habían imaginado, que voluntariamente habían ingresá a la boca del lobo, aún sin darse cuenta de ello al inicio, ahora tenían un muy grande problema con el que lidiar, y si eran descubierto, sin lugar a dudas, Kaltag estaba completamente seguro, de que lo iba a lamentar enormemente por el resto de sus días, ya no sabían, ninguno de ellos que más hacer, y Kaltag estaba totalmente seguro de que quedarse callado no iba a resolverlo nada en lo absoluto, ni ayudaría en lo mas mínimo.
Desde lejos, Kaltag miraba a su prima, a la que el por su parte le dedicó algún tipo de mirada, como queriendo decirle que tal vez lo mejor de todo, sería confesar y decir toda la verdad.
Pero por supuesto, tanto ella, como Dixie y Sylvie, no estaban para nada dispuestas a hacer tal cosa, pues temian en serio, que de hacer tal cosa, cualquier oportunidad que ellas podrían tener de estar con su amado Balto, se iría por el caño, y ellas claro que no querían eso, porque de hacerlo, lo lamentarian y de arrepentirian de eso para todo el resto de su vida.
Tuvo que pasar, un muy buen tiempo, antes de que ellas llegarán a tomar cualquier desicion, ya no valía más la pena, seguir con este miedo, pero compresiblemente, no se les ocurría ninguna otra cosa más pará hacer, es decir, que si Balto lo supiera, entonces ellas ahora sí que tendrían muy buenas razones para temer de verdad, Balto había pasado a ser ahora, un ser muy importante, un ser muy preciado para ellas, y estaban completamente seguras de que en serio, no querían perderlo.
Dixie, nunca antes había se había sentido así por un macho, como lo hacía ahora con Balto, durante tantos años a lo largo de su vida, Dixie había llegado a tener, unas relaciones diferentes, pero ninguna de ellas, fue real u oficial, cosa que desde luego, a ella no le había afectado mucho en los años pasados, pero todo eso cambio por completo, cuando lo conoció a el, es decir, a Balto, ella al inicio pensó en que el no le importaba a ella, pero luego esa mentalidad cambio en su totalidad, cuando en ella, de la nada surgió un sentimiento, un bello sentimiento hacia Balto, que conforme siguió y siguió avanzando el tiempo, simplemente no dejo de crecer, y vaya que no paro, sino hasta que se convirtió en el gran enamoramiento que ella tenía por el, al día de hoy.
Después estaba Sylvie de quién se podría decir, que su sorpresa al darse cuenta de que estaba secretamente enamorada del perro lobo, fue tal, que ahora, estaba más que decidida a hacer cualquier cosa por Balto, para que el fuera suyo, aún si eso significaba tener que tomar y tomar ciertas decisiones, las cuales eran que ella estaría dispuesta a luchar contra cualquier otra persona, sin importar quién sea, por el corazón de Balto, lucharia a muerte para poder ganarse el corazón del perro lobo, de ser necesario, tanto así, como con su amiga Dixie.
Y por último estaba Thalía, de quién en realidad no se podía decir mucho, al menos si tomamos en cuenta, que Balto, jamas llegó a conocerla del todo, y ella jamás llegó a conocerlo bien a el, pero bueno, el caso con Thalía, que era lo que lo hacía muy especial, era que en realidad, eso a ella no le importó, sino todo lo contrario, para ella, el misterio que le generaba la simple duda de saber cómo sería Balto, solo la hacía, enamorarse aún más de el, pero claro, eso era algo que Balto no sabía, pero ella sin embarazo, ahora que por fin lo pudo conocer, aunque no de la forma en que a ella le hubiera gustado claro, de Balto le hacía que se sintiera muy bien, de solo saber, que al conocerlo, Balto no la decepcióno en lo mas mínimo. Cosa que ella pudo apreciar muy bien, en el echo, de que Balto, nunca dejo de ser, en ningún momento, alguien educado, sensible y caballeroso, que a cualquier chica le encantaría, y vaya que si, Thalía nunca pensó en el echo, de que Balto pudiera llegar a encantar de esa forma, a todas las chicas que había en la sala, pero bueno, en realidad, esto resultó en algo, que a ella no le extrañaba, porque siendo sinceros, Balto había sido, todo un encanto para ellas, y un encanto tal, que aún ante la circunstancias actuales, ella no se arrepentía para nada, de su amor por Balto, el era ahora, el hombre con el que ella siempre soño, y el macho que Thalía siempre había deseado.
Tuvo que pasar mucho tiempo, antes de que algo más ocurriese. Kaltag ya daba por echo, de que Balto para este punto, lo había descubierto todo, pero que lo único que le faltaba, era el poder saber si acaso Balto, los iba a poner en duda, y a decidir que simple y sencillamente no volvería nunca, a confiar en ellos, puesto que pensaban que eso tendría que ser lo más conveniente de todo, al final de cuentas, no era como que seguir ocultando algo, en la casa de la misma persona que ya lo estaba descubriendo todo, fuese una buena idea, y Balto si que lo sabía muy bien, el mestizo por su parte, estába más que convencido, del echo de que de poder descubrir en ese mismo instante, la que al final era toda la verdad, muy cierto, Kaltag sabía que solo iban a ser peores las cosas, si se decidía a contar la verdad a todos, pero sobre todo a Balto, cosa que al final, era algo cierto en este punto.
Balto también por su parte,vaya parecía haber logrado descifrarlo todo, y sin ningún problema, y ahora, en cuanto se decidieran a buscar al, o a los culpables, Nikki por su parte supo que tendrían que aprovechar la menor oportunidad que tuvieran para escapar, si Balto no hacia algo lo más pronto posible, entonces Dixie y Sylvie podrían llegar a lograr, incluso junto con Thalía, su cometido de huir y no volver nunca.
Kaltag, el no tenía ningún necesidad de esto, de echo, francamente, nadie la tenía, ni Dixie, ni Sylvie, ni Thalía, ni ninguna de las chicas, ni Star, no nadie más, se podrían siquiera, llegar a animar, con tan siquiera algo de lo que estaba pasando, literalmente, de todas, Dixie era la que más lista estaba para salir huyendo de la casa, e inclusive correr con la cola entre las patas, aún por muy mal que eso de oyera, pero si no lo había echo todavía, si aún no habían echo tal cosa, era porque pensaba, que en el fondo, todavía debía de tener una, aunque sea, la más mínima forma de escapar de esto, de evadir el peligro, y haría de alguna u otra forma lo necesario, lo que tuviera que hacer para para conseguir que fuera así.
Esa, era ahora, la mentalidad de Dixie, que lo que más deseaba en el mundo en ese momento, era no ser descubierta.
Continuara...
Fin del Capítulo 50.
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