Capitulo 15: El Control del Caos, Parte 1
https://youtu.be/SbQ8vi2bK6A
(Con la música sonando se vio el pie de Camilo ajustar su zapatilla golpeando la punta en el suelo y se le vio levantar el rostro con una mirada decidida, para posterior mostrar la imagen de cada miembro de los peleadores y sus compañeros Bakugan en círculos con sus respectivos colores de atributo, hasta que un destello mostro el titulo del fic)
¡Hey! Yo quisiera brillar como lo hace el sol ardiente.
(Dan y Drago caminan hasta un barranco, viendo salir el sol).
(¡Adelante sigue avanzando!)
(En secuencia rápida, se ve a Shun saltando en ramas con movimientos ninjas, Marucho en la computadora del Interespacio y Snow en entrenamiento, corriendo seguido de un H en bicicleta).
¡Ve! Y con la frente en alto ¡siempre debes estar listo!
(Serena termina de escribir unos papeles y suspira aliviada, para luego ver como como el Sabio Alfredo dejo una pila más de papeles y ella suspira rendida, mientras Elright la ve a su lado con una sonrisa nerviosa)
(¡Nadie me detendrá! ¡Seré más fuerte!)
(Serah ayudando a Julie con unas cosas y Page y Rafe ordenándole a sus compañeros Bakugan atacar).
Aquellos sentimientos que nos unen sincronizaran, porque nuestros lazos irrompibles se harán.
(Camilo estaba sentado arriba de un estanque con una rodilla levantada y la otra pierna estirada y Leonidas en su forma esfera estaba frente a él. En el fondo en donde estaban, por un lado se vio a Dan y Drago lanzar una llamarada para desvanecer la imagen y mostrar en el otro lado a Marduk y Vladitor lanzar un rayo de energía).
¡Fuertes hay que ser! ¡Debemos continuar! ¡Juntos los dos!
(Leonidas se dio la vuelta y Camilo se levanto para intentar tomarlo, pero cuando iba a hacerlo, Leonidas se desvaneció en el polvo. Camilo apretó sus manos y una lagrima se deslizo por su mejilla hasta caer al estanque, donde se emitieron ondas y se pudo ver en el reflejo a Camilo y Leonidas volverse uno en energía y mostrar a Zangetsu).
¡Vamos ya! Esta batalla ardiente se volvió ¡Vamos ya! Pues rendirse no es una opción.
(Leonidas atacaba con sus garras a Iron Dragonoid, quien lo intentaba atacar con sus rayos que eran evadidos, hasta que Leonidas cargo un relámpago en su boca y lo lanzo contra su enemigo).
¡Vamos ya! Y siempre invertir el resultado aunque este contra ti.
(Anubias, en su forma Gundaliana, ordeno a su Bakugan, aunque este igualmente fue golpeado por el ataque de Leonidas. Mientras Camilo activaba otro poder, se vio en un espacio oscuro a Leonidas avanzar en sus distintas etapas evolutivas; desde la primera forma, luego Omega, Lumino y al saltar, se vio su actual forma de Blazar, crear una espada de luz y chocar con el cuerno de Iron Dragonoid, creando una explosión de humo).
¡Vamos ya! Mi sueño nunca voy a abandonar.
(Unas manos fueron tras Dan y Drago, y ambos tenían un extraño circulo en el dorso de su mano y encima de su pecho respectivamente; pero Drago quemo esas manos con sus llamas).
¡Vamos ya! Con firmeza lo podré alcanzar.
(Se ve en lo más alto de una roca a Goodwin, peldaños más abajo de él están Anubias y Sellon, más abajo de ellos sus compañeros Bakugan y delante de todos ellos aterrizaron cuatro Mechtogans, todos delante de Dan y Drago).
¡Vamos ya! Tu mano extenderás para así tu meta al fin lograr alcanzar.
(Una mano se poso en el hombro de Dan y al ver, se trataba de Mira que le sonreía, él también sonrió y junto a Drago canalizaron energía y crearon un portal en el cielo donde aparecieron Zenthon y Titan Zenthon detrás de ellos).
¡Ve! Sigue luchando (con energía y pasión).
(En medio de un campo de flores, se vio al encapuchado de blanco que observaba todo lo que hacían los peleadores con una sonrisa misteriosa).
¡Si! Debemos ir para alcanzar los sueños que hay en nuestro corazón.
(Camilo atrapo una carta poder que cayo del cielo y tomando sus cosas, camino hacía en dirección a una parte de Nueva Vestroia. La música termina mostrando una imagen de Camilo caminando, Dan de lado sonriendo desafiante y detrás de él, a una Claire decaída).
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Shun estaba encarando a quien se había dicho ser su padre. El hombre, físicamente era muy diferente a su hijo, excepto los ojos que eran lo mismo. Shun salió casi igual a su madre, salvo por sus rasgos más duros por su genero masculino.
Taylean había aprendido más cosas de Shun las últimas semanas. Sabía que su madre había fallecido por una enfermedad y que debido al dolor, dejo de ser un peleador por un tiempo, hasta que la amenaza de Naga y la destrucción de Vestroia se hicieron notar. También sabía que el único familiar con el que vivía era su abuelo, quien al inicio lo trato con despreció por ser un Bakugan, pero al conversar con el viejo hombre, ambos pudieron empezar a llevarse muy bien. Hasta le dio consejos sobre como moverse y pelear como un ninja, como era de esperarse de alguien que fue uno en el pasado.
Pero nunca menciono algo de su padre. Los Bakugan no nacen de la misma forma que los humanos. Si, pueden tener parejas y proquear como la mayoría de especies en el Universo, aunque es muy raro. Los Bakugan nacen a partir de la energía que se liberan al planeta de sus respectivas fuentes de energía; En Neathia, el Orbe Sagrado es el que da vida a los Bakugan en el planeta, y recientemente se descubrió que hacía lo mismo en Gundalia. Y en Nueva Vestroia, es el Núcleo Perfecto. Por lo que la especie de Bakugan no conoce el concepto de "Padre" y "Madre" que ahí en la Tierra.
Al menos, Taylean no conoce a ninguna pareja Bakugan que haya dado a luz a uno. Ni siquiera estaba seguro si era posible.
-¡No tienes derecho a llamarte de esa forma!- Taylean volvió a la realidad por el grito que Shun le dio a su padre. -¡¿Qué es lo que quieres?!-.
-Primero cálmate, Shun- pidió el castaño mayor.
-¡Dime que es lo que quieres, o sino...!-.
-¡Shun, silencio!- El fuerte grito de su abuelo lo hizo callar. El pelinegro miro al anciano. -Cálmate y escucha lo que tenga que decir, te enseñe a escuchar y analizar antes de hacer una movida-.
Las palabras de su abuelo lo hicieron calmarse un poco. A pesar del odio que le tenía al hombre frente de él, no podía actuar de manera impulsiva. Respiro hondo para serenarse y se sentó en posición seiza al lado de su abuelo.
Su padre se sentó de la misma forma delante de ellos. Él noto a Taylean en el hombro de Shun.
-¿Qué paso con Skyrres?-.
Shun se sorprendió de que su padre conociera a su primer compañero Bakugan. -¿Cómo sabes de él?-.
-Yo fui quien lo consiguió y se lo dio a tu madre. No salió barato, pero el dinero no es problema para mi-.
-¿Ha que has venido hasta aquí, Masato?- Pregunto el más viejo de los tres. No podía asegurar que Shun se mantuviera calmado tanto tiempo con este hombre cerca. -La última vez que hablamos, estabas ocupado con tu compañía, y eso fue hace más de 7 años-.
-Siempre tan directo, padre- señalo el castaño. -Tienes razón, he estado ocupado con mi compañía. Las empresas Kazami, finalmente se pueden extender más allá del país y ser una empresa a nivel mundial. Estoy cerrando un trato que garantizara eso-.
-Eso no explica porque estas aquí, ahora- señalo Shun con impaciencia.
Masato miro hacía la ventana, viendo el cielo pintado de naranjo y volvió la mirada hacía su padre e hijo. -Mi hija sufrió un accidente, que la dejo paralitica de las piernas-.
Shun y su abuelo abrieron los ojos de sorpresa al escuchar que tenían una hermana y nieta respectivamente.
Con esa revelación, Shun empezó a recordar todo lo que sabía de su padre antes de que él naciera.
Su padre, al igual que él, fue entrenado en el arte ninja por su padre, aunque este siempre le disgusto esto, ya que lo veía como algo innecesario para la época en la que vivía. Cuando estaba en la adolescencia, estudió negocios y empresas para poder crear su propia empresa. Se dedico completamente a eso, hasta que termino sus estudios y siguió en la Universidad. Fue allí que conoció a su madre y empezaron una relación que duro tres años, hasta que Masato termino la relación para seguir sus estudios en el extranjero.
Pero al irse, no se dio cuenta que su madre ya estaba embarazada, así que su abuelo decidió apoyarla, ya que se había ganado su cariño y además, sería la mujer que traería la vida a su nieto. Durante el tiempo del embarazo, su abuelo intento contactar varias veces a Masato para decirle de la situación; pero nunca dio señales de comunicación con ellos.
Durante los primeros meses que siguieron luego de su nacimiento, su padre llegó a la casa y se entero de su existencia. Hasta la fecha, su abuelo no le dijo de que fue lo que hablaron; pero por lo que ha visto, su padre dejo a su madre con su abuelo y les daba ayuda monetaria para que se mantengan y lo mantengan a él.
Durante el transcurso de los tres años que pasaron luego de que él y sus amigos derrotaran a Naga, cuando ya estaba entrando en la adolescencia, se entero de más cosas de su padre, tanto hallazgos suyos como por boca de su abuelo: su padre se había casado con otra mujer cuando él debía tener uno años y que de ese matrimonio, su carrera de empresario aumento más.
-Mi hija esta bien, pero tras ese accidente, me he dado cuenta de los errores que he cometido. No me malentiendas padre, no me arrepiento de lo que he hecho para llegar a donde estoy; pero si creo que pude haberlos tratado de mejor manera-.
-¿Dices que vienes a intentar a arreglar las cosas conmigo y con tu hijo? ¿Luego de 10 años?-.
-Si-.
Shun apretó con fuerza las manos, enterrando las uñas en su piel, pero no parecía importarle. Este hombre era un desgraciado sin vergüenza. La última vez que lo vio fue exactamente hace 10 años, y tampoco es que lo veía mucho antes, pero si lo suficiente para que se quedara grabada su rostro en su mente.
-De hecho, la traje conmigo a esta ciudad y le he hablado de ti, además que también he escuchado de lo que haces en el Interespacio Bakugan. Te has vuelto alguien importante, hijo-.
-¡No me llames así!- Shun no podía contener su rabia. -¡No tienes derecho a llamarme así!-.
-Soy tu Padre, Shun-.
-¡¿Ahora eres mi Padre?! ¡Por favor! ¡Nunca estuviste cuando Mama y yo sufrimos, ¿y de pronto eres el padre perfecto?! ¡Cuanta arrogancia!-.
Masato no dijo nada. Se mantendría callado para que Shun se desquitara y así se calmara.
-¡¿Por que no mejor dices a que has venido?! Con lo que acabas de decir, ya debes saber que soy amigo de Marucho, y que su familia es la que dirige el Interespacio, así como el que recibe todo el efectivo por cada nuevo peleador o nuevo producto vendido. Quieres usarme para hacer un trato, ¿no? Y más encima, intentas usar una excusa tan patética como lo de mi Media-Hermana, por la cual dejaste a Mama-.
Tenía que admitirlo, esa chica, quien quiera que sea su media hermana, no tenía la culpa de nada. Ella no debía saber sobre los problemas que tiene con su padre, o no lo sabe completamente si en verdad le dijo sobre él. Aunque debería odiarla porque es una de las razones por la cual su padre lo dejo a él y a su madre a su suerte, sabe que no puede culpar a un hijo de los pecados de su progenitor, así que toda su furia iba hacía él.
-¡Si crees que voy a hacer tu voluntad estas muy equivocado!- Shun se puso de pie y camino hasta la salida.
-¡Shun!- Llamo Masato.
-¡Si para cuando vuelvo, aun no te vas, yo mismo te sacare de mi casa!-.
Shun se puso sus zapatos y abrió la puerta para salir, cerrándola con un fuerte portazo.
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(En Nueva Vestroia)
Camilo estaba incrédulo ante lo que dijo Leonidas.
-¿Qué quieres decir con eso, Leonidas? No te entiendo-.
-Desde que nos conocimos, siempre estuvimos juntos. Yo estuve contigo toda mi vida, literalmente... creo que eso nos hizo muy dependientes el uno del otro... y puede que eso nos haya hecho más débiles- explicaba Leonidas. -Tal vez debamos separarnos un tiempo-.
-¿De que rayos estas hablando? ¿Por que haríamos eso? Cada batalla que hemos ganado, cada vez que nos hemos hecho más fuerte, ha sido porque estuvimos siempre juntos. Eso significa ser un equipo- respondió Camilo.
-Ahí tal vez erradica el problema. Antes podíamos pelear como un equipo... pero ahora que lo pienso, no se quien soy en realidad-.
-¿Ah?- Camilo no entendía bien lo que decía Leonidas. -¿Qué tontería dices? Eres Blazar Leonidas Haos, mi compañero Bakugan-.
-Y también soy el resultado de las energías negativas de los Bakugan que murieron en la Dimensión de la Perdición- dijo Leo. -¿Quién soy exactamente? ¿Soy de verdad un Bakugan, o una abominación? Incluso la luz de Código Eve, la luz madre de todos los Bakugan, me hace daño. ¿Significa que soy un monstruo?-.
-Leonidas...- Camilo no sabía que decir ante eso. A pesar que quería con desesperación decir algo.
-Necesito estar solo, estoy en mala forma, Camilo. Si sigo así, le hare daño a quien se me cruce... y no quiero eso-.
Camilo realmente quería detener a Leonidas, decirle que no importa lo que sea, es su compañero... pero sabe que no lo hará cambiar de parecer y que Leonidas realmente necesita pensar sobre esto.
-Supongo que esta bien...-.
Leonidas emitió un sonido inentendible y desplego sus alas, tomando vuelo. Camilo cerró los ojos ante la corriente de viento que se libero por que Leonidas se elevo al aire. Al abrir los ojos, vio a su compañero alejarse a quien sabe donde.
Camilo apretó fuertemente sus manos, enterrando sus uñas, haciendo que un hilo de sangre empezara a caer... no podía ser más patético que ahora.
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(Con Shun)
El peleador Ventus estaba mirando un gran árbol de Duraznos que estaba plantado un poco lejos de su casa. Nunca le dijo a Dan, Marucho y Camilo que no era la primera vez que venía a la ciudad. De pequeño, vino algunas veces con su madre y juntos, plantaron una semilla de Durazno, que termino por convertirse en este gran árbol. Cada vez que pasaba por el árbol, lo cuidaba con cariño, recordando los buenos tiempos con su madre.
Escucho unas pisadas acercarse detrás suyo. Ni siquiera tuvo que voltear para saber quien era.
-Cuando era niño, los otros niños se burlaban de mi por no tener un Papa, mi madre me decía que no me preocupara, porque aunque mi Papa no estaba con nosotros, él nos cuidaba desde lejos... realmente le creí. Que ingenuo era-.
-Shun...- Masato dio un paso adelante. Shun se giro para encararlo.
-Oye, a pesar de mi arrebato anterior, en serio me gustaría creerte. Pero dejaste a la más maravillosa, mujer del mundo... ¡para morir sola!- Shun camino, pasando de largo a su padre, deteniéndose cuando le dio la espalda.
-No quería dejar a tu madre, Shun. Pero no soportaba a mi padre y sus métodos anticuados. No fue fácil elegir mi estudios sobre ella; pero tenía mis responsabilidades-.
-¿Y porque ya no volviste? ¿Por que cada vez que te veía, sentía que estabas más por obligación por querer? ¿Por que te casaste con otra mujer, y para colmo, tuviste una hija con ella si en verdad amabas a mi madre? ¿Por que nos dejaste?-.
-¡Yo ame a tu Madre, Shun! ¡Pero el compromiso ya estaba hecho, y no podía romperlo! No podía dejar que todos mis esfuerzos fueran en vano. ¿Cómo crees que te has podido mantener hasta ahora? ¿Quién crees que pago el hospital de tu madre cuando se interno?-.
Shun no dijo nada ante eso. Ahora tenía sentido alguna de esas cosas, ya que su abuelo, por su edad no podía trabajar y él no había tenido ningún empleo. Nunca le cuestiono a su abuelo de donde conseguía el dinero para mantenerlos a ambos.
Pero aun así, eso no era excusa.
-¡Igual no te da derecho a irte de mi vida y volver como si nada! ¡¿Donde estuviste cuando ella murió?! ¡¿Donde estabas en su funeral, o los días posteriores?!-.
-¡Yo si quería estar! ¡Pero no soportaba volver a un lugar con la idea de que ella ya no estaba! ¡Tu no imaginas lo que se siente!-.
-¡Se exactamente como se siente! ¡¡¡YO la vi irse!!!-.
El lugar cayo en un tenso silencio. Solo se escucho el viento que sacudió las hojas del árbol y los cabellos de los varones que se veían a los ojos fijamente.
El hombre levanto lentamente sus manos, colocando cada mano en la mejilla de Shun. El pelinegro tembló un poco al contacto, pero no hizo nada. Si su padre intentaba algo raro, podría quitárselo de encima fácilmente.
-He cometido muchos errores, tanto como empresario como persona... pero tu no eres un error- decía Masato, sin quitarle la vista a su hijo. Sus ojos eran como los de él, pero su rostro... era como ver a su madre. -Se que nada de lo que diga perdonara el haberlos abandonado tanto tiempo, y se que ahora me odias... pero por favor, al menos una vez... deja que sea el padre que ella hubiera querido que fuese-.
Cada palabra que dijo, pudo sentir la sinceridad y arrepentimiento detrás... él no estaba engañándolo... él realmente quería enmendar todo el tiempo que no estuvo... Shun no quería hacerse ilusiones, ya que podía intentar usarlo para ganar algún beneficio. Pero...
-Y si aun así no me quieres perdonar, tienes todo el derecho. Pero por favor, conoce a tu hermana. Ella no tiene nada que ver con mis errores. Ella es fanática de los Bakugan y ha seguido las batallas del Interespacio. Cuando le conté que tu eras mi hijo, estaba muy deseosa de conocerte. Si no quieres hacerlo por mi, entonces hazlo por ella. Cumplió 13 hace dos semanas-.
Eso era trampa.
Masato se alejo lentamente de su hijo. Las heridas que él tenía no sanarían con unas palabras y aceptaba la culpa de ellas. El accidente que sufrió su hija le hizo ver esos errores que había cometido, dejando a Shun sin nada. Ahora trataría de hacer mejor las cosas.
Shun veía a su padre irse... él no sabía que hacer. Tenía una tormenta de emociones que no sabía como explicar. Era la primera vez que estaba tan confundido y atormentado al mismo tiempo... aunque una pregunta salió de sus labios.
-¿...Cómo se llama?-.
Masato se detuvo, un poco sorprendido de que Shun haya dicho algo, pero se giro y respondió. -Nunally, Nunally Kazami. Estamos en el hotel Mar Estrellado, en el centro de la ciudad. Tu decides si quieres venir-.
Con eso dicho, Masato se fue, ya había hecho la razón por la que vino, ahora todo dependía de Shun.
-¿Shun?- Llamo Taylean con preocupación; pero no recibió respuesta.
Pero el pelinegro no respondió, no hizo ningún movimiento mientras otra corriente de viento sacudía las hojas del árbol y sus cabellos... por primera vez en su vida, Shun no sabía que hacer.
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(Al día siguiente)
Goodwin, vistiendo las ropas de encapuchado y teniendo al dragón carmesí detrás suyo, veía a dos figuras que estaban arrodilladas delante suyo. Las figuras eran como hologramas, por lo que las personas no estaban físicamente en el lugar.
-"¿Nos llamo, señor Goodwin?"- Pregunto una de las figuras, su voz era femenina.
-Si. Tengo una misión para cada uno- dirigió su mirada a la segunda figura. -Como ya sabrán, Camilo Navas se fue del Interespacio. Ahora esta en Nueva Vestroia, el lugar de origen de todos los Bakugan-.
-"¿En Nueva Vestroia?"- Exclamo sorprendido la segunda figura, que por su voz era masculina. -"Jamás se me hubiera ocurrido ese lugar..."-
Goodwin extendió la mano derecha y apareció flotando un brazalete que brillaba de energía. El brazalete descendió hasta llegar a las manos de la figura masculina, que al hacer contacto, se desvaneció en polvo y reapareció en la muñeca derecha del individuo. Al aparecer en su muñeca, se había teletransportado directamente a él.
El brazalete era de color negro con líneas doradas cerca de los bordes y en la parte frontal tenía un escudo con una gema roja en el centro, y a los lados del escudo, tenía dos pedazos de oro pegados.
Uno de los capullos que estaban alrededor del espacio oscuro bombeo, hasta romperse, dejando ver a un Bakugan Darkus de tipo dragón, parecido a un Dragonoid en su primera forma.
-Te obsequió este nuevo Bakugan Caos, y un Mechtogan- declaro Goodwin. -Con el brazalete, te dará el poder de invocar y controlar a un Mechtogan, pero ten cuidado, ya que eso ejerce una presión para tu cuerpo-.
-"Entendido"- el chico veía con cuidado el brazalete. Parecía simple, pero sentía un gran poder del objeto.
-Te los doy para que puedas cumplir tus misione sin ser reconocido. Ahora ve a Nueva Vestroia. Busca a Camilo y a Leonidas, y tráelos ante nuestro señor. ¿Entendiste, Anubias?-.
Al escuchar esa orden, Anubias sonrió. Esta era su oportunidad para vengarse.
-"Será un honor, mi señor"- el holograma de Anubias desapareció, al mismo tiempo que el Bakugan Caos se iba.
-No me falles, Anubias-.
-"¿Y que desea que yo haga, mi señor Goodwin?"- Pregunto la figura femenina, deseando ser de ayuda.
-En unas horas, nacerá un nuevo Bakugan Caos. Espera hasta mi llamado- respondió Goodwin.
-"¿Y cuando haya nacido?"-.
-Vas a verificar si Dan Kuso y Drago, realmente tienen la Puerta y la Llave. Y si puedes, quítaselas-.
-"Cómo usted ordene"- el holograma de la mujer se desvaneció.
-Ya vendrá tu turno. No seas impaciente, Sellon-.
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En el Interespacio, Anubias y Sellon abrieron los ojos al terminar de hablar con su señor Goodwin. Podían crear una proyección de ellos mismos para poder comunicarse de lejos con Goodwin. Era una habilidad que él les dio para no usar medios de comunicación.
Anubias se puso de pie. Vio el brazalete en su muñeca y en esa mano, la esfera del nuevo Bakugan Caos. Noto que Sellon también miraba al Bakugan. Aunque seguía con su expresión de calma fría, podía notar la envidia en sus ojos.
-Parece que alguien fue dejada en la banca esta vez-.
-No te creas superior a mi, solo por haber recibido un Mechtogan del señor Goodwin, Anubias- replico Sellon molesta.
-¿Celosa?- Sellon afilo su mirada hacía él, como si intentara cortarle la cabeza con los ojos. Anubias lanzo su nuevo Bakugan hacía arriba y lo atrapo en el aire.
-Solo ve a hacer tu trabajo, que yo haré el mío cuando me toque-.
Anubias quería seguir burlándose de Sellon, pero tenía razón. No podía perder el tiempo con ella.
-Voy por ti, Navas, y de tu mascota, Leonidas- chasqueo los dedos, creando un portal interdimensional delante suyo.
Salto al interior del portal, y adentro, se permitió quitarse su disfraz humano y mostrar su verdadera apariencia: la apariencia de un Gundaliano.
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(En Nueva Vestroia)
Leonidas seguía en la zona montañosa, pero a una distancia algo lejos de donde había dejado a Camilo. Estaba entrenando golpeando rocas con las manos/garras de una manera salvaje que hacía recordar a las primeras batallas que tuvo cuando llegó a la Tierra.
Destrozo una roca de la mitad de su propio tamaño con sus garras. A su alrededor, habían varios escombros de rocas y piedras tiradas. Había estado haciendo lo mismo por dos horas seguidas y sin descanso.
Aun con el entrenamiento, no podía quitarse la conversación con Camilo. Se sentía culpable por haberlo dejado; pero no sabía que más hacer, el no poder controlar sus poderes ya lo estaba desesperando.
-Lo lamento Camilo, pero es lo mejor- es lo que Leonidas intentaba creerse. -¡Explosión Salvadora!-.
Leonidas lanzo tres bolas de electricidad que creo en su mano contra una construcción de roca, haciéndola pedazos. Pero no se detuvo ahí.
-¡Trueno Estelar!- Disparo un trueno blanco contra un pilar de piedra. -¡Tornado Lunar!- Desplego sus alas y concentro viento alrededor de ellas, batiéndolas para mandar a volar los escombros que dejo en todo el campo. -¡Resplandor Cósmico!-.
Se elevo al aire y comenzó a concentrar energía para su más poderoso ataque... pero una vez más, una visión del Dragón de fuego carmesí invadió su mente, obligando a que se detuviera y aterrizara al suelo, hincándose del cansancio.
-¡Mierda!- Estrello su puño contra el suelo, quebrajándolo. -¡¿Por que le tengo miedo a ese ser?! ¡Yo no debería temerle a nada! ¡Por que me falta concentración, pierdo el control! ¡SOY PÁTETICO!- Estrello su puño con más fuerza en el suelo, quebrajando más la zona en donde golpeo.
Pero de repente el suelo tembló un poco, extrañado, se puso de pie, y vio surgir a la última persona que quería ver en estos momentos.
-¡Hola~!- Saludo Tricloid. En sus manos traía una bola de fango.
-Lo que me faltaba...- el día no podía empeorar para Leonidas, y recién estaba comenzando. -¿Qué haces aquí? No tengo tiempo para perderlo contigo-.
-Te traje esta bola de fango como señal de amistad, ya que ahora somo amigos- Tricloid dejo la bola de fango delante de Leonidas, quien hacía todo lo posible para no soltar alguna mala palabra que había aprendido en la Tierra por interrumpirlo.
-Gracias, muy bonita, pero realmente necesito que te vayas, necesito entrenar- Leonidas le dio la espalda a Tricloid para irse a otra zona a entrenar, ya que esta la dejo destruida.
Los tres ojos de Tricloid parpadearon viendo a Leonidas... ella podrá no ser muy lista, pero si tenía otras cualidades.
-¿Estas bien, nuevo amigo? Te ves triste-.
Leonidas detuvo su andar y se giro hacía Tricloid... lo que ella dijo lo sorprendió. ¿Tan mal se veía?
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(Con Camilo)
Leonidas no era el único entrenando. Cuando salió el sol, Camilo empezó a hacer ejercicios para entrenarse físicamente, ya que un peleador debe estar en tan buena forma para resistir los intensos combates Bakugan. Eso lo había aprendido durante la Guerra Imperial.
Hizo ejercicios básicos como abdominales, sentadillas, flexiones. Las había estado haciendo esos ejercicios por dos horas. Recién ahora se daba un pequeño descanso para intentar desayunar algo de la comida instantánea que trajo.
Camilo se acerco a la mochila que trajo consigo y que iba llena a más no poder, ya que tenía algunos cambios de ropa, toallas, una cama que se usan para acampar, una linterna y comida instantánea y algunas barras energéticas, más una botella con bebida energética.
Se sentó a un lado de la mochila y saco la botella de bebida energética y una toalla para secarse el sudor mientras bebía. Si que fue buena idea comenzar a ejercitarse hace unos meses con Claire, de lo contrario, ahora estaría tan cansado que no podría ni levantarse.
Al pensar en Claire, su animo descendió... ¿cómo estará? No quiere imaginarse por lo que debe sentirse cuando se marcho sin avisar. Y si era honesto, la extraña, a ella y a Ginebra. Haber estado juntos todo un año los hizo cercanos.
-¡Por Dios! ¡Esto no puede complicarse más!- Grito Camilo, alzando la cabeza hacía el cielo.
Pero cuando alguien dice eso, siempre pasa lo contrario.
Camilo vio que un punto caía del cielo. Entrecerró la mirada a ese punto por lo raro que era, para abrirlos con horror al ver que no era un punto, ¡sino un Bakugan lo que caía! ¡Y caería justo encima de él!
Rápidamente tomo su mochila y se puso de pie, corrió lo más lejos para no ser aplastado. Cuando el Bakugan aterrizo, el suelo tembló y Camilo salto por la onda, haciendo que cayera en una posición incomoda.
-¿Humano, donde estas?- Rabeeder llamaba a Camilo. Bajo la mirada y lo encontró. -Oh, ahí estas-.
Camilo levanto la cabeza, molesto, se giro hacía Rabeeder. -¡Oye, casi me aplastas cuando llegaste! ¡¿Qué fue eso?!-.
-¿En serio? Yo suelo llegar así siempre a un lugar. Los humanos son muy pequeños- dijo Rabeeder sin importarle el comentario de Camilo.
El pelinegro suspiro resignado. -¿Qué haces aquí?-.
-Busco a Tricloid, dijo que estaba haciendo una bola de fango para Leonidas y se fue- explico la vieja aliada de Naga. Miro a los alrededores, notando que solo estaba Camilo. -Oye, ¿y tu compañero?-.
Camilo volvió a suspirar, esta vez con algo de tristeza. -Están pasando muchas cosas, Rabeeder y... no estamos en nuestro mejor momento, ninguno de los dos-.
-Lo note. Ayer se contuvo mucho- señalo Rabeeder, cruzando sus brazos de carne.
Al mencionar el combate de ayer, ella recordó un detalle que le llamo mucho la atención.
-Oye, ¿cómo Leonidas iba a usar un poder Pyrus en nuestro combate? ¿También es un Bakugan de dos atributos?-.
Camilo miro a Rabeeder, que estaba expectante a la respuesta. Por lo que sabe, los aliados de Naga fueron Bakugan de dos atributos que se crearon con el poder del Orbe Silente y debito también a que las seis dimensiones de atributos se estaban fusionando en ese entonces. Así que para ella, debe ser interesante ver a un Bakugan que puede usar un ataque de más de un atributo.
No le importaba decirle, no es que fuera un gran secreto.
-La primera vez que Leonidas evoluciono, recibió la energía de Drago y los demás. Al parecer, esa energía quedo grabada en él, haciendo que desarrollara un ataque de cada atributo que absorbió al evolucionar en aquel momento. No pudimos explorar eso la primera vez, y cuando volvió, paso poco tiempo antes de que evolucionara de nuevo, y usaba el poder que recibió de esa nueva evolución, en vez de usar su poder dormido. Cuando evoluciono por si solo a la forma que es ahora, tenía acceso a usar esos poderes de atributo que absorbió, en una carta poder por cada atributo, excluyendo a su atributo natural, Haos, obviamente-.
-¿Puede absorber la energía de otros Bakugan y hacerla parte de su fuerza? Nunca había escuchado algo como eso- exclamo Rabeeder impresionada.
-Leonidas no nació como el resto de Bakugan. Nació a partir de energías de Bakugan muertos, así que puede absorber energía de otros Bakugan, al ser él, el resultado de energías de muchos otros Bakugan. Es una habilidad que solo él tiene-.
No fue tan fácil llegar a esa respuesta. Cuando estaban entrenando en el Interespacio, es que él y Marucho se dieron cuenta de ese detalle y analizaron las habilidades de Leonidas. Fue un hallazgo realmente sorprendente, y aunque esa habilidad lo hacía especial, no era muy útil en batallas, ya que aunque absorbía la energía de Bakugan, estos tenías que dársela.
No sabía si Vladitor, al ser también un Bakugan que nace en la Dimensión de la Perdición, tiene la misma habilidad; pero parece que no, ya que él también se sorprendió como el resto cuando se descubrió esto.
-Es increíble, si puede usar ataques de todos los demás atributos, eso lo convierte en alguien realmente poderoso-.
-No puede usar todos los atributos- Camilo corrigió a Rabeeder. -Solo puede usar un poder de Pyrus, Aquos, Ventus, Subterra y sus poderes normales de Haos. Pero no puede usar un poder Darkus, ya que ningún Bakugan Darkus le dio su energía al evolucionar-.
-Igual lo hace genial. ¡Y eso me molesta más!- Camilo la miro confundido. -Si es tan poderoso, no tuvo porque contenerse y dejarme ganar. No soy tonta, se que no ataco a propósito-.
-Tu no entiendes-.
-Vamos, ¿que hay que entender? ¿Acaso le teme usar sus poderes? Eso es absurdo, ningún Bakugan le teme a pelear, ¡y me trato como si fuera una niña! Eso no es nada genial- Rabeeder sabía como se comportaba, no era tonta. Pero una cosa era comportarse normalmente, y otra era el como comportarse durante una batalla.
-¡No es tan fácil!- Exclamo Camilo. ¿Quién se creía esta Bakugan para decir eso?
-Puede que no tenga muchos combates, pero hasta yo se que los Bakugan deben pelear con todo, sin importar el resultado. No soy tan debilucha, no fui aliada de Naga por mi cara bonita. Esperaba más de alguien que lucho junto a Drago y los demás-.
Cada palabra que decía Rabeeder hacía que Camilo apretara más y más sus manos... no le importaba si lo insultaban a él, pero odiaba que alguien insultara a sus amigos, sobre todo a Leonidas.
-¡YA CÁLLATE!- Rabeeder se vio sorprendida de que le gritaran de esa forma. -¡Tu no sabes nada! ¡No eres nadie para decir eso de Leonidas! ¡Él es mejor Bakugan que tu en todos los aspectos, ya que él se preocupa por otros en vez si mismo! ¡Por eso teme usar su poder, ya que sabe que podría lastimar a otros! ¡Él sabe bien eso! ¡No es como tu, que solo te la pasas quejando como una chiquilla malcriada!-.
-¡¿Qué dijiste?!- Rabeeder no toleraba que nadie le hablara así, y en ese tono.
-¡Tú no entiendes a Leonidas! Nadie lo entiende...- su mirada se ensombreció por sus mechones de cabello al decir lo último, recordando como varios de sus amigos, e inclusive personas como H y Abbott decían que debía descansar en vez de mejorar. -Leo hace lo mejor que puede...-.
De repente, el viento del lugar empezó a moverse a un ritmo más rápido de lo normal. Rabeeder miro el entorno con confusión. No era un Bakugan Ventus, pero sabía que no era normal que corriera tanto viento.
-Que extraño-.
Y Camilo también noto el viento, pero a diferencia de Rabeeder, él tenía una mejor suposición.
-¿Un portal interdimensional? ¿Alguien llegó a Nueva Vestroia?- ¿Acaso Drago y Dan vinieron por ellos?
No lo sabe aun, pero tiene un mal presentimiento.
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Leonidas y Tricloid habían tenido una conversación algo parecida a la que tuvieron Camilo y Rabeeder antes de discutir. En este caso, la conversación de ellos dos fue más pacifica, hasta que fueron interrumpidos con la aparición de un portal interdimensional que se manifestó arriba de un pilar de roca que los superaba en altura, y vieron una figura arriba del pilar.
-Así que esto es Nueva Vestroia, ¿eh? Esto parece el hábitat perfecto para los perdedores- declaro Anubias.
Su apariencia como Gundaliano era la de cualquier otro. Sus ropas eran más parecidas a una armadura y sus hombros tenían un circulo verde. Tenía tres pequeños cuernos: uno en la barbilla, y dos a cada lado.
-¿Un Gundaliano?- Exclamo Leonidas con sorpresa en su voz. -¡¿Quién eres tu?!-.
-Puedes pensar que soy un mensajero- respondió Anubias.
-¿Qué?-.
-No veo a Camilo por ninguna parte. No importa, me divertiré con Leonidas mientras tanto- pensó Anubias. -¡Evitémonos las presentaciones! Después habrá tiempo para eso. ¡Ahora, a pelear!-.
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N/A: Hasta aquí el capitulo. Si que estuvo llena de emociones.
Primero, Shun y su padre, que será una relación bastante complicada para nuestro ninja, y además tendrá sus cosas ocultas. Para los de no tan buen ojo, hice referencia a Guardianes de la Galaxia 2 en la discusión que tuvieron. Fue un buena oportunidad.
También esta Leonidas y sus problemas. Luego de tanto desastre y perder el control varias veces, era normal que comenzara a desesperarse al no ver ningún avance, eso le pasa a cualquiera.
Ya el siguiente capitulo Anubias tendrá un combate contra nuestros protagonistas, y después de eso, Dan y Drago tendrán sus propios problemas con los que lidiar.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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