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Capitulo 14: Reencuentro en Nueva Vestroia

https://youtu.be/SbQ8vi2bK6A

(Con la música sonando se vio el pie de Camilo ajustar su zapatilla golpeando la punta en el suelo y se le vio levantar el rostro con una mirada decidida, para posterior mostrar la imagen de cada miembro de los peleadores y sus compañeros Bakugan en círculos con sus respectivos colores de atributo, hasta que un destello mostro el titulo del fic)

¡Hey! Yo quisiera brillar como lo hace el sol ardiente.

(Dan y Drago caminan hasta un barranco, viendo salir el sol).

(¡Adelante sigue avanzando!)

(En secuencia rápida, se ve a Shun saltando en ramas con movimientos ninjas, Marucho en la computadora del Interespacio y Snow en entrenamiento, corriendo seguido de un H en bicicleta).

¡Ve! Y con la frente en alto ¡siempre debes estar listo!

(Serena termina de escribir unos papeles y suspira aliviada, para luego ver como como el Sabio Alfredo dejo una pila más de papeles y ella suspira rendida, mientras Elright la ve a su lado con una sonrisa nerviosa)

(¡Nadie me detendrá! ¡Seré más fuerte!)

(Serah ayudando a Julie con unas cosas y Page y Rafe ordenándole a sus compañeros Bakugan atacar).

Aquellos sentimientos que nos unen sincronizaran, porque nuestros lazos irrompibles se harán.

(Camilo estaba sentado arriba de un estanque con una rodilla levantada y la otra pierna estirada y Leonidas en su forma esfera estaba frente a él. En el fondo en donde estaban, por un lado se vio a Dan y Drago lanzar una llamarada para desvanecer la imagen y mostrar en el otro lado a Marduk y Vladitor lanzar un rayo de energía).

¡Fuertes hay que ser! ¡Debemos continuar! ¡Juntos los dos!

(Leonidas se dio la vuelta y Camilo se levanto para intentar tomarlo, pero cuando iba a hacerlo, Leonidas se desvaneció en el polvo. Camilo apretó sus manos y una lagrima se deslizo por su mejilla hasta caer al estanque, donde se emitieron ondas y se pudo ver en el reflejo a Camilo y Leonidas volverse uno en energía y mostrar a Zangetsu).

¡Vamos ya! Esta batalla ardiente se volvió ¡Vamos ya! Pues rendirse no es una opción.

(Leonidas atacaba con sus garras a Iron Dragonoid, quien lo intentaba atacar con sus rayos que eran evadidos, hasta que Leonidas cargo un relámpago en su boca y lo lanzo contra su enemigo).

¡Vamos ya! Y siempre invertir el resultado aunque este contra ti.

(Anubias, en su forma Gundaliana, ordeno a su Bakugan, aunque este igualmente fue golpeado por el ataque de Leonidas. Mientras Camilo activaba otro poder, se vio en un espacio oscuro a Leonidas avanzar en sus distintas etapas evolutivas; desde la primera forma, luego Omega, Lumino y al saltar, se vio su actual forma de Blazar, crear una espada de luz y chocar con el cuerno de Iron Dragonoid, creando una explosión de humo).

¡Vamos ya! Mi sueño nunca voy a abandonar.

(Unas manos fueron tras Dan y Drago, y ambos tenían un extraño circulo en el dorso de su mano y encima de su pecho respectivamente; pero Drago quemo esas manos con sus llamas).

¡Vamos ya! Con firmeza lo podré alcanzar.

(Se ve en lo más alto de una roca a Goodwin, peldaños más abajo de él están Anubias y Sellon, más abajo de ellos sus compañeros Bakugan y delante de todos ellos aterrizaron cuatro Mechtogans, todos delante de Dan y Drago).

¡Vamos ya! Tu mano extenderás para así tu meta al fin lograr alcanzar.

(Una mano se poso en el hombro de Dan y al ver, se trataba de Mira que le sonreía, él también sonrió y junto a Drago canalizaron energía y crearon un portal en el cielo donde aparecieron Zenthon y Titan Zenthon detrás de ellos).

¡Ve! Sigue luchando (con energía y pasión).

(En medio de un campo de flores, se vio al encapuchado de blanco que observaba todo lo que hacían los peleadores con una sonrisa misteriosa).

¡Si! Debemos ir para alcanzar los sueños que hay en nuestro corazón.

(Camilo atrapo una carta poder que cayo del cielo y tomando sus cosas, camino hacía en dirección a una parte de Nueva Vestroia. La música termina mostrando una imagen de Camilo caminando, Dan de lado sonriendo desafiante y detrás de él, a una Claire decaída).
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Leonidas y Camilo estaban de pie en una colina de pasto, viendo desde lo alto el paisaje de Nueva Vestroia. Tenían que admitir que la vista era preciosa, y era mejor teniendo en cuenta que era la primera vez para los dos que estaban en el planeta.

-La vista aquí es espectacular- admitió Camilo.

-Ahora entiendo porque Drago y los demás se esforzaron tanto para salvar este lugar, si es hermoso- dijo Leonidas.

-¿Cómo se siente estar en Nueva Vestroia?-.

-...Como si estuviera en un lugar desconocido, pero a la vez mágico. Como individuo, es la primera vez que estoy en este lugar, así que no lo conozco... pero algo dentro de mi se siente feliz de estar aquí de pie. Tal vez sean las almas de los Bakugan que murieron en la Dimensión de la Perdición que me crearon al estar de vuelta en casa-.

-Pues eso quiere decir que iniciamos con el pie derecho. Eso es una buena señal- sonrió.

Leonidas asintió. -Entonces no perdamos más tiempo y comencemos-.

El Bakugan Haos tomo vuelo y empezó a dirigirse hacía las montañas. Marduk y Vladitor les dieron buenas indicaciones de como llegar a las montañas en donde vivía antes el Bakugan Darkus. Tampoco era tan difícil perderse, ya que vivía en una zona rocosa, en la montaña más alta de todas, y que para su suerte, no quedaba muy lejos.

Mientras volaban, Camilo observo fascinado a los Bakugan que vivían libremente en el planeta, todo gracias a Dan y los peleadores. Habían más Bakugan que él no conocía. Era como estar en una de esas películas de Dinosaurios por el paisaje tan silvestre y sin ciudades... y que además, muchos de los Bakugan que Camilo no conoce, tienen semejanzas a dinosaurios.

Debió haber traído una cámara. Todo lo que veía era digno de un retrato. Pero no vinieron de turismo o admirar el paisaje. Vinieron a entrenar, y eso es en lo que se tiene que enfocar.
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(Con Snow)

En la Tierra, Snow estaba sentado en la banca de un parque. No tenía ganas de tener combates Bakugan hoy, necesitaba hablar con alguien.

-...Y eso es todo lo que pasa- termino Snow su resumen de lo que paso con respecto a Camilo. -¡No puedo creer que no haya confiado en mi para ayudarlo!-.

-"No es que no confiara en ti, Snow. Tal vez cree que sea algo que solo él y Leonidas pueden hacer"-.

Con quien hablaba Snow era Serah. Usaba el comunicador que ella le dio hace un año. Con eso se habían podido mantener en contacto todo este tiempo.

El rubio necesitaba que alguien lo escuchara para desquitar un poco la frustración que sentía, y por primer instinto llamo a Serah, ya que ella siempre lo escuchaba y le decía lo necesario.

-¿Hacerlo solo? No pudo, demonios, se salió de control la primera vez porque no podía hacerlo solo, por eso lo estábamos ayudando-.

-"¿Estas molesto porque Camilo se fuera? ¿O molesto porque no puedes ayudarlo?"- Pregunto Serah.

Snow no dijo nada, no sabía que decir para responder esa pregunta; pero la verdad es que era un poco de ambos, aunque un poco más del segundo. Serah pudo ver eso, ya que entendía lo que sentía Snow.

-"Te entiendo, Snow. Cuando mi hermana estaba viva, yo siempre intente no ser una carga para ella y la ayudaba en todo lo que podía, aunque a veces eso no le agradara. Así que se lo que pasas... pero creo que la decisión de Camilo fue la correcta"-.

-No tu también...- primero Shun y ahora Serah. ¿En que veían correcto que un amigo los abandonara?

-"Por lo que me has dicho, los poderes de Leonidas están muy inestable, ¿qué pasaría si se vuelve a perder el control, y esta vez lastima a alguien? O peor. Ellos no quieren eso y por eso debieron irse, para no poner a nadie en peligro"-.

-Es lo que le intento decir a este idiota, pero no hace caso- acuso Onix, ubicado arriba del cabello de Snow.

-Tu cállate- dijo Snow, con un dedo, saco a Onix de arriba suyo, haciendo que cayera al pasto.

-¡Oye!- Grito Onix. ¿Así lo trata como compañero? Malagradecido.

Miau

El Bakugan Subterra se giro, viendo a un gato de pelaje negro y manchas blancas que lo estaba mirando fijamente y de muy cerca.

-¿Tu que me ves?- El gato le dio un empuje con su pata, haciendo que rodara. -¡No hagas eso!-.

Pero al gato le pareció divertido eso, así que se acerco más a Onix y empezó a hacerlo rodar con una pata hacía otra y viceversa, como pin pon.

-¡Ayuda, Snow! ¡Esta bestia me quiere comer!- Grito en auxilio Onix.

Pero Snow solo se limpio la oreja con su pulgar, ignorándolo. Que Onix jugara con el gato para que así se cansara.

Serah también escuchaba los gritos y le parecía divertido ver que Onix pedía ayuda para escapar de un gato, era cómico de ver.

-"Es agradable ver que Onix ya no es tan duro como antes. Ha cambiado contigo"- señalo feliz.

-Pues yo aun lo noto como el mismo Bakugan gruñón de siempre- menciono Snow. -Aunque si es un buen compañero- agrego.

-"Eso demuestra el buen equipo que son los dos"- comento Lirian, llegando. -"Antes, no hubiera imaginado que si quiera jugara con un gato"-.

-¡Yo no juego con el gato, el gato me tortura!- Grito Onix. Si lo seguían rodando así, terminaría mareándose.

-"Volviendo al tema..."- Serah recupero el hilo de la conversación. -"Debes entender que Camilo y Leonidas no quieren exponer a nadie, esto es algo que ellos deben resolver por su cuenta"-.

Snow suspiro rendido. -Pero soy su amigo...-.

-"Si puedo preguntar, ¿por que tanta insistencia en ayudarlo?"- Pregunto Lirian de repente. Serah se intereso en esa pregunta. -"Entiendo que los amigos se ayudan entre si, pero tampoco se pueden entrometerse tanto, a menos que sea la persona que se lo pida. Camilo pidió su ayuda en un inicio; pero al irse, quiere decir que ahora lo quiere hacer solo. ¿No sería más sensato respetar su decisión y esperar a que regrese?"-.

Snow volvió a suspira. Lirian tenía razón y haría lo que dice con cualquier otro; pero con Camilo es diferente, ya que él lo ayudo como nadie más lo hizo.

-Es solo que le debo tanto... que me molesta no poder ayudarlo cuando esta en problemas-.

-"¿A que te refieres con "le debes tanto", Snow?"- Pregunto Serah confundida.

-Antes de conocernos... como dos años antes de ir a Neathia, era conocido como en la Tierra les llamamos "Delincuente juvenil". Un chico que se mete en problemas muy seguido y que de seguir así, no tendrá futuro. Yo era así, ya que si antes era problemático al punto que ninguna familia me quiso adoptar, también fue muy frustrante para mi, y fue cuando comencé a meterme en problemas. Supongo que era la pubertad-.

Serah y Lirian escuchaban atentas lo que decía Snow. Su silencio era señal para que este continuara su relato.

-En una pelea con una pandilla en donde termine apaleado, conocí a Camilo. Al inicio lo ignore; pero me lo volvía a ver varias veces, parece que iba a una escuela cerca del lugar. Era bastante molesto- sonrió recordando esos tiempos. Él si que era pesado en ese entonces. -Un día, volví a pelearme con la misma pandilla; pero esta vez fue porque ellos tomaron algo muy importante para mi. Cuando ya me estaban dando una paliza, Camilo llegó de la nada y los empezó a golpear y me ayudo a levantarme. No pensé mucho en ese entonces y solo peleamos contra ellos. Eran más que nosotros, así que terminamos perdiendo obviamente, pero les dimo tal paliza a muchos de ellos que se fueron dejándonos tirado. Cuando le pregunte porque me ayudo, me devolvió lo que ellos me quitaron-.

Serah vio que Snow sacaba algo de su cuello y se lo enseñaba a la pantalla del comunicador. Era una cruz católica hecho de oro y con una gema roja incrustada en medio de la cruz.

-Según la gente del orfanato, esto era lo único que estaba conmigo cuando fui dejado, más una nota con mi nombre, así que lo guardo con cuidado- dijo Snow, volviendo a colocarse la cruz. No era católico, pero era lo único que tenia de sus padres. -Dijo que era importante para mi, así que por eso me ayudo. No entendía porque ayudarme con algo que no era de su tema. Él dijo: "Me recuerdas a un amigo que tenía, y por eso pude ver que no eras una mala persona y quise ayudarte". Eso fue lo que dijo, fielmente-.

Ahora que lo pensaba, tal vez Camilo se refería a Leonidas. Ya que en ese tiempo, Leonidas se creía muerto y ahora que lo conoce, su actitud de ese entonces si se parece un poco a la de Leonidas.

-Tal vez porque fue la primera persona que me ayudaba, sin contar a los del orfanato, pero después de ese día empecé a hablar con Camilo. Así nos volvimos amigos y me conto todo lo que paso con los Bakugan- Snow termino su relato. -Camilo me ayudo a cambiar, gracias a él tengo amigos, un compañero Bakugan, estudios. Hasta me ofrecieron trabajo en donde puedo ayudar a mis amigos y ganar mucho dinero de paso-.

-"Camilo te dio la oportunidad de un mejor futuro"- determino Serah. Ahora tenía más sentido la frustración de Snow por no poder ayuda. Camilo le brindo una mano cuando nadie más lo hizo y esa acción cambio por completo a Snow, dándole una mejor oportunidad de vida.

-Si... de no ser por él, no se como hubiera terminado- Snow alzo la mirada al cielo. -Y por eso lo considero mi mejor amigo, porque fue él único que me considero como una persona, gracias a él pude ver y saber muchas cosas- volvió la mirada al comunicador. -Aunque lo mejor de eso, fue que pude conocerte-.

-"Adulador"- Serah no pudo esconder lo feliz que le hizo ese comentario.

-Hago lo que puedo-.

-¡AYUDAAAA!- Snow, ya un poco molesto de los gritos de Onix, se volteo para verlo. -¡Este gato me quiere secuestrar!- Y no era broma, el gato lo estaba agarrando con la boca.

-Te tengo que dejar, un gato se quiere robar a mi compañero- Snow no quería despedirse de Serah tan pronto; pero tenía que salvar a su amigo del feroz animal.

-"Cuídense, nos estaremos viendo pronto"- más pronto de lo que Snow pensaba.

Sin tomar mucha atención a las últimas palabras, termino la llamada y se acerco al gato.

-Ven, lindo gatito- apenas dio un paso hacía el felino, este empezó a correr en dirección contraria. -¡Espera!- Y empezó a perseguir al gato.
...................................

-Ya veo en donde hablaba- Leonidas ya estaba volando cerca de la zona montañosa que les hablo Vladitor. Según él, tenían que ir cerca de la montaña más grande de todas y bajar, allí estaría la cueva que había usado como hogar el tiempo que estuvo en Nueva Vestroia. -¿Estas bien?-.

-Si... el aire es un poco más pesado aquí, así que cuesta respirar, pero es normal- dijo Camilo.

-Si es demasiado para ti, podemos buscar otro lugar- dijo Leonidas.

-¡No! No queremos llamar la atención y necesitamos un lugar vacío para entrenar sin preocupaciones y este es el mejor que tenemos. No pasa nada, esto también me servirá para entrenar, no puedo dejar que solo tu te hagas más fuerte-.

-Presumido- dijo Leonidas con una sonrisa. -Haber si puedes resistir mi paso- aumento más la velocidad de vuelo.

En pocos minutos llegaron a la zona indicada. La montaña si que era grande, estaban volando a un nivel muy arriba del suelo y apenas podían ver la punta de la montaña. Era normal pensar que si los Bakugan eran seres de gigantesco tamaño, su ecosistema sea igual.

-¿Seguro que nadie vive por acá?- Pregunto Leonidas para cerciorarse.

-Vladitor dijo que no recibía visitas en este lugar, además que por las montañas nadie se acercaba, así que estaremos solos- una capa de humo se vio levantarse desde el suelo. -Aunque puedo equivocarme-.

En el suelo, dos Bakugan, femeninos al parecer, estaban tirando lo que parecían ser bolas de barro del tamaño de un Bakugan contra las rocas, derribándolas y hasta que las bolas se deshacían.

-¡Si! Yo tire más que tu esta vez- festejo una de las Bakugan. Su apariencia era una robusta, de tamaño pequeño. Tenía tres ojos, dos a la altura de la cintura y uno delante de su rostro. Tenía cristales morados en sus hombros y gemas verdes en sus grandes brazos, piernas cortas y no parecía tener boca.

Por sus colores café y naranja, a simple vista era obvio que era un Bakugan Subterra. La Bakugan a su lado gruño.

-¡Eso no es justo! Usaste tus poderes para hacer más resistente la bola de barro. ¡Yo te vi!-.

-¡Eso no es cierto!-.

-¡Si lo es!-.

La otra Bakugan, por sus colores, parecía ser un Haos. Tenía un cuerpo que era parecido al de un humano, cabello azul oscuro y ojos azules con una tiara encima de la cabeza. Ese cuerpo estaba arriba de una gran armadura o traje que la hacía levitar, además que el traje tenía dos grandes brazos. Si eso era parte de su cuerpo o un agregado, no se podía saber a simple vista.

-¿Quienes son ellas? Nunca las había visto- pregunto Leonidas.

-Con los nuevos tipos de Bakugan que parecen haber en Nueva Vestroia, no me sorprendería que la mitad del planeta tenga Bakugan que nunca hayamos visto- dijo Camilo. -Vámonos, podemos entrenar en un área cerca de aquí-.

-Tienes razón- Leonidas se giro para volar a otra parte, pero...

-¡Oye! ¿A donde vas?- Una de las dos Bakugan, la que parecía ser de atributo Subterra, lo alcanzo a ver y lo llamo.

-Tch. Nos vieron- Leonidas no quería atención indeseada.

-¡Vaya!- La otra Bakugan también le hablo a Leonidas. -¡Oye! ¿Quién eres? Nunca te habíamos visto por aquí antes-.

-Se puede decir que estoy de paso- respondió Leonidas.

-¿Por que nos estabas espiando? No sabes que es de mala educación espiar a dos chicas, pervertido-.

Leonidas suspiro y descendió hasta estar frente de ellas. Coloco sus alas para que reposaran en su espalda.

-¿Acaso quieres jugar con nosotras?- Pregunto la Subterra. -¡Genial! No habíamos tenido a otro amigo de juegos desde que Vla-chan se fue-.

-¿Vla-chan? ¿Hablas de Vladitor?- Pregunto Leonidas, no creyendo que alguien le había puesto un apodo como ese a Vladitor.

-¡Si! ¿También lo conoces? ¡Eso quiere decir que eres nuestro amigo!- La Bakugan dio saltitos de felicidad.

-A esta tipa le falta un tornillo- dijo Camilo. El actuar de esa Bakugan era muy infantil, demasiado.

-¿Hm?- La Bakugan Haos noto a Camilo en el hombro de Leonidas. -¡Vaya, un humano! No había visto a uno desde hace mucho tiempo- se acerco a Leonidas para ver más de cerca a Camilo. -Y no esta tan mal-.

-¿Un humano? ¿En serio? ¡Quiero ver!- Pidió la otra Bakugan.

-Aléjense- Leonidas dio dos pasos atrás. -¿Y quienes son ustedes, para empezar? Hasta donde sabíamos, nadie vivía en esta zona-.

-No vivimos aquí, exactamente. Solo vinimos aquí a jugar muy seguido, ya que es aquí donde podemos divertirnos sin que nadie nos interrumpa. Y con respecto a quienes somos, yo soy Rabeeder y ella es Tricloid-.

-¡Hola!-.

-¡Y juntas somos...!- Rabeeder tomo con la mano derecha de su traje la mano izquierda de Tricloid.

Camilo y Leonidas estaban viendo que ellas empezaron a... ¿girar y posar?

-¡Las más hermosas!-.

-¡Las mas grandiosas!-.

-¡Hermanas del mundo! ¡Tara~!- Terminaron juntas.

Camilo y Leonidas se quedaron en silencio al ver eso... estas dos deben tener algo mal, o son muy raras al punto de lo anormal. Hasta el viento del planeta los apoyo, mostrando que no sabían como reaccionar.

Aunque Rabeeder y Tricloid... eran nombres que a Camilo le sonaban, pero no sabía de donde los escucho.

-Si... bonita presentación y todo, pero debemos irnos- dijo Leonidas.

-Te apoyo amigo- dijo Camilo.

Leonidas se dio la vuelta y dio un par de pasos para irse.

-¡Oye, no puedes irte! ¡No luego de que nos espiaras! ¡Ni siquiera nos dijiste tu nombre!- Empezó a quejarse Rabeeder.

-¡Vamos! Vengan a jugar- pidió Tricloid.

-Lo siento, pero tenemos cosas que hacer- respondió Camilo.

-¿Ya se van tan pronto? Sin siquiera saludar- una tercera voz dijo, y una figura descendió desde arriba hasta aterrizar en medio de los tres.

Preyas Diablo!- Exclamo Leonidas sorprendido.

Efectivamente, la variante de Preyas, Preyas Diablo apareció. No se había sabido nada de él en mucho tiempo.

Preyas Diablo dio un giro completo de cuerpo, cambiando a su otra personalidad, Preyas Ángelo.

-Sean dichosos mis ojos, realmente eres tu, Leonidas- dijo Preyas Ángelo.

-Ángelo, ¿conoces a estos tipos?- Pregunto Rabeeder.

-Son viejos amigos- Ángelo se acerco a Leonidas. -Cuando Tigrera y Gorem nos dijeron que estabas vivo, no lo pudimos creer-.

-Mi muerte fue... algo exagerada. Aunque la verdad ni yo esperaba sobrevivir- respondió Leo.

-Hermana, creo que me perdí- dijo Tricloid.

-Yo también, hermana- dijo Rabeeder.

Ángelo giro, cambiando a Diablo. -Lo que pasa, es que Camilo y Leonidas fueron parte de los peleadores un tiempo antes del ataque de Naga. Habíamos creído que había muerto, pero ahora veo que nos engaño a todos- explico.

Camilo chasqueo los dedos. Ya recordó de donde le sonaban los nombres. -Ahora lo veo, ustedes dos fueron aliados de Naga en el paso. Julie me dijo que se habían ido-.

-Eso fue hace mucho- dijo Rabeeder. -Y además, Naga nunca nos agrado-.

-Si, ahora vivimos felices y en paz aquí. Nueva Vestroia es un lugar muy bonito- dijo Tricloid.

-Aunque no pueda creer lo que voy a decir... me alegro de verlos nuevamente, Diablo y Ángelo- dijo Leonidas. Recordaba que esos dos Bakugan en uno eran quienes más lo molestaban cuando los conoció, al punto de que realmente disfruto derrotarlos en el TDB.

-¡¿Lo dices en serio?!- Exclamo Diablo sorprendido.

Giro, cambiando a Ángelo.

-¡Creo que voy a llorar por tan lindas palabras!-.

-Ya me arrepiento de haberles dicho eso...-.

-Oye, Ángelo. ¿Qué fue lo que les paso a ustedes? Dan y Marucho no los encontraron cuando salvaron Nueva Vestroia de los Vestals- pregunto Camilo la duda de muchos.

-Oh, no fue algo tan dramático y especial solo fue...- no termino de hablar, ya que cambio a Diablo.

-¡Fue horrible! ¡Lo que paso es que nos metimos a una cueva submarina a nadar y explorar un rato cuando llegaron las naves Vestals y nos volvimos esferas nos ignoraron!-.

-...¿Solo eso?- Pregunto Camilo.

-¡¿Cómo que solo eso?! Debido a que fuimos convertidos en esfera dentro de esa cueva, las naves no nos llevaron, así que no nos capturaron y tuvimos que quedarnos dentro de la cueva, ya que en esa forma no podíamos nadar-.

-¿Eso no es bueno? Así no fuiste capturado y convertido en piedra como le paso a Preyas y los demás-.

-Si... ¡pero de no ser porque luego me entere que por eso, fueron a la Tierra con Elfín a estar con Marucho! ¡No es justo, yo también quería estar con Marucho! ¡Maldigo mi suerte por la...!-.

Ángelo cambio de lugar con diablo. -Esas no son palabras para ser oídas por todos... aunque tengo que admitir que me sentí igual-.

-Veo que ustedes no han cambiado- dijo Leonidas al ver que Ángelo y Diablo seguían comportándose igual a como lo recuerda.

-¡Oigan, ya dejen de ignorarnos!- Rabeeder, ya harta de que ninguno le preste atención. -¡También estamos aquí!-.

-¡Si! ¡Y queremos jugar con Leonidas!- Apoyo Tricloid.

-Que irritantes...- murmuro Leonidas.

-No es mala idea, ahora que lo pienso- Preyas Ángelo se llevo una mano a la barbilla. -¿Qué te parece un pequeño combate, Leonidas? Por los viejos tiempos-.

Ángelo giro, cambiando a Diablo.

-¡Eso si me gusta!-.

-¿Una batalla?- Pregunto Rabeeder. -Suena divertido, no hemos tenido una en mucho tiempo-.

-¡Si! ¡Batalla, batalla!- Tricloid también le gustaba la idea.

-No creo que sea una buena idea...- dijo Camilo. Estaban aquí para no perder el control de los poderes de Leonidas en combate, así que tener un combate cuando todavía no han entrenado puede no ser lo mejor.

-Vamos, no seas aguafiestas, Camilo. Si, ustedes dos son mucho más fuertes que antes, pero me he ejercitado mucho desde la última vez que nos vimos- dijo Preyas Diablo. -Además, pelearías contra los tres, eso sería una batalla más justa. ¿O no te crees tan rudo, amigo?-.

Camilo y Leonidas se miraron, inseguros de aceptar o rechazar.

-¿Tu que opinas, Leo?-.

-Aunque soy un amante de las batallas... no estoy seguro-.

-Bueno... estamos en medio de la nada, ¿que podría pasar?-.

-Tal vez... pero aun así, la última batalla se salió por completo de control. Si pierdo de nuevo el control, quien sabe lo que sucedería. Hasta podría hacer un agujero en medio de Nueva Vestroia- Leonidas se alejo un poco del grupo de Bakugan, poso su mirada al horizonte. -Aparte de que aun tengo los problemas de control de mis poderes, esta esa visión oscura que veo mientras peleo... no quiero lastimar a nadie por falta de capacidad-.

-He estado pensando un poco en sobre eso...- hablo Camilo.

Los tres Bakugan de dos atributos observaban la espalda de Leonidas mientras este hablaba en susurros con Camilo, así que no podían escuchar lo que decían.

-¿Por que hablan tan bajo? Se demoran mucho- se quejo Rabeeder.

-Tal vez estén hablando de un secreto- dijo Tricloid.

Diablo cambio a Ángelo. -Oye, tal vez es mi idea, pero Leonidas se veía un poco apagado-.

Volvieron a cambiar de posiciones. -¿Tu crees? Yo lo veo igual que siempre-.

Cambiaron una vez más. -Es que tu eres un bruto que no tiene ojo para los detalles-.

Camilo le empezó a hablar a Leo de la teoría que había pensado.

-Las veces que has perdido el control fue en el Interespacio Bakugan, tal vez tus poderes son demasiados para el sistema y eso provoca que te afecten a ti-.

-Ya había combatido antes en el Interespacio muchas veces. ¿Por que ahora?- Cuestiono Leo.

-Porque nunca había estado lleno de tantos peleadores como hasta ahora, que comenzaste a perder tus poderes. Pero como ahora estamos en Nueva Vestroia, en el mundo real...-.

-Podría no verme tan afectado como en el Interespacio- termino Leo. -Creo que vale la pena el intento-.

No era la teoría más solida que haya inventado, pero era la mejor que tenían para este predicamento y podían probarla justo ahora.

A riesgo de sonar arrogante, Leonidas sabía que de no ser así, el riesgo igualmente era menor, ya que Diablo/Ángelo solo tienen 500G base y esas dos deben tener más o menos esa fuerza. Él supero sus fuerzas hace tiempo, su poder base era de 1300G, así que no tendría que usar sus ataques más poderosos. Eso le daba la seguridad que necesitaba.

-De acuerdo, aceptamos la lucha. Vengan los tres contra mi- dijo Leonidas.

Ya con eso dicho, los 4 se prepararon. Ángelo, Rabeeder y Tricloid estaban a un extremo y Leonidas al otro.

-De acuerdo todos. ¡A pelear!- Ángelo dio inicio a la contienda.

-¡Juuju! ¡Qué bien!- Tricloid fue la primera en avanzar. Levanto sus brazos para intentar dar un golpe a Leonidas, pero este esquivo fácilmente su golpe.

Leonidas esquivo otro golpe de Tricloid. Los puños de la Bakugan debían ser fuertes, pero era muy lenta, lo que hacía fácil esquivar sus ataques. Dio un golpe con su garra a Tricloid que la alejo; pero enseguida vio a Rabeeder elevarse por encima.

-¡Oye! ¡¿Quién te dio permiso de tocar a mi hermana?!- Rabeeder disparo ráfagas de luz de sus grandes manos.

Leonidas solo repelió los ataques con una garra. Ataques de este nivel no eran nada para él.

-¡Poder activado: Voltaje Veloz!- Leonidas disparo una bola de electricidad contra Rabeeder.

-Esto me dolera- el ataque la golpeo, impactándola contra un muro de roca. -Si me dolió...-.

-¡Mi turno! ¡Océano Blanco!- Preyas Ángelo creo una esfera de agua entre sus manos que estaba envuelta en un aura amarrilla. Extendió las manos hacía adelante, liberando el agua como una ráfaga.

Pero Leonidas bloqueo el ataque con una mano. Ángelo se sorprendió de eso... Leonidas realmente estaba en otro nivel a comparación de antes.

-¡Poder activado: Colmillo de Luz!- Leonidas genero un tornado de energía que lanzo contra Ángelo, atrapándolo en el interior y haciendo que se eleve mientras gira en el interior.

-¡Me mareooo!- En medio de los giros, Ángelo cambio a Diablo.

-¡Mi toca! ¡Cancelador de llamas!- El cuerpo de Diablo brillo de un fuerte rojo y el tornado desapareció.

-No espere que cancelara mi ataque. Supongo que si han mejorado algo desde la última vez que los vi- comento Leonidas impresionado.

-¡Bola de Fango!- Escucho activarse algo a su izquierda y al ver, Tricloid se hizo bolita y empezó a rodar hacía él.

Leonidas la espero y cuando ya iba a impactarlo, la sujeto con las garras, siendo empujado un poco, pero deteniendo el avance de Tricloid.

-Eeh...- ella no se espero que fuera detenida de esa forma. -¿Me puedes soltar por favor?-.

-Ya que lo pides tan amablemente...- Leonidas la levanto, aun hecha bolita. -¡Lo hare!- La lanzo hacía adelante, como si tirara una pelota en juego de Vóleibol.

Tricloid quedo enterrada en una pared. Se quejo mucho, ya que Leonidas la tiro con mucha fuerza. Rabeeder, que ya estaba recompuesta, vio eso y se molesto.

-¡¿Cómo lanzas de esa manera a Tricloid?! ¡Ahora si me enoje! ¡Crujido Terra!-.

Los dos grandes brazos se clavaron en el suelo, creando una corriente de tierra que fue contra Leonidas. Esta vez Leonidas recibió el ataque de lleno, pero no sufrió casi nada de daño.

-¡Bien hecho, Rabeeder, me toca!- Grito Diablo. Voló a gran velocidad para acercarse hacía Leonidas.

-¡Poder activado: Bengala Luminosa!-.

-¡No tan rápido, Diablo!- Leonidas extendió sus alas, disparando pequeños proyectiles hacía Diablo.

-¡Sigilo Rojo!- Diablo detuvo de golpe su avance y pasando sus manos arriba y abajo de su cuerpo, se hizo invisible. Este era su versión del Sigilo Azul de Preyas.

Los proyectiles siguieron su curso, sin golpear a nadie. Leonidas volvió a guardar sus alas y se concentró para escuchar a Diablo; pero Rabeeder no se lo dejaría.

-Veamos si te gusta mi truquito- Rabeeder empezó a reír, al mismo tiempo que creaba varias copias de ella alrededor del aire para confundir a Leonidas. -Genial, ¿no?-.

Leonidas iba a responder, pero de repente recibió un golpe en su rostro. Intento dar un golpe en la dirección que vino, pero no golpeo nada, aunque volvió a ser golpeado, esta vez en el estomago. Obviamente era Diablo en modo invisible.

-¡Ahora, Tricloid!- Exclamo Rabeeder.

-¡Si!- Grito la Bakugan, ya un poco recuperada. -¡Disparo de Fango!-.

Disparo de su mano choros de fango que golpearon a Leonidas, pero en vez de hacerle algún daño, solo cubrió a Leonidas con una capa de fango que se seco rápidamente.

-¡Ahora es nuestro!- Dijo victorioso Diablo, haciéndose visible.

-No lo creo- dijo Camilo. -¡Doble poder activado: Luz de Dragón + Blazar Omega!-.

Una luz se genero desde Leonidas, rompiendo a pedazos la capa de fango que lo cubría, hasta que se libro completamente del fango. La luz se siguió extendiendo alrededor del campo, cegando a los tres oponentes. La luz también cancelo el poder de Rabeeder, desapareciendo sus clones.

-¡Eso no es justo!-.

-¡Aun tengo más!- Ahora Leonidas brillo de un color blanco intenso y a gran velocidad; pero no excesiva para no sobrepasarse, tacleo a Preyas Diablo, pateo a Tricloid y saltando, tomo de una de las grandes mano a Rabeeder, estampándola contra el suelo. Todo en secuencia.

-Vaya... Tigrera no exagero al decir que te volviste más fuerte- menciono Diablo en el suelo.
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En el espacio oscuro donde estaba el Dragón de fuego Carmesí, el lugar había cambiado ligeramente. Estaban colgando lo que parecían capuchos de gran tamaño. Uno de ellos se movió, señal de que pronto nacería lo que sea que estaba en el interior.

Una sombra se levanto del suelo, el encapuchado apareció y se arrodillo delante del dragón.

-¿Me llamo, mi señor?-.

El dragón rugió y sus ojos brillaron un momento, enviando información a la mente del encapuchado.

-Ya veo... así que Leonidas se fue de la Tierra y ahora este luchando en la vida real... inesperado, pero no se preocupe. Si Leonidas esta luchando, lo voy a encontrar-.
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Lo admito, duraron más de lo que pensé- dijo Leonidas.

-¿Qué paso, que paso? La batalla todavía no termina- dijo Preyas Diablo, levantándose.

-Si, yo aun quiero jugar más- dijo Tricloid.

-No creas que me dejare vencer solo porque tu compañero es lindo- dijo Rabeeder.

Diablo giro, cambiando a Ángelo. -Esto no esta funcionando. Hay que admitir que Leonidas es más fuerte de lo que creímos, no creo que tengamos oportunidad-.

-Para ser tan fuerte, también es muy creído- dijo Rabeeder. A ella no se le había pasado por alto que Leonidas se estaba conteniendo. -¡¿Acaso crees que somos débiles?!-.

-¿Qué?-.

-Si, eres fuerte; pero nosotras no fuimos aliadas de Naga porque si. Somos lo mejor de dos atributos, así que podemos resistir cualquiera de tus ataques. Lanza tu mejor tiro- hizo una seña con una de sus grandes manos para provocarlo.

-¡Es cierto! El juego solo es divertido cuando todos se esfuerzan- apoyo Tricloid.

-No es necesario. Leonidas ya demostró que puede pelear contra ustedes fácilmente- dijo Camilo. Si Leonidas atacaba con todo, había riesgo de que pierda el control.

-Si, como no. Si es tan poderoso como dicen, no sería tan cobarde- se jacto Rabeeder.

-¡¿Cómo me llamaste?!- Gruño Leonidas.

-He... Rabeeder, deberías detenerte, no es buena idea provocarlo- dijo Ángelo.

-Es tu ex-compañero, ¿no? ¿No te molesta que él no este peleando con todo? Es un insulto a cualquier Bakugan. Las batallas así no son divertidas-.

-Estoy seguro que Leonidas tiene sus razones-.

Los Bakugan se quedaron en silencio. Rabeeder y Leonidas parecían haber iniciado una competencia de miradas, ya que no se quitaban los ojos de encima. Rabeeder suspiro y se cruzo los brazos normales que tenía.

-Como sea, esto ya no es divertido-.

Camilo miro a su compañero. Leonidas no era alguien que aceptara de buena manera los insultos. Se había hecho tolerante en el último año, pero...

-Leonidas, recuerda el plan-.

-Si lo se, enfocarse en el objetivo... pero ella tiene razón- con esas palabras, Camilo supo que lo perdió. -Es un insulto que un Bakugan no pelee con todo su poder contra otro, además, esta niña mimada necesite una buena pelea para aprender una lección. ¡Nadie me llama cobarde! ¡Hay que hacerlo, Camilo!-.

Camilo suspiro, llevándose una mano a la frente. Si había una palabra que pudiera sacar de sus cabales a Leonidas, era la palabra "cobarde".

-Espero que sepa lo que haces- Camilo se lo dijo tanto a Leonidas como a Rabeeder. -¡Poder activado: Llamarada Hermana de Dragón!-.

-¡¿Un poder Pyrus?!- Exclamo sorprendido Ángelo.

Leonidas genero y canalizo llamas en su boca, todo su cuerpo pareció brillar de energía mientras concentraba las llamas para lanzarlas con todo su poder. Rabeeder empezó a verlo con temor. Tal vez no fue buena idea de haberlo provocado. Ella y su bocota.

Cuando Leonidas reunió el fuego necesario para darle una lección a la Bakugan, una nueva visión llegó a su cabeza. Esta vez era de Mechtogan Zangetsu rodeado de rayos. Los mismos que aparecían cuando él hacía acto de presencia.

-¡Mechtogan Zangetsu!- Leonidas empezó a bajar la fuerza de sus llamas.

Ángelo vio como bajaba la potencia del ataque cargado. -Que raro. ¿Por que Leonidas actúa extraño?-.

-¡Leonidas, despierta! Tienes que terminar de lanzar tu ataque- grito Camilo.

-¡Es cierto!- Leonidas volvió a generar las llamas en su boca, pero esta vez se le hizo más difícil. Las llamas tocaron un poco su rostro, quemándolo levemente.

Rabeeder parpadeo confundida. -¿Qué pasa? Es como si no pudiera controlar su propio ataque-.

Luego vio que era su oportunidad para atacar. Cargo energía tanto Haos como Subterra entre sus manos gigantes.

-¡Ahora Leonidas, fue...!-.

-Te encontré, Navas-.

La visión del hombre encapuchado y su voz perturbaron la mente de Camilo. No solo la suya, Leonidas también escucho el rugir del Dragón Carmesí y tuvo una visión. Vio la destrucción de Zangetsu en la arena cuando perdieron el control en el combate contra Anubias.

Las llamas en su boca se apagaron. -Camilo, ¿también lo viste?-.

El pelinegro se tambaleo un poco. Esa visión del encapuchado que llegó sin avisar en medio del combate lo aturdió un poco.

Rabeeder vio que era el momento para lanzar su ataque. -¡Este es mi nuevo y super genial ataque definitivo! ¡Explosión de Luz Terraria!-.

Lanzo el ataque como una esfera de energía con la energía de los atributos Haos y Subterra. El ataque golpeo a Leonidas, que seguía aturdido por la visión y había reducido su ataque hasta casi cancelarlo para no querer invocar a Zangetsu. El ataque lo derribo y lo dejo en el suelo, además que la onda de choque también derribo a Camilo, haciendo que chocara contra una pared de roca.

-¡Levántate! ¿O acaso eso es todo?- Exigió Rabeeder.

Camilo se levantaba apoyado de la pared. La onda de choque lo golpeo fuerte. -Leo...-.

Leonidas se sentó en el suelo. -Descuida... estoy bien-.

Ya no pudiendo soportarlo más, libero la llamarada que había contenido hacía un pilar de roca que estaba donde Tricloid y Rabeeder jugaban antes de que llegara. La explosión destruyo el pilar y todos los cercanos.

Después de lanzar el ataque, Leonidas cayo, quedando boca arriba contra el suelo.

-Leo...- Camilo se levanto. Su cabeza de repente dolía.

-¡Si! ¡Rabeeder gano!- Festejaba Tricloid.

Ángelo estaba más serio. Observo el ataque que lanzo Leonidas y puede asegurar que de haber golpeado a Rabeeder, la hubiera dejado muy mal, y podía apostar que ese ataque no tenía toda la fuerza de Leonidas.

-¿Qué les pasa a estos dos? El Leonidas que conocí no hubiera perdido tan fácil y este debería ser más fuerte; pero su concentración es pésima. Algo les paso-.

Ángelo cambio a Diablo. Él Bakugan Aquos/Pyrus pensaba igual que su otra mitad. Al ser dos Bakugan en uno, veían lo que veía el otro y pensaban igual. Algo les pasa, pero por ahora no pueden hacer nada.

-Bueno chicas, creo que es hora de retirarnos-.

-¿Ya? ¡Pero yo quiero seguir jugando!- Se quejo Tricloid.

-Diablo tiene razón, hermana. Además que ya me aburrí- dijo Rabeeder. Se elevo en el aire y empezó a alejarse de Leonidas y Camilo. -¡Una carrera para ver quien llega primero, Tricloid!-.

-¡Espera, no es justo!- Tricloid se hizo bola y empezó a seguir a su hermana.

Preyas Diablo también tomo vuelo. Leonidas era un Bakugan con orgullo y si se quedaban más, solo lo avergonzarían. Rabeeder parece que se dio cuenta y por eso decidió irse. No niega que le gustaría saber que les pasa a los dos, pero no puede meterse donde no lo llaman. Solo espera que puedan solucionarlo.
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Más tarde, cuando el atardecer ya estaba en Nueva Vestroia y los dos soles del planeta estaban descendiendo, Camilo y Leonidas pensaban en su reciente derrota.

-No puedo creer que aun tenemos estas visiones, y además fueron más fuertes que antes. Me equivoque al pensar que tal vez sean producto de estar en el Interespacio- dijo Camilo. Ya no se puede negar que ese dragón y el encapuchado son tan reales como ellos, y tal vez una amenaza.

-¿Eso significa que mis poderes serán más destructivos aquí que en el Interespacio?- Pregunto Leonidas.

-Tal vez...- respondió. Apretó los dientes y golpeo el suelo con frustración, sin importar que le dolieran los nudillos por eso. -¡Mierda! ¡Ya no se que hacer!-.

-Si es tan poderoso como dicen, no sería tan cobarde- recordó las palabras de Rabeeder. Realmente le hubiera gustado decir que se contenía; pero fue vencido demasiado fácil. Era una vergüenza para él.

Tal vez el problema de las visiones... eran ellos.

-Tal vez...- Camilo alzo la mirada al escuchar que su amigo hablaba. -Tal vez el problema somos nosotros... creo que debemos estar separados Camilo, lejos el uno del otro-.

Camilo abrió los ojos de incredulidad, no creyendo que Leonidas le estaba sugiriendo.
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El dragón carmesí rugió. Todo su cuerpo se agito; pero las cadenas hacían muy difícil su movimiento. Aunque algo increíble paso... una de las cadenas que lo apresaban cayo.

En total eran siete cadenas que lo apresaban: una en la cola, otra en medio de su largo cuerpo, dos en sus alas, dos en cada garra y una en el cuello para mantener quieta su cabeza. La cadena que se cayo era la que sujetaba la cola, haciendo que esta se moviera libremente.

El movimiento de la cola libero una onda de energía a los alrededores, y más capuchos aparecieron con la onda.

El encapuchado río con regocijo. Creyó que tomaría un poco más de tiempo poder quitar una de las cadenas; pero que Leonidas haya tenido una batalla fuera del Interespacio fue más beneficioso de lo que creyó, eso permitió que la primera cadena cayera.

-¡Hahahaha! ¡No pensé que de todos los lugares, estarían en Nueva Vestroia! Bien, esto acelera un poco mis planes. Es hora de ser más activo-.

Levanto la vista hacía arriba, haciendo caer su capucha. Su cabello largo y gris que le llega hasta la espalda se dejo ver, así como su rostro.

-De acuerdo, Camilo. Es una pena que no puedas ir a la fiesta que te pedí ir; pero te lo perdono por esta ayuda. ¡Ahora iré por ti!- Declaro Goodwin.
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(Con Shun)

El peleador Ventus del equipo estaba llegando a su casa. Hoy fue un día agotador. Primero la noticia de Camilo, luego, él y Marucho pelean contra unos tipos que tienen dos Bakugan que nunca antes había visto y además, tenían lo que parecían ser armamentos, aunque ellos lo llamaron "Bakunano". Mañana temprano llamaría a Fabia, ella podría ayudarlo. Luego, con Dan y Marucho tendrían que investigar de donde salieron esos Bakunano. Dylan dijo que los vende, pero no dio el nombre de quien los hace.

Si no hacen algo pronto, el Interespacio se convertirá en un espacio de guerra.

-¡Abuelo, ya llegue!- Aviso su llegada, pero no recibió respuesta. Vio el reloj de la entrada, notando que eran las 6:15 pm. A esta hora su abuelo ya estaba en su casa, ¿estará dormido?

Se quito los zapatos. Su abuelo, como un antiguo ninja, era originario de Japón y él seguía las reglas de la casa de andar descalzos por la vivienda o con unas pantuflas.

-¿Abuelo?- Movió la puerta corrediza de la sala principal a un lado, llamándolo para ver si estaba.

Y si estaba en la sala, pero no estaba solo. Sentado en posición seiza delante de la mesa, al otro lado de donde estaba su abuelo estaba un hombre de cabello castaño claro y estaba en sus cuarenta. Usaba una camisa blanca manga larga y encima un abrigo de lana sin manga de color azul marino y unos pantalones de trabajo de color beige. Tenía un reloj de oro en su muñeca derecha.

Lo más llamativo, aparte de la ropa del hombre que se veía algo costosa, eran sus ojos, que eran de color ámbar y las pupilas eran ligeramente alargadas... igual a los ojos de Shun.

-¡Tú...!- Shun reconoció al hombre. No podría olvidarlo aunque quisiera.

-Ha pasado tiempo, me alegro verte tan crecido, Shun- saludo el hombre.

-Shun, ¿conoces a este hombre?- Pregunto Taylean en su hombro.

Shun no lo escucho, miro a su abuelo, quien estaba sentado en pose seiza y con los ojos cerrados.

-¡¿Qué hace él aquí?!- Quiso, no, exigió saber Shun.

-Cuando llegue ya estaba dentro y no pude echarlo... lo lamento- respondió el abuelo de Shun.

-Tengo derecho de estar aquí, también es mi casa, yo la compre y se la di a tu abuelo- dijo el hombre.

-¡No, no tienes derecho! ¡No tienes derecho a aparecerte por aquí!-.

Taylean estaba sorprendido por el arrebato de Shun. Era la primera vez que lo veía tan alterado, y solo fue con la presencia de ese hombre.

-Claro que tengo derecho de venir. No solo porque es mi casa, sino también...- el hombre se puso de pie para verlo de frente. -Por que soy tu padre, Shun-.
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N/A: CHAN, CHAN, CHAN. Hasta aquí lo terminare para dejarlo con las ganas.

Muchas cosas se vieron. Tricloid y Rabeeder volvieron a aparecer, y además también aparecieron Preyas Ángelo/Diablo. Aproveche y explique como pude su ausencia.

También se explico más del trasfondo de Snow y como conoció a Camilo y forjaron amistad. La amistad de estos dos será más o menos como la amistad de Chad e Ichigo del anime/manga Bleach. (Qué además volverá con un nuevo capitulo. Que emoción)

Leonidas tiene serios problemas con sus poderes si pudo perder tan fácil, además que parece que se le ocurrió una locura.

Y si, el encapuchado de negro es Goodwin, aunque tal vez no sea una sorpresa para los que vieron Yugioh 5Ds, creo que era un poquito obvio.

Pero si no fuera suficiente drama, ahora apareció ¡el papa de Shun! Si que estoy manejando muchas cosas a la vez.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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