12
Lo último que recordaba antes de haberse quedado dormido era escuchar a JiSung decirle que la cama ya estaba limpia, que tomaría un baño y que se veía genial usando solo un camisón, recordaba también haber despertado un poco después al sentir al mayor dejar un tierno besito en su frente antes de acostarse a su lado.
Habiendo tenido una noche tan placentera, era obvio que su rostro mostraría una espléndida sonrisa al abrir sus ojos por la mañana, se permitió contemplar un poco el techo de la habitación y comprobar que todo a su alrededor se viera como lo había dejado antes de caer rendido, pero sentía demasiada pereza como para pararse de la cama.
Había un solo minúsculo faltante: no estaba Han JiSung.
Se enderezó lentamente en la cama, sintiendo al instante unas leves punzadas en su espalda baja, tal vez se había sobre esforzado un poco, pero realmente había valido la pena. Entre tanto que luchaba por despertar su cerebro y terminaba de rememorar sus divinos recuerdos, un pequeño papelito en la mesa de noche llamó su atención, tenía la letra de Han, y escribía "no hagas nada, vuelvo en un rato", la nota terminaba con un corazoncito muy bien coloreado, sonrió al imaginar a Han concentrado, escribiendo y dibujando a su lado la notita.
¿Será que había ido a hacer algo en su trabajo? Era probable, tal vez era más o menos su hora de irse. Hablando de eso, ¿dónde estaba su celular? Necesitaba revisar la hora y avisarle a sus padres que seguía vivo, si no era que ya habían puesto el reporte de persona desaparecida.
Se dirigió lentamente a la orilla de la cama, estirando de nuevo su cuerpo antes de ponerse de pie. El fresco de la habitación le recordó que no llevaba ropa interior. ¿Dónde había quedado? No tenía idea, no había puesto cuidado en eso. Se agachó y comenzó a rebuscar por todos lados de la habitación alguna de sus prendas, pero lo máximo que encontró fueron sus tenis, y llevar tenis sin pantalones no le parecía la mejor de las ideas.
Estaba tan concentrado en su tarea que no fue capaz de escuchar el sonido de la puerta al ser abierta, JiSung entraba con una charola repleta de comida para su desayuno, viéndose en la necesidad de asegurar mejor el agarre cuando sintió que se le caería al ver a MinHo de rodillas y semidesnudo buscando debajo del escritorio en la habitación.
Un coqueto chiflido fue lo que finalmente llamó la atención del menor.
— Estos sí son buenos días.
— ¡JiSung! — se sentó con las piernas cruzadas, tratando de cubrir un poco su intimidad estirando el borde de la camisa — ¡Me asustas! Creí que habías ido a trabajar.
— No, ew, voy al rato a ver si no tengo mucho trabajo, primero quiero desayunar contigo — escaneó un poco su silueta, las palabras salieron por sí mismas —... O desayunarte a ti, cualquiera me sirve.
— ¡Hey! Mis ojos están arriba, señor, arriba — usó una de sus manos para señalar sus ojos, lo que hizo que la camisa se levantara un poco, se dió cuenta de ello al ver cómo Han se agachaba un poco más para ver debajo de su ropa —. ¡Oye!
Comenzó a reír divertido mientras dejaba la charola en la mesita al lado de la cama, para luego acercarse a él y ayudarlo a ponerse de pie.
— Por eso mismo te dije que no hicieras nada, si te hubieras quedado acostadito y cobijado, no hubiera visto nada — lo sentó al borde de la cama y le pasó una sábana para cubrirle las piernas —. Además, ya lo ví, todo, muy buena retaguardia, por cierto.
— ¡Calla! Como si no te hubiera bastado todo lo de anoche... ¿Has escuchado eso de que los tímidos son los menos santos? Soy testigo confiable.
— Pero te preparé el desayuno, ¿ves? Puedo llenarte el estómago de la forma que más te guste.
— ¡Dios, Han!
— ¿Qué? Yo no dije nada sucio, tú que interpretas todo mal, eso no es bueno, debes purificar tu mente, Min.
Con el ceño fruncido y sin borrar la expresión de reproche en su rostro, se acomodó en la cama para tomar su desayuno, el mayor le acomodó la bandeja sobre las piernas, en ella había un platito con un omelette, pan tostado, fruta picada, yogurt y un vaso de jugo de manzana.
— ¿Tú preparaste todo?
— En efecto, no cocinaba así desde que empecé a vivir solo, así que puede que no esté tan rico como algo que el precioso chef Lee prepararía.
— Aww, mi amor, si cocinas como follas, ya ganaste.
La melodiosa risa de JiSung se escuchó de fondo mientras tomaba el primer bocado de su desayuno, consideró nuevamente el acusar al mayor por su modestia exagerada, tenía tanta habilidad para la cocina que fácilmente podría ser maestro de los mejores chefs del mundo, era irreal que un simple batido de huevos supiera tan delicioso.
— Creo que cocinas incluso mejor — dijo aún terminando de saborear la comida —, deberías considerar abrir un restaurante, yo sería tu cliente más fiel.
— Un restaurante, hmm... — imaginó la situación mientras masticaba su propia comida —. Parece una buena idea, pero no, gracias, esto sabe rico porque lo preparé pensando en ti, no funcionaría con cocinar a gran escala.
— Oww, ¿lo hiciste pensando en mí?
— Mhm, pensé "mi pobre Min debe estar cansado de morder almohadas toda la noche", por eso le puse dedicación y cariño extra.
— ¡Yo no muerdo almohadas! Mi madre no crió débiles.
— ¡Ah! Acabo de recordar que yo iba a traerte algo. Espera, ya vuelvo.
Dejó su vaso en la mesa y se apresuró a salir de la habitación. El castaño era incapaz de borrar la boba sonrisa en su rostro, seguía viendo la imagen de Han con el cabello desordenado y alborotado aunque en realidad estaba tratando de concentrarse en su comida; era la primera vez que lo veía con una sencilla playera negra y un pantalón deportivo, y lo había amado totalmente, verlo llevar el desayuno a la habitación, escucharlo reír tantas veces en las pocas horas que iban de su mañana, encontrar un brillo en sus ojos cada vez que sus miradas se conectaban, y luego sentir esos destellos inundando la habitación, restándole importancia a cualquier otra cosa que no fuese su amplia sonrisa en forma de corazón, el tono coqueto de su voz y sus ojos observándolo como si fuera algo fascinante.
Era seguro que el efecto le duraría por días.
Dió un sorbo a su jugo, su paladar no podía asimilar lo que sucedía, ¿había encontrado al único otro milagro divino que preparaba jugo de manzana de la misma forma en que si madre lo hacía?
Tomó un par de tragos más para confirmar que no era una alucinación degustativa lo que estaba sucediendo en su boca, y no lo era, seguro el universo, Dios, o su ángel protector lo amaban tanto que le habían enviado esa señal para mostrarle que había encontrado al amor de su vida.
La voz alegre de MinHo recibió a JiSung al entrar a la habitación.
— ¡Este jugo es increíble! Está delicioso, me recuerda al que prepara mi mamá, me sentí como Ego cuando le sirvieron el Ratatouille, rememoré mi infancia y todo.
— Curioso que menciones a tu mamá, te llamó en la mañana mientras preparaba el desayuno, no supe si podía responder o no, toma.
Le tendió su celular y esperó a que él lo tomara. El menor dió un trago en seco, había estado tan absorto en JiSung que había olvidado preguntar por la hora, si sus papás ya le habían llamado significaba que era tarde, ya se imaginaba su cara en miles de pancartas de búsqueda a lo largo de la ciudad.
O probablemente sería peor, las veinte llamadas perdidas de su madre, otras diez de su padre y varios mensajes de SeungMin le hacían sentir que iba a ser difícil salir vivo de esa.
Presionó rápidamente el botón de llamada al número de su mamá, el timbre sonó apenas unas tres veces cuando fue atendido.
— ¡Cristo Jesús, Lee MinHo! Te dije que podías dormir afuera, no que podías olvidarte de avisarnos dónde andabas, SeungMin vino a dejar una bolsa con tus materiales anoche, ¿sabes lo raro que es que salgas sin SeungMin? ¿Sabes qué significa eso para mí? Que estabas con un desconocido en un lugar desconocido para tu padre y para mí. Dios, sentía que no volvía a verte jamás.
— Sí... Buenos días, má.
— ¿¡Es lo único que vas a responder?! Mi preocupación de horas, ¿para que solo digas "buenos días" y ya? Cancela, vuelvo al trabajo ya relajada y satisfecha porque mi hijo me dijo "buenos días", casi sentía que me llamaban para avisar que habían encontrado solo su ropa tirada en una carretera, pero ya me dijo "buenos días", ya me relajé.
— ¡Lo siento! Olvidé avisar, perdón, pero sigo vivo, los órganos donde deben estar y libre de heridas.
— Menos mal... ¿Ya vas para la casa? Debes pasar por la clínica antes, dejamos todo cerrado porque no sabíamos nada de ti, te voy a prestar mis llaves para que entres.
— Ah, ehm... — giró a ver a JiSung, él se había mantenido al margen de la conversación, solamente lo veía hablar mientras terminaba de comer su fruta, lo cuestionó con la mirada al notar su silencio —. Mi mamá pregunta si vamos a ir ya a mi casa.
— Si quieres, sí, puedo pasar a dejarte y luego ir al trabajo.
— ¿Estás con alguien? — irrumpió la voz de su madre al otro lado de la línea, al parecer no había tapado bien el micrófono —. ¿Es un conocido? ¿Puedo hablar con él?
— Estoy con... Es... ¿Recuerda el día que cené afuera y me fueron a dejar en un auto? Bueno, es la misma persona. Y, no sé, Ji, pregunta mi mamá si puede hablar contigo.
Han sintió que se ahogaba con la comida, incluso podría jurar que su corazón se saltó unos cuantos latidos, pero aceptó rápidamente la petición, soltó un corto suspiro antes de tomar el celular, colocando el altavoz para que el menor escuchara también.
— Hola, buenos días — la sonrisa burlona de MinHo no ayudaba nada a calmar sus nervios.
— Buenos días, mucho gusto — la suave voz de la mujer se dejó oír, su tono gentil era muy parecido al tono de voz delicado del castaño, tal vez por eso le resultaba extrañamente familiar —, soy la madre de Lee MinHo, quería agradecerle solamente por haberlo recibido en su casa, tengo entendido que usted pasará a dejarlo en casa, ¿es así?
— Buen día, soy Han JiSung, el gusto es mío. Y sí, así es, estoy dispuesto a llevarlo en cuanto él me diga.
— Bien, muchas gracias, me gustaría agradecerle apropiadamente pero estoy en horario laboral, será un gusto para nosotros recibirlo para cenar en cuanto haya la oportunidad, si está usted de acuerdo.
— Por supuesto, me encantaría, hágame saber el día que mejor se le acomode y ahí estaré.
La idea de ver a sus padres y a JiSung en la misma mesa me parecía fascinante, se apresuró a añadir un comentario entre susurros con la intención de que solo él lo escuchara.
— De paso pides mi mano en matrimonio, te doy mi autorización.
— Te estoy escuchando, MinHo — fingió esconderse entre la sábana al ser repentinamente descubierto en su intento de propuesta, obligando a JiSung a retener la risa, pero sin poder borrar la expresión enternecida y alegre del rostro —. Eso era todo, buen día y gracias por cuidar de mi MinHo, ¿podría pasármelo de nuevo?
— Claro, buen día, señora, ha sido un placer saludarla.
— El placer ha sido mío, hasta luego — el celular fue devuelto a su dueño, quitó el altavoz y se lo colocó al oído.
— ¿Sí?
— Hey, buen trabajo buscándome yerno.
— ¡Má!
— ¿Qué? Tú lo dijiste primero, "de paso pides mi mano en matrimonio", espera a que lo conozcamos primero como mínimo, ¿yo cuándo te he enseñado a ofrecerte así?
— ¡No se suponía que lo escuchara usted! Era para él.
— Ya, ya, silencio, tengo que regresar al trabajo, ten cuidado y nos vemos al rato, llámame cuando estés por llegar para dejarte las llaves en recepción.
— Oki doki, creo que me voy a tardar un rato más, pero yo le aviso igual.
— Está bien, qué bueno que estés bien, cielito, envíale un mensaje a tu papá antes de que haga el reporte de persona desaparecida.
— Es verdad, bueno, hasta luego mami, adiós.
Un par de cortos "sí" y "no" fueron sus respuestas antes de cortar la llamada, se disponía a revisar los mensajes cuando escuchó una risa bajita de parte del pelinegro.
— ¿Qué?
— Nada — respondió aún sin dejar de sonreír, comenzando a recoger los platos del desayuno —, parece que te llevas muy bien con tu familia.
— Te lo dije, los amo mucho, y espera a que conozcas a mi papá, juro que se llevarían muy bien.
— Seguro sí, tu mamá me agrada, es muy amable, me recuerda a una persona que conocí hace mucho.
— ¿A quién?
— Mmm, podría decirse que una amiga.
MinHo soltó el celular, avisar sobre su estado podía esperar, ¿había escuchado bien?
— ¿Amiga?
— Mhm.
— ¿Debería preocuparme por esta amiga tuya?
— Dios, no, sé que sigue viva porque es hermana de mi amigo, pero no creo que ella me recuerde mucho.
— Espera, ¿eres gay o bisexual?
— Bisexual, ¿y tú?
— Shh, eso no importa, lo importante aquí es que debo cuidarme de los dos bandos, no es justo.
— No tienes que cuidarte de nadie, Min, yo también puedo decir: "no, gracias, ya comí en mi casa".
— Entonces supongo que también puedes explicarme por qué tenías un paquete de cepillos para dientes nuevo, ¿le das uno a todas las personas que se quedan a dormir aquí?
— Wow, eres bueno armando drama por celos, me gusta. No, mi amigo se queda a dormir acá constantemente, la habitación de invitados es básicamente suya, él tenía ese paquete aquí, dijo que uno nunca sabe cuándo se pueda necesitar.
— Ah... ¿Y debería preocuparme por este amigo tuyo?
Han se echó a reír, cualquier cosa que decía parecía llevarle puntos en contra.
— Tampoco tienes que preocuparte por Bin, él y yo hemos sido amigos y solo eso desde que yo estaba en secundaria, además, ya está amarrado.
— ¿Y por qué le dices "Bin"? ¿Ah? ¿Por qué tan cariñoso?
— Ninguna razón en especial, me gusta ponerle apodos o sobrenombres a la gente que es cercana a mí, siento que hace las relaciones más fuer- mierda — se interrumpió cuando accidentalmente ensució su playera con residuos de comida —. Haa, acababa de lavar esta playera ayer.
Lee quería reclamarle por no haber terminado la respuesta, pero su mente quedó en blanco luego de verlo dejar la bandeja en el escritorio para quitarse la playera de espaldas a él. Su labio inferior apresado ligeramente entre sus dientes fue la respuesta natural de su cuerpo al tatuaje que lucía en la firme espalda de JiSung, mostraba una secuencia en vertical de carácteres japoneses comenzando un poco por encima de la altura de sus hombros y llegando hasta la mitad de su espalda. Si Da Vinci era tan buen pintor, ¿por qué nunca pintó la espalda desnuda de Han JiSung?
No notó qué tan perdido estaba en sus pensamientos hasta que un carraspeo lo devolvió a la realidad.
— Mis ojos también están arriba, Min.
— No estaba tratando de verte a los ojos... Hey, ¿no quieres aprovechar el hecho de que ambos estamos semidesnudos y que ya avisé que iba a tardarme? No pido mucho, una o dos rondas y ya.
Él pareció meditarlo un rato, caminó hacia la cama, colocándose frente a MinHo y paseando la mirada por su bonito rostro. Realmente extrañaba mucho la sensación de sus labios unidos. Se inclinó hasta la altura de su rostro, Lee sintió que había logrado su cometido, así que cerró los ojos y esperó a que JiSung iniciara el beso, su piel se erizó un poco al sentir apenas el roce de sus labios, ansioso por el contacto final, que nunca llegó, en su lugar, el aliento cálido de Han se dejó sentir en el lóbulo de su oreja, causándole un leve estremecimiento.
— No, pero gracias por la oferta — se separó con una expresión coqueta, la expresión desconcertada de MinHo era bastante linda —. Voy por tu ropa, voy a dejar limpia la cocina y luego nos vamos, ¿de acuerdo?
No esperó respuesta, solo tomó los platos sucios y salió de la habitación. Era increíble, tenía al hombre más caliente que sus ojos habían visto, sin camisa y mostrando sus perfectos voluptuosos músculos acompañados por dos magníficos tatuajes, y resultaba que no había podido tener una simple ronda de sexo matutino con él porque debía irse a casa.
De pronto, la idea de casarse con él parecía con creces más resplandeciente en su mente.
Iba a actualizar en la madrugada, pero me quedé viendo tiktoks y ya no pude jiji
No sabía cómo terminar el cap, es que, no sé, no tengo ideas, me falla el cerebro últimamente
Gracias por leer, los quiero, chao
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