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【Toca para mi】AU

⚠ Les recomiendo que cuando vean estos símbolos ♩ ♪ ♫ ♬ comiencen a reproducir el vídeo para, quizás, una mejor experiencia.⚠

La escuela preparatoria donde todos los niños ricos, talentosos e inteligentes asistían... Se podría decir que era lugar de donde salían los más famosos en todas las áreas como deportes, ciencias, literatura, música... Era hogar de jóvenes talentos y entre ellos jóvenes prodigios envidiados y aclamados por muchos.

De hecho, en ese instante en las puertas se encontraba uno de ellos.

El nuevo y uno de los más famosos prodigios de la ciudad estaba frente a las puertas de la cual sería su nueva preparatoria.

Kakashi Hatake era bueno en, básicamente, todo.

Deportes, literatura, arte, ciencia, matemáticas ¡él podía con todo!

Se había unido a la institución solo por la fama de "buena educación" que tenía el establecimiento y porque realmente no estaba muy interesado y escogió la preparatoria más recomendada, ya se había aburrido de su preparatoria anterior que a ningún lado lo llevaba.

En fin, el peliplata entró y fue bien recibido por las miradas a las que honestamente ya estaba acostumbrado, así que sin darle importancia se dispuso a leer un libro mientras caminaba por los pasillos, como si solo fuera él en el mundo.

Ni bien se le asignó una clase y entró al aula, le echó un vago vistazo a todos los jóvenes impolutos y serios allí que lo miraban como si fuese el nuevo conejillo de indias en el lugar.

Lo hicieron presentarse y luego se sentó a un lado, en la ventana, mientras algún que otro susurro escapaba mientras él caminaba, antes de comenzar la clase.

♡̷̷̷

— Bien alumnos, necesito que alguien le de una guía por la preparatoría al nuevo compañero integrado, el alumno Hatake.— cuando el horario de clases acabó y todos guardaban sus cosas para el receso, la profesora habló en pedido. Un montón de muchachas gritaron para ser ellas quienes le den el paseo pero casi como flash, un pelinegro ya tocaba su hombro.

— Yo puedo profesora.— aquel rápido y al parecer hiperactivo se había levantado de su asiento de la nada e ido hasta el nuevo como si se conocieran de toda la vida. Kakashi alzó una de sus cejas, mirando con curiosidad la mano en su hombro, y la profesora asintió, satisfecha.

Por atrás se oyó a algunas chicas protestar.

Cuando todos los alumnos salieron del aula, el pelinegro esperaba allí a su nuevo amigo.

— Hey Kakashi, tu cabello se ve cool.— dijo, ni bien el Hatake se acercó a él mientras mantenía sus ojos en un libro y ni siquiera lo miraba.— ¿Cuál es tu especialidad?.— preguntó Obito como si no tuviese problema en ser ignorado, comenzando a caminar a su lado.

— Puedo hacerlo todo.— dijo Kakashi, sin modestia alguna y pasando una de las páginas ya leídas.

— ¿O sea que eres bueno en deportes? Unete al club de fútbol, yo estoy ahí.— insistió rápidamente, tratando de reclutar a alguien más al equipo donde era capitán. Aunque esperaba una reacción eufórica (ya que el mismo Obito Uchiha lo invitaba a su club) no consiguió nada de eso.

— Luego lo pensaré.— mintió el desinteresado peliplata y mientras caminaban y el charlatán de Obito seguía insistiendo y gritando para que se uniera hasta que una exclamación los interrumpió y los detuvo.

— ¡Oh!.— Kakashi y Obito se dieron vuelta al escuchar aquel falso grito de sorpresa, encontrando a cuatros jovenes enfrentados a unos metros detrás.— Miren quienes están aquí, así que encontramos a los niños de la banda eh.— una de las parejas se componía de dos muchachos, uno tenía cabello gris el cual estaba gominado hacia atrás y mantenía la sonrisa de un completo idiota, el otro era moreno con pelo largo y suelto, con cara de amargado y quien se mantenía contando dinero, como si nada.— Toquen una canción para nosotros.— dijo el de cabello gris dirigiéndose a la única muchacha allí, bajando un poco hasta su altura e invadiendo su espacio personal.

Aquella lo miró con la misma mirada de un demonio.

— Largate.— gruño, sin temerle en lo absoluto ni retroceder, como si estuviera lista para darle una golpiza. Pero al muchacho al parecer le gustaba eso y tampoco sin temor, se rió en su cara.

— Haru-chan, eres tan grosera como siempre, me encanta.— El de cabello gris iba a acariciar la mejilla de la ahora conocida como "Haru-chan" pero el niño que la acompañaba rápidamente se interpuso y apartó de un manotazo la mano que iba a tocarla.

— N-no la toques.— ordenó y lo enfrentó valeroso aún siendo más bajito que él y aún teniendo sus piernas temblando como fideos.

— Miren esto, el pequeñin defendiendo a su amada.— el de pelo gris lo tomó por el cuello y le arrebató el gran estuche con el instrumento que cargaba para pronto tirarlo al suelo a él juntó a su instrumento, mientras reía burlón.— Ella no te ama campeón.— el que parecía más joven no llegó a caer ya que Haru se apresuró a tomarlo antes de que pasara, aunque no pudo tomar el violonchelo, por lo que esperaba que el estuche lo haya protegido. El moreno se sonrojo por completo, al parecer enfadado y la muchacha rápidamente se puso frente a su acompañante para cubrirlo.

— Dejenlo en paz y larguense.— ordenó nuevamente sin ningun indicio de estar bromeando en su rostro.— Que patéticos, siendo títeres de un imbécil.— y a decir verdad, era muy valiente.

Kakashi inconscientemente había bajado su libro y se había quedado tildado viendo aquello mientras Obito se removía incómodo en su lugar, como si quisiera escapar.

— No es personal niña, solo negocios. Aunque Hidan si es patético.— el joven de cabello negro y suelto que se había mantenido todo ese tiempo contando dinero como todo un magnate comentó mientras y Haru golpeó al peligris que continuaba tratando de dañar a su amigo.

— ¡Me divierte tanto molestar idiotas!.— Hidan gritó y aprovechando la diferencia de altura, tiró del cabello de Iruka mientras Haru trataba de alejarlo.

Obito y Kakashi veían la escena, el primero aún incómodo y el segundo sin ninguna expresión en particular.

— Ah esos... Son los chicos del club de musica...— Obito murmuró por lo bajo señalando al chico y la chica, cuando vio a su compañía ver la escena. Kakashi lo miró inexpresivo.— Aunque yo no me metería allí, son sus asuntos.— confesó e iba a seguir su camino mientras tiraba del brazo del peliplata para escapar de allí de una vez pero se detuvo completamente cuando a lo lejos del pasillo una castaña aparecia de repente, lo cual pareció encender todos los radares del Uchiha que se enderezó.— Maldicion.— murmuró entredientes maldiciendo a los mil dioses y fue, rendido, hasta donde sus compañeros molestaban a los chicos, siendo precavido y tratando de verse genial ante los ojos de Rin. — Oigan, hey, es muy temprano para esto.— dijo, metiéndose entre sus amigos y los del club de música.— Pain los busca.— avisó e hizo un ademán con la cabeza, en señal de que debían marcharse. Hidan y Kakuzu lo miraron extrañados pero sin problema alguno asintieron y tiraron a Iruka contra la pared. Rin, que pudo visualizar casi todo desde lo lejos, corrió hasta ellos.

— Nos vemos en un rato, pequeños.— Hidan rió y se acercó para darle un besito a Haru en la mejiila. Antes de ser golpeado logró irse.

— Iruka-kun, ¿te encuentras bien?.— preguntó Haru cuando se fueron, ignorando a Obito, ayudando a su amigo y luego limpiándose la zona donde los asquerosos labios habían tocado.

— No se preocupe senpai.— el moreno le sonrió con pena y limpió su ropa.

Obito les dio la espalda.

Rin ni bien había visto a lo lejos que sus amigos estaban siendo acosados, había comenzado a correr hasta ellos y recién llegaba.

— ¡Haru-chan! ¡Iruka-kun!.— fue hasta ellos y los revisó, preocupada.— ¿Estan bien...? ¿Ellos...?.— Haru negó, ayudando a Iruka con su coleta.

— Está todo bien RinRin.— la tranquilizó y acomodó el instrumento que su amigo anteriormente llevaba en su espalda. — Nosotros nos estamos yendo a dejar el violonchelo y las partituras en el auditorio. Los encontraremos en la cafetería.— avisó con una tierna sonrisa en su rostro y Rin asintió.

— ¡Bien!.— dijo de acuerdo y vio a sus amigos marcharse luego de pedir permiso. Cuando ya estaban lejos, volteó al pelinegro.— Gracias por eso, Obito.— agradeció con algo de pena, haciendo una reverencia.

— No hay de qué... Sabes que no me gusta que los molesten, a veces Hidan y Kakuzu pueden ser unos idiotas.— dijo, rascando su nuca y la castaña asintió para luego ver al muchacho unos pasos atrás de Obito y sonrojarse suavemente.— Por cierto Rin, ese es mi nuevo compañero, Kakashi.— El Uchiha lo presentó ni bien notó que Rin lo miraba.

— Ho-ola...— saludó ella.

— Hola.— respondió Kakashi, aún mirando hacia donde los otros dos se habían ido y sin siquiera acercarse.

El ambiente de repente se calló. Obito miraba a Rin, Rin miraba a Kakashi y Kakashi perdía su vista en aquel pasillo.

Y como si se le hubiese ocurrido algo, la castaña dio un leve saltito y sonrió.

— Oh, chicos... ¿Quieren venir a la práctica de hoy del club de música? Está abierta al público y es después del almuerzo.— preguntó, ofreciéndoles una visita. No era habitual que el club de musica abriera sus puertas, según corrían los rumores de que la capitana se la pasaba día y noche allí y que tenía un acuerdo con las autoridades del establecimiento que la dejaban dormir allí, así que no muchos pisaban ese lugar.

Siendo sinceros, si abrieran sus puertas ¿iría mucha gente a sus prácticas? De seguro solo irían para verificar rumores y burlarse de sus pocos miembros.

— Eh, claro, no tenemos nada más importante que hacer, ¿por qué no?.— Kakashi alzó una de sus cejas cuando oyó que el pelinegro lo incluía en su enunciado, mientras tanto Obito sonreía y le pedía por favor con la mirada.

— Genial, nos vemos allí entonces.— Rin hizo una media reverencia y luego de despedirse con una gran sonrisa en su rostro, se marchó.

Al verla desaparecer y dejar de saludar al aire, Obito volteó hasta su compañero.

— Ayudame en esta, amigo.— rogó Obito, para que Kakashi lo acompañara a la práctica.

♡̷̷̷

La guía había sido trabajosa pero buena, Obito era muy popular entre todos y gracias a eso ahora todos estaban conscientes de Kakashi (y también gracias a la apariencia de éste que no pasaba desapercibida en ningún rincón de la escuela)

Los dos compañeros hablaban animados mientras se servían su almuerzo en la cafetería. Bueno, de hecho, Obito hablaba y hablaba mientras Kakashi pretendía oírlo y le echaba un vistazo a la comida, pensando qué tomar.

— Oigan, oí que a la capitana del club de música le iban a hacer algo aquí.— Kakashi sin querer escuchó a tres chicas hablando detrás de él.

Por alguna extraña razón, la muchacha de la mirada de demonio se le vino a la mente a Kakashi.

— ¿Eh? ¿Otra vez Kabuto y sus matones?.— otra voz femenina diferente a la primera preguntó, como si aquello fuese tan habitual como almorzar.

— Pobre muchacha, solo enfrentó a Kabuto una vez y ya hace de todo para hacerle la vida imposible.— dijo una tercera voz diferente y más temblorosa, como si aquello causara miedo.

— Lo peor es que a él le hacen caso por ser un niño rico e inteligente.— reprochó la primera.

— Todo ese grupo que va con él son unos desquiciados.— bufó la segunda.

— ¿Debemos decirles a los delegados?.— Kakashi observó disimuladamente y vio como las tres se miraron con cierto miedo recorriendo sus ojos y las muecas que hicieron delataban su sentir.

No se atreverían a decir ni una sola palabra.

— Eh Kakashi, por aquí. — Obito estaba ya en la mesa junto a los miembros de fútbol, esperando por el peliplata que se había quedado tildado en las gelatinas y llamándolo con unos leves movimientos de su mano.

El Hatake, sin más, fue hasta él.

Cuando ya todos estaban sentados y charlando como si nada de chicas, fútbol y tonterías, el Hatake con cierta duda miró a Obito.

— ¿Qué le harán a los de música?.— preguntó directamente sin gastarse en dar vueltas en el asunto. Quizás Obito no lo sabía ya que se la había pasado todo el receso dándole el tour, pero al parecer tampoco desconocía a los matones o la situación, en realidad hasta les había hablado a esos tales "Kakuzu e Hidan" como si fuesen amigos. 

— ¿Eh de qué hablas?.— Obito habló con la boca llena y muy confuso por su pregunta.

— Oí que les van a hacer algo.— volvió a hablar tan inexpresivo como siempre el Hatake. El Uchiha pensó las cosas por algunos segundos hasta que pareció recordar algo e incomodarse.

— Ah ¿si?, pues... Debe ser obra de Kabuto.— respondió él, corriendo la mirada como si tuviera alguna clase de remordiemiento y haciendo una mueca.— Haruka, la líder del club de música y él... No tienen buena relación. Ellos dos jamás se llevaron muy bien y él siempre la trató de menos porque supuestamente no merece estar aquí porque según sus palabras este es lugar para gente con clase y la beca que consiguió por su talento es estúpida porque lo musical no es nada de otro mundo, así que ella lo enfrentó y le dijo que con ese concepto, entonces su ciencia también podía hacerla cualquiera con un poco de esfuerzo y hasta superarlo. Desde ahí comenzaron a acosarla.— explicó.— El otro muchacho, el que iba con ella, también es de bajos recursos y hace música, todos en su clase lo hacen de menos por ser... huérfano, pobre e iluso, al parecer encontró a Haruka como un escudo.— A decir verdad, a Kakashi realmente no le sorprendía. Era una escuela de gente rica y talentosa... Lo cual no les daba tiempo a todos estos jóvenes de educarse socialmente y estaba seguro de que el noventa por ciento de todos los alumnos ahí se creían superiores que otros por los ingresos de su familia.

— Y luego de la gran historia... parece que comenzó la cacería.— Genma dijo, señalando hacia las puertas de la cafetería con el palillo en su boca, donde no muy los lejos se podía ver a la capitana del club de música y al otro miembro hablar y caminar hasta la cafetería.

Y dentro de esta, pronto aparecieron dos figuras que parecían aguardar por su presa.

— Tranquilo Iru-chan, realmente manejas bien las notas.— Haru pellizcó la mejilla del moreno con una gran sonrisa, y él pronto se sonrojo y rascó su nuca, avergonzado.

— Prometo mejorar, senpai.— aseguró y alzó su mano para mostrarle el meñique a la castaña, la cual entendió enseguida.

— Estoy segura de que lo harás.— los dos amigos juntaron sus meñiques para hacer una fuerte promesa.

— No jodas.— Obito balbuceo casi dejando escapar la comida en su boca. Kakashi se alarmó y fruncio el ceño al ver la extraña escena que se formaba. Los chicos hablaban entre ellos tan confiados y concentrados que no se dieron cuenta cuando los otros dos salieron con prisa de detrás de las puertas de la cafetería con unos baldes y corrieron hacia ellos.

— ¡Ahí te va, bonita líder!.— gritó Hidan y de pronto los dos mayores tiraron agua de un extraño color a los dos chicos que estaban tan tranquilos dirigiéndose a tomar su almuerzo y no habían ni llegado a entrar. Los dos abusivos ni bien soltaron los baldes tomaron los tachos de basura y le tiraron todo su contenido a esos dos chicos a los que habían interceptado y tomado completamente por sorpresa.

Kakashi ni nadie había tenido tiempo a reaccionar, todos en la cafetería estaban asombrados algunos con ganas de reír, otros sintiendo lástima por aquellos.

— S-senpai.— Iruka trató de cubrir a Haru con su propio cuerpo y su mochila para que menos cantidad de basura cayera en ella pero Hidan lo tomó del cuello de uniforme y lo tiró al suelo mientras reía.

Sin dudarlo más, el peliplata se levantó de su asiento, decidido a parar esa estúpida escena que todos miraban sin decir u hacer nada para detenerlo.

Rin y otros amigos de ellos como Anko, Asuma y Kurenai fueron rápidamente a ayudar a sus amigos.

Luego de que todos ellos fueran, la mayoría de los alumnos en la cafetería los siguieron.

— Oye ¿quién te crees tú, nuevo?.— Kakashi había llegado en un par de segundos y ni bien pudo, tomó a Hidan antes de que le hiciera tragar basura a Iruka y ahora le gritaba al Hatake para que lo soltara, en cambio Asuma fue hasta Kakuzu para pararlo.

Haru trataba de limpiar sus ojos con alguna sección de su uniforme limpio y luego caminó hasta Iruka que aún yacía adolorido en el suelo, para ayudarlo a levantarse y limpiarse. Rin y Kurenai fueron hasta sus amigos y Haru, sin importarle el lío que se estaba formando a su alrededor con miles de estudiantes y quizás una pronta pelea, les avisó a sus amigas que iría a cambiarse y a asearse.

Kabuto estaba en las puertas de la cafetería, riendo con su grupo de amigos pero Anko lo tomó del cuello ni bien lo vio.

— Eres un imbécil Kabuto.— escupió y empujó al cuatrojos contra toda la bola de idiotas que tenía como séquito.

Kakashi y Asuma se deshicieron de los otros dos que poco les importaba estar siendo tomados del cuello.

Haruka e Iruka ya no estaban.

♡̷̷̷

Obito y Kakashi se dirigían al auditorio. El Uchiha no sabía si ir o no, no creía que irían a hacer la práctica con lo que le habían hecho a los dos miembros del club y le rogó prácticamente a Kakashi para que lo acompañara a ver.

Si fuesen otras circunstancias, Kakashi no hubiese aceptado pero, raramente, algo en su ser lo obligaba a ir.

Ya llegando los dos muchachos a la puerta, vieron a Rin pegando unos folletos en esta y Obito se apresuró a ir y tocarle suavemente el hombro, haciendo que la Nohara volteé.

— Muchachos vinieron...— murmuró con algo de pena pero sonriendo a continuación.

— ¿Cómo están ellos?.— Obito preguntó, notando que la expresión de su amiga era bastante triste.

— Haru es una muchacha muy agradable y fuerte, no se quiebra por estas cosas...— dijo con firmeza la muchacha que guardaba la cinta adhesiva. Al parecer el folleto decía que estaban abiertas las inscripciones para el club, ¿quizás por eso hacían la práctica?.— De hecho creo que ha estado más preocupada por Iruka-kun.— confesó, riendo suavemente para deshacerse de la tensión.

— Ellos realmente se pasaron...— Obito era amigo de todo ese grupo y aunque él ya no acosaba a nadie, de una u otra forma era cómplice y se sentía un poco culpable, aún más viendo a la chica que le gusta preocupada por eso.

— Me gustaría que dejaran de acosarlos, ellos son buenos chicos y no lo merecen.— Rin fruncio leve el ceño como si quisiera llorar peri inmediatamente negó.— ¿Entran a ver la práctica entonces?.— Rin abrió la gran puerta del teatro, invitándolos a pasar y los dos así lo hicieron.— Sientense en las gradas, pronto tocaremos todos juntos.— dijo ni bien los dejó unos asientos cerca del escenario. Realmente era un auditorio gigante y hermoso y había otro público además de ellos, aunque muchos de ellos solo cuchicheaban o se veían extremadamente aburridos, habían unos pocos disfrutando.

En el escenario había dos siluetas que Kakashi ya conocía.

— Iruka, tu postura.— Haruka caminaba de aquí para allá mientras le daba indicaciones al muchacho que tocaba el violonchelo frente a ella.— Más fuerte. Cuidado con los dedos.— se veía firme, como si nada le hubiese pasado y como una verdadera profesora.— Sostén bien el arco y tranqulizate, te ves tenso.— Kakashi la observó con detenimiento y se sorprendió cuando se encontró a sí mismo creyendo las palabras que la primer castaña había dicho antes de que entraran, esas de que aquella chica no era débil. Francamente su aura emanaba fuerza.

Había una especie de dureza que le impedía a Kakashi ver a esa chica como alguien débil.

Y sorprendentemente era la primera vez que le ocurría algo de esa índole.

— Gracias por los consejos senpai.— Iruka hizo una reverencia ante la muchacha ni bien dejó de tocar y ella sonrió, feliz. Se escucharon algunos aplausos y bostezos.

A decir verdad, Kakashi no había escuchado nada de otro mundo mientras él tocaba pero al menos parecía esforzarse.

— Disculpa por traerte aquí, Rin realmente me gusta y quiero ganarmela.— Obito le susurró a su compañero, admitiendo su aburrimiento y desinterés.— Que me acompañes a algo tan aburrido me parece un honor.— admitió y rió divertido. Kakashi no dijo nada, solo le pareció un tonto comentario.

Haruka caminó por el escenario luego de darle las últimas indicaciones a Iruka y fue hasta el piano frente a ella.

— Tocaré.— avisó. Al parecer ella siquiera había notado que tenía audiencia además de sus compañeros de club.— Recuerden hacer anotaciones de lo que encuentren mal en mi practica, no sean blandos y por favor RinRin, grabame.— pidió mientras se acomodaba frente al instrumento y le sonrió a Rin, quien pronto asentía y sacaba su teléfono celular.

— ¡¿Ustedes saben lo que se viene verdad?!.— Kakashi vio al llamado Iruka dar pequeños saltos como un niño y a la chica peliazul dándole un suave codazo.

— Realmente eres su fan número uno.— se burló aquella y él tímidamente asintió, procurando que Haru no lo estuviese viendo.

Haruka se posicionó correctamente, llevó sus pies a los pedales, sus manos a las teclas y cerró sus ojos suavemente, preparándose.

Kakashi la observó curioso. A decir verdad él también solía hacer musica antes cuando era un niño pero no se le daba... exactamente bien.

Era un experto con todo excepto cuando se trataba de tocar. Solo habia podido aprender a tocar el violín pero para la única persona que tocaba era para su padre pues para él mismo, al tocar, no transmitía nada, pero cuando tocaba para su padre era absolutamente otro sentimiento que luego de su muerte no había podido volver a sentir, y lo dejó.

Si había un punto débil en Kakashi era no saber hacer música así que, después de todo, ahora tenía expectativas altas para la primera impresión de aquella chica.

Obito descansaba su cabeza en el respaldo de la silla acolchonada, todo desparramado en el asiento, mientras miraba sin mucho interés al escenario.

— Necesito oír a Rin, coquetearle y largarme...— se quejó, haciendo una mueca de exasperación hasta que pareció recordar algo de repente mientras veía a la de coletas prepararse.— Oh, dicen que la líder es muy buena en todos los instrumentos.— le comentó por lo bajo a Kakashi.— Recuerdo que antes ella tocaba la flauta hasta que el niño ese se unió, él toca ese violín grande de allá.— dijo, señalando el violonchelo.— Rin toca el violín.— habló seguro, como si supiera muy bien la destreza de la chica que le gusta.— Y la otra chica que está al lado de Rin, Anko, toca el violín, ese que parece un poco más grande... Pero que no es violín.— le chismoseo el Uchiha que al parecer conocía a los jóvenes de la escuela mejor que a su propia familia.

— ¿La viola?.— Kakashi miró a su compañero y preguntó para aclarar la tonta explicación de "violín que no es violín". Obito lo pensó unos segundos y asintió, moviendo la mano de un lado al otro, como si no fuera de mucha importancia.

— Como sea.

♩ ♪ ♫ ♬

Mientras hablaban entre ellos, repentinamente se escuchó la melodía sonar suave y baja.

Los dos se dispusieron a hacer silencio y curiosos miraron al frente para oír con atención y también aclarar sus propias dudas.

La melodía iba sin prisa.

Tranquila y nostálgica.

La pianista también se veía vacía.

Se oía como una canción de cuna, sin profundidad.

Decepcionante.

— Oye, ¿como se volvió el ambiente aún más aburrido de repente?.— susurró Obito, insinuando también su decepción ante lo que oían.—Ya, ya vamo-

Los dos se sobresaltaron y callaron ni bien escucharon el cambio de ritmo en la melodía y se concentraron nuevamente, boquiabiertos e impactados, en la muchacha frente a ellos que tan rapido, en un abrir y cerrar de ojos, había cambiado y bien fluía sobre el instrumento que en ese instante parecía pertenecerle por completo.

Todo el publico que se había mantenido hablando o aburriendose segundos antes cerró la boca.

Mientras en todo el auditorio retumbaba el sonido del piano y todos se concentraron en la única persona sobre el escenario.

— Santa mierda...— murmuró Obito luego de un rato de haberse mantenido oyendo en absoluto silencio y admiración, como si no pudiera creerlo o jamás se hubiese esperado una sensación tan genial con tan solo escuchar a alguien tocar el piano.— Ahora entiendo porqué... el niño está enamorado de ella.— susurró, acomodándose bien en su asiento sin despegar la vista de aquella figura en medio del escenario.

Y Kakashi también lo entendió, su corazón acelerado y desamparado lo entendió perfectamente.

Las manos femeninas se movían por todas las teclas y acariciaban hasta lograr hacer sonar con perfecta armonía las notas.

Las luces del escenario en un momento parecieron centrarse solo en ella y Kakashi dejó de oír la voz de los demás presentes.

El mundo a su alrededor se oscureció y su respiración era extraña. Escalofríos llegaban a su espina dorsal de sólo ver como las manos ajenas se movían, como sus expresiones hablaban por si solas y su lenguaje corporal se sumía bajo las melodías.

Completamente extraño.
Se sentía extraño y emocionado.

Su cuerpo se estremecía por completo.

El aura, la energía, la escena ¿cómo era posible de explicar?

Un sentimientos trágico, asfixiante y emocionante

Todas las sensaciones que bombardearon a Kakashi eran, en pocas palabras, indescriptibles.

Como si cayera en paracaídas a un vacío universal rodeado de estrellas y todo el sistema solar, sin miedo alguno.

Lo mismo que sintió alguna vez de niño cuando escuchó a su padre tocarle a su madre antes de su muerte.

Algo similar a sus propios sentimientos al tocar para su padre.

Con la necesidad misma de cuando se quiere llorar, sus ojos ardieron.

Como si un ángel hubiese bajado del cielo y le hiciera cosquillas en su corazón, acariciara sus oídos y tocara descaradamente su alma.

Veía al mismo arte siendo personificado...

Haruka estaba en su propio universo. Tocaba con fuerza, moviendo enérgicamente su cuerpo, comenzando a sudar. Sus ojos cerrados y apretados, su ceño suavemente fruncido y su labio inferior levemente mordido.

Con la intención de dejar todo el sentir de su alma en esa pieza donde sólo ella era protagonista.

El Hatake se indignó.

¿Esa era la chica a la que le habían tirado agua sucia y basura?

¿La cual había oído que su beca era "innecesaria"?

— ¿En serio no es una grabación? Woah.— se oyó detrás de sus asientos a alguien decir.

— Senpai se ve tan genial.— otra voz dijo.

— Haru realmente es una prodigio musical.— todos hablaban de lo sorprendente que se oía y se veía.
Hasta Obito estaba en silencio, con sus ojos bien abiertos como si quisiera impedir su parpadeo.

— Obito.— Kakashi habló por lo bajo para no perturbar la concentración de otros y codeó suavemente al pelinegro para llamar su atención.— ¿Ella a qué clase va?.— preguntó, completamente curioso.

— Huh, va... va a la nuestra...— dijo el Uchiha, sin siquiera correr la mirada.— Estuvo hoy con nosotros y todo.— informó, quedando boquiabierto un par de segundos.— Verla es extraño y se siente tan... tan genial, jamás la había oído.— confesó él y el peliplata estuvo completamente de acuerdo.

Hasta los muchachos del club estaban sin habla. Rin casi deja caer el celular al no concentrarse en la grabación, Anko miraba con una sonrisa satisfecha y los ojos de Iruka brillaban intensamente. Ellos sabían de lo que su líder era capaz de hacer porque lo habían experimentando miles de veces, miles de veces habían sentido ese sentimiento abrumador y abundante, y no solo con el piano sino con muchos instrumentos más, ella en verdad era... excepcional y un caso de uno en un millón.

Era exactamente inexplicable.

Lo que anteriormente había parecido una simple melodía en solo cuestión de segundos se había transformado en algo tan abrumador.

Inevitablemente una duda surgió en la mente del peliplata.

¿Es posible enamorarse con tan solo ver a alguien tocar con tanta fuerza y dedicación?

Quizás utilizar la palabra "enamorarse" no era la correcta pero de una u otra forma, Kakashi, quien jamás se había sumergido tanto en algo o metido de lleno, ahora había caído por completo.

— Ésta chica es totalmente... un nuevo amanecer.— murmuró casi sin recordar que debía seguir respirando y cuando el piano dejó de sonar, los aplausos y gritos no se hicieron desear.

Si, otro au porque puedo, porque quiero, porque si y ¿por qué no?

Después vamos a hacer una votación para ver cuál su seguimos y cuál no, espero que elijan sabiamente.

Y tranquis, el au de "Sexo amigos" y la historia original aún siguen en marcha.

Voten y comenten lo que les parece♥

Me gusta muchísimo Chopin, por eso elegí un estudio de él ♡̷̷̷

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