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➸❀El peliplata volvía de una simple misión que le habían asignado junto a sus otros compañeros ninjas que hablaban tranquilamente mientras iban a la aldea pues la operación había sido un éxito y ya se encontraban cerca de casa, por lo cual no había nada que preocuparse.
Kakashi iba tranquilamente leyendo su libro favorito mientras caminaba, hasta que uno de sus compañeros se puso a su lado y carraspeo su garganta, llamando la atención del enmascarado.

— Hatake-san.— habló con cierta timidez y un temblor en su voz. El recién nombrado lo miró por el rabillo de su ojo e hizo un ademán con la cabeza, en señal de que lo oía.

— Dime.— dijo para luego pasar de página en su libro. El shinobi a su lado se notaba bastante nervioso y sudaba. Pasaron unos segundos hasta que se atrevió a volver a hablar.

— U-usted... pasa mucho tiempo con Byakko-san.. ¿verdad?.— preguntó, sonrojándose levemente y corriendo la mirada. Una de las cejas de Kakashi se elevó pero nadie lo notó.

— ¿Byakko-san?.— murmuró haciéndose el desinteresado.— Ah... ¿hablas de Haruka? hum, si... Así es.— asintió, sin apartar la vista de su libro.— ¿Hizo algo malo?.— preguntó con indiferencia. No le sorprendería que alguien venga a quejarse de ella con él.

— Huh... n-no, nada de eso... Es algo personal y p-perdón por preguntarle a usted pero...— la voz del muchacho temblaba levemente y eso desesperaba un poco al Hatake.— Ella... está soltera...¿c-cree que aceptaría salir con alguien como yo?.— al escuchar aquella pregunta Kakashi terminó perdiendo la concentración en su literatura y bajó un poco el libro, aturdido y extrañado.— Quiero salir con ella y... ¡hacerla mi novia!.— exclamó con emoción  y completamente rojo.

 El peliplata estaba algo... sorprendido, pues, aunque no era la primera vez que le hablaban o insinuaban cosas de Haruka, esta vez se había sentido ¿atacado?. No le había gustado escuchar aquello, era la primera vez que alguien se mostraba interesado en proponerse ante su amiga, en hacerla su novia, y ciertamente sintió algo de inseguridad de solo pensarlo. Haruka desde que creció siempre había atraído la mirada de los hombres ya que solía ser amigable y bastante hermosa, aunque si la conocías más profundamente podrías llegar a asustarte... 

Ellos eran amigos desde hace mucho tiempo y pensar tan solo en separarse de alguien que lo había acompañando en sus peores momentos le aterró completamente. Y aunque se oiga egoísta y estúpido, él sentía que Haru... era suya y él le pertenecía a ella. ¿Cómo podría dejarla ir?

Obviamente ella no sabia esos pensamientos que Kakashi tenia y él jamás tuvo que preocuparse por perderla... Pero... ¿Y si ella encuentra a alguien más? ¿Qué haría?

Se había quedado callado por unos minutos bastante largos, por lo que el ninja lo miraba expectante y ansioso. 

Debía contestar.

— No lo sé, ¿por qué no lo intentas?.— dijo amablemente y fingiendo que no le importaba en lo absoluto, volviendo a subir el libro y leer. El otro muchacho asintió convencido.

✩࿐⋆*

El escuadrón de Kakashi llegó a la aldea y para su sorpresa, Haruka estaba allí, en las puertas, jugando con Kotetsu e Izumo.
Ni bien vio al peliplata, ella se enderezó y lo saludó como si fuese un soldado, Kakashi alzó su mano, también saludando y escondiendo una sonrisa bajo su máscara.

La escuadra se dividió para completar las últimas tareas de informar al hokage toda la misión y Kakashi junto a su compañero ninja, el enamorado, fueron donde Haru estaba.
Ella iba a saludar alegremente a su amigo pero antes que pudiera, el otro desconocido habló.

— ¡Byakko-san!.— exclamó, llamandola entre asustado y decidido, obteniendo la atención de la pareja de amigos.

— ¡Yo!.— pronunció Haru, dirigiéndose al muchacho amigablemente y sonriendole. Él, ni bien recibió esa sonrisa, se enrojeció y asustó aún más.

Al parecer Haru tenia un gran fanático.

— B-Byakko-san.. lamento molestarla e-es que...— tragó saliva costosamente e inhaló algo de aire. Kakashi se sentía molesto pero trataba de mantener su vista sobre su libro que aún seguía abierto aunque a veces veía disimuladamente a Haru, quien se mantenía intrigada.— Y-yo.. hace mucho que me he estado preguntando si... a usted... le... ¡¿le gustaría salir conmigo?!.— gritó esto ultimo, haciendo que Kotetsu e Izumo, que estaban a un lado, rían por lo bajo pues aunque se hacían los disimulados, estaban escuchando todo.

— ¿Huh?.— ella ladeó un poco su cabecita, extrañada. La verdad es que pensó que le diría algo más grave o la regañaría.— Claro, ¿cuando tienes tiempo?.— preguntó con tranquilidad. La mandíbula de los chismosos cayó al suelo, Kakashi se asustó y al shinobi enamorado le brillaron los ojos, con esperanza.

— ¡¿E-en.. serio?!.— volvió a gritar incrédulo, acercándose más a ella. 

— Si ¿por qué no?.— Kakashi, quién se había mantenido alarmado por la simple e ingenua aceptación de Haru a salir con el otro, la observó con detenimiento y volvió a respirar al percatarse de que ella no había entendido.

— Haru.— el peliplata la llamó, con su típico tono de aburrimiento.— Él esta hablando de tener una cita... una cita amorosa.— dijo como si fuese lo más obvio del mundo...  y en realidad así era, pero ella era algo lenta con las cosas amorosas.

— ¿Ah?.— ella miró a Kakashi confundida y luego al otro muchacho. — ¿Es así?.— preguntó, rascando su nuca y recibiendo un asentamiento de su parte.— Oh, lo lamento, no puedo aceptar tu oferta... estoy interesada en alguien más.— se inclinó ante él, quien pronto se había desanimado. Kakashi, lejos de tranquilizarse, se sintió abrumado.

 ¿Habia escuchado bien? ¿Haru estaba interesada en alguien?

— ¿Qué?.— murmuró inconscientemente Hatake, Haru lo observó con curiosidad pero antes de que pueda decir algo, el otro ninja habló.

— L-lo entiendo Byakko-san, gracias por escucharme.— dijo, también haciendo una reverencia. Algo decepcionado pero orgulloso de poder haberlo hecho.

— No te rindas, ¡eres muy tierno!.— exclamó Haru tomándolo de las mejillas y pellizcandolo. El chico asintió, sonrojado.— ¡Mi corazón hizo doki doki con tu declaración!.— exageró con una gran sonrisa.

Luego de los ánimos y un poco más de charla, el muchacho se fue con la frente en alto mientras Haru lo saludaba seguido de un "¡Luchemos alguna vez!". 

Sin embargo, por la cabeza de Kakashi pasaban muchos pensamientos que no hacían mas que torturarlo, las palabras "Interesada en alguien más" estaban clavadas allí, haciendo una especie de eco por todo su cráneo. Él no sabia nada de eso, solo conocía un amor de Haruka pero no era posible que ese amor le impida conocer a alguien más.

— Haru ¿qué fue eso?.— se decidió por preguntarle de una vez, aún algo desorientado pero tratando de no hacerlo evidente.

— ¿Mhm?.— ella atendió al peliplata, volteando a verlo y esperando a que aclare a qué se estaba refiriendo.

— Le dijiste que estabas interesada en alguien.— recordó. Haruka rió y luego frente a ella voló una pequeña mariposa que la distrajo.

— Waaa, mira ese insecto.— dijo, viendo como volaba e ignorando al Hatake que fruncía el ceño.

—Haruka.— la llamó, para que vuelva a prestarle atención. La castaña saludó a la mariposita y seguido de ello rió y se encogió de hombros.

— Oi, sé que somos amigos pero debo tener mis propios secretos ¿no?.— habló sencilla, como si fuese algo indiscutible.— Después de todo, las chicas tienen sus propios secretos.— dijo. Su voz en ese momento había sonado picara, profunda y con una gota de malicia y pilleria adornándola. Haru le guiñó un ojo y sonrió de lado. Kakashi sintió como si el mundo se hubiese parado, con miles de pinchazos eléctricos recorriendo todo su cuerpo, como desestabilizando todo su ser y dejándolo sin habla. ¿Ella causó eso?.— ¡Mira pervertido! ¡dangos!.— gritó la chica sin esperar respuesta, volviendo a ser la misma infantil de siempre que saltaba de aquí para allá.— Compremos y vayamos en busca de sake.— pidió, zamarreándolo un poco y corriendo al local que solía frecuentar, sin esperar al hombre aún escéptico 

— Oh, Haru-chan.. Que gusto verla por aquí otra vez.— se escuchó decir al encargado de la tienda.

— ¡Dango-sama!.— exclamó ella feliz de ver al hombre y su comida.

 Izumo y Kotetsu se acercaron al mayor que aún no se movia y solo miraba a Haru.

— Que afortunado será quien se quedé con alguien tan bella como Haru-chan..— murmuró Izumo.

— Aunque es bastante rara.— comentó Kotetsu,  sin embargo Kakashi no reaccionó.

No podía hacerlo ya que todo su cuerpo estaba sintiéndose extraño. 

Se sentía egoísta, celoso y encandilado.

¿En quién podría estar ella interesada?

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