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「Mejores amigos」# 2

A la mañana siguiente, Kakashi se despertó más temprano de lo que solía despertar y observó a Haru quien dormía plácidamente en su pecho, acurrucada, y le dio un pequeño beso en la coronilla de su cabeza para luego suspirar, recordando lo que la noche pasada había ocurrido y levantándose de la cama luego de tomar una decisión.

Salió de casa con la intención de no tardar mucho con sus asuntos y decidió irse de una vez, antes de que Haru despertara y no lo encontrara a su lado.

(...)

Iruka daba vueltas en la academia cargando con algunos papeles. Estaba estresado y cansado, no había dormido nada y solo quería dejar de trabajar.

¿Era sano trabajar toda la noche en cosas tan importantes luego de haber cortado lazos con una de las personas que más quieres? No, no podía ser sano en ninguna clase de circunstancia.

Aunque había pensado por mucho tiempo acerca de ello, la decisión ya estaba tomada ¿por qué quería volver atrás y evitarlo? Debía abstenerse a las consecuencias de tomar decisiones.

Volviendo a las acciones presentes, mientras ordenaba los papeles de su arduo trabajo arreglando cosas de los exámenes chunnin próximos, el muchacho vio una figura a su lado así que inevitablemente levantó su mirada, encontrando al peliplata.

— Pronto serán los exámenes chunnin, tienes mucho por hacer eh.— Kakashi estaba allí recargado en la pared, como si hubiese aparecido por arte de magia, despreocupado con la vista en las hojas de papel del libro que cargaba. Había hablado amablemente, como si ayer Iruka no le haya gritado a su novia ni nada parecido.

— ¿Hatake-san?.— Iruka se sorprendió de verlo allí pues no lo esperaba para nada, después de todo le había hablado a Haru como si fuese basura, quizás estaba a punto de recibir una paliza. ¡Como se arrepentía!

Jamás iría a beber otra vez, ni mucho menos pensando en Haru.

— ¿Podemos hablar?.— preguntó el jōnin luego de cerrar el libro, recibiendo un asentimiento dudoso por parte del moreno.

Los dos se habían sentado en una banca fuera de la academia. El cielo estaba algo nublado y corría un poco de viento fresco, sin embargo, los niños seguían correteando y jugando como si ese fuese uno de los mejores días.

Iruka estaba nervioso, el movimiento de sus manos lo demostraba y sus piernas levemente temblorosas tampoco se molestaban para ocultarlo. Se esperaba una discusión, después de todo lo merecía.

— ¿Realmente quieres alejarte de Haru?.— Kakashi cortó el silencio del ambiente y fue lo más directo posible ante el tema que quería hablar, teniendo a Haru en su mente en cada momento mientras miraba al frente, a ningún lugar en específico.

Sorprendido por el suave tono que el mayor había utilizado al hablar, Iruka tragó saliva con algo de dificultad y asintió, dudoso.

— No puedo estar con ella.— contestó como si su respuesta fuese la más sensata y obvia del mundo. Un suspiro se escucho de los labios del contrario que para nada pensaba así.

— Solo porque no puedes estar con ella de la manera que quieres, decides herirla.— lo acusó repentinamente, con ninguna expresión en particular, haciendo que la nerviosa expresión del moreno cambiara a una llena de indignación.

— Para usted es fácil decirlo considerando lo que significa para ella y lo que es en su vida.— gruño, un poco molesto pero tratando de no tomarlo personal. Kakashi recargó su espalda en el respaldo de la banca y miró las nubes.— Sin embargo yo... el día en el que... dejé salir mis sentimientos... sé que pelearon y se distanciaron, vi a Haruka llorar por estar lejos de usted y todo fue por mi culpa, por ser una persona egoísta... Por forzarla a hacer algo que de ninguna manera ella quería hacer y tirar a la basura toda clase de respeto... No sé... qué paso conmigo.— el menor se avergonzó al recordar las estupideces que había hecho y una de sus manos fue a parar a su frente, queriendo tapar su enrojecido rostro. Desearía poder cambiar todo aquello, poder ser feliz al ver a su mejor amiga feliz junto a quien ama, no amarla de la manera que lo hace ni sentir todo lo que siente pero los sentimientos humanos eran definitivamente más complicados que una simple orden del cerebro. No por arte de magia desaparecerían, ni aún teniendo un gran control mental. La mente y el corazón eran completamente distintos.

— No fue correcto lo que ocurrió aquella vez y sé que culpar al alcohol sería lo más efectivo para todos nosotros, pero tampoco estaríamos siendo sinceros...— aquella vez, Kakashi se habia cegado gracias al enojo de sentirse engañado, creyó que Haruka realmente no se tomaba en serio la relación y mentiria si dijera que no tiene miedo de que ella, quizás algún dia, dice que ya no lo ama. Él podía entender a Iruka porque sus propios sentimientos eran abrumantes de una forma hasta dolorosa.—  Pero estás arrepentido y sabes que lo que has hecho estuvo mal.— el Hatake miró a Iruka quien miraba el suelo y su expresión frustrada hacia que sepa todos los pensamientos que en ese momento pasaban en su mente.— Haru te quiere mucho y sé que significas mucho para ella, son amigos desde niños y sabes cuanto aprecia a sus amigos... Fuiste algo duro con ella, ¿no crees?.— él tocó la cabeza de Iruka, palpando tres veces como si de un cachorrito se tratara.— También fue mi culpa no haberte dicho que estaba enamorado de ella desde hace bastante tiempo, no soy bueno con los sentimientos.— se avergonzó un poco al admitirlo pero era verdad, ninguno de los dos servia para eso del amor.— Perdoname.— concluyó, asombrando al instructor a su lado que miró la mano que el peliplata extendía con extrañeza.

— Usted... perdoneme.— pidió él, tomando su mano y estrechándola para luego hacer una reverencia. El ojo visible de Kakashi se arqueo y asintió.

Un silencio los inundó y los dos volvieron su vista al frente. Kakashi miraba a los niños jugar, Iruka miraba en árbol de cerezos.

Debía disculparse con Haruka y seguramente no sabría como hacerlo ni tampoco encontraría las palabras adecuadas. En verdad eran amigos desde niños y se había atrevido a lastimarla.

— Por cierto... E-ella...— Iruka no se atrevió a terminar su pregunta pero por suerte Kakashi entendió a lo que quería llegar y contestó con sinceridad.

— Lloró bastante luego de que te encontráramos hasta que logró dormir, se rehusaba a creer que le dijiste que ya no querías verla.— recordaba la tristeza en la voz y expresión de su novia de tal manera que lo hacia sentir mal a él mismo, tan mal se había sentido que ahora estaba sentado justo al lado del causante de sus lágrimas.— Soy su novio, sería egoísta de mi parte querer alejarla de sus amigos, además de que nosotros también lo somos — declaró. Iruka suspiró, tratando de no torturarse con la imagen de Haruka llorando por las palabras hirientes que él había dicho.

— ¿Desde hace cuanto está enamorado de ella?.— se atrevió a preguntar, dejando al mayor pensando por unos minutos y que absolutamente no tenia ningún tipo de vergüenza de responder.

— Quizás... desde los diecisiete.— admitió, sorprendiendo por completo al Umino boquiabierto que no se esperaba esa edad para nada.— Solíamos pelear y ser duros, pero ella siempre fue una luz para mi.— rió levemente, recordando cómo había sido que poco a poco la castaña logró entrar a su corazón.

— S-son muchos años desde sus diecisiete hasta ahora, ¿por qué no se lo dijo antes?.— no se esperaba esa respuesta pues eso quería decir que había estado enamorado de ella por casi una década y jamás se lo había dicho hasta hace un tiempo atrás. Ni él había esperado tanto.

— Tuve miedo, Haruka jamás fue de interés amorosos... solo de niña y en ese entonces seguía enamorada de su primer amor.— el peliplata había llevado una mano hasta su rostro y rasgó su mejilla suavemente, con ciertos nervios. — Aunque ahora también lo está, no dudo de que si él seguiría vivo ella se mantendría insistiendole para que salga con ella y yo no sería más que el idiota.— rió con cierta amargura que aunque quisiera ocultar, dominaba su voz. La cabeza de Iruka se ladeo un poco, creia haber estado alucinando o ¿realmente había algo de inseguridad y tristeza en lo que el peliplata decía?.— Pero... es diferente. Fui bastante cobarde.— se encogió de hombros. Antes de que Iruka pudiera replicar algo, unos pasos sonaron, acercándose cada vez más a ellos.

Los dos chicos vieron hacia el lugar donde los pasos sonaban, encontrando a Haru allí.

Cuando las miradas de Iruka y Haruka se encontraron, ella se sorprendió pero no dijo nada y luego de una mueca incomoda, miró a su novio.

— Kakashi... al parecer encontraron pistas de Tetsu-aniki.— explicó con extrema rapidez y un deje de ansiedad, viendo como una de las cejas de Kakashi se elevaba.— Debo ir a una misión.— advirtió.

— ¿Tu hermano?.— los dos hombres preguntaron al unísono al escuchar su repentino aviso, ella asintió rápidamente.

— Te acompañare.— Kakashi se había levantado sin titubear de la banca con toda la intención de seguirla y ayudarla con lo que sería su misión de rastreo pero una respuesta negativa se lo impidió.

— No, los exámenes chunnin están muy cerca y yo no creo que pueda volver antes, quedate y ayuda a tu equipo.— ordenó

— E-es peligroso.— la voz temblorosa del preocupado Iruka se hizo presente y los ojos avellana viajaron en un destello hacia él.

— No puede ir sola, lo más probable es que ni esté solo.— el Hatake respaldó la sentencia de Iruka pero Haruka era terca y decidida.

— Sabes que hice esto muchas veces y el abuelo tampoco me dejará ir sola, seguramente vaya con algunos anbus, estaré bien.— trató de alivianar la tensión del ambiente y sacarle importancia al asunto con una leve sonrisa.— Me retiro.— luego de haber informado todo y hace un pequeño ademán con su cabeza, volteó, decidida a correr y marcharse.

— ¡Haruka-senpai!.— el llamado de Iruka detuvo el trote que la castaña recientemente habia comenzado.— Cuidese, por favor.— pidió casi inconscientemente, olvidando todos los conflictos internos y preocupándose por aquella mujer que ocupaba un lugar tan importante en su vida y corazón.
Por unos momentos había recordado que en este mundo, cualquier momento era justo para perderla en verdad.

Haru volteó su cabeza con una espléndida sonrisa y alzó uno de sus brazos.
— ¡Adiós Irubaka, Bakakashi! hagan triunfar a los niños de Konoha.— pidió con su tierna voz, sacándole unas sonrisas y asentimientos a los hombres y luego desapareció por las calles.

Dejando dos corazones ansiosos.

Me parece injusto que no se comprenda a Iruka, él merece ser comprendido aún habiéndose equivocado. Es difícil confesarse a tu crush y más difícil poder ser feliz cuando la ves feliz con alguien más):

also, ya se viene el pasado y una parte de la historia de Haru y su hermano, estoy emocionadaaaa

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