〖Escape〗2/?
❁ཻུ۪۪
Kakashi se maldijo a sí mismo al ver nuevamente dónde se encontraba y se repitió una y otra vez lo idiota que fue por haber creído en sus amigos y aceptado su propuesta.
No le agradaba. Lo habían interrumpido en sus deberes solo para llevarlo a una estúpida fiesta rodeado de mujeres y alcohol cuando él no lo había pedido ni lo necesitaba... Desde hace ya unas cuantas semanas ellos habían estado tratando de presentarles personas o hacerlo salir a divertirse pero eso no era lo que quería y le molestaba que no respetaran su decisión.
Él no podía divertirse así como si nada estuviese pasando e ignorar la carga en sus hombros.
— Kakashi-kun~ — una mujer de pronto fue hasta él, quien se había mantenido solo, alejado y bebiendo una copa, para sentarse en su regazo con picardía y tratando de seducirlo, pero el peliplata pronto se disculpó y se levantó.
— Lo siento, no estoy disponible.— fue lo único que le dijo, con respeto, para luego dirigirse a la mesa donde estaban todos sus compañeros divirtiéndose. Kakashi pagó el único trago que había tomado y se dispuso a irse, sin siquiera saludar a los presentes pero una mano sobre su muñeca detuvo su caminata.
— Hey, quedate.— Genma le pidió, todas las miradas de sus otros amigos estaban sobre el peliplata.— No seas amargado.— se burló, haciendo que Kakashi sintiera que le estaban tomando el pelo por completo y no entendía porque seguían insistiendo.— Diviertete Kakashi, solo disfruta y consigue a alguien para bailar.— dijo tranquilo al ver la mueca disgustada que le otorgaba al escucharlo y tratando de animarlo pero consiguiendo un efecto contrario.
El Hatake pronto se zafó del agarre de su amigo con cierta brusquedad, ahora si sintiéndose un idiota.
— ¿Creen que necesito a alguien más a mi lado?.— preguntó irónico, mirando a sus amigos que se suponía conocían toda la mierda que estaba pasando, que sabían que desde hace casi dos años buscaba a su novia desaparecida.— ¿Ya dieron por muerta a Haruka?.— rió con amargura pero rápidamente se calló.— ¡¿Tan poco les costó?!.— les gritó, sobresaltando a todos. Izumo y Kotetsu se incomodaron al escuchar el nombre de su compañera de equipo, Genma corrió la mirada, sin querer aguantar la culpa que le ocasionaría después.— Me voy, disfruten su noche.— al no recibir más respuestas que sus miradas apenadas y asustadas, aquello fue lo último que pronunció para luego retirarse del bar.
(...)
Kakashi llegó a casa, prendió las luces, dejo las llaves a un lado y suspiro pesadamente.
Mientras se dirigía directo a la cocina, sacaba y servía el licor que había comprado de camino a casa, acomodaba nuevos dangos que pondría de repuesto en la mesa y se dirigía al lugar donde siempre dejaba los aparitivos por si su novia volvía inesperadamente, vio justo en el centro de la mesa un objeto inusual que le causó escalofríos con tan solo poner sus ojos sobre él e hizo que dejara en licor y los bocadillos rápidamente sobre la tabla y que sus manos comenzaran a tener un suave temblor.
Allí reposaba algo que no era de su pertenencia pero que había causado muchas dudas en su mente durante todo ese tiempo.
Tragó saliva con fuerza y acto seguido invocó a Pakkun, sin atreverse a tocar el objeto y con el ceño levemente fruncido.
— Oye, ya estaba en mi quinto sueño, Kakashi.— se quejó el canino luego de ser invocado y pegar un bostezo pero se alarmó cuando vio al peliplata tan extraño y miró a donde este miraba, en busca de alguna extrañeza que lo tuviera así. Un olor fue lo primero que vino al perro que pronto volteó hacia Kakashi, bastante confundido.
— Pakkun... Olfatea eso.— tratando de mantener toda la calma y compostura, el Hatake señaló el instrumento en la mesa sin acercarse y pidiendo a su amigo que lo ayudará. El canino asintió, también intrigado por la rareza y se subió a la mesa para poder olfatear de cerca y correctamente el objetivo.
Bastaron unas cuentas olfateadas para que el nikken parara y volteara nuevamente.
— Esto... tiene olores extraños... Sangre, químicos y... ¿El aroma de Haruka?.— aquello ultimo había salido como interrogante más que confirmación pero él estaba seguro que ese era el aroma de la pareja de su amigo.— Kakashi, está flauta es de Haruka.— aseguró ya con firmeza y viendo como al decirlo, él temblaba suavemente.
De pronto sus miradas se cruzaron y supieron que debían hacer, sin importar el horario o las ordenes.
(...)
Pakkun guiaba a Kakashi tratando de localizar una pista o algo que ayudara a resolver sus misterios en medio de la noche.
A Kakashi se le ocurrió camuflarse con una túnica para no ser reconocido e ir al bosque donde había visto por última vez a su pareja y dónde también habían sospechas que residía gente de Orochimaru.
Todo era extraño, ¿por qué aparecería tan de repente la flauta de Haru en su casa? ¿Por qué no la tenía ella? ¿Era esa una clase de señal que le indicaba que debía dejar de buscar? ¿O que si seguía buscando la hallaría?
Las dudas no dejaban descansar la mente del peliplata ni por un segundo.
De pronto y mientras seguían rastros y buscaban pistas, el Hatake y Pakkun oyeron un limpio sonido de cuerdas y agudos gritos femeninos resonar aterrorizados por el bosque, directo a sus oídos.
Los dos rapidamente se dirigieron a donde se esucharon los gritos, sin dejar pasar ni un segundo más. La corozonada de Kakashi le advertía que algo ocurriría.
— ¿Qué ocurrió?.— preguntó Kakashi al llegar y ver a una pandilla de hombres con pintas de bandidos tirados en el suelo, inmóviles, mientras unas cuantas muchachas estaban reunidas en un grupo, temblando.
— N-Nee-sama n-nos... ayudó, nos salvó de los ladrones.— dijo una muchacha aún con dificultades para hablar y viendo a los cuerpos en el suelo con desprecio.
¿Nee-sama?
— Estos tipos están sin vida.— Pakkun le avisó el Hatake al terminar de revisar. Ninguno tenía herida notorias, solo sangre salía de sus cinco puntos.
— ¿Cómo era?.— volvió a preguntar Kakashi a las muchachas que se miraron entre si, dudosas, hasta que una tomó valor y dio un paso delante.
— Solo... fui capaz de ver sus ojos, eran amarillos y brillaban, llevaba un instrumentó extraño y una túnica más larga que la que lleva usted.— explicó la muchacha. — Se fue por allí.— señaló delante de ellos un sendero rodeado de arboles, indicando el camino correcto.
Luego de agradecer y pedirles que se acogieran en un lugar seguro, Kakashi siguió su camino siendo guiado por Pakkun al frente.
No fue mucho el tiempo transcurrido cuando sintieron unos sonidos y firmes pasos adelante de ellos, por lo que decidieron bajar su velocidad e intentar llegar hasta donde aquella misteriosa persona se encontraba con precaución y disimulo, dejando que se adelante pero sin perderle el rastro. Curiosamente la nariz de Pakkun también indicaba que ese era el camino.
De pronto aquellos se posaron sobre la rama de uno de los árboles y vieron que debajo en el suelo y frente a un pequeño río, reposando en una roca, había un extraño y antigo instrumento de cuerdas. Si estaba en lo correcto entonces ese instrumento era un Shamisen.
Extrañamente Kakashi y Pakkun no sintieron la presencia de nadie más y luego de un rato el peliplata decidió bajar y despedir a Pakkun ya que el aroma llegaba hasta allí y quizás era aquel shamisen que lo atraía y desprendía, ¿sería pertenencia de Haru? ¿Alguien le estaba tendiendo una trampa a Kakashi?.
No lo pensaba, solo sabía que el aroma de Haru estaba ahí, eso era lo importante.
Después de aguardar un poco más, Kakashi se dirigió directo al instrumento pero cuando estuvo a punto de tomarlo, sintió algo frío y filoso apoyarse en su cuello. Una respiración suave y calma golpeaba la tela de su túnica y sintió como uno de sus brazos era inmovilizado al mismo tiempo que lo amenazaban.
Pero Kakashi más que miedo sintió su corazón encogerse por el sentimiento familiar que lo abrumaba de tan solo sentir...
— ¿Quién eres y qué quieres?.— la voz femenina salió tal y como un gruñido áspero y amenazante contra él.
¿No se había dado cuenta de quién era?
¿Él estaba equivocado?
Kakashi, atonito y sin palabras, observó detenidamente la mano ajena que sostenía el kunai, notando cierto detalle en esta.
Un detalle en el dedo anular que llevaba un anillo en su dedo anular y el cual dejó pretrificado a Kakashi, quien confirmó definitivamente todas sus sospechas.
— ¡Contesta!.— gritó ella casi cortando el pellejo ajeno y Kakashi se apresuró a pronunciar, con su voz casi cortándose y sus labios temblando.
— ¿Haru?
Una simple palabra, un simple nombre.
El ambiente de repente y con solo esa respuesta quedó en completo silencio mientras las estrellas y la luz de la luna arropaba los cuerpos de los ninjas.
No podía equivocarse, no podía ser que aquella calidez de su cuerpo no fuese el de su novia y que la voz femenina no fuese esa preciosa voz con la que había crecido y de la cuál sus oídos se habían enamorado.
Kakashi sintió como la respiración de la persona tras de sí se detuvo por un instante y el filo en su cuello tembló y de pronto bajó, apartándose de la piel del peliplata pero antes de que la muchacha pudiera contestar y verlo directamente a los ojos, oyó extraños ruidos detrás de ellos y se puso en alerta, apartando de un empujón y pateando a Kakashi lejos de allí, escondiendolo detrás de unos arbustos.
Totalmente confundido, adolorido y sorprendido de la fuerza al momento de caer y tratar de recomponerse, Kakashi quiso saltar nuevamente hasta ella y llamarla al creer que iba a escapar, necesitando ver su rostro y confirmar que su vista y oídos no estaban dañados. Esa era la voz de Haru y ese el anillo que él mismo le había regalado cuando le propuso compromiso, pero no pudo decir nada pues todo fue muy rápido.
Él vio que aquella persona no fue capaz de tomar su instrumento ni de hacer ningún solo paso que ya tenía a un escuadrón de ninjas enmascarados rodeándola y apuntandola.
— ¿Qué está...?.— Kakashi se llenó de extrañeza cuando vio a los ANBU rodearla como si fuese una criminal.— ¿Por qué...?.— murmuró para si mismo, sin querer esperar ni un segundo, desesperandose con esa simple escena y queriendo ir hasta ellos pero lo cual dudó rápidamente. Por algo aquella persona lo había empujado tras los arbustos... ¿No quería que la vieran con ella? O quizás... ¿tuvo miedo al sentir que alguien se acercaba y lo apartó, sin esperar que fuesen los ANBU? ¿Alguien más la seguía? ¿Por qué la seguían?— ¿Quieren capturarla?.— volvió a cuestionar para sí mismo sin saber qué ocurría y viendo como la persona misteriosa les daba la espalda a los que la rodeaban y solo levantaba los brazos al aire, sin intención de atacar.
— ¿Buscan algo de mi?.— preguntó sarcástica. Kakashi trató de ver su rostro pero la noche y la túnica no se lo permitían.— ¿Hace semanas que volví a ser libre y ahora quieren encerrarme otra vez?
— Nos informaron que estás matando gente cerca de nuestra aldea.— uno de los ANBU informó y un pequeño "pfff" se escuchó.
— ¿Por eso vienen ANBUS? No soy tan fuerte muchachos, pierden su tiempo...— ella soltó pequeñas risas mientras se acercaban a ella y la tomaban de los brazos mientras veía como otros tomaban su instrumento.— Tengan cuidado con eso, sé que se ve genial pero es antiguo... Lo necesito.— aseguró y luego el peliplata bien oculto observó como ella miraba hacia delante y de pronto corrió suabemente su rostro a donde estaba él, quien solo fue capaz de ver unos ojos brillantes visualizarlo por segundos hasta que desapareció, siendo escoltada por los ANBU hacia quién sabe donde.
Esa era Haruka.
¿Esa era Haruka?
meh
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