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〖Escape〗1/?

❁ཻུ۪۪

La luz de afuera se veía correctamente, tan clara y tan bonita, como si hubiese un día soleado aguardando su llegada, como si una vez que saliera el sol la abrazaría y que la protegería de cualquier cosa que quisiera devolverla al inframundo. Ella podía sentir su vida regresando con cada paso...

Entonces...

¿Por qué ahora estaba clavada contra la pared?

En el impacto en el que Haruka fue estampada contra la pared su shamisen cayó al suelo, haciéndole imposible contraatacar y ocasionando miles de maldiciones salir de sus labios. ¿Donde había quedado su estúpida flauta?

Los ojos avellana se alzaron, viendo a dos ninjas clavando las cuchillas que la unían contra la pared en sus hombros y en medio, caminando hacia ellos, estaba ese estúpido cuatro ojos que tanto odiaba.

— Haruka-san, hemos dicho muchas veces que no puedes escapar hasta que terminemos con todo... Mataste a muchos de aquí, sabes que es un precio caro por pagar...— dijo con mucha sorna y una sonrisa ladina. Haruka sentía la sangre resbalar en sus brazos pero no soltó ni un quejido.

— Lo vas a disfrutar, ¿no?.— dijo completamente convencida de que lo hacia a propósito y escupió directo a sus pies, con desprecio. Kabuto acomodó correctamente los lentes sobre el puente de su nariz sin reproducir palabra alguna.

(...)

Haruka sangraba como una condenada, apenas respiraba y no sentía la mayoría de sus extremidades.

Sabía que intentar escapar cuando Tetsuya no estaba era un arma de doble filo. Por un lado su hermano no sería el estorbo principal al que no podía matar y no la estaría vigilando, por otro si alguien que no fuese él la encontraba entonces Kabuto aprovecharía que su hermano no estaba y le cobraría todas y cada una. Al parecer amaba torturarla.

Y eso había hecho.

En la celda de Haru mientras ella solo meditaba pacientemente para aguantar el dolor y pensaba en algún otro plan de escape, alguien de repente entró como si nada y sin pedir permiso. Claramente ella lo notó pero se mantuvo observando los pies ajenos al no tener la fuerza o interés suficiente para elevar su cabeza. Si la mataban, solo esperaba que fuese rápido.

— Tú...— una voz grave y juvenil sonó, confundiendo a la chica que no recordaba haber escuchado esa voz en esos ultimos tiempos. Pronto y sin esperar acción de Haru, el muchacho se hincó frente a ella, haciendo que la castaña logre visualizarlo correctamente.

Los ojos avellana se abrieron a tope y recorrieron aquel rostro una y otra vez.

Ese rostro lo conocía, lo conocía bastante y sabía muy bien quién era.

— ¿Qué haces aquí?.— preguntó la castaña muy sorprendida de ver a aquel niño en su celda. Sabía que un tiempo atrás, cuando ella llegó, no era la única ninja de Konoha que había arribado.

— Eres la novia de Kakashi, ¿verdad?.— Sasuke recordó de igual manera aquel rostro. Él sabía acerca de Haruka y sabía que solía causar problemas allí por lo que ella no estaba aquí por su cuenta. ¿Por qué la mantendrían cautiva?. La castaña no respondió, sólo evadió su mirada y siguió con su meditación.— ¿Él sabe que estás aquí?.— volvió a insistir Sasuke, esperando que fuese más cooperativa con él.

Haru suspiró y negó.

— No lo sé.— contestó con duda y un ceño levemente fruncido.— No lo creo.— admitió por lo bajo, dejando a la vista lo que el joven necesitaba saber.

— Escapa y vete a Konoha.— sugirió sin titubear ni por un segundo, escuchando una risa sarcástica por parte de la mayor que no podía creer lo que oía. ¿La estaba poniendo a prueba?

— ¿Crees que no lo intenté?.— preguntó sarcástica, tratando de concentrarse.

— Los voy a distraer.— aseguró, de brazos cruzados y una ceja levemente alzada.

— Niño.— fue una unica palabra la que pronunció pero eso bastó para que Sasuke entendiera de que era una advertencia, que estaba metiéndose en lugares peligrosos.

— Si alguien quiere enfrentarte sabes pelear con esos instrumentos, te he visto.— insistió nuevamente, sabiendo muy bien de lo que hablaba y sin temor alguno.

— Perdí mi flauta...— se excusó, recordando que hace un par de meses perdió su instrumento, justo después de aquella alucinación donde alguien le decía que no se muera y tocaba su rostro... Alguien que ella creyó era Obito y que al parecer no había sido alucinación alguna.

En fin, una cosa era meterse y buscar problemas sola, otra muy distinta era llevar a un niño (que por cierto era alumno de Kakashi) a la muerte o tortura segura.

Sin expresión en su rostro, él rodó los ojos.

— Tienes más que solo esa flauta, sabes tocar los otros instrumentos que llevas en esos pergaminos.— señaló los objetos en su cinturón. Él había estado presente en muchas oportunidades en las que Haruka utilizó aquellos instrumentos antiguos y tradicionales y los mezclaba con su chakra para hacerle daño al enemigo. Era algo bastante curioso, a decir verdad... Funcionaba algo así como la flauta de Tayuya aunque parecía que su música no solo venía de la flauta, sino de su chakra que era capaz de fusionarse con la melodía y de allí podía utilizarse con cualquier instrumento. Esa ninja hasta era capaz de controlar los cuerpos de la gente que asesinaba por un período de tiempo, los mataba desde el interior como si tan sólo escuchar la música afectara y estrangulará los órganos del enemigo, también había oído que su voz podía hipnotizar o hasta enloquecer dependiendo de la fuerza con la que expulsara su chakra, pero de eso no había sido testigo.

— Realmente me viste matar eh.— rió ella, asombrada de que supiera de sus cualidades. Era verdad que no solo sabía usar la flauta sino tambien otros instrumentos antiguos y que ya no había tanta repercusión en su cuerpo al usar sus habilidades además de cansancio y pesadillas, pero odiaba eso.— Eres muy maleducado.— lo acusó y con el ayuda del Uchiha se levantó del suelo, mientras trataba de apoyarse en la pared para no caer.

— ¿Vas a irte o no?.— preguntó de una vez por todas, cansado de sus miles de vueltas y casi arrepintiéndose de su acto de humanidad.

— Te matarán.— volvió a advertir y la sonrisa tonta que había mantenido se borró al ver que el Uchiha no le tomaba el pelo y que iba en serio con eso de escapar.

— Orochimaru no se atrevería a hacerlo.— dijo claro y firme el de cabello azabache recordandole lo obvio.— No será difícil, mataste a una gran cantidad de ninjas.— convencida y confiando en aquel niño, no le quedó más que suspirar y asentir, deseando lo mejor.

— Ayudame Sasu-kyun.

(...)

Tal y como lo había dicho el Uchiha, había sido terriblemente fácil escapar de aquella maldita y estúpida guarida. Tan fácil que desconcertó a la muchacha por unos minutos en el que creyó que su existencia era absolutamente inútil e inservible... Tanto tiempo intentando escapar del infierno cuando la puerta al cielo estaba abierta esperando que fuese lo más astuta posible.

Allí estaba ella, en el cielo otra vez.

El aire puro golpeó su rostro e hizo bailar su largo cabello castaño. El cantar de las aves se hacía presente y se envolvia con el suave golpeteo de las miles hojas entre sí.

Estaba fuera.

Haruka miró a Sasuke a su lado, sus ojos no podían ocultar el brillo que tenían por estar lejos del calvario, aunque si estaba exhausta por todo el esfuerzo y deseando que el chakra le sea suficiente... De seguro, si hubiese intentado esto antes, hubiese muerto. Al parecer ser conejillo de indias de Orochimaru había funcionado para algo.

— Sasuke-kun.— lo llamó antes de despedirse. — ¿Realmente pasó mucho tiempo desde que estamos aquí? Te ves más maduro de lo que te recordaba.

— Pronto serán dos años.— dijo sin emoción o sentimiento, Haru no pudo contener su sorpresa por la sentencia emitida.

— Carajo._ murmuró con una sonrisa entristecida y luego negó, sabiendo que no serviría de nada lamentarse.— No diré que me ayudaste, ¿está bien?.— preguntó mientras acomodaba la túnica para que nadie pudiera verla u reconocerla si es que llegaban a querer cazarla.

Sasuke le tiró una botella de agua y algún que otra venda para las heridas y volteó, dándole la espalda.

— Haz lo que quieras, ni siquiera me importa lo que digan los de Konoha.— él, sin más, regresó por dónde se había ido. ¿Era esa una ayuda demostrando su aprecio y humanidad o solo probaba sus habilidades para un futuro? En ese momento, Haru solo puedo agradecer con un ademán y copiando su acción, se alejó de allí lo más rápido posible con una desconcertante pregunta en su mente.

¿Dónde iría?

O mejor dicho...

¿A dónde sería correcto ir?

¿Qué les parece? Al final la ayuda más inesperada fue la primera en llegar...( •̪ ₃ •̪).

Casi dos años encerrada y sin saber nada del exterior ¿Kakashi la seguirá buscando?

¡Hagan sus apuestas!

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