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「Desaparición」

Kakashi al ver que el clon de Haruka ya no estaba, no dudó ni un segundo en retroceder en sus pasos, en pánico, y comenzar a correr para devolverse al punto en el que estaba. Donde su amada había sido abandonada.

No vuelvas hasta que el clon desaparezca.

De hecho ella no había dicho que no volviera, solo había tratado de sacarlo del rango de la batalla y todo indicaba que era por aquella extraña flauta que había comenzado a tocar y que el peliplata jamás había visto. Al parecer producía mucho desastre.

¿Por qué no sabía de su existencia hasta ahora?

Su poder era fuerte, él mismo lo había experimentado por tan solo un momento y ya había logrado hacer que todo su cuerpo doliera con mucha intensidad, como si sus órganos se estrujaras y ardieran. Además de eso, al parecer Haru también salía herida por su propio poder, era notorio al momento que dejó de tocar y escupió sangre, pero al parecer en ella era un efecto más tardío que en los otros.

Aún así, el efecto estaba, tarde o temprano llegaba.

Una técnica de matar y morir en simultaneo.

Eso pasó por un instante en la mente de Kakashi quien corría tan rápido cómo podía y tropezaba con sus propios pies al ser carcomido por los nervios y el miedo de lo que iría a encontrar cuando llegara al lugar donde su novia había quedado.

No podía ser que...

No, de seguro ella había quedado inconsciente.

Ella de seguro...

Los pies de Kakashi pararon de repente, derrapando y arrancando el césped de la tierra bajo sus pies. Por un momento creyó haber estado en el lugar equivocado.

Recorrió con la mirada todo el lugar y trató de regular su respiración que estaba tan descontrolada como su corazón.

Los charcos de sangre en el césped indicaban que no se había equivocado de área pero la ausencia de los cuerpos decía exactamente lo contrario.

— ¿Haruka...?.— su voz salió como un simple susurro cuando pronunció el nombre de su novia y lentamente se acercó a los charcos.— ¡¿Haruka?!.— con tan solo olfatear el olor a hierro que emanaba de la sangre fresca y visualizar los troncos que se habían roto gracias a los choques y golpes que habían recibido lo hizo olvidarse completamente de su debilidad y dolor.— ¡Haruka!.— gritó aún más fuerte que antes. Su ojo visible se llenó de pequeños hilos rojos que rodeaban su pequeña pupila temblorosa y dilatada. Aquel nombre salía una y otra vez de su labios, siendo un llamado más fuerte y desgarrador que el anterior.

La voz comenzó a recorrer todo rincón y pequeño lugar en el exterior, buscó por todos lados hasta ya no saber qué hacer e inconscientemente llevó sus manos hasta su cabello, arrancando un poco en el proceso de querer frotarlo.

Estaba molesto, estaba molesto por simplemente no hacer nada cuando tuvo la oportunidad. Podía esquivar esas cadenas, hasta deshacerse de ellas, podía ir en contra de los deseos de Haruka y simplemente sacarla de allí sin importarle su hermano o hasta pelear con él. ¿Por qué no había hecho nada?
¿Sólo porque estaba de acuerdo en que era la pelea de Haruka? Quizás... tuvo miedo de enfrentarse al rechazo si se metía...

Lo único de que podía estar seguro, era de que sus indecisión y estupidez lo llevó a esa situación

Se sentía indefenso, tal y como hace mucho tiempo no se sentía.

Como si fuese un niño que perdió el camino a casa, como si sólo quisiera hacerse un ovillo y llorar.

Haruka no estaba ni contestaba y él ya no sabía qué pasaba. Su mente y su corazón se habían descontrolado por completo. Quien lo viera podía asegurar que aquel no era ni se acercaba al tranquilo y desinteresado Kakashi Hatake de Konoha.

— ¿...Por qué... no te encuentro...?

(...)

La vuelta a la aldea fue catastrófica para Kakashi luego de pasarse más de 12 horas en el bosque, sin parar a descansar en ningún momento, buscando en cada parte de este hasta aceptar que sin fuerzas o refuerzos especializados no conseguiría absolutamente nada.

— K-Kakashi...— en las puertas fue recibido por la mirada entre sorprendida y preocupada de Iruka que al parecer aún seguía dando ordenes a los ninjas para poder reorganizar todo lo que los fallidos exámenes habían dejado.

— ¿Dónde estuviste?.— el que habló esta vez fue Genma, que estaba a un lado sin siquiera levantar la mirada, ayudando a uno de los chunnin frente a él que tenia un par de informes y sin poder ver a Kakashi.— Dijeron que tú y Haruka habían estado con el grupo pero desaparecieron ni bien ella llegó, ¿a quién mató?.— había dicho aquello con tal naturalidad que hizo titubear al peliplata que casi tropieza con sus propios pies. Iruka se había apresurado a llegar a Kakashi ya que este al verlo supo que algo no andaba bien, estaba sucio y al parecer muy débil, lo único visible de su rostro no se veía para nada a como solía verse.

— ¡¿Te sientes bien?!.— preguntó el moreno y en ese momento fue que Genma vio el estado de su amigo y, muy sorprendido, dejó los papeles y fue a socorrerlo cuando cayó desplomado delante de Iruka.

— Haruka... encuentren a Haruka...— repitió su áspera voz antes de que sus ojos se obliguen a sí mismos a cerrarse y todo en él se vuelva oscuro, sin darle importancia a los dos pares de brazos que lo sostenían, los zamarreos o las voces llamando por su nombre.

Fue luego de unas horas que logró despertar en una camilla de hospital y mirando sin dudar a las personas a su lado.

— Buenas tardes Kakashi.— la voz de Asuma sonaba tan amarga como nunca lo había hecho. El olor a tabaco que emanaba hizo que el herido recuerde qué ocurría y velozmente volteó la cabeza por todos lados, deseando que ese olor no venga de Asuma si no de alguien más.

— ¿La encontraron?.— preguntó ansioso cuando supo que solo habían tres personas allí y ninguna se llamaba Haruka.

— Antes de preocuparte por algo más, deberías preocuparte por ti.— Kurenai que se había mantenido pelando una fruta dijo, su voz era tan gélida como la de su pareja pero también había tristeza allí

Sin la banda reguladora, el ceño del peliplata no se ocultaba y claramente se vio cómo era fruncido.

Su frase desafortunada no fue bien recibida por aquel en cama que se enfureció al escuchar la palabra algo y su ojo abierto se dirigió rápidamente a la pelinegra sentada a su lado.

— No me estoy preocupando por algo más, estoy preocupado por mi novia, nuestra amiga.— le recordó enfurecido. Al ver la repentina ira reflejada en la mirada del peliplata la mano femenina inevitablemente se detuvo y repitió en su mente lo que había dicho, dándose cuenta que había sido una gran falta de respeto.

— Lo... lo siento Kakashi, ni siquiera sé qué digo, solo... realmente no quiero pensar en que Haru...— dudó al momento de tener que terminar su frase y terminó decidiendo no decir nada.
Ninguno sabía exactamente qué había ocurrido con Haru pero sabían que el estado de Kakashi y su desesperación jamás indicarían nada bueno, recordando también que, antes de todo el incidente, Haruka había recibido noticias del paradero de su hermano y quien había atacado la aldea fue Orochimaru. Claro que no era nada bueno.

El suspiro sonoro de Asuma cortó el silencio y la tensión del ambiente y solo puso una mano sobre el hombro de Kurenai, para consolarla.

— Como sea Kakashi, eres un tipo duro pero colapsaste, increíblemente despertaste muy rápido, y por alguna razón, aunque no tenías heridas notorias, tus órganos si estaban heridos.— los nudillos del Hatake estaban tan blancos como la habitación, sus puños estaban cerrados con fuerza y quién sabe qué estaría pasando por su mente en ese momento.— ¿Qué pasó?.— preguntó el Sarutobi, tratando de investigar exactamente qué pasó con su amigo y dónde estaba su amiga.

Después de un momento de parecer recordarlo todo, las pestañas de Kakashi se movieron un poco al igual que sus ojos que bajaron la vista hasta sus manos.

— Haru volvió a la aldea pero encontró todo el caos y supo que era obra de Orochimaru... Ustedes lo vieron, huyó al bosque y yo la seguí para que no la hirieran, allí se encontró con su hermano, le dijo miles de historias, la enloqueció, lucharon...— su voz sonaba tan mal y sus ojos temblaban tanto que los otros dos temian que él fuera quien perdiera la cabeza en ese mismo instante.— ¡No dejó que me entrometiera! Ella estaba muy herida, ni siquiera parecía ella misma al luchar, ni siquiera se burló o rió en ningún momento.— Kakashi conocía demasiado a su novia cuando peleaba, sabía que se burlaba de su contrincante siempre que tuviera oportunidad, haría chistes y comentarios sarcásticos, hasta haría alarde de su poder aún sin siquiera tener un ápice de salir ganadora... Pero nada de eso había ocurrido en la ultima lucha en la que la vio.— Fue atravesada y... me debilitó a propósito, me alejó del campo de batalla con un clon.— la vena del cuello de Kakashi se ensanchaba con cada palabra. Necesitaba salir de ahí e ir a buscarla.— Cuando su clon desapareció y yo volví ya no había nadie ahí... Necesitaba tratamiento urgente, no... no pudo haberse ido lejos, ¡nadie sobreviviría con ese tipo de heridas!.— cuando hizo el ademán de salir de la cama, Asuma se lo impidió y negó con firmeza, arrebatando cualquier esperanza del peliplata de irse.

Asuma dejó salir el aire que retuvo mientras Kakashi hablaba y con su mano desocupada despeinó su cabello, como si quisiera tratar de acomodar sus ideas.

— De seguro... Su hermano no estaba solo, si Haru estaba herida y trató de defenderte no creo que se haya ido por su cuenta, no sería posible.— dedujo.— Puede que no estuviera solo o alguien que rondaba por ahí agarró los cuerpos y los... ayudó.— trataba de dar el resultado más positivo posible para no incomodar a su amigo que ya bastante hundido estaba. Sabia bien lo que esa mujer significaba en su vida por lo que definitivamente no lo pudo culpar.— No podrían haber tomado su cuerpo para nada.— y eso era lo que más le preocupaba a Kakashi.

Que las decisiones y vida de Haruka esten en manos ajenas y no en las de ella. Que su integridad, dignidad y razón fueran tomadas por otra persona.

— Debemos encontrar a Haru.— les volvió a recordar en un gruñido. Kurenai dejó el plato de fruta en el velador a un lado de la cama y se levantó de su asiento.

— Lo sabemos pero... la aldea es un caos en estos momentos, Kakashi.— trató de hablar con la voz más calma y serena para no alterarlo, también recordandole.— Confía en Haru, ¿si?.— sus labios se curvaron tan levemente que aquella mueca siquiera parecía una sonrisa, aunque ella realmente lo intentaba.— Preparate, hay que ir al velorio del tercero.— dijo para luego hacer una reverencia de despedida e irse junto a Asuma.

Kakashi recordó que no solo su novia se había perdido, si no que también el hokage había muerto y él tan frívolamente había estado pidiendo por Haruka teniendo a Asuma ahí, quien había perdido a su padre.

Muy insensible de su parte.

...Y así el velorio transcurrió... lleno de tristeza.

—...

Los días también pasaron...

Aunque todo ese tiempo había buscado a Haru, jamás había encontrado absolutamente nada de ella. Ni un rastro.

Y con los días escapándose como el viento, las semanas vinieron detrás hasta convertirse en meses.

La únicas personas que conocían a Haru mejor que él ya estaban muertas.

Después de unos meses, Kakashi dejó de contar.

En esos meses los problemas de Kakashi solo incrementaban y con la huida de su alumno y la desaparición de su novia aún en su mente, se sentía un inútil.

Fue un día en el que salió de la torre del hokage, donde ya había nueva líder de la aldea ocupando el lugar y donde todo parecía medianamente en paz, cuando la única integrante de su equipo que quedaba y practicaba con Lady Tsunade lo despidió -pues los otros dos habían tomado diferentes caminos de desertar y de dar un viaje para fortalecerse- ahí mismo se dio cuenta de la cantidad de tiempo que había pasado.

— Que ridículo...— murmuró para sí mismo mientras caminaba fuera.

Salió de la torre del hokage y de regreso a casa fue hasta una tienda de licor, una que frecuentemente visitaba. Antes, unos meses atrás, iba acompañado con alguien que solía gastarle todo el sueldo en alcohol, en cambio ahora se sintió molesto al ver su billetera llena de dinero.

Solo se llevó una botella, como todos los días. Era un licor dulce, de los mejores que tenía la aldea, famoso por su cuerpo y cuan fuerte era.

Al salir de esa tienda, pasó por otro puesto donde vendían comida y pidió dangos, pronto dos varillas con tres redonditos y uniformes bocadillos incrustados allí fueron guardados en un pequeño paquete para llevar.

La noche era agradable como para mantener su cabeza en alto y mirar los cuerpos celestiales en el cielo pero Kakashi había perdido las ganas de hacer eso hace un tiempo.

Al llegar a casa, prendió las luces tan tranquilamente y lento como solía ser, y vio a su alrededor con desgana. Todo lucia extremadamente vacío y lúgubre.

Dejó las llaves sobre la mesa ratona al igual que los dangos y el licor, y sacó de la mesa un plato con otras dos varillas de dangos intactas, otra botella de licor y un pequeño vaso aún con su contenido que la noche anterior había puesto por si la persona que esperaba quería comer un bocadillo y tomar de su bebida favorita.

Tiró los bocadillos viejos en la basura y cuando quiso guardar la botella de licor de la noche anterior notó que la gaveta donde guardaba el alcohol estaba repleta de las botellas que venia comprando hace ya un tiempo, en espera de su novia.

Dejó la botella a un lado y no se hizo tanto problema, mañana haría otra gaveta.

Tiró el contenida, lavó el vaso y lo secó para volver a llevarlo junto a otro más y la botella nueva. Ni bien se sentó frente a la mesa ratona, abrió la tapa y vertió el liquido en los dos cuencos.

No se oía ningún ruido además del delicado sonido den licor sirviéndose y la respiración de Kakashi.

El primer vaso lo posó justo delante suyo, en el otro extremo de la mesa donde el asiento seguía vacío y frío. El otro vaso fue hasta sus labios y pronto bebió todo de una sola vez.

No comió los dangos ni volvió a servirse, tampoco tomó ni vacío el otro vaso, solo tapó la botella, se aseguró de que la puerta y las ventanas no tengan seguro y sin más fue a descansar, deseando despertar con las risas de una castaña ebria o los torpes pasos que podría hacer al tratar de no despertarlo.

Solo dormiría creyendo como todas las noches que cuando abriera sus ojos, vería unos ojos avellanas.

Primero; de ahora en más, los one shots estarán ubicados en el pasado antes de la desaparición de Haru hasta que, bueno, se explique que volvemos al "presente". ¿Esto está tomando rumbo a ser un fanfic? No, no realmente. Seguirán siendo tipos de one shots y habrá una trama principal y "mini tramas" pero tengan en cuenta que más que nada son one shots randoms con situaciones de la pareja y quien no quiera seguir la "historia principal" que se plasma acá, está en todo su derecho.
Para quien siga la historia principal se lo agradezco, estoy bastante insegura acerca de todo y bueno, pienso que quizás el capitulo anterior fue muy largo por lo que fue difícil de leer...
En fin, siempre se agradecerán los comentarios de apoyo o acerca de lo que sienten y piensan de la historia, me hacen muy bien y me motivan.
Segundo: Para quien quizás me sigue hace unos años o leyó mi otro libro de one shots sabrá que ahí también se desarrolló la historia de esta pareja, ¿hay cosas relacionadas? Si. ¿Seguirán el mismo rumbo los dos libros? Si y no. Habrán cambios (como ya los hubo) desarrollaré más al OC.

Puede dejar cualquier pregunta, comentario o lo que querían. See ya!

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