〖Demonios, cazadores y angeles〗AU
Pequeña aclaración: como ya saben esto es solo ficción, este one shot no tiene la necesidad de profundizar en tema "demonios, cielo, ángeles o infierno" por lo que si alguien está relacionado con estos temas y sabe de ello NO se tome en serio este escrito porque acá solo expreso mis propios pensamientos y recuerde que es FICCIÓN, NO REALIDAD. Que disfruten.
En halloween los demonios de carne y hueso escondidos en recónditas guaridas salen al exterior haciéndose pasar por humanos para poder devorar almas y llevarlas al inframundo o manipularlas para, a través de estas, ganar personas que se postren ante ellos. No muy lejos del cementerio uno de los prodigios en su labor desde hace tiempo decidió salir para divertirse en la noche de brujas.
No solían salir ya que, aunque su poder espiritual era completamente inmenso, sus cuerpos humanos no lo eran, algunos eran simples humanos poseídos por demonios, humanos convencidos de convertirse en demonios y otros demonios con cuerpos construidos gracias a los seguidores, podían ser heridos como cualquier otro humano y no se arriesgaban a ello.
A decir verdad Kakashi no podía decir con certeza de qué clase era puesto que muy pocos lo recordaban y definitivamente él no estaba en ese grupo.
— Oye, no te cruces en mi territorio.— otro demonio con piel de humano le advirtió al peliplata que arreglaba su traje y decidía por cuál ruta comenzaría.
— Tus gustos particulares no son de mi preferencia, prefiero almas de los inmundos que merecen ser drenados mientras que tú... vas por gente común y desagradable.— despreció con carisma el conocido como Kakashi recibiendo el chasqueo de la filosa lengua por parte del otro demonio que no estaba para nada de acuerdo.
— Veremos quién gana esta vez.— lo retó el demonio y tan pronto como terminó su frase desapareció en la oscuridad de la noche. Kakashi alzó una de sus cejas por el comentario y solo jugó con el anillo en el dedo anular de su mano izquierda el cual honestamente jamás supo de dónde sacó o cómo había llegado allí pero al cual le tenía un gran apego por simplemente estar ahí.
Él, luego de decidir, llegó al cementerio dónde los estúpidos humanos solían reunirse a hacer sus supuestos "rituales" con ofrendas inútiles que realmente no eran valorados por demonios de su rango, quizás algún que otro clase baja puede que sí, pero para él era pura basura sin valor.
Lo bueno era que recorrer el cementerio le traía buena fortuna y buenas almas de las que apoderarse, era un gana-gana, él conseguía lo que deseaba y las almas vivirán en el inframundo en eterna agonía.
Nadie podía quejarse.
Mientras caminaba, sin tratar siquiera de esconder sus particulares cuernos, su cola o su ojo demoníaco, Kakashi escuchó una voz aguda y dulce que trataba de impedir algo en particular y se oponía con fuerza a ello, podía notarlo.
— ¡No lo hagan! ¡No está bien!.— gritó una vez más esa voz que parecía provenir de una mujer y que inevitable resultó curiosamente conocida para el demonio de largos cuernos que se sintió atraído e intrigado.
— Ya deja de estorbar, no te metas en asuntos ajenos y vuelve a pedir dulces si no quieres terminar como terminará ese gato.— y esa otra voz agresiva, amenazante y violenta le dio gusto y el paso para dirigirse hasta ahí. Se dibujó una sonrisa en el rostro del peliplata que afortunadamente tan rápido había conseguido su primer objetivo.
No tardó en llegar hasta cerca de las lápidas donde la discusión era llevada a cabo y decidió reposar tranquilo bajo un árbol mientras oía y prestaba atención a la situación en curso, sin haber sido notado por nadie.
Una muchacha tenía a un gato negro abrazado a su pecho, el gato se aferraba a ella, cuatro masculinos en túnicas y mochilas la rodeaban, algunos tenían las manos sobre ella pero la resistencia no se debilitaba en lo absoluto y el gato aún estaba en el poder de la femina.
"Otra vez un gato negro y simples idiotas que de seguro quieren sacrificarlo para un ritual" pensó Kakashi. Si supieran que lo que hacen es estúpido, ¿dejarían de hacerlo?... Quizás lo saben pero su simple maldad hace que tengan sed de sangre y los animales pueden sufrir las consecuencias sin que otros humanos interfirieran con tantas ganas como lo hacen cuando los sacrificios son humanos... Lo cual es bastante hipócrita y egoísta de su parte, pero bueno, lo importante era que Kakashi estaba de suerte, esas almas era las que prefería.
— ¡Deja de molestar y sal del camino, ese gato ni siquiera tiene una casa! ¿Para qué lo proteges?.— uno de los agresores gritó mientras sostenía con fuerza el hombro de la castaña y otro trataba de tironear de la misma manera. Bastante inadecuado tratar de esa manera a una humana siendo una banda de masculinos, hasta él sabía aparentar y tratar bien a las mujeres, después de todo era más agradable ser caballero con ellas y valerse de su confianza, eran mucho más astutas e inteligentes que otros demonios y hasta otros hombres.
Pero en fin, ese gato no era siquiera mascota de la femina y honestamente era entendible el punto de los agresores entonces ¿qué estaba ocurriendo?
— Porque su destino no es parte de nuestra decisión, debemos respetar las vidas en este mundo, nosotros no decidimos quien vive ni quien muere, la justicia divina lo hace.— inevitablemente las cejas del demonio se fruncieron y algo en su pecho se clavó, ardió con fuerza. Gracias a ese ardor, volvió a jugar con el anillo en su dedo anular. Esas palabras son las mismas que las que usan los ángeles, ¿por qué osaba a decir algo así? ¿Cómo podía imitar ese tipo de pensamiento?
Ciertamente despertó aún más la intriga y curiosidad en el demonio.
¿Un... angel? No podía serlo... Los ángeles tienen muchas restricciones para venir al mundo de los humanos en carne y hueso y claramente ninguno sería capaz de soportar las atrocidades que estos seres humanos cometen en un festejo de "halloween" (como lo llamaban) que de seguro no se aguantarían y cometerían justicia por mano propia.
Entonces... ¿una humana? ¿Por qué luchaba por un simple gato al cual nada le debía? Era una manada de lobos salvajes contra un cordero valiente, ¿cómo podría salir una oveja de allí sin un solo mordisco? ¿Cómo podría tener tanta misericordia por un simple animal del cual existen cientos de otros exactamente iguales a ese?
— ¡Ya danos al gato si no quieres morir!.— el que estaba frente a la humana de improvisto sacó un filoso cuchillo de la mochila que llevaba y lo apuntó justo al cuello de la mujer quien, muy lejos de retroceder y asustarse, endureció su mirada y elevó su barbilla, dejando un poco más al descubierto su cuello y enfrentando los ojos ajenos dijo.
— Están a tiempo de tomar la decisión correcta, solo hay dos de ellas y yo no planeo dejar a este gato aún si debo dar mi cuerpo para que entiendan el punto del grave que es arrebatar vidas y pecar.— aquel que era enfrentado titubeó, los otros de atrás también lo hicieron y se miraron entre sí, nerviosos.
Como si supiera lo que ocurría el gato negro se acurrucó aún más en el cuerpo de la mujer firme y valiente.
Kakashi de igual manera estaba sumido en lo ocurrido, ¿qué decisión tomarían? ¿Matar por orgullo y egoísmo? ¿Desistir por moral y culpa? Cómo una simple humana era tan salvaje y feroz.
Una vez más y saliendo de las dudas que lo inundaban el sujeto que amenazaba con el cuchillo atajó su brazo hacia atrás y consiguió impulso, los otros tres sujetos al ver la acción sostuvieron a la mujer con más fuerza y Kakashi pudo ver la maldad y pecado brotando por completo de sus ojos. La señal necesaria.
Con una sonrisa el demonio saboreó y relamió sus propios labios y antes de que el filo de ese cuchillo tocara el cuello frágil de la mujer el chasquido de los dedos demoniacos detuvieron los movimientos humanos.
— Ciertamente esta es una interesante escena...— Kakashi después del chasquido de sus dedos y los cuerpos masculinos congelandose, salió del árbol enderezando su postura y sonriendo con malicia, dejándose ver.— ¿Deberían dejar al gato y proseguir con su sacrificio humano? Eso pasó por sus mentes, ¿verdad? "Seremos mejor recompensados".— todos los masculinos no pudieron esconder la sorpresa al ser sus pensamientos expuestos de tal manera por un desconocido y extrañados por la manera en la que sus cuerpos habían dejado de responder sus comandos por unos segundos.
— ¿Tú quién eres? ¿Por qué no vuelves a la fiesta de Halloween de la saliste?. — dijo el del cuchillo, sacando su atención de la mujer para dirigirla al peliplata, tratando de enfrentarlo ignorando el hecho de que una fuerza sobrenatural lo detuvo de matar a la chica y haciendo referencia a la vestimenta del desconocido y sus cuernos, creyendo que era un disfraz del cual burlarse.
La muchacha de cabellos castaños miraba a Kakashi en silencio y sin mucha sorpresa. No había sorpresa, no había temor y era absolutamente un misterio su expresión.
— ¿Quién soy...? ¿O qué soy?.— preguntó con ironía, gozando la confusión y el temor creciente.— Sus almas... se ven apetecibles, como si quisiera destrozarlas y mandarlas al infierno.— manifestó, dejando ver su lado más sediento y dando un paso hacia adelante que hizo que ellos den algunos hacia atrás, con terror.
— ¡Alejate!.— el sujeto del cuchillo ya más atemorizado por la forma en la que su ojo brilló y la cola detrás de la espalda del peliplata que se movía hizo un rápido movimiento para tomar él mismo a la mujer de rehén, apresarla contra su pecho y volver a apuntarla con el cuchillo, esta vez a su corazón. Eso no le dio más que risa al demonio ya que no es como si quisiera salvar la vida de esa mujer aunque no podía negar que oírla hablar había sido interesante, más interesante de lo que esos cuatro hombres mostraban ser.
— ¿Ahora ya tienen miedo? ¿Se dieron cuenta de que esto no es ningún disfraz?.— sonrió vilmente y los tres sujetos que venían de acompañamiento sin aguantar la presión de sus pasos acercándose y al ver que estaban en serios problemas con ese monstruo comenzaron a correr despavoridos.
— ¡No! ¡No teman!.— gritó la muchacha tratando de salvarlos y siendo ahorcada por el brazo del agresor que comenzaba a caer en la desesperación gracias al miedo.
— Me gusta que sepan lo que les conviene.— Kakashi sonrió aun más ampliamente, mostrando hasta sus colmillos y los vio correr por unos segundos, disfrutandolo cada vez más.
Cuando los gritos de los que huían dejaron de oírse y creyendo que habían podido escapar de repente la cola demoniaca tan rápida e impresionante siguió a los tres cobardes y con la punta de ella los traspaso justo en el corazón, uno por uno y tan vilmente que sus últimos gemidos de dolor fueron oídos perfectamente por los tres presentes allí.
— ¡¿Q-Qué?!.— la mano que sostenía el filo tembló y el brazo ahorcó aún más a la muchacha gracias al terror que estaba recorriendo su cuerpo pero pronto la cola ensangrentada del demonio volvió a su lugar y se movió de un lado a otro.— ¡N-no es divertido!.— gritó el agresor y los ojos penetrantes del demonio se clavaron en los del humano asustado.
— N-no... lo hagas, ¡dejalo ir!.— gritó ya sin aliento la mujer que estaba siendo ahorcada, suplicando por la vida de aquel que había estado amenazando la de ella como si no fuera así pero ignorando por completo su suplica la cola del demonio se elevó y fue directo a la mano del único agresor con vida y la cual que sostenía el filo para traspasarla y hacer que lo suelte, sin darle tiempo a reaccionar.
— ¡AAAAGH!.— gritó gracias al dolor de su mano siendo atravesada y agujereada y soltando a la mujer sostuvo su propia mano, en shock. Antes de que pueda entender lo que ocurría, la cola negra se enredo en él y lo atrajo hacia el cuerpo del demonio el cual ni bien lo tuvo en frente lo tomó con una mano del cuello y lo estranguló.
— Sufre eternamente.— dijo entre los llantos y súplicas del agresor que pedía por su vida mientras la mujer observaba y el demonio que reía repentinamente quebró su cuello sin más, ocasionando una muerte instantánea.— Ningún alma oscura se escapa de mi vista.— declaró y tiró el cuerpo hacia un lado, con desprecio.
Enorgullecido de la masacre inspiró aire profundamente, encontrándose con el aroma a sangre fresca que llenaba su cuerpo de satisfacción y lo exaltaba.
Había hecho un buen trabajo.
Recordando un punto en particular, el peliplata alzó su vista y se encontró una imágen peculiar. La muchacha de cabellos castaños lloraba en silencio mientras lo miraba pero no lo miraba asustada, todo lo contrario... su mirada detonaba ira y frustración, como si odiara absolutamente lo que había visto, como si se sintiera culpable de algo, como si quisiera cambiarlo todo.
Kakashi aún no entendía porque su imagen, sus formas y hasta su voz le parecían tan extremadamente familiares. Como si esa expresión de rabia ya la hubiese visto.
Se miraron por un tiempo. Ella aún odiándolo con la mirada llena de lágrimas y él sereno y tranquilo hasta que decidió caminar lentamente hasta ella y quedar frente a frente en silencio, él mirándola desde arriba y ella desde abajo.
— ¿Por qué los hiciste sufrir solo para tomar sus almas?.— fue la primera en preguntar indignada y furiosa y él se puso de cuclillas frente a ella, desconcertado.
— ¿Cómo sabes que solo tomé sus almas? ¿Sabes lo que soy?.— interrogó, tomando la barbilla de la mujer y corriendo los mechones de pelo de su rostro, observando más de cerca en busca de alguna extrañeza.
Se tomó un tiempo para analizar cada una de sus facciones mientras esperaba su respuesta. No sabía si en realidad creía que su rostro era común en un estándar de humanos o era todo lo contrario y su aura y su mirada le parecían increíblemente atractivas para, justamente, ser un simple ser humano.
— Eres un demonio.— la voz femenina salió pesada y por fin, como si eso le resultara horrible de decir y no quisiera hacerlo, como si no quisiera recordarlo.
— Aleluya.— se mofó él con aires de picardía que no parecieron molestarle a la ajena.
— ¿Vas a matarme?.— preguntó nuevamente y sin rodeos ni vueltas ocasionando cierta atracción y asombro al demonio. Todos sucumbían cuando estaban en sus garras, a esta cercanía y veían su ser pero ella no parecía asustada, no temblaba y no temía por su vida. No era cuestión de arrogancia u orgullo, en realidad ella definitivamente no sentía miedo, como si no tuviera nada de lo que atemorizarse, como si él no le temiera.
— Debería hacerlo ahora que sorpresivamente sabes lo que soy.— explicó posando nuevamente su mano en la barbilla de la chica.— Aunque me gustaría que me respondas algo antes.— reveló, acariciando suavemente su piel y mirándola fijamente.— ¿Te comunicas con los gatos o acaso conoces a ese de algún lugar?.— preguntó haciendo referencia al gato negro que ahora descansaba en la caja y al cual ella había salvado de ser un ritual.
— No, para nada.— la castaña negó esa suposición y la ceja del demonio se alzó y curvó gracias a ello.
— ¿Entonces por qué lo salvaste con tanta efervescencia?.— volvió a cuestionar sin entender exactamente.
— Porque su vida no es tan insignificante para morir en vano, no lo merece.— aseguró.— Como tampoco aquellos lo merecían.— ese enunciado lo tomó por sorpresa al demonio que no se lo esperaba en absoluto. Es cierto, también había tratado de defender a sus agresores, ¿acaso ella era dueña de una de las tan conocidas enfermedades mentales de los humanos?
— Pero iban a matar al gato.— le recordó con obviedad, tratando de entender el punto de la mujer.
— No si yo seguía aquí, iban a entrar en razón.— aseveró, confundiendo aun más los pensamientos del demonio que aun seguía sin comprender.— Las almas corrompidas pueden arreglarse con esfuerzo.— de pronto y sin aguantar una carcajada grave y ronca brotó de la garganta del peliplata que le gustó la inocencia del cordero.
— No bonita, las almas corrompidas no tienen arreglo. Una vez que se corrompen permanecen así, quizás quieran ocultarlo y se esfuercen por ello pero al final del día la maldad los desbordará.— garantizó, conociendo a la perfección los simples y estúpidos que eran los humanos pero nuevamente la castaña negó.
— En la bondad hay un poco de maldad pero todos somos capaces de equilibrar los sentimientos, solo hay que lograr hacerlo.— ella no se quedó atrás y defendió a capa y espada su postura.
"Maravilloso." Pensó él cuando se dio cuenta de que algo en ella le daba la misma satisfacción que apoderarse de almas.
— ¿Por qué siento que ya he escuchado eso?.— preguntó con curiosodad tratando de buscar la respuesta en los ojos brillantes frente a él, ladeando suavemente su cabeza pero pronto fueron interrumpidos por una manada de demonios que aparecieron de repente detrás de Kakashi y notaron la presencia femenina.
— Pero miren lo que veo... Encontraste un espíritu bastante peculiar.— comentó el del frente con una sonrisa maquiavélica mientras observaba a la muchacha, al igual que todos los otros que parecían saborearla con los ojos. Kakashi lo notó, volteó y se paró frente a ella como si estuviera cubriéndola de la vista ajena, un acto reflejo de su parte.
—Espíritu, ser divino, alma, la nada misma... Puedes llamarme como quieras.— la castaña tambiém se levantó y se quedó tras él, preparándose para todo.
— ¿Por qué no acabamos con ella?.— sugirió uno de los inmundos pero Kakashi no quería acabar con ella, estaba disfrutando su charla y compañía, quería seguir escuchando sus conclusiones aún si no estaba de acuerdo con ellas, no le temía a pesar de la escena y eso le intrigaba.
— ¿Por qué harían eso? No está corrompida.— Kakashi se interpuso remotamente a la idea.— Yo la vi primero, es mía.— dijo, preparándose para luchar. Aún había cosas y sentimientos que Kakashi necesitaba entender, no dejaría que roben su diversión.
— Si que eres imbécil.— comentó uno de ellos, burlándose de algo que Kakashi no entendió y todos pusieron la mira en la muchacha que solo hizo una pequeña morisqueta. De pronto los demonios a excepción de Kakashi inmediatamente se tiraron a ella pero desde un sinfín de lugares salieron personas y rodearon a los demonios impidiendoles llegar hasta la castaña.
— Atrevanse a dar un paso más, inmundos.— un muchacho de cabello negro y marcas en la mitad de su rostro apareció junto a otras personas, frente a los demonios y llevando consigo un gran armamento.
— Por cierto, su amigo les dice hola.—una muchacha de pelo azul los apuntó también con aquel gran armamento que estaba especialmente preparado para demonios y alzó uno de sus brazos mostrando la recompensa y soltando una gran carcajada para luego patear la cabeza que hace un momento sostuvo en su mano. La cabeza de uno de los demonios que había sido masacrado por ellos.
La cabeza ensangrentada con sangre negra rodó a los pies de los demonios que despertaron su ira con ese gesto irrespetuoso.
— ¡Malditos!.— los demonios reaccionaron tal y como esperaban y ese escuadrón casi que sonrió en sincronía.
Pronto una batalla campal comenzó, demonios contra cazadores y los únicos que no peleaban eran Kakashi y la muchacha castaña defensora de gatos. Ambos miraban desde lejos las peleas y caos a su alrededor, cubriéndose las espaldas. Aún el peliplata sentía que había algo extremadamente familiar en esa chica y aunque había oído del escuadrón de cazadores de demonios jamás los había visto... Pero de igual manera -y si, debía repetirlo- algunas caras le resultaban extremadamente familiares, y ninguno de ellos apuntó a él.
Entre la lucha y muerte, desde atrás del campo de batalla y atacando a los demonios, dos amigos observaban a los dos que no peleaban.
— Realmente no recuerda nada, ¿verdad?.— mientras le pasaba municiones a su pareja Rin preguntó algo triste viendo a Kakashi, su antiguo compañero y jefe.
— Nada de nada.— aseguró Obito, con la misma expresión mientras asesinaba y masacraba a sus objetivos a sangre fría.
No tardó mucho hasta que las cinco personas tuvieron a casi todos los demonios hechos trizas y a Kakashi que no estaba impactado pero aún tenía la guardia en alto cuando todos los cazadores los rodearon.
— ¿Por qué dejan que viva? ¿Quiénes son exactamente ustedes?.— preguntó el demonio firme y confundido, mirándolos severamente y aún sintiendo a la mujer detrás suyo.
— Cazadores de demonios a cargo del oni, o Haru como solías llamarle y como le decimos los amigos.— el pelinegro explicó, confundiendo aún más al demonio que no lo entendió. ¿Como él solía llamarle? ¡¿Que significaba eso?! ¡No tenía sentido! A pesar de parecerle familiar, era imposible, jamás la había visto ni la recordaba, no podía ser un humano al que haya dejado vivir y jamás se había cruzado con el escuadrón, ¡no lo entendía!
— ¡¿De qué ha-?!.— antes de que pudiera continuar pidiendo una explicación un suave y cálido toque lo calló. Al observar frente suyo vio unos ojos amarillos, gentiles y tristes que lo observaban directamente, como si rogaran por algo. La muchacha se había puesto delante de él. Sus ojos color avellana fueron cambiando a unos de color amarillo intenso y su porte era un más firme y recto que antes. Aquella mirada ocasionaba algo extraño en lo profundo del ser del peliplata, un grandisimo dolor.
— Ser un demonio es doloroso, ¿no es así?.— sus manos eran amables, no se sentían invasivas y algo en él anhelaba el toque, era como ser tocado por un angel.— Lo siento por no acompañarte, Bakakashi...— se disculpó y su mano izquierda bajó y tomó la de él quien observó con extrañeza esa acción y de pronto, cuando ella entrelazó sus dedos, notó algo extraño.— Pronto traeré paz a tu mente, espera por mí.— aseguró, hasta olvidándose de que él era un demonio. Kakashi anonadado por el beso en su frente y el contacto físico notó que en su mano izquierda ella llevaba exactemente el mismo anillo que él pero antes de que pudiera decir algo solo observó su rostro una vez más, notando como lloraba mientras acariciaba la mejilla de Kakashi y sintiendo su propio rostro húmedo, como si su cuerpo lo supiera todo pero su mente no.— Te amo Kakashi.— fue lo último que dijo y de repente todo el escuadrón junto a ella desaparecieron.
Una sola cosa apareció de pronto en la mente del demonio que solo terminó confundiendolo más.
— ¿Haru...?
Tuve muchas dudas de si subir o no este one shot porque como verán tiene mucha historia detrás y no planeo seguirlo pero al final ya no me aguante y lo subí, espero que haya sido entendible (ಡ﹏ಡ)̑♡
Es difícil imaginarse a Kakashi como un demonio sádico, perdonen jsjssk
Y obviamente este es un universo alterno
Si ven errores e incoherencias es porque no lo edité seriamente skdjaks
¡Feliz halloween!
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