˗ˏˋ     Pasado      ˎˊ˗

Gai seguía a Kakashi por todos lados mientras él leía un poco. Los jóvenes de apenas 17 años estaban disfrutando de su día libre por separado hasta que se encontraron por la calle y Gai no quiso perder la oportunidad de luchar con su eterno rival que poco quería saber sobre luchar o entrenar en su día libre.

— ¡Kakashi! Lucha conmigo.— dijo por milésima vez el muchacho de cejas gruesas mientras lo seguía por toda la aldea.

— No.— contestó secamente el peliplata, nuevamente.

— ¡Vamos Kakashi!.— insistió pero antes de que el demandado pudiera contestar, alguien más apareció delante de sus narices.

— ¡Yo!.— la castaña de coletas que bastante bien conocían aquellos dos ninjas pronunció su particular saludo luego de explotar el globo de su chicle y alzó una de sus manos para hacerse notar.

— ¡Haru!.— la saludo el pelinegro felizmente corriendo hacia ella.

Kakashi alzó un poco la mirada y la vio por unos segundos para luego volver al texto.

— Hola Haruka.— la saludó sin mucho más.

— ¿Qué hacen?.— preguntó la muchacha que metía otro chicle a su boca y comenzaba a caminar junto a ellos.

— Quiero luchar pero Kakashi no quiere.— Gai se quejó, demandando al peliplata frente a la muchacha que volvía a explotar el globo del chicle.

— Pues, obvio, siempre pelean, deberían descansar.— se encogió de hombros luego de su sencilla respuesta, el pelinegro bufo en desacuerdo, Kakashi no hizo nada.

— ¡Pero debemos desempatar!— dijo como si se tratara de un pequeño niño haciendo un mohín. Haru miró a Kakashi.

— Pues hoy no será.— respondió y de repente se cruzó delante de el peliplata, tomándolo de los brazos haciendo que este pare de caminar y levante la vista del libro.— Oi, Bakakashi.— los dos se miraron, los ojos de la castaña tenían cierta chispa encendida en ellos que hizo suspirar al muchacho, sabiendo lo que aquello significaba.

— ¿Qué ocurre?.— cerró su libro y vio como la sonrisa en el rostro de la mujer se ampliaba.

— ¿Puedes venir conmigo?.— ni siquiera esperó una respuesta y aprovechó que Gai seguía caminando para tomar al peliplata de la mano y llevarlo con ella.

— ¿Tú también quieres entrenar?.— preguntó con desgana mientra era llevado por la castaña que lo hacia caminar con prisa.

— No, no es eso.— negó, vigilando que Gai no los viera y apresurándose.

(...)

Luego de estar bastante lejos de Gai, Haru había tapado por completo la vista de Kakashi con la banda de regulación y ahora lo llevaba agarrado del abrazo al lugar al que quería dirigirse.

— Haruka, ¿no crees que con un ojo tapado ya tengo bastante?.— el joven ya cansado de las ocurrencias que todos sus amigos solían tener, dijo en forma de queja.

— Callate, además, ya llegamos.— ordenó ella sin hacerle caso a sus reclamos y luego de caminar unos pasos más, pararon. — A la cuenta de tres voy a destapar tus ojos.— avisó y el peliplata solo esperó en silencio para luego sentir las manos de la chica tras su cabeza.— Uno... dos... ¡tres!.— al terminar su lenta cuenta regresiva, la banda se desato por completo y Haru la sacó. Kakashi abrió su ojo, parpadeando un par de veces para acostumbrarse a los rayos de sol, y cuando vio frente a él, encontró con lujo de detalle todo un picnic armado en cierto lugar de la aldea llena de bellas flores.

Se quedó en silencio por varios minutos , con la vista fija en el picnic, Haru veia su obra maestra con alegría y aires de grandeza.

— ¿Qué es todo esto?.— preguntó por fin el peliplata, sin ninguna expresión en particular, decepcionando a su amiga con esa pregunta tan básica.

— ¡¿No estas emocionado?! Aish...— exclamó indignada y luego cruzó los brazos, ofendida. — Hice esto porque... quiero desearte un feliz cumpleaños apropiadamente aunque no te agraden este tipo de cosas...— ella fue hasta la manta, enojada, y comenzó a ordenar los multiples bocadillos que habia hecho. Kakashi, al escuchar la palabra "cumpleaños" se sorprendió pues jamás se habia encargado de recordarselo, solo se lo habia dicho una vez, cuando comenzaron a ser amigos.— Sé que nuestra amistad surgió de las peores maneras, quizás si no hubiésemos perdido a nuestros amigos entonces seguiríamos odiandonos como idiotas... aún así, quiero agradecer al destino el haber encontrado algo tan bueno como tú en los infortunios de la muerte...— su voz se escuchaba en calma, serena y transmitía cierta tranquilidad al muchacho que la escuchaba con atención. Sacó de la canasta dos copas transparentes y relucientes para llenarlas con alguna clase de bebida espumante.— Gracias por ser mi amigo, Kakashi. Sé que eres un tipo genial, te admiro y agradezco que siempre estés cuidando o molestando, aunque finjas leer ese libro a veces. Sé que antes prometí cuidar de ti solo por la voluntad de Obito, cuando éramos niños... Ahora dejame asegurarte que he cambiado... quiero cuidar de ti porque eres mi familia.— Haru volvió a levantar la mirada hacia él y estiró su brazo, sosteniendo una de las copas con la intención de entregársela a aquel atónito muchacho que hacia lo posible para ocultar su corazón derritiéndose y golpeando fuertemente su pecho al ver la mirada impactante en los ojos avellana, trataba de mirarla con la mayor tranquilidad posible.

Segundos bastaron para escuchar un suspiro de su parte y tomar, por fin, la copa.

— Eres problemática, Haru-chan.— murmuró, bajando su máscara y negando, resignado.

— Así te gusto, ¡no lo niegues!.— bromeó, feliz de que Kakashi no se enojara y aceptara el picnic a su lado.

(...)

El pequeño festejo había terminado y Haru y Kakashi venían caminando juntos desde el bosque en el que habían estado mientras reían y charlaban.

Asuma, quién había sido cómplice de todo, los miró con cierta sonrisa ladina plasmada en su rostro en un lugar donde parecía haberlos estado esperando.

— ¿De dónde vienen ustedes dos?.— preguntó divertido, disimulando no saber absolutamente nada y Haruka soltó algunas carcajadas.

— Tú sabes muy bien si me ayudaste a organizarlo.— cuando llegaron hasta él, la castaña se encargó de golpear su hombro, Kakashi sonrió por debajo de su máscara.— Oh, ya debo irme.— avisó ella mientras veía como Asuma encendía un cigarro y pronto, de un rapido movimiento, se lo arrebataba.— ¡Nos vemos!.— sonrió con inocencia, metiendo la colilla a sus labios y así quedándose con el cigarro del Sarutobi mientras comenzaba a correr.— Asu-chan, no le des más alcohol eh, ya tomamos bastante.— gritó mientras se iba, agitando su mano desocupada en forma de saludo.

La verdad es que el peliplata no quería esperar hasta otro nuevo día para verla, quería ir con ella, pasar tiempo a su lado, sin importar a lo que se dedicaran, solo pasar tiempo con Haru era  suficiente.

— Maldición.— mientras veían como aquella castaña se marchaba dando pequeños saltitos y saludando a los dueños de los puestos de comida, Kakashi no pudo evitar soltar una maldicion junto una sonrisa que era escondida por su máscara.

— ¿Qué ocurre? ¿Ya te volvió loco?.— Asuma pasó su brazo sobre los hombros del peliplata y lo atrajo hacia él bruscamente, para molestarlo. El Hatake negó.

— Realmente estoy enamorado de ella.— soltó sin más, tomando por sorpresa al Sarutobi que no esperaba para nada ser el primero en escuchar de los propios labios del ninja que copia que estaba enamorado de aquella muchacha.

Luego de pasar la sorpresa, comenzó a soltar varias carcajadas burlonas.

— Si que lo estas...— dijo y golpeó su hombro para luego reír juntos.

Decidí remarcar los capítulos cuando se habla de tiempo pasado (su juventud) para no tener confusiones.

¿Qué les parece este one shot?^^