【Carta】
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Todos los muchachos decidieron organizarse y convencer a Kakashi para que salieran a divertirse un poco y olvidar algunas cosas, considerando en la fecha en la que estaban. Aunque todos la pasaban terriblemente mal ese día, él la estaría pasando el triple de peor y lo sabían.
Gai y Asuma llegaron al restaurante junto a Kakashi, quien leía un libro y no se interesaba en absolutamente nada a su alrededor, siquiera el griterío o la cantidad de gente. Como un espejismo de su antiguo ser.
Se saludaron y se sentaron todos juntos, uniendo dos mesas y fingiendo que pasarían una noche extramadamete genial y sin preocupaciones.
Por su parte, Kakashi apenas participaba en la charla que todo el grupo tenía, contestaba con lo mínimo y sólo asentía o negaba cuando Gai le insistía con su charla o trataba de animarlo, sin sacar la vista de su libro favorito.
— Oye Kakashi, ¿cómo te sientes?.— Anko preguntó, cansándose de pretender que estaba todo bien y excelente en sus vidas cuando no era así. A decir verdad ella e Iruka estaban igual de terribles que Kakashi.
El peliplata la miró por unos segundos antes de volver a las paginas desinteresado y luego suspiró.
— Cualquier respuesta que de en este momento no tendría ninguna clase de importancia.— dijo con frialdad. Iruka se había sentado junto a ellos por lo que no se le dificultó concentrarse en su conversación mientras seguía ahogándose en sake.
— ¿Cuanto iban de relación antes de que ella desapareciera?.— preguntó otra vez la peliazul, paralizando el ojo que leía y congelando al muchacho con tan repentina consulta. La mesa de amigos que hace segundos estaba hecha un lío, ahora comenzaba a silenciarse y prestar atención a los ninjas que, de una u otra forma, charlaban.
— Un año y medio cumplíamos exactamente unos días después de los exámenes.— contestó secamente, volviendo a la normalidad y pasando una de las hojas del libro. Anko se sorprendió con su repuesta y poco a poco una sonrisa nostálgica cubrió su rostro.
— Woah, ¿tanto había pasado?.— balbuceo incrédula, sin recordarlo muy bien y rascando su nuca.— Y pensar que hoy se cumple un año de su desaparición... entonces ya serían dos años y medio de relación.— calculó y lo que anteriormente había sido una sonrisa comenzó deformarse en una mueca amarga que desapareció cuando Anko bajó la mirada y se ocultó bajó la sombra de su cabello y la oscuridad de su rostro.
Kakashi no dijo nada. Los ojos de Iruka ardieron. La mesa quedó en silencio por un par de minutos.
— Estoy seguro de que esa tonta es capaz de aparecer en su bar favorito en cualquier momento y nos invitaría a tomar tragos hasta vomitar, como si nada hubiese pasado y el tiempo no corriera.— Kotetsu comentó con pena pero entre un par de risas, para no dejar caer el ambiente.
— O quizás haría una gran aparición mientras se tira de los monumentos de los hokages, como le gusta hacer.— Izumo lo siguió, entendiendo su intención y también con intención de animar el lugar. Los muchachos presentes rieron a excepción de Kakashi e Iruka.
— ¿Aún sigues pagando su casa?.— de repente preguntó el Umino, mirándolo con preocupación y ahora él recibiendo la mirada desinteresada del peliplata que pronto asentía.— ¿No es mucho para un ninja el comprar una casa?.— el moreno opinó mientras jugaba tímidamente con el liquido en su vaso, sin realmente tomarlo y esperando la respuesta de su superior.
Kakashi negó.
— No tengo nada más en qué gastar el dinero además de una botella de licor al día y mi propia comida.— dijo y de la nada suspiró, con cansancio, para luego cerrar el libro y dejar su parte de la cuenta sobre la mesa aunque no había comido ni tomado nada.— Iré a casa, mañana tengo asuntos pendientes.— se levantó, anunciando su retirada, y luego de un ademán, se fue pero pronto Anko se levantó velozmente para perseguirlo hasta el exterior del restaurante.
— ¡Kakashi espera!.— gritó, llamando su atención y haciendo que voltee.— Encontré esto... en las pertenencias de Haru que estaban en casa.— dijo y fue hasta él, extendiendole un papel, un sobre celeste.— Es una carta que Haru había preparado para uno de sus días especiales, aunque no recuerdo cuál pero debe ser para el aniversario del que me contaste... Por eso pregunté.— admitió. — Nunca me dejó verlo pero alguna vez me mencionó que estaba emocionada por entregarlo.— rió leve al recordar a su amiga gritarle para que ni siquiera se atreva a ponerle un ojo encima a sus cosas.— No me había atrevido a fijarme en las pertenencias que dejó en casa, hasta hoy.— confesó una vez más. Kakashi miró unos segundos el sobre, notando su nombre escrito en una esquina, y con su mano un poco temblorosa lo tomó.
— Gracias.— él asintió agradecido y tomó el sobre por fin. Los dos volvieron a despedirse y Anko lo vio marchar, aún él teniendo la vista en el sobre.
Se veía extremadamente triste. Desde la desaparición de su amiga Kakashi se había hundido por completo y ya era irreconocible. Era como si él se echara la culpa por completo, aunque todos sabían que no era así.
— ¿Ustedes creen que Haru está muerta?.— preguntó Anko ni bien entró nuevamente al restaurante y se sentó junto a sus amigos. Todos se miraron incómodos, algunos hasta callaron sus opiniones tomándose un trago.
— Si no lo está, entonces alguien la retiene.— opinó Genma de una vez luego de un momento en silencio, acomodando el senbon entre sus labios y jugando con el encendedor de Asuma junto a su mano, sin mirar a nadie.
Todos parecieron pensarlo por un tiempo.
— ¿Recuerdan que ella casi fue asesinada dos veces en el pasado por alguien desconocido? No creen que... Algo de eso puede estar involucrado.— Anko volvió a decir, preocupada por aquello y suponiendo una sola situación que aunque odiaba y temía pensarlo, le parecía lo más lógico posible como explicación. Siempre que hablaban de la desaparición de Haruka el ambiente se oscurecía ya que, aunque no se atrevían a decirlo, todos tenían una única posibilidad en la mente.
— No pongas pensamientos tan monstruosos en mi cabeza, Anko.— Asuma se quejó casi gruñendo, tirando el humo de su cigarro hacia un lado y frunciendo el ceño mientras Kurenai tomaba fuertemente su mano por debajo de la mesa.
— Me da miedo que ella este viva y alguien la este haciendo sufrir.— Iruka murmuró, jugando con sus dedos y queriendo llorar, sintiéndose impotente y débil.
La extrañaba muchísimo y jamás aceptaría la muerte de su amiga, no hasta comprobar que así había ocurrido.
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Luego de abandonar la reunión con sus amigos y pasar por los locales habituales donde siempre, todos los días, compraba lo mismo, llegó a casa, prendió las luces y vio a su alrededor con desgana. Una vez más todo lucia extremadamente vacío y lúgubre como siempre.
Dejó las llaves colgadas y los dangos y el licor que compró los llevó a la cocina.
Como siempre, sacó de la mesa ratona un plato con otras dos varillas de dangos intactas y viejas, otra botella de licor y un pequeño vaso aún con su contenido que la noche anterior había puesto para su persona esperada, por si aparecía de improvisto.
Tiró los bocadillos y guardó la botella de licor vieja en la gaveta.
Tambien tiró el contenido del vaso que había estado servido toda la noche y lo lavó y lo secó para ponerlo junto a la nueva botella de licor y los dangos, además de un vaso para él. Luego de servir y acomodar todo, fue a sentarse comodamente al lado de la ventana.
Antes de beber, se dispuso a abrir el sobre que Anko le dio, con ciertas ansias aterrando todo su ser, y sacó el papel verde de allí dentro. En el exterior, el sobre tenía un par de dibujitos pequeños. Kakashi podía distinguir un tigre, una pareja tomada de las manos, una casita, un tazón de ramen, dangos y lo que parecía una botella de licor, y muchos, muchos corazones.
— Que infantil... — murmuró él, con un dolor profundo en el pecho y una leve sonrisa, negando suavemente. Abrió el papel, encontrándose con una caligrafía que conocía a la perfección y sin más comenzó a leer las palabras escritas.
¡Yo!
Kakashi Hatake, aquí ha de escribirte Haruka Byakko, tu novia y futura esposa. Suena bonito ¿no?
¡Que vergüenza! Eres tan atrevido y directo. En navidad hasta me diste un anillo y te declaraste por lo que entonces creo que es válido decir que soy tu futura esposa, yup.
Imagínate, Haruka Hatake... O quizás ¿Kakashi Byakko? ¡Jajaja!( •̪ ₃ •̪).
¡Ya! No escribo esto para burlarme de ti, aunque tú sabes que yo sé que tú sabes que soy capaz de hacerlo;). Solo estoy tratando de ser romántica, ya que pronto sera nuestro aniversario y no sé qué regalarte, por lo que pensé que declarar mis sentimientos en papel sería un gesto bonito.
Apuesto que no imaginabas que yo podía escribir cartas, eh, quién lo diría.
Bien... Se va a cumplir otro mes de que estamos juntos ¡que cursi! Jamás creí que alguna vez tú y yo llegariamos a querernos tanto, con tanta intensidad y pureza, y ahora, mírame, emocionada solo por estar pensando en ti al escribir.
Creí que sería bueno escribir esto, ¿sabías que soy buena compositora y sé usar bien las palabras? Quiero sorprenderte.
Y si, sé que aún hay muchas cosas que no te he dicho de mi pero planeo hacerlo con el tiempo, tranquilo...
En fin, ya voy a escribir las palabras bonitas y honestas para ti que te aseguro que saldrán de lo más profundo de mi alma.
Aquí vamos...
Sé que los últimos meses fueron indescriptibles, en serio, ¡soy feliz! Jamás creí que todo podría llegar a ser tan claro y genial en mi vida pero es así y todo es gracias a ti.
A pesar de todo lo que hemos pasado años anteriores y cuantas cosas lamentables hemos vivido en nuestra infancia y adolescencia, en estos momentos eres sólo tú a quien mi memoria recuerda y a quien gratamente le confieso mi amor. Mi corazón se deja llevar por ti, tú que siempre te has mantenido tan sincero y fuerte aún con todas mis miserias y quien jamás temió de mi, realmente conmueve mi ser.
Lo que alguna vez fue tristeza, contigo a mi lado puedo dejarlo detrás y cada momento pasa con rapidez tal y como un sueño, todo lo que alguna vez me atemorizó ya dejó de ser importante desde que tú me apoyaste.
No sé cómo, cuándo o por qué pero me enamoré de ti de una forma extraña ¡jaja!
Maldición, tienes encantos muy bien guardados y aunque eres un tontito egocéntrico y pervertido, me gustas de todas formas y todo de ti me parece simplemente perfecto(*'˘'*)♡
Sé que antes no supe valorar tu amor, por eso quiero hacerlo ahora, y siempre agradeceré tu paciencia y dedicación, gracias por esperar a que pueda superar a mi primer amor, a mis miedos y mis problemas y perdón por ser una idiota... Pero, hey, soy una idiota que te ama.
Oye Kakashi... Prometo, una vez más, que protegeré tu corazón sincero y valiente, ¿prometes resguardar mi infantil y herido corazón?
Kakashi Hatake...
(Continuar luego)
Kakashi revisó las dos hojas y notó que la carta aún no estaba completa y un suspiro desde su corazón escapó de sus labios.
La mirada de Kakashi se desvío hasta el cielo en el exterior, las estrellas se reflejaron en sus ojos abiertos y cansados. La brisa entró suave por la abertura de la ventana.
Una noche de verano callada y que de seguro muchos jóvenes aprovecharían. Si fueran circunstancias normales, de seguro a Kakashi le hubiese gustado salir a tomar algo o quedarse por mucho más tiempo en aquel lugar de juntas. Pero su vida hace un tiempo había dejado de ser normal.
Bajó la carta y tomó el vaso, sin dejar de mirar las brillantes luces en el cielo.
— Ya sea un año o sean cien... seguiré esperando por ti... Prometo proteger cada rincón de tu corazón.— dijo firmemente, doblando nuevamente la carta y guardandola en el sobre para tomar el líquido del vaso.— También te amo, Haru.
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Este OS es parte de la trama original, espero les guste^^
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