Jason

Este era yo sin defensas, me encontraba en mi trabajo «Starbucks» no había nada de gente para atender. Yo ya portaba mi uniforme estaba sentado observando lo vacío que estaba el lugar.

Mi padre... El no siempre me atacaba a golpes, mi alma y corazón dolían me sentía tan mal. Al pensarlo automáticamente dolía. Normalmente me lanzaba insultos, claro podía ignorarlo pero me era imposible hacerlo cuando escarba en mi pasado e incluso presente, el atacaba mis debilidades y no sabía cómo defenderme.

Fui al baño del local para limpiar mi cara mis lágrimas se hicieron presentes, mi respiración era entrecortada. Había un huracán y tormentas en mi mente, mi pecho dolía, el dolor de cabeza me dió y había un motivo.

Tengo miedo de regresar a casa, no quiero toparme con mi Padre no con el. Siempre que intentaba ser bueno con la gente alguien me herían, cada vez que me lo recuerdan me debilitó. No quería que tuvieran el poder de lastimarme, no así.

Para mí desgracia no tenía a quien contarle y claro no lo haría. No me servía de nada hundir a más gente con mis problemas, no era correcto.

Soy humano como todos los demás, tengo sentimientos aún así sea difícil de creer. Cuando algo le molestaba a mi padre se desquitaba conmigo.
_No mereces la vida que te di_ Esas fueron sus palabras.

Me golpeaba o insultaba aunque suene ridículo lo más doloroso eran las palabras, estás penetran tu alma y los golpes solo eran a lo superficial,¿Quienes lo entendían? Solo los que luchaban su propia batalla.

No paraba de llorar seguí limpiando mis lágrimas, veía todo borroso por las lágrimas acumuladas en mis ojos «esto dolía».

Me arrincone en las paredes del baño, me deslice hasta llegar al piso, con mis brazos me abrazaba yo mismo, mis piernas en posición de mariposa.

Viaje a los pensamientos que me atormentaban, no sabía cómo detener a mi padre porque prácticamente el es mi papá, no me lo imagino sufriendo solo por mi.

_no puedo_ repetí varias veces en susurró.

Se hacía tarde, el gerente de Starbucks se enojaría conmigo. Me sentí más libre al llorar.

Me levanté y me dirijí al lavabo me mire en en espejo y moje mi cara. Acomode mi uniforme y mi cabello, estoy listo para volver al trabajo.

Salí y fui a la barra de la cafetería. Para mí suerte no estaba el gerente, continúe como si nada hubiera pasado.

_Buenas noches ¿Que llevará?_dije firmemente.

_me da un capuchino porfavor.

_enseguida_ me diriji para dar la orden.

Y continúe atendiendo, me distraje nada dolía mientras no pensaba en eso no era duro.

_¡Hola!_ exclamó la señorita.

Reconocí esa voz, era Alice. Me contagiaba su alegría eso me daba ganas de seguir adelante.

_Hola, ¿Que llevarás?_ dije

_mmm, permíteme pensar.

_Apurate, hay gente esperando_ dije firmemente.

Me dolía comportarme así con Ali, ella siempre tan dulce conmigo y yo la trate del asco, siempre lo hice.

_perdon_ bajo la mirada. _llevare un frappé.

_Bien. Nada más_ aclaré.

Ella asintió, se veía tan hermosa.

_puedes sentarte y esperar tu pedido_ dije sin humor, siempre lo hacía.

Solo mis padres saben quién soy bajo está capa superficial, y eso por mi Padre.

Me hace más fuerte pero más débil ante el.

_claro_ se fue con una sonrisa de oreja a oreja.

La gente venía y se iban mientras yo los atendí, Alice seguía aquí ella, vino sola se me hizo raro siempre que venía estaba acompañada de su amiga Ariana, pero esta vez fue la excepción.

Era tarde, las 10 de la noche para ser exactos. Pasaron las horas y Alice nunca se fué seguía aquí.

Entre a los baños para quitarme mi uniforme, termine mi horario de trabajo. Agarre mis cosas y le avisé al gerente que ya me iba el asintió.

Salí hasta donde estaban las mesas, y me diriji a la puerta sin voltear atrás.

_¡Jason!_ Alice grito.

Me gire y la observé de pies a cabeza. _ ¿que quieres?.

«es duro».

_¿porque cancelaste lo del proyecto?_ mencionó.

_¿a eso viniste a Starbucks?_ pregunté.

Ella asintió.

_¿puedes ir a mi casa ahora mismo?_le dije sin humor

_no, mis padres no me dejarán, es muy pero muy noche._dijo angustiada

_¿Y si voy a tu casa?

_¿Ahora? Pero no traes tus cuadernos.

_Eso no importa, lo hacemos con los tuyos.

_esta bien, vamos.

Salimos de Starbucks, Empezamos a caminar había un silencio agradable, Alice hacia bromas.

_¿quien dijo que los cerdos pueden volar?_ pregunté.

_La ciencia lo dice Jason, son mágicos esos pequeños animales y tan lindos, Amo a los cerdos_ dijo bromeando.

_son muy apetitosos.

Reí al ver su reacción de asco.

_no seas cruel, son unos bebitos andantes.

_claro claro, y se comen acompañando a los hotcakes. ¡Tocino!_ dije saboreando.

_Por Dios, eres Feo_ Dijo haciendo pucheros.

Se veía tan tierna haciendo esas expresiones. Hacían resaltar sus ojos verdes y lindos.

_todo sea por un buen desayuno_ dije aguantando la risa.

_¡No! Claro que no.

Yo estaba del lado de la carretera y ella a mi derecha. Nos acercamos de una forma que nuestras manos se llegaron a tocar muy levemente sentí lo frías que estaban sus manos.

Me quite mi chamarra. Y extendí mis brazos para ponérsela sobre sus hombros.

Ella me sonrió tiernamente _gracias.

_no agradezcas, amante de los cerdos_ reí.

_si lo soy_ dijo orgullosa.

Estábamos a unas cuantas cuadras de llegar a su casa, observé el camino y lo grabé en mi mente.

_¿has visto lo hermoso que estan las estrellas?_ dijo asombrada.

_parece que jamás haz visto las estrellas_ reí

_¡esque están hermosas!

La estábamos pasando muy bien, era un ambiente súper agradable. Me encantaba pasar tiempo con Alice, sentía que conectamos al instante.

Me detuve y ella siguió mis movimientos.

_¿Que pasa?_ dijo

_si, solo que quería detenerme y observar del paisaje que se presenta esta noche. Las estrellas tienen un brillo tan lindo_ dije mientas observaba las estrellas.

Ella sonrió _¡Son bellísimas!_ ella estaba observando las estrellas junto a mi.

_no, más que tu_ me atreví a decir.

Ví como sus mejillas tomaron un color carmesí, me observó haciendo que nuestros ojos chocarán.

Sin duda ella mejoró el horrible día que tuve.

Me acerque a ella, era alta tenía buen promedio de estatura no se me dificultaba observarla sin interrupciones.

Nuestras caras estaban a solo unos milímetros de distancia, sentí una gran conexión que me deje llevar.

La tomé por su cara haciendo leves caricias, viendola fijamente a sus ojos. Esos lindos ojos brillaban con gran resplandor, me acerque más y con mi otra mano la agarre de la cintura acercándola mas a mi cuerpo, sintiendo su calor. Pude ver cómo seguía ruborizada, seguí dandole caricias en su mejilla.

Y junte nuestros labios, Ella y yo nos besábamos bajo un millar de estrellas, no era un beso apresurado sin embargo era tierno y lento con leves movimientos.

Sentí como ella me tomó por la nuca acariciando mi cabello. Me separé poquito para verla, ella estaba sonriendo y seguí con el beso.

Sentí como se conectaron nuestros sentidos, era un momento único. No lo cambiaría por nada, me separé siendo movimientos lentos para así verle esa cara tan linda que tiene.

_jas..._ dijo pero la interrumpí.

_perdon, no de vi hacerlo.

_tranquilo, todo bien _sonrio muy amablemente.

No sé porque me atreví a hacerlo, no me llamaba la atención ella pero algo en mi dijo que debía besarla.

Ella me agarró de la mano y me jaló, salimos corriendo hasta su casa.

Pasaron unos minutos que hemos llegado a su casa, ella se dirigió a avisarles a sus papás que haría una tarea y que yo estaba presente, mientras yo observaba la casa. Si entraba por la puerta principal a la derecha se encontraba la sala, aún lado el comedor. En horizontal hasta la esquina habían 3 habitaciones, la primera era la de Alice. Y enfrente del comedor se encontraba la cocina, era una casa de solo un piso las paredes eran blancas y por fuera era muy minimalista.

Ella regreso_ bien, ¿que debemos hacer?.

_¿tienes libros?_ pregunté.

_nunca faltan, traeré uno.

Fue por el y al instante regreso y me lo dió.

_interesante libro. Bueno debemos leerlo y hacer un resumen de lo que trata.

Ella asintió_ abriendo su cuaderno_.

Empecé a leer, cada ciertas páginas nos turnamos el libro y continuamos la lectura.

La verdad amaba hacer esto, leer junto a alguien que también le apasione lo mismo, eso era indescriptible un momento único.

Cada que leyera 20 páginas lo resumimos en el cuaderno y así sucesivamente hasta terminar el libro.

En un par de horas ya habíamos terminado.

Alice

_¿Quieres algo para cenar?_ dije.

La verdad no me la creía, el me beso. Juro que mi corazón sigue latiendo al mil por mil, los nervios estaban muy presentes. No me sentía incómoda, pero era raro que el haya hecho esa acción.

_No, estoy bien gracias.

Asentí y cerré mi cuaderno.

El estaba comportándose diferente, a pesar de que siga con sus cambios de humor tengo que seguir investigando sobre el, ¿su padre es el único motivo? Debe haber algo más a fondo.

_¿vemos una película?_ pregunté.

_me parece bien_ dijo sonriendo.

_¿que te gustaría ver?_ dije prendiendo la televisión.

_¿mmm que tal algo de Disney?_ mención Jason.

_¡si!_ grite como una niña cuando le compran juguetes.

Puse Monsters inc, una película que todos adoramos.

Nos encontrábamos viendola, este momento era muy apreciable. Estábamos sentados en la alfombra blanca que se encontraba en la sala y recargados en el sofá color crema.

Había preparado unas palomitas y serví refresco de uva mi favorito. Para acompañar con la película, Jason y yo reíamos por las cosas que sucedían en dicha película.

Está era mi peli de la infancia preferida, no la cambiaría por ninguna.

Mensaje a Ariana:

Alice: ¿recuerdas que te dije que iría a buscar a Jason?, Estoy con el ya hicimos la tarea.

Pero en el camino para mi casa el me ha besado.

Ella me contestó de inmediato que quede impactada.

Ariana: no lo creo, tienes que contarmelo ¡pero ya!

Alice: claro que lo haré amiga, pero no ahora. Estamos viendo una película.

Apague mi móvil y así continuar viendo la película, me recargue en el hombro de Jason y me deje caer.

Claramente me quedé dormida.

Jason

A terminado la película y ella se quedó dormida a la mitad, como fue eso posible.

Seguía con la idea de que lo quiero volver a casa pero era tarde, no quiero alarmar a mi mamá. Era medianoche 00:0.

Me levanté con cuidado y con mis brazos reuní fuerzas para cargar a Alice, ví como abrió sus ojos y los cerro. Caminé en busca de su habitación y una vez que la encontré, acosté delicadamente a Alice como si se la porcelana más fina se tratase.

Se veía linda durmiendo parecía un angelito, me acerque hasta su frente y dejé un beso en ella.

Por último tome su mano y dejé el cuaderno y el libro que utilizamos a un lado en su mesita de noche.

Observé todo el cuarto, era de color lila, en su pared habían dibujos pequeños de la torre Eiffel en color blanco su cama estaba en la esquina izquierda de la habitación en frente de dicha cama se encontraba una pantalla y bajo de ella había un estante con libros, al lado derecho se encontraba material para pintar en lienzos. Y pegado a la puerta se encontraba su closet.

Salí de la habitación y cerré la puerta.

Salí del lugar y me dirigí a la carretera así cruzando.

En el camino estuve pensando sobre el extraordinario beso que tuvimos Ali y yo, cada vez que pensaba en ese beso sentía las sagradas mariposas revolotear por mi estómago. Jamás había sentido eso con alguien pero se sentía bien.

«le estoy empezando a tomar cariño a Ali».