21.La sorpresa
CAPITULO XXI
LA SORPRESA
Jason
En el amor… Jamás fui bueno, para nada experto pero ¿Para que sufrir si aún esto no ha empezado? En una relación todo es 50 y 50, algo cooperativo de parte de los dos. Talvez actualmente las parejas se dicen piropos sin sentirlo ni en lo más profundo de su corazón ¿Por qué hacerlo? A pesar de que no viví en años anteriores en el que el amor era más que solo una etiqueta yo sé que era algo… comprometido y sincero ¿Entregarse ante esa persona que tanto aprecias, es lo correcto? No hay una definición clara ante estos argumentos, la clave es dejarse llevar por lo que siente ese órgano que bombea sangre transmitiéndolo por todo nuestro cuerpo.
Estos días han sido de lo mejor, como si todo estuviera en orden, lo que aparentaba ser. Me encuentro en mi cuarto pensando en cómo gastaré todo el dinero que me dio mi papá porque claramente el dijo que debía gastarlo lo más pronto posible, sin poder guardar esa plata.
-Ideas -Dije repitiendo después se anotarlo en mi cuaderno-, número uno…
Tenía un par de ideas para gastar ese dinero pero no todas me convencían, sentía que no podía gastarlo en mi, no es algo que necesite a parte podría aprender un poco de Alice sobre no ser egoísta ¿No? Era buena idea.
»Pagar una carrera universitaria que si me guste. Número dos… Comprar más libros. Número tres donar un poco a gente necesitada -Eso es lo que haría Alice ¿No?, repetí en mi cabeza “No hagas lo que yo no haría”.
Seguí escribiendo mi lista infinita pero ninguna me llamaba la atención, es mucho dinero para mí solo ¿En qué usarlo?, dejé mi bolígrafo a un lado de mi cama recostándome en esta. Encendí mi móvil reproduciendo aquella música que recuerdo a la perfección, mi canción y la de ella “thinking out loud”.
People fall in love in mysterious ways…
Esa melodía se escuchaba de fondo mientras yo movía mi cabeza al ritmo, era tan pegajosa. Esa canción te trasladaba a diferentes partes como: A la rueda de la fortuna en la que dijimos nuestro sentir, una pista de baile más que nada ella y yo bailando un vals. Sería un momento extraordinario como siempre lo son al lado de ella.
Kiss me under the light of a thousand stars…
Me senté en mi cama, la música era una fuente de inspiración, volví a agarrar el bolígrafo junto al cuaderno y me pude a pensar detenidamente.
That maybe we found love right where we are…
-¡Biblioteca!, eso es, con el dinero cumpliré nuestra promesa -Mencione asombrado por como me llegó esa idea-, pero no cualquier biblioteca, está debía tener algo de nosotros hacerla especial y ¡Será una sorpresa -avente el bolígrafo haciendo que este cayera de mi cama a lo que yo maldije levantándolo.
Enseguida encendí ese móvil que reproducía aquella música tan profunda que me hacía pensar tanto en ella, busque entre mis contactos alguna persona que se pudiera encargar de construirla.
»Claro ¡Será cerca! Por Starbucks hay un terreno abandonado podemos construir ahí -en mi celular busque el nombre del lugar y marque al número para pedir informes, automáticamente compré el terreno, no lo puedo creer estoy demente.
Me encontraba en la casa de mi verdadero papá “Fabiolo” en su departamento me consiguió una habitación donde yo podía quedarme a dormir. El me contó grandes historias, menciono que el era mexicano por lo cual al juntarse con mi mamá Perla (en paz descanse) tuvo que enseñarle a hablar español para que los dos se entendieran bien, ya que ella si era de Estados Unidos, se acostumbraron a hablar ese idioma a eso se debió que me dejaron aprender el español pero aparte tuve que saber el inglés para defenderme en New York.
Alice me contó que ella también tenía “doble nacionalidad”, su papá viajaba mucho por trabajo por lo cual el sabe muchos idiomas, demasiados para contar, incluyendo el español. Y su hija solo hablaba el inglés a lo que el padre quiso enseñarle hablar español porque el la llevaría de viaje a México.
De esta manera los dos hablamos español para practicar mutuamente, aparte que en nuestro colegio hay muchos que lo hablan.
Hoy es 12 de Diciembre, llevaba siendo novio de Alice como por casi un mes, así es, fuimos pareja el 29 de noviembre. Cerré mi cuaderno dejando el bolígrafo azul encima para poder analizar un poquito más de lo que haré con la biblioteca que pronto se construirá, pero he estado tan hiperactivo por esta situación ¡No entiendo porque!
Estire mis brazos hasta llegar a la esquina de la cama, en dónde se encontraba mi celular, posteriormente tome mi móvil y lo encendí. Mire desesperadamente el celular ¡Okey lo voy a hacer!, me metí al contacto de Alice y le di click en aquel botón, que me hacía tener una llamada a distancia con la chica, no tuve que esperar mucho porque automáticamente contesto.
Llamada para Alice:
Alice: ¿Bueno?
Jason: Hola princesa Rymer.
Alice: ¡Oh! Hola mi engreído estrella.
Jason: ¿Qué estabas haciendo?
Alice: Estaba pensando ¿Y tu?
Jason: ¿Qué pensabas? Yo nada interesante.
Alice: En mi amiga, la extraño un montón.
Jason: ¿Y a mí? No me extrañas.
Me hice el ofendido a lo que ella sacó una risita, yo en cambio si una carcajada burlona y rodé los ojos como una pelota.
Alice: Claro que te extraño Jason.
Jason: ¿Nos podemos ver, hoy?
Alice: Si, estoy libre
Jason: Hoy trabajo, igual y nos podemos ver en Starbucks ¿Vale?
Alice: Está bien, nos vemos ahí en la noche mi engreído estrella.
Jason: Adios Alice
Dije en coro y automáticamente colgué el teléfono, no podía seguir con la llamada, me hacía querer verla y romper aquel aparato que transmite sus onda de la voz.
No faltaba mucho para ir a verla, así que mejor me vestí. Me puse aquel chaleco de cuero negro que te hacía lucir tan oscuro, junto a unos jeans azul oscuro (mezclilla) y unas zapatillas tan blancas como la leche y por último peine mi cabello, no era nada complicado hacerlo, con una ligera onda que caía así tocando mis ojos para que se pudiera notar ese degradado entre café castaño y claro.
Estaba afuera del Starbucks desde aquí se podía notar los dos pisos que tenía el lugar, estacione mi moto en aquel estacionamiento tan grande que había. Entrando al lugar pude percatarme que ya había gente ahí mismo, sonó la campanilla, esa que sonaba cada que una persona se presentará en el lugar. Escuche como alguien grito:
—Engreído estrella —era la voz de una chica, sonaba tan dulce. Gire sobre mi propio eje dándole una mirada a la chica de dónde salió aquella voz tan melodiosa, ella llevaba una mochila y un libro que automáticamente dejo en la primera mesa de su alcance, al verme ella salto hacia mis brazos causando que me balanceará, casi caí pero recupere aquel equilibrio que desapareció por algunos segundos, envolviendo mis brazos sobre su cintura, sentí como está se inclino hacia atrás junto a su torso, a lo que yo aproveché ese ligero movimiento para poder dejar un beso en sus labios.
Era tan suave que de podía escuchar como rechinaban nuestros labios al tener contacto entre estos, abrí un poco los ojos así separándome, ella sonrió ante mi acción se veía tan adorable con aquella coleta que hacía notar su largo cabello negro junto a unos mechones colgando en sus laterales de la cara. Tuve la oportunidad de volver a besarla tan solo un poco y me separé de ella dándole una sonrisa a medias.
—Alice… ¿Cómo estas? —dije buscando con mi vista al gerente del lugar.
—Extrañándote ¿y tu?
—Igual yo, princesa Rymer. —chille como un niño que no tiene su paleta en manos, dándole un beso en su frente.
—¿Te podrás tu uniforme? —menciono después de agarrarme por mi hombro delicadamente.
—Ah si, a eso voy. —dije dándole una última mirada para dirigirme a los vestidores.
Llegando a estos pude cambiarme rápidamente para atender a los clientes, puse una gorrita y aquel uniforme que no me gustaba pero estaba obligado a usar, de verdad esto me quedaba muy pero muy mal.
Salí, llegando a la barra de la cafetería y así proceder a atender a esa gente que ya tenía tiempo en este lugar. Hice una seña para que se empiecen a formar ví que ya había gente dentro preparando bebidas y haciendo uno que otro pedido.
—¿Qué va a llevar? —Dije a pocas palabras.
—Llevaré tan solo un bocadillo de esos —Dijo la señora señalando lo que se llevaría.
—¿Qué más? —pregunte a cortas palabras.
—Mmmm… ¿Qué estará bueno? —Dijo la señora dirigiéndose a una señora que también la acompañaba a lo que yo rodé los ojos como una pelota.
—Señora apúrese, hay más gente presente —me cruce de brazos y la señora se quejo.
—¡Hay así no se puede nada!, solo el bocadillo.
—Bien ¡Por fin! —Dije dándole la nota a mi compañero de trabajo.
—¿Qué ordenará? —me dirigí a la siguiente persona ¡Uy mi favorita!
—Hola señor, deseo un capuchino ¡Sienta bien con este frío nocturno!
—¿Nada más?, Alice. —Dije sonriendo, subiéndome casi a la barra de la cafetería para alcanzar a darle un beso en su frente.
—Si, nada más.
—okey espéreme aquí, que yo mismo se lo preparó —Dije a lo que ella rio bajito, me dirigí a preparar su capuchino y en su vaso escribí en vez de su nombre un “Te amo, princesa Rymer”.
»Aquí está —Dije extendiendo la bebida.
—Ay que lindo gesto, eres tan tierno —Dijo la chica sonriendo—, ¿Cuánto te debo?
—Nada, va a cuenta mía.
—Gracias, muy amable mi engreído estrella.
—No me agradezca, princesa —dije dando una reverencia a lo que sus mejillas se tornaron un color carmesí.
—¡Rápido! —grito la señora que estaba detrás de Alice.
—¡Señora! No tiene derecho a andar apurándonos ¡Espérese! —Dije sin pensarlo dos veces a lo que vi como Alice fío cubriendo su cara.
—Eres odioso, Allen —chillo la pelinegra mientras reía.
—Perdón, pero ¡que se ubique primero la señora! —exclame en lo bajito.
A lo lejos vi como esa señora se cruzó de brazos enderezándose, si le dice al gerente me irá muy mal.
—Jason… —Dijo Alice dándole entonación en cola.
—Te estoy organizando una sorpresa —solté a lo que cubrí mi boca—, no debí decirlo, perdón.
—¡Quiero saber la sorpresa! —insistió Alice a lo que yo negué con la cabeza.
—No te contaré nada, solo ten paciencia que es cuestión de tiempo —advertí
—Vamos, Jason…
—No sigas Alice, ahora sí por favor sal de la fila. —Intente ser lo más amable posible.
—Cierto ¡Perdón!
—No te disculpes, no vale la pena —Dije a lo que ella asintió
—Bueno, estaré por allá sentada —señalo la chica saliendo de aquella fila que cada vez se hacía más larga y eterna.
Mientras yo seguí atendiendo a toda esa gente ¡Me harté!, pero ya ni modo tengo que seguir haciéndolo. Antes de continuar observé la ventana, dónde se presentaba la luz nocturna y desde aquí pude observar aquel lugar en donde construiría la biblioteca, me la visualice para motivarme y seguir con los pedidos de todos los habitantes de aquí.
—¿Qué llevarás? —Dije sin orgullo levanté la mirada viendo a quien tenía enfrente de mi, era… Ramona.
—¡Hola! —Dijo muy alegre—, nada, vine a hablar contigo.
—¿Qué quieres? Mona.
—Es Ra-mo-na.
—No me importa —dije rodando los ojos como pelota.
Observé como me jalo del brazo, sacándome de aquella barra de la cafetería, obteniendo una mirada de parte de Alice.
—¿Qué necesitas? No puedes sacarme de mi trabajo.
—Si puedo —termino jalándome hasta llegar a aquel estacionamiento en la que estaba mi motocicleta.
—Entonces dime, no me hagas perder mi tiempo —Dije zafándome de su agarre, muy bruscamente.
—Veras, vengo por lo que me pertenece —Chilló dando presencia a un mini berrinche.
—Nada, entonces ¡Listo!
—Jason espera, que no me has dejado hablar. —la chica sujeto muy bien mi brazo causando un gruñido por mi parte.
—No estoy jugando, ¿Qué quieres?
—Que seas mi novio… —Dijo Ramona sin dar gracia, esto iba enserio.
----------------------------------
¿Impactante?
C O N T I N U A R A . . .
ig: vaniistu_dygram
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro