01. Soy yo, Alice Rymer
CAPÍTULO I
Alice Rymer
Pensar en que no dejaré de ser la niña a la que todos ignoran, era desafiante. Las clases ya habían dado inicio hace un par de meses, el tiempo suficiente como para tener amistades estables, pero incluso así seguía siendo un imán de apodos extraños.
—¡Ariana!
Esa chica era mi salvación, porque con su amplia sonrisa hacia que mis problemas se desparecieran por un tiempo. Me colgué a sus brazos y ella me encadenó a los suyos.
—Estoy muy nerviosa —no la dejé decir nada—... son los primeros días y aún no conozco a nadie, ni siquiera me sé el camino a la sala de profesores. Prometí que no me dejaría intimidar por nadie, ¡pero no! Creo que soy la burla.
—¿Cómo pueden reírse de ti si nadie te...?
—¿Me...?
—Olvida lo que dije —Hizo los ojos bizcos para soltar el poco aire que había tomado recién—. No te estreses.
—Calla, que ni tú sigues tus consejos.
—¡Ya tendrás tiempo para hacer amigos!
—¿Pero cuento contigo?
—Por siempre —Enredó su dedo pequeño al mío acompañándolo con un guiño,en plan divertida.
Intentamos entrar juntas para que tuviéramos a algo en común como nosotras,
El profesor Jimin ha sido de lo más estricto, pero eso me beneficia, por eso he sacado de las mejores calificaciones siendo la primera en mi clase.
levanté la mano.
-La respuesta a la ecuación es "187X²".
-Muy bien Rymer, la respuesta es correcta -Mencionó orgulloso.
Sonreí de oreja a oreja.
-Bien, alumnos esto ha sido todo por el día de hoy, nos vemos mañana -Dijo el profesor antes de irse.
Tras horas y horas de clases, habíamos terminado este día en la institución y seguía sin tener amigos, Oh por Dios.
Sacándome de mis pensamientos escuché que gritaban mi nombre.
-¡Alice! - oh es mi papá. Me dirigí hacia él, y subí al carro.
- ¿cómo ha estado tu día? -Me preguntó.
-Bien, o más bien lo regular.
Tras el largo viaje después de la escuela mi papá me fue a dejar en una librería considerada muy pequeña pero era suficiente para leer unos cuantos libros.
Me encuentro en la biblioteca de la ciudad, he venido hasta acá para leer un libro sobre Matemáticas que nos encargó leer el profesor Jimin. Los nervios se hicieron presente al ver qué hay mucha gente en el lugar.
Busqué el libro que necesitaba y me dirigí en busca de una mesa para ponerme a leer el libro, pero todas estaban ocupadas.
-Hola -Dije en voz baja con la mirada un poco intimidada.
El chico se limitó a mirarme y volvió a su lectura
-Ammm, Me puedo sentar aquí? -Dije cada vez más nerviosa.
-¿Qué te hace creer que te daré el permiso de sentarte aquí... junto a mi? -Dijo el chico sin ganas.
-por favor... -Supliqué.
Él chico puso los ojos en blanco.
-¡Agh!, A la otra deberías de llegar temprano si deseas un buen lugar -No separó sus ojos de aquel libro que sostenía en sus manos.
-No sabía que habría tanta gente aquí -Sentí las ganas de hundirme en el libro y llorar para que pase este mal momento.
-Sabes...solo cierra tu boca y siéntate, no me molestes.
-Gracias -Dije con emoción, pero me entró una duda que tenía que hacerle saber, no podía quedarme con la pregunta en la boca.
Suspiré.
-¿Cuál es tu nombre?
Él chico hizo una expresión de fastidió.
-Soy Jason.
-Mucho gusto, Soy Alice. Ahora que lo pienso se me hace que te he visto antes -Mencioné con duda.
-Si, estamos en el mismo instituto -Dijo sin humor- ¿Qué no te quedó claro que no me molestarás?
-Ah, sí perdón. Es que quería preguntarte tu nombre -Dije en un aludido.
-Ya lo sabes, ahora sí me permites debo continuar con mi lectura -regresó al libro después de darme una última mirada amenazadora.
-Guarden silencio -La bibliotecaria se hizo presente y me tuve que limitar a comenzar a leer el libro que el profesor Jimin nos dejo de tarea.
Tras horas de leer, la gente se comenzaba a ir de la biblioteca, pero Jason aún estaba presente.
-Mmm... Jason -Dije susurrando.
Él levantó su mirada y la dirigió hacía mi.
-Ahora que quieres -Continuó hablando.
Baje la mirada tímida.
-¿Qué libro estás leyendo?.
-Ammm... -Él había dudado por unos segundos- es uno que encargó el profesor de historia -Soltó al instante.
Sonreí.
-Oye, Jason...
-¿Qué? -Dijo fastidiado.
-Eres uno de los chicos populares de la institución ¿No? -mencioné.
-Si, lo soy ¿Por qué la pregunta? Si es que todos lo saben.
-Perdón solo era curiosidad -Sonreí- Oye, otra pregunta.
-Que no contestaré, Alice -Se levantó tomando su mochila dejándome en la mesa sola y con la pregunta en la boca y así alejándose de mi
«Jason es odioso, pero ¿Por qué? ¿Qué lo hace ser así?, Será que apenas lo conozco y me detesta».
-¡Hey! -Exclame jalándolo del brazo- ¿Quién te crees para dejarme así? Plantada en la biblioteca, te iba a ser una pregunta.
-Tú y yo, no somos absolutamente nada como para que me andes reclamando si te trato de tal forma -Dijo totalmente serio.
-Aun así, no son maneras de tratar. Nos acabamos de conocer y ¿así me tratas -Exclamé tan fuerte.
-Cállate, nos echarán de la biblioteca -Hizo una mueca rara que me dejaba en claro que sí por el fuera estaría solo disfrutando de su libro.
-No me digas que hacer.
-Bien, asumirás las consecuencias -Dijo con el semblante serio.
-¿Qué?, Pero... -Una voz me interrumpió, era la bibliotecaria.
-¡Jóvenes!, Es el segundo llamado no me hagan llegar al tercero -Dijo advirtiendo, volviendo a su recepción.
-Vez lo que te digo -Rodó los ojos- Eres muy gritona.
-Gritona ¿Yo?, eso obtienes por ser así con todos -Me exalté.
-Bien Alicia -Mencionó.
-Momento ¿Me dijiste Alicia?, Es Alice -Aclaré indignada.
-Me da igual tu nombre, aparte Alicia y Alice es lo mismo.
-No lo es, es muy diferente en cuanto a pronunciación.
-¿Y acaso te dije que defendieras tu punto de vista?
-No, pero tengo derecho -Dije lo suficientemente orgullosa.
-Aun así, es una pena que nadie te lo preguntó.
-Yo puedo hablar cuando quiera, ¿Okey Jason? -Dije casi gritando.
Es cuando me di cuenta que de verdad odio a este chico, me hizo exaltar cuando no lo hago, yo no me enojo por cosas así pero el sobrepasó mis límites, es tan atrevido y grosero.
Juraría que él es el único en la institución que sea tan grosero, pero descarto la idea porque no conozco a nadie, ¡imaginé que iba ser diferente pero no!, Supongo que sus amigos han de tener la misma actitud insoportable.
¿Será que el me odie?, Por molestarlo cuando estaba leyendo. ¿Seré la única persona que trata así?, La verdad no tengo idea, pero es algo que debo descubrir ya que lo estaré soportando durante toda la universidad. Salí de mi burbuja y escuché a Jason.
-No, no puedes -Sonrió con burla.
Vaya, era la primera vez que lo veía reír, pero con un toque de burla, se cree el simpático, pero no lo es, no se saldrá con la suya.
-Mira Jason, no sé cuál es tu problema conmigo. Pero deberías detenerte -Solté rápido-.
-No lo haré, Alicia te repito no eres parte de mi vida no tengo porque cambiar contigo -Dijo sinceramente-.
-Te dije que es Alice -Grité enojada.
-Suficiente.
Una voz me interrumpió, oh rayos es la bibliotecaria.
-Es el tercer llamado, jóvenes -Dijo rápidamente- ¡Fuera!, Salgan de inmediato.
-Genial -Dije sin humor tomé mis cosas y dirigiéndome a la salida y por lo tanto Jason repitió el mismo procedimiento.
Salimos del aula, no es creíble que gracias a Jason me hayan sacado de la biblioteca encima tendré que ir a otro lugar donde haya libros.
-Vez te lo dije, asumes las consecuencias, pero ¡oh wow gracias a ti también me sacaron! -Rodó los ojos y se puso su gorro que portaba del sweater-.
-No me eches la culpa, que tú empezaste llamándome Alicia y tratándome mal -Dije muy rápido y firmemente.
-Ajam, te llamas Alice ¿no? Solo se cambia el idioma -Dijo sin humor.
-Eres tan egocéntrico, ¡ahh! -Exclamé llena de rabia.
Definitivamente este chico colmó mi paciencia, como puede llegar a ser así ¿acaso no tiene corazón o empatía por lo que sienten los demás?. Este chico está mal, muy mal de la cabeza.
-¿Y quién te tiene aquí? -Dijo él volteándome a ver.
-¡Que acaso no recuerdas que nos echaron del aula! -Mencioné casi gritando.
La verdad nunca grito, soy tan pacífica, aunque sea poco creíble pero este chico me hace exaltar «Agh que fastidio».
-Wow que sorpresa -Menciono abriendo su mochila y sacando de ahí su móvil.
La verdad yo podría irme sola, pero debía esperar a mi papá.
Observé que Jason estaba haciendo una llamada, ¿quién será? Oh, pero siendo yo no pude evitar escuchar lo que mencionaba.
-Si, estoy aquí afuera de la biblioteca -Dijo Jason.
-No papá no hace falta que vengas por mí, iré a casa de Dylan.
-Si, si estaré bien.
-Ya sabes papá, no descuidare mis estudios -Dijo en un aludido mostrándole respeto a su papá.
-Claro nos vemos antes de la cena -Cortó la llamada.
Okey estoy clasificada como Alice alias la metiche, no debí entrometerme, pero lo hice.
-¿Te irás solo? -Le pregunté dirigiéndome a Jason.
-¿Escuchando mi llamada? -Apagó su móvil-.
-No, perdón yo no quise -Dije disculpándome.
De verdad lo sentía, sabía que no estaba bien pero no pude evitar escucharlo.
-Si, me iré solo -Recalcó.
-Ah, bueno okey ¿Cuídate? -Dudé.
No sabía si de verdad quería que se cuidara o que mejor le pasará un caballo encima.
—Uh-huh, espero no volver a tratarte. Aléjate de mí ¿Si? -Indico de mala forma.
Puse una fina línea en mis labios.
Me daba tanta curiosidad porque ese humor tan así, que es de su vida. De verdad tengo que saberlo así que claramente no me alejaré de su repugnante círculo social, tengo que saber más sobre él.
«Bien» Él se fue dejándome sola en el estacionamiento de la biblioteca.
Después de 20 minutos aproximadamente mi papá llegó por mí, no sé porque habrá tardado tanto me hubiera ahorrado esa plática tan fastidiosa con Jason.
Y así yendo a casa, llegando en la tarde noche. Este día estuvo loco y más que nada por el chico que recién conocí.
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