(Parte 2)Capítulo 26
Tras la cena se marcharon a Calgary City y allí en un bar se tomaron unas cervezas aprovechando el momento. Mia se levantó para ir a tomar un poco el aire a la calle. Otra compañera la acompaño, para hacer unas llamadas mientras se fumaba un cigarrillo.
-¿Tienes un cigarro?,- le pregunta una de las camareras que esa noche les había servido.
- No. Aunque me veas con el cigarro, no fumo,- responde Mia, riéndose.
- ¿Y porque estas fumando?-
- Realmente no losé. –
-Alguna explicación habrá, digo yo,-la insiste la joven camarera.
- No hay ninguna explicación. Fumo cuando estoy nerviosa y no me encuentro bien y últimamente fumo mucho, si quieres que te demás información. –
Mia se gira.
-Quiero que al regresar, pongas una jarra de cerveza en la mesa de mis amigos,- la dice Mia, mirándola a cara.
En ese momento, tiro la colilla y, saco del bolsillo un paquete de tabaco. Lo abrió se encendió otro y le dio una larga calada que la produjo un pequeño ataque de tos. La camarera se acercó, y la quito el paquete de tabaco de las manos. Lo tiro al suelo y lo estrujo con la suela de su zapatilla, hasta que los cigarrillos los dejo destrozados. Mia, la pone la mano en la cara y entro en el bar.
A las 3:30 PM, solo quedaba ella y una compañera que se habían quedado charlando hasta el cierre. Su amiga anuncia que se va y juntas entran en el baño antes de irse. Dentro, la camarera que había destrozado los cigarros de Mia, se encontraba limpiando los aseos.
- Me debes un paquete de tabaco. Y que sea la última vez que tienes un gesto a si conmigo ¿todo claro?- la dice Mia, pegando su cabeza a su nuca.
- En realidad te debo mucho más que un simple paquete de tabaco.- responde la joven a Mia.
- ¿Qué coño estás diciendo?-
- Gracias por todo lo que estás haciendo por mí y por escucharme.-
-¿Cómo? Repite eso...-
La amiga la sorprende y pide a Mia que deje de hablar con ella.
Esta empieza a cabrearse con la joven camarera, que nada más ver a la amiga de Mia, salió de allí rápidamente. Mia la sigue y la observa recogiendo las mesas que aún están sucias.
-¿Qué ocurre Mia? ¿Qué problema tienes con ella?-
- No lose pero no me gusta nada,- responde una Mia inquieta.
Mia y su amiga salen del baño y Mia observa a la joven que no la pierde de vista .Esta la hace una seña de que se mire en el bolsillo del pantalón.
Mia se detiene y saca un trozo de papel del bolsillo. Lo abre y lo mira.
“Dentro de 10 minutos, ve al parque que hay justo enfrente del bar.”
Firmado M.G.
Mia se giró y la joven ya no estaba allí. Pregunto al dueño del bar que ese momento estaba acabando de atender a los últimos clientes.
- Disculpe ¿Dónde está la chica que estaba aquí hace unos momentos?-
-¿Qué chica?-
- Si, su camarera.-
- Se acaba de marchar. Su turno acaba de acabar,-responde el dueño del local.
Mia se despide de su compañera y camina hacia el parque. Estaba muy intrigada con el mensaje que había recibido y más aun sabiendo de quien era la nota. Mia no tuvo que esperar nada, puesto que nada más llegar, escucho a alguien acercarse.
- Gracias por venir.-
-Margaret, tengo tantas cosas que decirte que no sé ni por dónde empezar,- dice Mia sin girarse, sabiendo que ella está detrás.
- No digas nada…y relájate…-
Margaret abraza por la espalda a Mia y apoya su cabeza contra la espalda de Mia. Mia gira su cabeza y la rosa contra la suya.
- Eres una de las cosas más importantes que tengo en mi vida y lo quiero proteger sea como sea,- dice Margaret.
- Ahora soy yo la que debo de protegerte hasta el final,- responde Mia.
- Ya has hecho mucho por mí y te pido que no sigas con esto, que lo dejes ya. Ríndete y no sufras más.-
- Te he hecho una promesa, y quiero llegar al final,-responde Mia.
- Al final todo acabara mal y no tiene por qué ser así. Una retirada a tiempo también es una victoria.-responde está pegándose más aún.
Se hace un silencio prologado y Mia coge las manos de la joven.
- ¿Has vuelto a soñar con la casa? -
- No.-
- ¿Entonces no has visto nada extraño últimamente?-
-Todo normal. Allí no hay nada importante y los sueños siguen siendo iguales. Siempre ocurre lo mismo y se repite todo, cada vez que vuelvo a esa casa,-dijo Mia mintiendo.
En ese momento las manos de la joven intentan liberarse de las de Mia, y con habilidad, las pasa por detrás de su espalda, y las aprieta una contra la otra.
- Te diré algo. Cuando éramos niñas, jugábamos a escribirnos notas. Había algunas palabras que estaban prohibidas, de igual modo que cuando hablábamos, había palabras que bajo ningún concepto podíamos pronunciar. Una de ellas era RENDIRSE, y tú misma me enseñaste el valor de esa palabra.
Mia acerca sus labios al oído de la chica.
-Esto aún no acabado y por mucho que te empeñes en perseguirme en este mundo y en el otro… no podrás detenerme.-
Mia se gira, se pone frente a la joven y observa esos ojos brillantes que tanto caracterizas a Mavis.
-La próxima vez que quieras engañarme…se más original. Te he descubierto con demasiada facilidad.-
Mavis se ríe...
- Al igual que tu amiga, tú también te estás equivocando y no sabes cuáles serán las consecuencias. Te perseguiré y te encerrare junto a ella.- dice Mavis.
Mia, se separa de ella y ambas se observan.
-No creo que te atrevas a hacerme daño, o mejor dicho, no creo que te atrevas ni si quiera a tocarme y mucho menos matarme. –responde Mia, que prosigue.
- Si a mí me pasara algo, tú jamás tendrás aquello que tanto deseas, que es el motivo por el que a Margaret y a mí nos estas persiguiendo. .-
Mavis da pasos hacia delante y hacia detrás .Estaba inquieta y Mia lo notaba.
- Sabes mucho por lo que veo. Te subestime desde el principio.- dice Mavis.
- Si. Lo mismo te ocurrió con Margaret y ahora te has pillado los dedos demasiado ¿Porque Margaret? ¿Porque ella?-
- No responderé a tus preguntas. Aquí mando yo, me has oído, niñata de mierda, - dice Mavis levantando la voz.
- Mavis, Mavis, Mavis…. Estas fuera de combate y ahora yo que tú me preocuparía más, de lo que puedes perder y no de lo que puedes conseguir. –
- ¿Me estas amenazando? ,- responde Mavis con tono desafiante.
- Sí claro. Te estoy amenazando, porque tengo algo tuyo y además se cosas que quizás no debería de saber.-
- Hija de puta…lo sabía. Intuía que tú estabas detrás de eso. Os matare y yo cumplo mis promesas. –
- No das miedo Mavis, no me asustas. Has perdido ese punto terrorífico y hasta me das pena. Por cierto. ¿Quién es Ben? –
Mavis te abalanza sobre ella y esta se la quita de encima.
- Que reacción más desesperada. Solo he dicho…Ben.-
Mavis vuelve a abalanzarse sobre ella y esta se defiende. Mia logra quitársela de encima una vez más y con una piedra que coge del suelo, la endosa un fuerte golpe en la cabeza que la deja inconsciente. Mia, la llevo a un hospital, donde los médicos la curaron de inmediato. Unas horas más tarde recobro el conocimiento y la joven se marcharon a su casa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro