-¡Deja de decirme cosas! - exclama Janet apoyada en una pared.

Asustada salió de habitación descalza y camino despacio en la oscuridad, apoyando las manos en la pared. Enciendo las luces del baño y entro en él, cerrando la puerta de un portazo.

-Solo está en mi cabeza, solo está en mi cabeza. No ocurre nada. Vamos no te pongas nerviosa y se valiente. No pasa nada. Solo has escuchado voces pero no son reales. Venga salgamos de aquí y a dormir. No puedo seguir pensando en esto. Me voy a volver loca.- se dice Janet a si misma mientras se observa en el espejo.

Janet se lavó la cara y se recogió el pelo. Se tomó una pastilla para tranquilizarse y espero unos minutos a que le hiciera efecto. Después salió del baño rápidamente y de una carrera llego a la habitación en segundos. Nada más cerrar la puerta, Janet vio luz por debajo de la puerta.

- Debería de ir a apagar la luz, porque Mama se cabrea mucho si ve las luces encendidas del baño-
¿Por qué estoy tan nerviosa? No pasa nada. Solo voy a apagar las luces y caminare otra vez hasta aquí; cerrare la puerta y, me meteré en la cama y me dormiré. Tengo mucho sueño y además mañana he quedado para ir al parque de atracciones con mis amigas .Sera un día genial y solo tengo que pensar en eso.-

Janet se dirigió al baño con paso firme y decidido. Apago la luz y al regresar se detuvo delante de la puerta de su habitación. El interruptor se bajó antes de que su mano lo tocara y eso incomodo a Janet que se miró y analizo su propia mano pasando la los dedos por ella. Continúo caminando y entro de nuevo en su habitación; esta vez cerrando el pestillo, y colocando parte del mobiliario de su habitación delante de la puerta.

- Janet-

Volvió a escuchar una voz que la llamaba y que la tenía confunda. Siento como su corazón se aceleraba cada vez más. Retiro las cosas que había delante de la puerta y la abrió despacio, observando lo que hay por una leve rendija .El pasillo ha cambiado de forma y al final de él, ya no estaba la puerta de la calle, sino una cocina. Progresivamente se empiezo a iluminar todo y Janet salió de la habitación.

-¿Dónde estoy?- exclamo sorprendida.

-Janet-

El pasillo se apagó y volvió a ser el mismo pasillo tal y como lo había visto minutos antes. Entro en el salón y observo, como los sobres que hay encima de la mesa, se van moviendo a su paso. Se giró y cogió uno de los sobres. Dentro había recibos del banco, nada importante, pero al dar la vuelta al papel, ve su nombre escrito en él y otra vez comienzo a escuchar...

- Janet-

Levanto la mirada y observo como las cortinas comenzaban a ondearse sin que haya ninguna ventana abierta. Janet se aseguró de que todo estuviera cerrado y comienzo a entrar en todas las habitación para repetir la misma operación.

- Janet. Sé que me puedes escuchar...-
- Joder, déjame¡¡déjame!!

La cortitas vuelven a moverse y el mobiliario comienza elevarse del suelo ante la atenta mirada de una Janet cada vez más angustiada.

-¿Quién eres? ¡Quien me está hablando! ¡Déjame!-

Janet se sentó en el suelo del salón, encogió las rodillas y apoyo su espalda contra la pared .Se tapó los odios y cerró los ojos. Durante unos minutos no escucho nada extraño y progresivamente Janet se fue relajando. Tras más de 40 minutos, se quitó las manos de los oídos y abrió los ojos. Toda la casa estaba iluminada y los muebles estaban en su sitio: parecía que la normalidad había llegado a la casa.

-¿Mama? -Claro. Con los odios tapados no la he escuchado entrar -, se dice Janet para sí misma.

Se levantó y salió corriendo hacia la cocina.

-¿Mama?-

Janet observo como varios electrodomésticos funcionaban sin que ella los hubiera tocado.
-¿Mama? ¿Dónde estás?-

Janet busco por toda la casa y al salir de la suya y al volver al pasillo, todo estaba apagado y la madera de las puertas crujía mientras esta las veía moverse sin ningún motivo. Empezó a escuchar en su cabeza, gritos de otras personas al mismo tiempo que las puertas empezaron a abrirse y a cerrarse dando portazos .Janet se quedó quieta y sin que apenas la diera tiempo a reaccionar, uno de los cuadros del pasillo la golpeo. Tras ese primer impacto, empezó a correr ya cubrirse de los objetos que iban volando por la casa y que la iban alcanzando sin que pudiera evitarlo. Cientos de objetos la estaban acribillando, hasta que escucho el tremendo ruido de una de las estanterías del mueble del salón cayendo sobre una mesa de comedor con la tapa de cristal.

Janet lloraba mientras corría por la casa sin detenerse hasta que choco con el marco de una puerta y cayó al suelo.

-Necesito que me ayudes, y no parare hasta que me hagas caso.-
-¿Quién eres?.. - dice Janet entre lágrimas, mientras esta tumbada en el suelo.

En ese momento, Janet escucho la puerta de la entrada abrirse.

-¿Mama? -

Janet salió corriendo y abrazo a su madre entre lágrimas.

-¡¡Mama!! Estoy muy asustada,- la dice sin soltarse.
-¿Hija que ha pasado por aquí? ¿Porque hay cristales por todos los sitios?-
-Mama. No sequé ha pasado. Todo ha empezado a moverse y algo me perseguía.-
-¿qué te perseguía?-
- No sé - dice histérica.

La madre y ella se sientan en el sofá y esta apoya su cabeza en las piernas de su hija.

-Ya paso. Tranquila cariño-

Janet se va relajando.

-Mañana recogeré todo esto. ¿Me vas regalar ir a ese concierto que te pedí?-
- Te lo prometí y además mira lo que tengo -

Su madre la enseña las entradas y Janet sonríe.

-Que a gusto estoy y que feliz me he puesto, cuando te he visto a entrar. Llevas unos días fuera y me da la sensación de que lleve meses sin verte.-
-Te noto aún muy nerviosa. Coge mi mano y relájate -

Janet cerró los ojos durante unos segundos y los volvió abrir para dar a su madre un beso .Janet la observo y se fue quedado dormida.

- Mama. Tienes unos ojos verdes preciosos -

Su madre no responde y esta sigue mirando al frente.

-Me voy a ir a la cama. Hasta mañana.-

Janet la da un abrazo y vuelve a colocarse boca a arriba.

-Mama....te quiero. ¿Mama?-

Su madre gira la cabeza, y Janet observa como los ojos de su madre han cambiado .Janet e levanta y en ese momento su madre tira de ella.

-¿Dónde vas? ¿Ya no te gustan mis ojos?-
-¡suéltame! -la pide Janet.
- ¿Por qué? ¿Ya no quieres abrazar a tu madre?- dice esta entre risas
-¿Quién eres tú? ¡Suéltame!-
-Te estás portando mal y no me gusta enfadarme, contigo-

Janet insiste y trata a empujones de quitarse la mano que la está presionando el pecho.

-Mi Niña...deja de moverte ya - dice la mujer levantado la voz.

En ese momento Janet sintio como algo se clavaba en su abdomen. Giro levemente la cabeza y vio un charco de sangre en el suelo.

- Janet. Necesito que me hagas un favor-
-¡No!- grita de dolor Janet.
- Respuesta equivocada Janet,-dice la mujer mientras clava sus dedos aún más en su abdomen.
-¡para!
-¿Lo harás?-
-Sí pero para ya por favor .Me duele mucho,- la pide Janet con desesperación.

- En la ciudad de Calgary City, hay una chica que necesito que directamente te deshagas de ella. Me da igual lo que hagas con el cadáver. Su nombre en Mía.-
- No soy una asesina y no lo hare - responde Janet, escupiéndola a la cara.
- Eres una chica muy rebelde... y si lo harás -

La mujer clava aún más sus dedos y comienza a subir hacia arriba, produciéndola una enorme herida en el costado.

-No matare a nadie,- la insiste.
- Ja, ja, ja .La niña nos ha salido rebelde... Mi nombre es Mavis y negarte es algo que no contemplo en estos momentos -

Mavis introdujo su mano en su boca y Janet empiezo a sufrir convulsiones.

-¿Lo harás verdad? Porque si no lo próximo será peor -

Janet asiente con la cabeza y Mavis se levanta.

- Dentro de unos días te hare una visita y espero que lo hayas hecho-

En ese momento los ojos de la mujer cambiaron y su madre volvió en sí.
Rápido se marcharon al hospital donde Janet recibió atención médica.
Tras varios días ingresada y varias cirugías, Janet recibió el alta y volvió a casa