Solo eso?- Respondió Margaret.
- Si solo eso, nada más. -
- Pensé que me lo podrías más difícil -, resoplo Margaret.

Yusef se acerco a Margaret.

- No será fácil. Para ello tendrás que enfrentarte a mi madre.-
- Podre con ello,- respondió Margaret con contundencia.
- Yusef… ¿Cuánto tiempo llevas pidiéndome ayuda?- pregunto Margaret.

-He intentado llamar  tu atención de muchas maneras y al final, conocí a Mike y pensé que él podría ser la persona indicada -

Margaret medita unos segundos.

- Admiro el valor de una persona para pedir ayuda. Vamos a ir poco a poco, iré investigando la casa despacio hasta que logre saber que les ha ocurrido.-
- Les están haciendo daño, lose .Los escucho llorar desde mi cuarto. Por favor ayúdame a encontrarlos-.

Yusef se funde con un tremendo abrazo a Margaret mientras Mia y Katy les observan.

- No llores. Todo saldrá bien y encontraremos a tus hermanos, pero ahora me gustaría que volviera Mike. Tu y yo nos veremos cuando me vuelva a dormir y empezare a buscar a tus hermanos.-
- Gracias…

La expresión vuelve a cambiar y Mike se muestra extrañado sin saber que hacen esas personas allí.

- Bueno. Creo que ya estas curado y creo que podrás por fin dormir de manera normal,- dice Margaret bastante animada.
- gracias doctora, gracias por ayudar a mi hijo. -

Margaret abandona la casa junto a Mia.

- ¿Y ahora qué? Pregunta su amiga mientras arranca el motor.
- Ahora voy a irme a dormir y voy  a empezar a buscar a sus hermanos.-
-Me da miedo que hagas esto, me has oído .Dices que esa mujer te ha echado de su casa, que te echa siempre.  No te enfrentes contra algo que te puede superar.-
- Tengo que hacerlo, por Yusef y para que Mike no lo vuelva a pasar mal.-
- Margaret, te estás equivocando. Maldita sea no sabes las consecuencias que tendrá todo esto.-
- Mira Mia. No sé ni que voy a hacer ni cómo explicar todo esto. Solo sé que, llegado a este punto hare lo que sea por Mike y haciendo esto le protegeré.-

Durante varias noches Margaret no volvió a soñar con aquella casa, algo que el extraño pese a insistir en ello, cada vez que se dormía .Mia la pedía que no pensara en ello y  que no lo hiciera, sin embargo su deseo era lo contrario.

Pasaron semanas, meses y Margaret no lo lograba tener esos sueños.
No se olvido de Yusef al que pidió perdón una y cientos de veces por no poder ayudarle.

Tras esto siguió  a  ayudando  a otros niños con los mismos problemas. Niños con múltiples pesadillas que sufrían problemas para dormir y que incluso les afectaba en el día a día. Un caso muy similar al de su querido Mike .En las terapias Margaret describía mundos imaginarios con los personajes favoritos de cada niño  para que estos  se sintieran agosto y pudieran pasar un buen rato. Al final de cada sesión, todos pedían volver y la gran mayoría de esos niños a base de insistir, lograron dejar esas extrañas pesadillas para soñar cosas más agradables.

- ¡¡Margaret!!-
- Si Sr.-
- Quería felicitarla por su tremendo trabajo estos últimos meses.
Todos los padres hablan maravillas de tus métodos .Enhorabuena. Te has ganado unas merecidas vacaciones .Disfrútalas.-
- Gracias Sr. La verdad  es que  las necesito porque estoy agotada atendiendo a tantos niños.-
- De nada mujer. Lo que necesite. Ha se me olvidaba .Antes de medio día tienes un niño más.-
- Creo que se equivoca Sr. No tengo nada anotado en el libro de citas.-
- Lose, lose. Es un favor que le hare a un  profesor de aquí, del centro.-
- Perfecto, pues en una  hora les espero aquí. Voy a ir a desayunar y ahora nos vemos Sr.-
- Muy bien. Iré a decírselo.-

Margaret regresa y entra en su despacho.

- ¡Buenos días! Exclama nada más entrar.-
- ¡Hola Dra.!  Dice  la niña nada más verla.-
- ¿Cómo te llamas? -
- Me llamo Hannah.-

Margaret se sienta junto a ella y coge su libreta.

- Pues dime ¿Que te ocurre?-
- No puedo dormir,- dice la niña con una voz muy suave.
- Bueno, no te preocupes. -

Margaret cambio de postura y dio un sorbo a un vaso de agua.
-Tu madre me ha dicho que sueñas cosas que no te gustan y te asustas.
¿Cómo son esos sueños?-
- Pues muy extraños,- responde la niña.
- Vale pero ¿Podrías decirme como son algunos de esos extraños sueños?-
- Estoy en una casa, hay niños y una señora muy cabreada nos hace daño.-
-¿Cómo? ¿Qué?-
- No recuerdo más cosas.-

Margaret se levanta y da un paso atrás.

- Vale. No te preocupes. ¿Cuántos niños ves en ese sueño? -