- ...Y esa es la historia de Slenderman-. Contó Joy mientras caminaba hacia la salida con su mejor amiga.

- Me gustó. Aunque no pensé que terminaria así-.

- Jajaja es solo ficción. Todos los  creepypastas tienen una historia oscura.

Ambas sonrieron.

- Buenas tardes señoritas-. Saludó un encapuchado.

- Hola-. Respondió la rubia-.

- Springtrap ¿Que haces aquí?

- Creo que sobró aquí. Me voy a ver a  Freddy. Adios chicos-. Se despidió pícara guiñandole el ojo a la albina.

- Relaja la pelvis-. Le susurro al oído a Mangle antes de irse, ella solo rodo su ojo.

- Adios-. Respondió el joven.- Me agrada tu amiga-.

- Joy es buena persona-. Hizo una pausa.-No respondiste mi pregunta.

- Acompañame.

- ¿No vamos a esperar a Rojo?-. Pregunto girandose en direccion a la puerta.

- No, hoy no. Él me dijo ademas que la niña que le gusta esta enferma y la va a visitar, cada tarde. Así que solo somos tu y yo. ¿Nos vamos?

Ella accedio sin dudar.

Llegaron, despues de haber andado buscandolo hora y media, a un antro de karaoke. Ahí pasaron toda la tarde entre risas, canciones y alegria.

Cantaron en duo y en individual. Explotaron los parlantes del lugar.

Interpretanto temas desde pop clásico hasta rock metal.

Pero todas y cada una de las canciones lo hicieron simultaneamente dedicadas uno al otro.

El público aplaudió las primeras tres horas, pero luego se molestaron ya que no daban paso a los demas aficionados.

Habian bebido del líquido de la paz, ya que antes de entrar al sitio, dejaron sus preocupaciones y el cansancio de haber caminado tanto.

<<...Es real brillando así, 
ya cambió la vida entera. 
Esta vez todo es diferente, 
veo en ti la luz.>>

Terminaron la función con esa bella canción. Y bajaron del escenario.

La gente inundó el lugar de nuevos aplausos, algunos debido a la culminación de su larguísimo  concierto en vivo.

Al salir la casa les invitó unas botellas de soda que aceptaron gustosos, ya que tenian la garganta desgarrada.

Se dispusieron a pasear por el parque bajo la luz del cristal de la luna de Xenon.

Él amaba estar con ella. Y ella deseaba poder repetir mas seguido aquella sensación de felicidad que solo sentía cuando estaba junto a él.

- Esta fue la mejor tarde de mi vida, Springtrap-. Dijo sonriente.

- Me alegra el alma verte sonreir-. Le dijo este acercandose a sus oídos.

Pararon de caminar.

- Y a mi me alegra estar contigo-. Susurró para su acompañante.

El chico de ojos grises tomo una de sus manos, atrayendola mas a él.

- Te quiero, no por quien eres, si no por quien soy cuando estoy 
contigo, y tú eres lo más grande en esta vida, y no hay nada en esta 
tierra que pueda comparar lo que siento por ti, pequeña.

Acto seguido beso su mano. Ambos se miraron fijamente como si pudieran ver su reflejo en las pupilas del otro.

El chico tomo valor y con su otra mano libre tomo la barbilla de la albina y la acercó a sus labios, juntandolos en un cálido beso.

Ella correspondió, ahora eran uno solo. Apagaron las llamas que los quemaban por dentro.