Debido a la falta de personal, ayudo a las chicas a servir tragos y atender a los hombres que rellenan el local. Sus miradas lascivas me hacen sentir deseada, pero a la vez extraña.

Debes de acostumbrarme a ello. Tengo que hacerlo.

A media noche llega la persona más poderosa del Bajo Mundo, el Alpha. Con su mirada supervisa cada esquina, sin embargo, no es algo que deba de hacer, pues junto con él, diez hombres armados hasta los dientes avanzan hasta una de las mesas centrales. Supongo que el espectáculo de hoy llama la atención.

Su mirada y la mía se cruzan un par de veces, intento ignorarlo, pero es algo imposible. Su presencia es demandante de atención.

¿Cómo no va a ser demandante de atención si además de ser el más importante de toda esta mierda, es un hombre que te calienta de pies a cabeza?

Relaja las bragas, Venus.

—Una botella del mejor whiskey para la mesa tres. —habla una de las chicas— Que lo lleve la hija de Zara. Orden del jefe.

Un "uy" se escucha entre ellas, sonrío de lado un poco avergonzada, pues esto no lo van a dejar pasar así de sencillo.

Un guiño por parte de Rose y una mirada perversa y de complicidad me hacen perder un poco el valor.

Un suspiro de pesar se me escapa, pero al ser una orden del jefe no me puedo negar a ella. A pesar de todo, debo de cumplir con mi deber. Tomo una de las botellas, la coloco encima de la bandeja y lo llevo hasta su mesa.

En cuanto preparo el trago, intento alejarme, no obstante, mi avance es detenido por su voz.

—Mañana es cuando debemos cerrar el trato. Espero que no se te olvide. —avisa luego de dar un sorbo.

—Mi memoria no falla. —expreso, con una sonrisa de medio lado en el rostro— Espero que disfrute de la noche, ahora con su permiso, voy a seguir trabajando.

—Quédate, siéntate y hablemos. –lo observo, confundida por sus palabras, sin embargo, obedezco.

—¿Algo de lo que quiera hablar?

— ¿Por qué quieres ser una puta? —indaga, directo y sin rodeos.

—Por varios motivos que no te interesan.

—Quieres ser mi zorra privada, lo que equivale a ser mi mujer, mi amante, pero tus asuntos no me interesan. —da otro sorbo mientras habla, cabreado— No me gusta cómo suena eso.

—Solo te interesa un cuerpo al cual follar cuando estés aburrido o tengas ganas, nada más. Además, por más que quieras saber, no te diré nada. Es mi vida personal, privada la cual no te incumbe. Solo soy una puta. Vendo mi cuerpo, no mis problemas. —aclaro, molesta por sus palabras.

Me levanto del asiento dispuesta a irme, antes de ello, me toma del brazo para lograr que lo mire a los ojos.

—Me gustan las mujeres sumisas y obedientes.

—No, no te gustan las mujeres así. De ser de esa forma hubieses escogido a cualquier otra chica. —afirmo, segura de mis palabras.

Sonríe de lado, acaba de ser derrotado en esta pequeña batalla y lo sabe. La victoria es algo a lo que debe de estar acostumbrado y por lo que sé, este es solo el comienzo de la guerra.

Sigo ayudando a las chicas, y en cuanto las luces se apagan por completo, sale una joven de cabello rojo en un traje sumamente provocador. Su voz se alza en el escenario junto con unos leves y sensuales movimientos de sus caderas.

Es de las voces más sensuales y hermosas que he escuchado, tiene talento, es algo que no se puede negar.

Ella, sin mucho esfuerzo llama la atención de todos, pero la mirada de la joven ya se posa en alguien más. Todos se dan cuenta de ello.

Avanza entre las mesas hasta llegar a la central y cuando termina la canción, se acomoda al lado del Blackash y este gustoso acepta su compañía.

Es indudable la belleza que posee, pero no es la gran cosa. Es de este lugar, su precio comienza por debajo, pero supongo que por su belleza y talento, cobra más.
Sus ojos son cafés, su cuerpo es bastante equilibrado, baila bien, canta magnífico. Todo lo que puede pedir un hombre.

Pero lo más atrayente, siempre va a ser la actitud. Es sincera y directa, tan veloz como un lince.

Ignoro la situación, me resulta aburrida. Solo me centro en seguir con mi trabajo.

—Es rápida. Apenas llego y escupe bien alto. –menciona Rose.

—Ni yo me atreví a tanto. –comienzan a cotillear sobre la actitud de la chica, sin embargo, no lo veo mal ya que a final de cuentas yo voy por el mismo camino.

—Otra botella de whiskey para el Alpha. —susurra Rose en mi oído.

Asiento y cumplo con la orden. En cuanto llego a su lugar, capto las segundas intenciones tras haber pedido otra botella cuando hay una casi llena.

—He escuchado que estás buscando a alguien que sea solo tuya. El puesto esta libre. —comenta la chica.

—No hay nadie que sea capaz de llenar ese puesto. Ninguna de las mujeres de aquí tienen esa capacidad.

Estoy más que segura que todo eso lo dice para provocarme. Lo sé.

Pero yo, periódico de tatuajes, no caigo en provocaciones tan absurdas.

—Yo tengo esa capacidad. —dice la chica en una sonrisa coqueta.

¿En serio? No me digas.

Yo rio ante sus palabras, me resulta estúpido. Él se da cuenta de ello, por lo que decide hablar.

—Esta noche pienso comprarte, dime tu precio. —me observa, la piel se me eriza por la falta de tacto en sus palabras y por su penetrante mirada.

Vas a comprarla a ella, mírala a ella.

Aunque, no puedo negar la satisfacción que siento al ver cómo me observa mientras habla con otra chica. Me hace sentir poderosa, victoriosa y deseada por él.

—Más de lo que valen todas las que están aquí.

Sonrío con autosuficiencia, me alejo de su mesa, poco después, ella se lanza encima de su cuerpo. Lo besa y él le corresponde.

Sin desperdiciar tiempo, se van directo a una habitación. Es imaginable saber lo que van a hacer, eso me hace pensar en el día de mañana y en cómo me hará las mismas cosas.

Aunque estoy segura que yo no hare las mismas cosas. Por algo soy hija de la mejor en esta profesión.

Mañana será una noche que no vas olvidar, Alpha.
Y posiblemente yo tampoco.

En unas horas me adentro hasta el fondo del pozo de este mundo. Voy a traicionar a mi pareja por primera vez. Voy a entregarme a un hombre, y no a cualquier hombre, sino al jefe del Bajo Mundo, un mafioso que lleva en su nombre tantas muertes como putas que se ha llevado a la cama.

Mañana es mi inicio en este Bajo Mundo.

Mañana, es el verdadero inicio de todo.

Nota:

Los capítulos son cortos, solo tienen 1000 y pico de palabras, pero cuando la experiencia es satisfactoria, la cantidad de letras no importa.

Mañana veremos qué va a suceder.

Yo sería de las que diría "uy" a Venus. Siempre espectadoras, nunca protagonista.

Esta chica es un personaje que añadí en último momento, pero me parece bien. Estoy segura que van a sentir muchas emociones para con ella.

Recuerden apoyar la historia★

Gracias por darle la oportunidad a este bajo mundo.