Capítulo 5

Selene me observa durante el almuerzo. Ella sabe que algo le estoy ocultando y no tardará mucho en decírmelo de frente. No le digo nada y sigo viendo como Liam y sus amigos se ríen a carcajadas de un chiste de uno de ellos.

Han pasado tantas cosas en un día que ya quisiera que todo me tragara y no vivir más. Esto es un desastre. ¿Es culpa mía que ahora Selene tenga que cancelarle a Watson cuando se entere de mi estúpido plan? ¿Qué hace mi padre en mi casa? ¿Qué demonios le está sucediendo al mundo?

— ¿A ti cómo te fue? —me pregunta Selene.

—Agotador. Fue horrible —le respondo como si nada estuviera pasando.

—Me iré a ver con Watson para cuadrar mi vestimenta y la suya. Debemos combinar sabes, ¿y cómo harás tú? Te puedo conseguir un chico súper lindo —me dice Selene emocionada. Ya veo que mi mejor amiga está enamorada e hipnotizada. Supongo que está demasiado alegre y nada la hará cambiar de estado de ánimos —. ¡Andie! ¡Hola! ¿Estás en la tierra?

No escucho a Selene pues estoy viendo como Liam está mirándome y sonriendo. Esto es patético y esto será más complicado si sigue en ese plan.

— ¡ANDIE! ¡ANDIE CHAN! —los gritos de Selene van aumentando de nivel y casi lanzo la bandeja hacia el suelo.

—Lo siento. ¿Qué decías? —Le pregunto mirándola a los ojos—. ¿Qué Watson qué?

—Me invitó a salir. Necesitamos buscar nuestros vestuarios, ¿no es genial? ¿Vendrás conmigo no? No quiero dejarte sola, Andie. Y más si tu padre está en la casa.

Lo bueno de Selene es que se le olvidan las cosas rápidamente. Me he salvado por completo, pero mi corazón me dice que debo decirle la verdad aunque no lo quiera. Quizás le pueda mentir a Liam que estaré enferma en la fiesta y no asistiré. Yo creo que esa excusa es válida. Mi madre me hará una coartada y será estupendo.

—Ford, ¿puedo hablar contigo? —se acerca Liam sin su pandilla. Selene se pone muy emocionada y me susurra que nos vemos luego porque debe verse con Watson.

— ¡Sabes que te quiero, Andie Chan! —grita mi amiga despidiéndose con la mano y yendo hacia la mesa en donde está Watson Parker.

Liam se sienta al lado mío y mi cuerpo tiembla. ¡Ese es el puto efecto que m hace este chico! ¡Me causa pánico!

Sus ojos son hermosos. Su camisa es fantástica, su modo de hablar es hermoso. ¡Dios, es un Dios griego! Yo creo que es descendiente de Hércules y Aquiles (los de la película obviamente) y creado para ser la perfección. Si me está hablando, mi mente solo imagina cosas perversas. Es inevitable.

Suspiro como tonta y me doy cuenta que él está diciéndome algo, pero no logro saber que es. Ya quisiera que dejara de hacer esa mueca con la boca y comerse ese chocolate.

Liam me ama. Liam me ama. Liam me ama. No es un sueño, es real. Me ama en serio. ¡Genial!

— ¿Te parece el sábado a las 2? —me pregunta y no sé de qué está hablando.

—Claro. Es perfecto —le respondo en voz automática.

—Nos vemos en el partido, Ford.

—Claro. Es perfecto —repito lo mismo mirándolo a los ojos. Él se retira contento y me deja ensimismada sonriendo como tonta.

**

— ¿Andie, puedes explicarme porque Liam le está diciendo a todo el mundo que saldrá contigo? —me pregunta Selene luego del partido.

Justamente cuando las cosas están yendo bien, siempre hay algo que lo arruina por completo. ¿Qué yo accedí a qué?

Eso pasa cuando uno está enamorado y no sabes lo que dices cuando tienes a tu futuro esposo en frente. Ya quisiera volver en el tiempo y aterrizar sin perderme en sus ojos. Vuelvo a la realidad, ya bañada y vestida. Menos mal que el día ya termina y con un buen final entre comillas. Debo ir a mi casa y enfrentar a mi padre. Eso es mala suerte, y mi día perfecto ya no será tan bonito.

Le explico a Selene durante el camino todo lo que ha pasado durante el día sin decirle lo otro que duele más. Ella se sorprende cuando le menciono que Liam está celoso y que quiere ir al baile conmigo.

— ¡DIOS! ¡ES GENIAL! ¿Y qué le dijiste?

Esa es la parte más fuerte y no sé qué responder sobre ello. Me quedo mirando hacia la ventana viendo como la escuela se esconde entre los árboles. Pensar me hace sentir mejor, pero cuando el dolor de vientre se apodera de mí no puedo analizar la situación y se me nubla la mente. No quiero que mi amiga se le arruine la vida por mi culpa, tampoco quiero que Watson me odie y no quiero que Liam se entere que en realidad soy una mujer y no un hombre.

—Has estado muy rara, yo creo que Liam sigue estando en tu cabecita —opina y sonrío asintiendo con la cabeza. Ella se ríe a carcajadas y sigue manejando—. ¿Vas al centro comercial mañana con nosotros? Será divertido. Tienes que usar esmoquin de ahora en adelante, la idea es que Liam siga creyendo que eres hombre. ¡Esto es tan divertido!

—Por supuesto —le respondo.

La mentira se acabara o se consumirá. Necesito enfermarme urgente. No pienso ir a esa fiesta por nada del mundo.