Capítulo 4

—Mírate en el espejo, Andie Chan —me dice mi amiga. Al girar es impresionante como me luce el cabello ahora. Sigue siendo pelirrojo pero ahora es corto y me siento extraña, como si el frío sobrepasará mi cabeza.

Bueno, ya está, para Liam soy oficialmente un chico aunque no quiera admitirlo.

Lista para ir a clases. Menos mal que es viernes, ya desearía que los días pasaran súper rápido. De repente siento un dolor desgarrador en el vientre y me produce ganas de vomitar. Voy hacia el baño y al percatarme de lo que me sucede doy un grito de infarto: me va venido el periodo. ¡Maldita sea! Justo cuando tengo un partido súper importante y además tengo que fingir ser un chico delante de Liam.

Me pongo varias toallas y salgo como si nada. Selene se me queda viendo como si esperara que le dijese algo. Ella sabe que cuando tengo la menstruación soy irritable y empiezo a quejarme de porque soy mujer y porque me suceden estas cosas a mí. Odio con toda mi maldita alma el período, es horrible, es lo peor que le puede pasar a un ser humano.

A mí me dura 8 días continuos y me baja demasiada sangre lo cual es incómodo estar pidiendo permiso en clase para ir a cambiarme.

— ¿A qué no adivinas quién está abajo conversando con tu mamá? —me pregunta Selene. La verdad es que no deseo saberlo—. Tu padre está aquí. Me parece una locura que haya venido hasta acá. ¡Me parece tan romántico!

Selene siempre con sus gritos de emotivos con respecto al amor. Para ella todo es rosa, diversión, traseros, sexys chicos, excelentes pectorales. Esa es su vida y no el crítico, al menos me hace sentir bien.

Bajamos en silencio para que mi padre no venga a abrazarme y decirme que lo lamenta por habernos abandonado. En serio me sabe a mierda si su vida con la tipa con la que estuvo no funciono porque aun así no le voy a hacer caso y me va a importar lo que haga de ahora en adelante. Salimos apresuradas de la casa y afortunadamente ninguno de los dos nos vio.

—Deje el desayuno.

—Yo traje dinero para comprar en la cafetería, tú tranquila. Tienes que estar emocionada, Andie. Hoy estarás todo el día con Liam.

¡Maldición! Por mucho que me encante estar con él es incómodo que me vea ir al baño de chicas cuando se supone que soy un chico para él y además debo fingir demencia con los dolores repentinos que voy a tener durante todo el día. ¿Hay algo peor que esto? No lo sé. Una vez mi madre me dijo que parir natural es horrible, pero como no he estado embarazada ni tampoco he dado a luz a un niño no sé cómo se siente ni tampoco me interesa saberlo.

Selene trajo el auto de su madre para irnos a la escuela, ella no desea que esté en el autobús para ahorrarme la ridiculez de estar con gente tóxica y que me arruine el momento. Supongo que todo el mundo estará pendiente con quien va a salir Liam en la fiesta del colegio y como se irá a vestir. Ya desearía que fuera yo quien iría con él pero es imposible que suceda porque me ve como uno de sus amigos.

Llegamos a tiempo cuando suena el timbre. Me voy a deportes ya que tengo práctica por tres horas consecutivas y mi mejor amiga hacia Danza contemporáneo. Ella se despide de mí deseándome muchísima suerte.

Odio cuando me dice que tenga suerte. Es imposible con el periodo y en presencia del amor de mi vida.

Me cambio rápido sin que nadie me vea y voy hacia el campo de fútbol situado en la parte trasera de la escuela. Allí están todos reunidos esperando a que el entrenador haga acto de presencia, según está muy cerca y viene con otras personas para evaluarnos y ver qué posición vamos a jugar.

Liam me saluda seguido de sus amigos. Si mi mejor amiga estuviese aquí los hubiese besado a todos.

— ¿Por fin, Ford, a quien invitaste?

Que estrés, necesito mentir. La única mujer que conozco es a Selene, no le agradará mucho cuando le diga que indiscutiblemente iré con ella le guste o no.

—Selene Xang —respondo y se queda muy serio—. ¿Y con quién iras?

—Mandie Swans —me dice bajando la mirada como si le avergonzará decírmelo en frente.

Uff. Al menos es simpática aunque un tanto extraña y no me cae mal, así que la acepto por salir con mi futuro esposo solo por una noche.

—Me alegra —le digo mordiéndome el labio.

Cada vez que veo a Liam me produce unas ganas inmensas de besarlo, probar sus dices labios y sentir el aroma de su piel. ¡Es tan perfecto! Lo adoro y sé que solo pasaría en los sueños.

Él se me queda mirando fijamente. Eso me produce mariposas en el estómago.

—Ford invito a Selene. Buena onda, hermano.

Esto será un terrible problema. Ojalá mi amiga no me asesine por esto.

"No lo hice con esa intención. Me salvaras el pellejo está vez, Selene Chan"

—Andie, ¿puedo hablar contigo sin la presencia de estos idiotas? —me pregunta Liam inesperadamente.

Sus amigos se retiran aun murmurando sobre Selene y yo. Esto es incómodo, demasiado para mi gusto y no sé qué hacer al respecto.

—Estaba esperando que me invitaras a salir a esa fiesta —confiesa y no sé qué decir al respecto—. Suena una locura, ¿no? Ya que ambos somos hombres.

¡Demonios!

—Al menos Selene me cae bien y sé que no te besaras con ella o eso espero.

—HAMILTON, FORD —llama el entrenador—. ¡A LA LÍNEA DE DEFENSA, YA!

¡Jesus! ¡Esto es mucho con demasiado! Ya desearía ser hombre para que me pudiera besar y acabar con este maldito martirio de una buena vez. No puedo creer que Liam me quiera besar. Liam está celoso porque supuestamente iré al baile con Selene.

Este día no puede ser peor: periodo, mi padre en la casa, Liam invitándome al baile, una mentira sobre con quien iré a la estúpida fiesta y el entrenamiento tan agotador. Pedir permiso para ir al baño no sé cuántas veces y que Liam quiera acompañarme es vergonzoso.

Al culminar el entrenamiento ellos se van a sus duchas y yo a la mía. En medio del agua me pongo a pensar que todo está yendo al revés. ¿No se supone que iría con Angelina? Maldición. Esto es horrible.

Me encuentro con Selene a la hora del almuerzo. Me ve que estoy pálida y sin ánimos de nada. No sé si deba comentarle que cometí el estúpido error de mentirle a Liam.

— ¿Cómo te fue en Danza?

—Extremadamente genial. Ocurrió algo inesperado también. Resulta que Watson me invitó a la fiesta, ¿no es genial?

Trágame toda la tierra y mátame ya. Esto es horrible.