Capítulo 28
Capítulo 28
Dicen que el primer amor nunca se olvida y difícilmente pueden estar juntos o terminan odiándose a muerte sin querer saber del otro por nada del mundo. Dicen que el tiempo se detiene cuando es justo el momento en que llegas a ser plenamente feliz. También se rumorea que todo depende de tu madurez para tener pareja, si eres una persona muy infantil probablemente te quedarás solo porque nadie va a soportar tu niñera. Si eres muy maduro se van a aburrir de ti.
Mi caso con Liam es tan extraño que no tengo objeción para eso. Me declaro culpable desde el primer momento en que lo vi en la escuela, por mí me podrían meter preso e igual seguiría con mi enamoramiento. Ambos tenemos actitudes que nos diferencian por completo, él es un chico centrado, serio y pocas veces hace bromas.
Yo no tendría por qué ser igual, y a su vez soy todo lo contrario. Somos dos elementos químicos sin precedentes, explosivos y bullosos. Nos conecta algo más que el buen físico, porque cualquiera se puede operar y ser hermoso, pero no todos son amables, escuchan al otro y se dedican a mirarle las expresiones y aprendértelas de memoria.
Liam tiene una sonrisa que mataría a cualquiera, tan brillante que podría verla hasta que mis ojos se duerman. Adoro ver cómo explica las cosas con tanto entusiasmo, habla de su familia como si fueran unos extraterrestres pero está orgulloso de eso y quizás eso lo aprendió de mí. Al ver que mi vida está destrozada, es obvio que se da cuenta que la suya es normal y cambia su actitud por completo.
Deja a sus amigos de la infancia, transforma la realidad y la hace más viva. La verdadera razón de porque Liam es así, no lo sé. Yo dejo que sea como quiere y no pregunto demasiado, sé que en algún momento sabrá que hacer y puede decirme, no quiere decir que no confíe en mí, pero ama que sus cosas personales no interfiera en nuestra pequeña relación.
Liam se abre al mundo, cuenta todo lo que hace, pero si se trata de su familia es muy reservado y se limita a decir todo, es cuestión de tiempo y paciencia. Me gusta tal y como es, no todos aman de esa forma, quizás el físico y los billetes, pero yo a Liam le veo es la sonrisa, como amanece y que lo hará feliz en un día.
— ¡Mamá dice que tú no sabes cocinar bien! —Alex es la persona más hermosa de todo el planeta entera. Hace de mi mundo un lugar lleno de imaginación y sabiduría. Es la brillante luz sobre los ojos de Selene. Es como si todo estuviera conectado para que mi mejor amiga pueda vivir en paz para siempre—. Pero, me gustan tus panes con queso.
—Ella es la que no sabe cocinar.
— ¡Malvado!
Alex se va corriendo con sus amiguitas del colegio. Verla crecer me hace más orgulloso.
—Ten. Una taza de chocolate —le da una taza hirviendo—. Mis padres vendrán la próxima semana. Los dos me han perdonado y pues desean hablar conmigo cuando vengan. Estoy preparado para otro sermón de papá.
—Lo dices como si fuera gracioso.
—Ya estoy acostumbrado y no quiero estar más lejos de ti —lo dice con tanta naturalidad que no me sorprendería que estuviera ensayándolo antes de venir a verme o le sale espontáneo como siempre—. ¿Qué haremos tú y yo, Andie? Nunca hablamos de eso. Si quieres decirme algo con sinceridad, dilo. No me molestaré por lo que me digas.
Es como si supiera exactamente lo que voy a decirle, no es que sea malo ni le vaya a destrozar el corazón, sino que realmente nunca en mi vida he pensado en nada. Mi mente está vacía y no hay nada bueno que decir.
—El futuro nunca lo visualizo, vivo más el presente que otra cosa. Me dejo llevar por mis emociones y controlo mi temperamento haciendo otro tipo de actividades. Cuando te conocí la primera vez, no podía creer que fueras real, parecías ficticio y a partir de ese momento, soñaba contigo, me desvelada pensándote y esas cosas cursis. Mis padres se preocupaban tan poco por mí que le perdí el interés en averiguar lo que me gusta y cuáles son mis proyecciones a futuro. Sus peleas me desconcentraban mucho y me la pasaba con Selene encerradas en el cuarto, haciendo tarea, viendo televisión. Cuando papá se fue mi madre se puso peor y no me hacía caso, se limitaba a cocinar el desayuno y el almuerzo, muchas veces tenía que prepararme la cena o todo lo demás.
—Tenemos tiempo y aún eres joven. Todo fluirá en el camino.
Liam me puso a conversar con expertos universitarios, estos también son jóvenes pero mucho más mayores y con mayor experiencia. Me mostraron la cantidad de carreras, cosas que puedo hacer en la vida y planificar mi vida resumida en un papel grande. Ya estoy dos semanas trabajando en cómo mejorar y crear mi rutina sin zona de confort. Mi madre es ama de casa y mi padre ha construido su propia empresa en la casa, lo cual se basa en crear aplicaciones de entretenimiento para niños y adultos. He dicho que estoy en eso desde hace dos años y realmente lo hago por inercia.
—Todo lo que deseas está en tu cabeza.
Me encanta su conclusión, ya me se agotaron los recursos de los deseos y pienso que cambiarlo otra vez puede generar problemas, dejemos las cosas como están. En algún momento todo se acomodara en mi pequeña cabeza.
Acompaño a Liam a los entrenamientos los domingos, es uno de los pocos días que puedo respirar aire fresco. Estando sentado en las gradas, se acercan tres personas vestidas con suéteres diferentes y cada uno dice unas siglas que no entiendo.
—Ese chico siempre ha tenido talento.
—Tuvo suerte de escogerlo.
— ¿Y tú quién eres chico?
—Andie Ford, señor —sonrío sin dejar de ser cortés.
— ¿Prácticas un deporte?
—No.
— ¿Cuál te gusta?
Valdrá la pena decepcionarlo un poco, no quiero que me presionen. Antes el fútbol me gustaba porque Liam estaba conmigo y la obsesión aumentaba un poco. Sé que soy bueno, pero no me gusta y seguir algo que no te da emoción, es aburrido.
—Solo vine para ver a Liam Hamilton —al decirle el nombre de Liam, todos se impresionan de tal manera que me hacen ofertas locas—. ¡LIAM, IRÉ POR UN CHOCOLATE, YA REGRESO!
Ninguno de los hombres se me acerca y aprovecho de sentirme más libre aún. Si hace frío y necesito un chocolate caliente, pero me aterra que vuelvan a preguntarme cuando regrese. Este mundo de presiones no me gusta.
Así hirviendo como está me lo voy tomando despacito. Todo me da vueltas en la cabeza, siento que todo el mundo hace lo que le gusta y yo aún no he decido que hacer con mi vida. Si le pregunto a mis padres no será de mucha ayuda, ellos saben menos que yo y presionarlos no es lo adecuado tampoco. Están construyendo su relación y prefiero que se mantenga así.
Finaliza su entrenamiento y nos vamos caminando hasta llegar a un parque.
—Se siente bien el silencio —le digo acostándome en el césped.
— ¿Estás bien? Últimamente no pareces muy satisfecho contigo mismo.
—No me logrado grandes cosas, Liam.
—Claro que sí. Hiciste que mi padre me diera más libertad ⸺dice riéndose a carcajadas.
—No es gracioso.
—Tienes mucho talento en los deportes, puedes ser actor porno o quizás meterte a prostituto profesional.
—Liam, no me da risa.
—A mí sí. A veces hay que reírse de las desgracias. Si vieras que hay niños pasando trabajo, que ni siquiera pueden hacer algo y sus padres no les prestan atención.
—Te amo, Liam.
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