Capítulo 2
Capítulo 2
Liam me ama, Liam no me ama, Liam me ama, Liam no me ama.
Así estoy en clases de matemáticas, mirándolo fijamente como si no existiera más nadie en el mundo. Su perfección me tiene embobada y hace que haga estupideces sin sentido. Es demasiado hermoso para ser real, imagino que sus padres tuvieron sexo ardiente para crearlo de la forma que es, sigo diciendo que no puedo con tanto, siento que me voy a caer de la silla y no me va a importar si se burlan o no. Al final soy para los chicos, un amigo más y me defienden de vez en cuando.
Selena me da un codazo que me hace reaccionar de la realidad. Todos están mirándome fijamente y especialmente Liam, aunque él me ve con una sonrisa.
— ¿Ocurre algo? —le pregunto a Selena y ella asiente.
—Andie Ford, está castigada —me dice la profesora y no comprendo porque me castiga es injusto—. ¡A la dirección, ahora!
—Andie es parte del equipo y hoy es la práctica, profesora. Es nuestra mejor defensa —me defiende Liam en voz alta y los demás están de acuerdo con él—. Lo puede castigar otro día, pero no hoy. Incluso me ofrezco como voluntario si es posible, pero no hoy.
La profesora Ana analiza lo que le propone Liam. Es impresionante como cualquiera se resiste a sus encantos. Luego de un par de minutos de pensar, asiente con la cabeza y continúa explicando. Yo no le hago caso, ya tengo la estúpida materia pasada y de eso no debo preocuparme. Al finalizar la clase Selena me abandona porque se va a su baile y yo a deportes. Mi querida amiga odia los deportes pero ama bailar como loca desquiciada, aunque sé que tiene talento nunca va a admitir que solo se escapa para ver a uno de los chicos del equipo de Ajedrez para besarse y manosearse.
—Disfruta su trasero, amiga. ¡Concéntrate en sus nalgas! ¡Adiós!
No la soporto. Seguir su consejo es una locura, no puedo hacerlo por más que lo desee. El entrenador es un fastidio y nos vigila con la mirada.
Los únicos que vemos deporte somos los que estamos en el equipo de fútbol y déjenme decirles que siendo la tercera chica que se une, no es fácil patear traseros cuando te derrumban en medio de un campo y tampoco es divertido cuando te dicen para bañarnos todos juntos. Ya sé cómo se siente Mulan cuando está el General Shang y sus perfectos músculos.
— ¿Todo bien? ¿Vas al baile con una chica en especial? —me pregunta Liam en el calentamiento.
—Soy chica, Liam.
—Claro que no, Andie. Concéntrate, quedan pocas.
¿Está ciego y no se da cuenta que soy una chica o lo hace a propósito?
—Aun no me decido por Angelina o Jamie. ¿Cuál me recomiendas tú?
—Ninguna —le respondo con sinceridad. Ya desearía que quisiera ir conmigo.
—Tienes razón, Ford.
¿Qué? ¿Razón en qué?
Cuando me encuentro con Selena en el comedor le cuento rápidamente lo que Liam me ha dicho y ella se queda con la boca abierta.
—Debes estar feliz.
—Un poco, pero igual sigue recibiendo invitaciones.
— ¡FORD, HAMILTON! —grita el director.
Gracias a la inteligencia de Liam ahora vamos a estar castigados hasta que seamos viejos. Resulta que yo, Andie Ford, soy tan estúpida que en vez de escribir mi plana romántica en una hoja lo hice en la mesa con marcador permanente. Lo más estúpido es que Liam asegura que no soy la culpable pero igual estamos implicados en el hecho.
—Te ofreciste como voluntario, señor Hamilton. Ahora deberán lavar la piscina de pies a cabeza durante una semana entera después de clases para que no interfieran con sus actividades escolares.
—Sí, señor director —respondemos los dos al unísono.
Salimos de la oficina del director.
—Nos vemos, Ford. Recuerda: consigue pareja para el baile. Las buenas chicas se están acabando.
Liam se reúne con sus amigos en la entrada y yo espero a Selena para ir a su casa. Debemos hacer una exposición y nos toca explicar cómo es el sexo.
—Admito que eres rápida para seducir, Andie Chan.
—No soy rápida. Él interpreta las cosas que le digo desde otro punto de vista.
Selena es positiva, le gusta cargarme de cosas que tengo a mi favor con Liam y no deja de hablar sobre el futuro de ambos. Eso es imposible que ocurra, a él solo le interesa el fútbol, sus torpes amigos y las fiestas.
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