Capítulo 17

Dormido, inconsciente de la realidad que me sumerge en el abismal sonido de la cafetería y recordando las voces extrañas de los seres queridos que me han abandonado, siento que unas manos rozan mi cara y unos besos en las mejillas me dan cosquillas.

—Mi bello durmiente —esa voz me enloquece hasta un punto de ser feliz por un instante—. Necesito mostrarte algo genial.

Al abrir mis ojos me encuentro con los ojos intensamente verdes de Liam Hamilton. Él sonríe y luego me hace levantar de mi asiento. Recoge mi comida sin tocar y la coloca en un envase de plástico, después agarra mi bolso y el suéter. Entonces en ese momento es que realmente me despierto bien y entro en la extrema depresión de no ver a mi mejor amiga conmigo. Selene y yo hemos sido amigos desde que tengo uso de razón, todo lo hemos hecho juntos y siempre unidos. Siento un hueco en lo más profundo del corazón y no comprendo porque me siento tan mal sin su presencia.

—Se ha ido, Andie. Su madre la fue a buscar ahorita mismo, por eso vine a despertarte.

— ¿A dónde? —Le pregunto y él niega con la cabeza—. ¿Cómo supiste?

—Hable con el entrenador sobre un posible cambio para capitán y vi salir a su madre junto a ella. Corrí bastante y no los alcance, según las personas su madre está muy enfadada porque ya se sabe cuál es el padre de la criatura que nacerá en algunos meses.

— ¿Quién es, Liam? Dime.

—No lo sé, Andie y si lo supiera ya te lo hubiese dicho.

Liam me llevo hasta el campo y allí nos quedamos sentados en la grama por varios minutos. Yo no estoy escuchando lo que está diciendo, pues mis pensamientos oscilan hacia Selene y no puedo entender porque demonios pasa esto. Últimamente me quedo dormido en cada rincón que veo, pues el cansancio me estresa y además tengo muchos problemas que resolver. Mi madre se ha ido y ahora estoy con mi tía, quién es una persona muy simpática y ha hecho sentirme bien, pero no lo suficiente para sonreír cada mañana que me levanto a desayunar.

Trato de armar un rompecabezas que me diga lo que sucede en este mundo y porque las cosas ahora están muy mal.

—Debo irme, mi padre quiere comprarme unos zapatos nuevos de entrenamiento. Te veré en la noche, haremos pizza y veremos una película. Y no te preocupes por Selene, mi papá ira a investigar que sucede en la casa.

— ¿Tu padre que es en realidad? —le pregunto pues el hombre ha estado en todo y quisiera saber a lo que se necesita en realidad.

—Es abogado infantil o algo por el estilo. Trabaja en el departamento que controla a los niños menores de edad y vela porque todo esté en orden. Básicamente es sobre el maltrato infantil, abuso sexual u otras cosas que apelan a los menores de edad y estos lo apoyan para que vivan mejor. Eso es lo que se. Quizás sea por eso que hablo con tu madre ese día, pero bueno, no se más nada.

Liam se va junto a su padre y me quedo solo en el campo sin tener más compañía. Me siento solo, devastado e intranquilo. Me hace muchísima falta mi mejor amiga y espero que todo esté bien y vuelva pronto. No quiero que me abandone, sería horrible si lo hiciera por culpa de su madre.

Me voy caminando hacia mi casa con la esperanza de seguir durmiendo y no pensar en más nada que no sean sueños irreales y ficticios. Mi tía está preparando algo delicioso y me sonríe cuando dejo las cosas en la sala.

— ¿Cómo te fue? —pregunta dándome un pan con mantequilla y queso.

—Nada interesante —le respondo antes de darle un mordisco al pan—. Selene se ha ido con su madre a quien sabe dónde y Liam estuvo conmigo en el campo.

Ella se empieza a reír nerviosamente y después me da el plato con arroz, ensalada, pollo. Primero me como el pan que está buenísimo y luego lo demás. Tengo tanta hambre que puedo repetir más de 3 veces. Básicamente no hay mucha para tanto, pero si me complace en una torta esponjosa de vainilla y helado. Ahora sí quedo plenamente lleno.

Mi tía se acuesta a dormir y yo me voy a mi habitación. Al cabo de unos minutos aparece Liam con un bol lleno de palomitas de maíz y un refresco grande. Estoy tan full que no me provoca nada, sin embargo ya después me lo comeré.

Vemos una película muy buena de acción, de esas que me gustan desde que soy un chico. XXX es tan genial que puedo sentir la adrenalina del personaje. Quiero ser Vin diésel y tener muchas armas y ser un espía encubierto. Luego de esa vemos Rápido y furioso, y allí es cuando siento que necesito un auto de ese estilo.

—Te ves lindo cuando estás concentrado —me halaga su comentario y no le respondo.

Estar con Liam me calma, además de hacerme feliz.