Omega's POV.

Permanecí en aquella habitación todo el tiempo que pude, pero comenzaba a frustrarme. Los ninjas tardaban demasiado en regresar. Intenté convencerme a mi mismo de que ése anciano no podía traicionarme. Él sabía que la vida de su alumno estaba en juego y que si cometía un sólo error él lo pagaría. Todos los que me traicionan lo hacen.
En ése momento, una sombra fugaz pasó bajo la puerta, y luego otra y otra. Cinco en total. Le dí un puñetazo a la mesa y la arrojé contra la puerta,provocando que ésta se partiera en dos. Quería gritar, pero me contuve. Sería mejor que guardará mi ira, la necesitaría para el anciano y su alumno.

Di un salto para pasar sobre la puerta rota y caminé hacía la habitación del anciano. La puerta estaba abierta.

-¿Cómo puedes ser tan tonto? -siseo.

-Ellos van a encontrar a Kai antes de que tú puedas hacerlo.

-¿Estás seguro? -pregunté, con una sonrisa en mi rostro-. ¿Que acaso ya no recuerdas a mis amigos?

Kai's POV.

Después de un tiempo con la mente confundida conseguí ponerme de pie. Podía escuchar algo pasar fugazmente sobre mi cabeza ¿autos? No sabría decirlo. Fuese lo que fuese, sólo podía significar una cosa: que podía haber alguien que me escuchara.

-¡AYUDA! -grité a todo pulmón, y lo seguí haciendo hasta que la garganta me quemó.

Después de estar un rato así, me rendí. Seguramente, si me encontraba bajo una avenida, el ruido del tráfico y el murmullo de las personas sería tal que nadie podría escucharme. Me rasqué la barbilla y caminé por el reducido espacio. Todo estaba a oscuras excepto por... ¡Por aquella rendija sobre mi cabeza!

Extendí la mano y puse mi palma contra la luz, como si el tenue resplandor me diera un cálido apretón. Todo estaba tan frío y húmedo en ése lugar que incluso ése pequeño rayo era como un milagro, que me hizo recuperar las fuerzas.

Di un brinco e intenté ver más allá de la rendija. Parecía tener unos quince centímetros de ancho y veinte de largo, a penas lo suficientemente grande como para que mis ojos pudiesen asomar por ella. Pude ver a gente que corría, presurosa, y avenidas con autos pasando velozmente, como sombras fugaces que me rompían los tímpanos cada que atravesaba mi limitado campo de visión.

Estaba en Ciudad Nueva Ninjago.

Lo sabia, era fácil hacerlo. ¿Cuántos lugares conocía con avenidas así? Pegué mi frente tanto tiempo que los barrotes quedaron marcados en mi piel. No era imposible que alguien me encontrara, sólo tenía que llamar la atención de una persona. Pero me sentía tan débil, sentía la necesidad de recostarme contra una de las paredes y hacerme un ovillo allí... y rendirme. Pensaba que si moriría, lo haría ahí, justo en ése momento. Sacudí la cabeza. Los ninjas no se rinden. No iba a morir, no ése día, al menos, no sin dar pelea antes.

Puse mi boca entre la rendija y volví a gritar con todas mis fuerzas, guardando la esperanza de que alguien pudiese oírme.

Jay's POV.

Llevábamos horas caminando bajo la lluvia. Las gotas golpeaban contra mi cuerpo, y dolía,me dolía todo.

Después, casi como por arte de magia, la lluvia se detuvo.

Me pareció extraño, pero no me quejé, al menos... no mucho, jeje. Me esforcé por no mirar hacia atrás, porque sabía que si lo hacía sentiría la necesidad de regresar, y éso no era seguro, no con Omega.

Sentí un dolor punzante por mis brazos y mi espalda, me levanté las mangas a los codos. Auch. Tenía una serie de moretones pequeños y circulares a lo largo de toda mi piel. Como si las ventosas de un pulpo se hubiesen aferrado a mí y la prueba de ello hubiesen resultado ésas marcas rojizas-púrpuras.

Fue la lluvia, la lluvia me hizo éso.

Alcé la vista para ver a los demás. Lloyd, Cole y Nya tenían las mismas marcas en las mejillas y frente, y asumí que la piel bajo sus trajes estaría igual. Zane no se veía muy afectado, bueno, era un nindroide, ¿qué más podríamos esperar? En momentos como ése, enserio deseaba ser un nindroide. ¡Él nunca sufría! ¿Y qué habia de mí? Sentía como si hubiese sido arrollado por un camión conducido por Cole, que acababa de participar en un concurso de "todo lo que puedas comer". Es decir, mucho dolor.

-Oye, Lloyd -lo llamé, con un farfullo.

-Jay, no empieces a quejarte otra vez -me advirtió. Emití un gruñido.

-Éso no. ¿No crees que deberíamos echarle un ojo al pergamino?

Me molestaba tener que haber sufrido todo éso para que al final resultará que caminábamos sin un rumbo fijo.

-De acuerdo -aceptó-. ¿Zane?

El nindroide se llevó una mano al pecho y abrió un compartimento que dejó a la vista todos sus engranajes. Sacó el pergamino y volvió a cerrar el compartimento.

-Zane, por favor, hay una dama presente -bromeé.

-No seas baboso -me riñó Cole, tras darme un zape en la cabeza.

Argh... sólo los quería animar un poco...

-Veamos... -dijo Zane, al tiempo que desdoblaba el pergamino y comenzaba a leer-. Lo que buscan está en el corazón, donde el mañana está en el hoy...

Hice una mueca. ¡Diak! Nadie me dijo nada sobre extirparle el corazón a alguien.

-Es una metáfora, Jay -aclaró Nya al ver mi cara de desagrado.

Aún así creía que sonaba asqueroso.

-¿Cómo que está en el corazón? -preguntó Lloyd, confundido.

Zane meditó un poco la pregunta.

-¿Cuál es el corazón de Ninjago?

Todos nos quedamos un rato en silencio, mientras pensábamos. Honestamente yo seguía sin comprender, pero puse la misma expresión que los demás, ya saben, para que no se notara. De repente, sus ojos parecieron iluminarse, alzaron las cabezas y gritaron al mismo tiempo:

-¡Ciudad Nueva Ninjago!

✳⚫✳⚫✳⚫✳⚫✳⚫✳

¡Hey, hola! Ya tenía dos semanas que no publicaba nada de ésta historia @_@ perdón por éso. Espero que les haya gustado. Ya sé que dije que iba a poner a una nueva villana, pero la voy a tener que reservar para el cap. que sigue.

¡No pierdan la máscara! 😄