|CAPÍTULO 14|
Subo las escaleras hacia mi habitación y opté por primero llamar a Aidan y comentarle que mis padres ya sabían que estaba saliendo con él.
¿Vamos muy rápido?
Yo creo que no.
-Hola, linda -responde Aidan al tercer tono.
-Hola, Aidansito -saludo divertida.
Escucho una suave risa en la otra línea que remueve todos mis sentidos.
-Te tengo que contar algo.
- ¿Ah sí? ¿Qué pasó? -pregunta.
-Pues que ya les dije a mis padres sobre nuestra relación.
Se hace un silencio hasta que por fin habla.
-Wow ¿En serio? Y... Y... ¿Qué dijeron? -suena sorprendido y ¿nervioso?
-Pues los dos estuvieron de acuerdo y no hubo objeciones por parte de ninguno.
-Eso es genial, eso quiere decir que no nos esconderemos más ¿verdad?
-Así es -confirmo.
-Entonces también están enterados sobre qué hoy saldremos.
-Si.
-Entonces hoy voy hasta tu puerta a buscarte -dice divertido.
-Quizás puedes subir y entrar por la ventana de mi habitación.
- ¿Ah sí? Y ¿Con que fines? - su voz sale en un susurro que a mis oídos es audible.
-Mhm... No lo sé quizás a jugar a las cartas -digo divertida y nerviosa a la vez, porque sé a que se refería con su comentario.
-Quizás podemos jugar a algo más interesante... -su voz sigue saliendo en un susurro que eriza mi piel.
- ¿Cómo a qué? -pregunto nerviosa por la respuesta.
-Creo que tienes una idea de a lo que me refiero.
-Pues mejor enuméralas o dilas porque te aseguro que no tengo mucha idea de a lo que te refieres -digo en un susurro.
-Mejor te las puedo enseñar -dice y suelto una risita nerviosa.
-Enséñamelas -digo muy valiente -Pero luego, ahora tengo que hacer algunas cosas, no olvides mandarme tu parte de la tarea.
Su risa suave se escucha a través de la línea.
-Mañana iré a tu casa y ahí avanzaremos el trabajo, descansa que hoy en la noche saldremos y quiero que te diviertas.
-Vale -es lo único que digo.
-Vale... -está esperando algo más y yo sé que es lo que espera, quiero que él lo diga.
-Vale...
- ¿Ningún apodo o seudónimo para mí? -pregunta y eso era lo que estaba esperando.
Rio.
-No.
-Creo que Aidansito, novio, amor, chico más guapo del mundo... Esos suenan bien, por ejemplo -dice y me hace reír.
-Vale, Aidansito.
-Me gustaría algo más como amor.
-Vale, Aidansito.
-Oyeee -se queja -Aunque no negare que Aidansito suena muy bien.
-Pues eso Aidansito, nos vemos más tarde.
-Está bien, linda, nos vemos, te quiero.
-Nos vemos, yo también te quiero.
Colgamos la llamada al mismo tiempo.
¿Ahora qué hago?
Supongo que aún es muy temprano para ver que me pondré en la noche, pero optó por hacerlo ahora mismo.
Después de ver la ropa que me pondré en la noche decido leer por un rato, hace un tiempo hice una compra en línea de muchos libros y recién llegaron hoy, así que comenzaré leyendo uno que al parecer trata sobre misterio y romance, se ve interesante.
No sé como pero el reloj marca las 6:30 de la tarde y estoy con los ojos hinchados de tanto llorar con el final del libro, todo iba muy bien, algo tenía que pasar.
Me levanto para tomar una ducha y vestirme, Aidan vendrá en media hora así que ni tengo mucho tiempo.
Me maquillo un poco, con algo de rímel está bien, agregó algunos accesorios y voy a por mi celular para avisarle a Aidan que estoy lista.
Cuando entro al chat, me encuentro con un mensaje de él hace 5 minutos diciéndome que ya estaba abajo y que mis padres lo habían recibido, abro los ojos con sorpresa y bajo a toda velocidad.
Al llegar al salón mis padres están sentados junto a él en una conversación, muy animada al parecer, aunque mi padre no parece alegre del todo veo que está intentando ser amable.
-Ehhh, hola -saludo dirigiéndome hacia ellos.
Aidan me mira y sonríe con ese brillo especial en sus ojos.
-Hola, linda -trata de pararse para acercarse a mí y mi padre lo detiene poniendo un brazo frente a él.
-Quieto ahí -dice mi padre dándole una mirada de ojos entrecerrados.
-Ehh, bueno -dice Aidan sorprendido.
-Oh por favor, déjalos –la voz de mi madre suena divertida -Anda Aidan -mi madre quita el brazo de mi padre de en frente de Aidan, permitiendo que este se pueda parar y venir hacia mí.
Aidan se acerca y me da un abrazo.
-Te prometo que arruinare el labial que traes, pero tu padre me mataría si lo hago ahora así que esperare a que salgamos -susurra en mi oído antes de separarse y dejar un beso en mi frente.
-Bueno, ya estuvimos hablando con Aidan, ahora creo que pueden ir avanzando, diviértanse -dice mi madre sonriendo.
-Sí, eso, diviértanse con mucho cuidado eh muchacho -continúa mi padre, mirando a Aidan.
-Si señor tranquilo -dice el mencionado un poco intimidado al parecer.
-Bueno ahora si se pueden ir y recuerda lo que te dije Aidan -mi padre se dirige a Aidan y yo frunzo el ceño intrigada.
Nos despedimos y al salir de la casa y subir al auto de Aidan ninguno dice nada.
Aidan se inclina hacia mi y atrapa mis labios con los suyos cumpliendo la promesa de arruinarme el labial.
Me separo divertida.
- ¿Tanto me extrañaste? -pregunto lanzando una risita entre divertida y nerviosa.
-Como no tienes idea.
Es gracioso porque nos vimos esta mañana.
- ¿Dónde iremos? -pregunto cuando pone el auto en marcha.
- ¿Te parece primero al cine? Luego quiero mostrarte un lugar -dice mientras toma mi mano y maneja con la otra.
-Está bien -sonrío - ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Ya la hiciste.
Lo miro mal mientras él sonríe divertido.
-Pues otra.
-Si ¿Qué está rondando por la cabeza de la señorita?
- ¿A qué se refería mi padre con "Recuerda lo que te dije Aidan"? -pregunto.
-Ah -ríe -Me dijo que si te hacía daño me cortaría la cabeza.
-No puede ser -murmuró con un ápice de vergüenza.
-Tranquila, no fue para tanto, tu madre lo tenía controlado como lo dijo ella -dice divertido y ambos reímos.
Al llegar al cine pedimos entradas para una película de suspenso que está en estreno. Entramos a la sala y no hay muchas personas lo cual es raro teniendo en cuenta que es un sábado por la noche.
Nos ubicamos en nuestros asientos mientras tenemos una charla bastante animada esperando que la película comience.
-Yo creo que la leche va antes que el cereal -Aidan sigue defendiendo su postura.
-Claro que no ¿En qué mundo vives? Sabía que no eras perfecto del todo -digo bromeando.
-Yo soy bastante perfecto, que tu no lo quieras ver no es mi problema -se queja como un niño pequeño al que le acaban de negar un dulce.
-Vale, claro que eres perfecto, pero a un nivel menos por decir que la leche va antes que el cereal.
-Me parece injusto, pero no te daré la contraria.
Lanzo y risa antes de callarme al instante en el que recuerdo que estamos en un cine, tomo la mano de Aidan y se relaja notoriamente.
La película empieza y está un poco aburrida, no le veo mucho sentido, además de que de la nada han comenzado a aparecer diferentes personajes de relleno sólo para darle drama a la película.
-Me estoy aburriendo -me dice Aidan.
-Yo igual -correspondo.
- ¿Y si nos vamos y te llevo al lugar que quería mostrarte? -pregunta con una pequeña sonrisa en el rostro.
Asiento y me toma de la mano para así salir de la sala y dirigirnos a su auto.
El transcurso es lento pero divertido, Aidan va haciendo chistes malos y yo riéndome de ellos.
- ¿Qué le dice la foca a su madre? -pregunta Aidan aguantando la risa.
-No lo sé ¿Qué le dice? -pregunto también aguantando la risa.
-I love you, mother foca.
Ambos nos miramos por unos segundos y no sé por qué, pero estallamos en risas que inundan el auto.
-Ese estuvo muy bueno -digo aun riendo.
-Lo sé, lo sé -concuerda Aidan divertido.
Cuando llegamos a él destino me doy cuenta de que es un lugar que está a las afueras de la ciudad, miro a Aidan sorprendida por el lugar en el que estamos.
- ¡Es hermoso! -digo impresionada viendo que desde donde estamos podemos ver la ciudad entera llena de luces.
- ¿Te gusta? -pregunta.
-Me encanta -digo acercándome y uniendo nuestros labios.
-Lo descubrí hace mucho, nunca había traído a nadie, aquí vengo cuando me siento estresado o cuando quiero paz -habla cuando nos separamos y nos acercamos hacia el lugar extendiendo una manta para sentarnos en el suelo.
-Esto es realmente precioso, Aidan, es increíble -digo embelesada por lo maravilloso que se ve todo desde aquí.
-Sabía que te gustaría -me atrae hacia sus brazos abrazándome.
Ambos nos sentamos en la acera que hay en el lugar, mirando a todo y a nada a la vez.
-Te quiero demasiado -susurra contra mis labios, no da opción a que responda ya que los vuelve a unir en un beso tierno que hace que mi corazón comience a latir a toda velocidad, me aferro a sus brazos en un pedido mudo de que no me suelte.
Después de charlar un rato más, decidimos regresar a casa ya que la noche se ha vuelto fría. Al llegar a casa me acompaña hasta la puerta de la mía que se abre antes de que alguno toque, mi padre aparece mirándonos en un intento de dar miedo.
-Hola -decimos Aidan y yo al unísono.
-Hola... -saluda mi padre.
-Bueno, ya llegamos -no sé que más decir así que le lanzó una mirada a mi padre pidiendo que entre -Gracias Aidan, la pasé increíble -digo abrazándolo -Nos vemos luego.
Mi padre nos lanza una mirada después de volver adentro sin antes haber dicho un Buenas noches que fue casi inaudible.
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