Jay estaba en el pequeño estudio que había creado en ese departamento dónde vivía.

Tenía sus audífonos puestos mientras escuchaba las melodías que creaba y en la computadora se reflejaba todas las combinaciones de sonidos que tenía esa pista de música.

Todo estaba tranquilo hasta que escuchó el sonido de la puerta.

El departamento se inundó de sonidos de risas y tacones.

Jay suspiró. Guardó el trabajo que había echo y se quitó los audífonos. Salió de su estudio de música y vió a su amigo devorandole la boca a una chica.

— ¿Por qué no van a motel?

HeeSeung se separó de la chica y vió a Jay. Por la expresión de su rostros, podía jurar que su amigo estaba molesto.

— Pensé que habías salido. Dijiste que ibas a comprar algo - HeeSeung contestó —. Vamos - HeeSeung agarró la mano de la chica y la dirigió hasta su habitación.

Jay miró la puerta cerrada de la habitación de su amigo. En cuestión de minutos empezaría a escuchar ruidos por parte de esa chica y la verdad es que no tenía ganas de escucharla.

Agarró sus llaves y salió del departamento.

HeeSeung y él vivían juntos en ese departamento desde hace varios años atrás. HeeSeung era su representante.

Habían crecido juntos.

Pero desde meses atrás, Jay empezó a sentir que su punto de vista ya no era la misma.

Las relaciones pasajeras o los encuentros casuales empezaron a desinteresar a Jay. Había llegado hasta ese punto de la vida donde deseaba experimentar una relación romántica.

Quería enamorarse de verdad de alguien.

Ya no quería encuentros de una sola noche o coquetear con cualquier desconocido. Quería algo más duradero. Quería saber qué se sentía estar en una relación con alguien.

Lastimosamente, su amigo parecía aún no llegar hasta ese punto de la vida y por eso también había estado pensando seriamente en vivir en otro lugar.

Las puertas del ascensor se abrieron. Jay iba dar un paso hacía adelante hasta que vió a cierto chico de cabello grisáceo.

— Hola, Jay

— Hola, Hyunmin.

Ese chico vivía en el mismo piso que él. Era un chico bastante amable, educado, dedicado a su trabajo como profesor de niños e incluso estaba enamorado de él.

Aunque Hyunmin no se le había declarado, Jay podía sentir que ese chico estaba enamorado de él. Sus ojos lo delataban.

Hyunmin podría ser el chico que buscaba en su vida. Era una increíble persona.

Lastimosamente, Jay no podía corresponder esos sentimientos.

— ¿Vas a algún lado? - Hyunmin preguntó.

— Iba salir a caminar. No tengo un destino específico.

— ¿Puedo acompañarte?

— Claro.

— Perfecto. Espérame un momento. Dejaré mi maletín en mi departamento y nos vamos.

Jay salió del ascensor para que Hyunmin pudiera entrar y subir hasta el piso donde vivía.

Luego de esperar por unos minutos, Hyunmin bajó hasta el primer piso. Ambos chicos salieron del edificio.

— Ha pasado bastante tiempo desde que no estamos solos - Hyunmin comentó.

— Últimamente tú estás bastante ocupado en tu trabajo.

— ¿A tí cómo te va en tu trabajo?

— Estoy bien. El ambiente en Luminiscencia es genial.

— Creo que un día debería ir a verte.

— Avísame cuando vayas.

— ¿Y tu amigo?

— En este momento, él está disfrutando de la compañía de una chica. Justamente por eso salí a caminar. Es incómodo.

— Debe serlo. A tu amigo parece gustarle ese tipo de cosas. Me alegro que tú pienses con más madurez.

— No siempre fuí así. En algún momento también fuí como HeeSeung, pero ahora han cambiado algunos pensamientos en mí.

— T-tú aún no tienes pareja, ¿cierto?

— No. Aún no he encontrado a la persona indicada.

Con Jungwon.

— ¿Para qué viniste? - Jungwon preguntó.

— Necesitaba venir. Me contaron que lograste que Junkyu firme el contrato. Eso es una grandiosa noticia - Sungmin respondió —. También me contaron que decidiste darte prisa con el tema del contrato porque tu tía Soojin también fué a ver a Junkyu.

— ¿Cómo te enteras tan rápido de todo?

— Recuerda que soy un gerente en esta compañía así que tengo mis contactos que me informan de todo. Quiero ver cómo llega tu tía a hacer un escándalo.

— Pensé que ya venías a trabajar.

— Aún no estoy completamente recuperado de la resaca - Sungmin aclaró ese detalle.

— Jamás vuelvas a poner un pie en algún bar que me pertenezca.

— Maldición, entonces prohibime no ir a ningún bar porque prácticamente todos tienen tu nombre. Me sorprende que Junkyu haya accedido firmar ese contrato, ¿qué palabras bonitas le dijiste para convencerlo?

— Lo mismo de siempre. Sabes que soy un experto en este tipo de cosas.

— Si no fueras millonarios creo que serías el estafador más buscado. Aunque, aún siendo millonario te dedicas a estafar y tú nueva víctima es Junkyu.

— Sólo lo hago por una razón.

— Lo sé, conozco tus razones. Te conozco perfectamente, Jungwon. Somos como hermanos.

— Afortunadamente, no lo somos.

Los gritos de una mujer llamaron la atención de ambos jóvenes. Sungmin deseaba tener un paquete de popcorn a la mano y Jungwon se preparaba mentalmente para lo que iba venir.

Debería reforzar la seguridad. A veces eran muy incompetentes.

— ¡¿Dónde estás, desgraciado?!

— Ahí te llama tu querida tía - Sungmin le susurró a Jungwon.

El sonido de los tacones de Soojin resonaba por los pasillos del edificio, su ritmo apresurado reflejaba su furia.

Jungwon abrió la puerta de su oficina y salió. No pudo avanzar mucho porque, sin previo aviso, recibió una bofetada que resonó en la sala.

Sungmin, Yoomi y los demás trabajadores que estaban en ese piso parecieron sentir el dolor de la bofetada.

— ¡Eres la peor persona que he conocido! ¡Igual de ambicioso que tu madre! ¡No puedo creer que me hayas quitado la oportunidad de firmar con Junkyu!

Jungwon, todavía sintiendo el ardor en su mejilla, la miró con una mezcla de sorpresa y frialdad.

—  Hice lo que tenía que hacer. Es un negocio, tía. No te lo tomes tan personal.

— Ni te atrevas a llamarme "tía". Tú jamás perteneceras a la familia. Sobre el contrato, ¿Dices que no me lo tome tan personal? ¡Eres tan despreciable como tus padres! ¡Mi padre jamás debió dejarte ni un centavo de su fortuna! No lo mereces. ¡Nunca lo mereciste!

Jungwon apretó sus dientes, sintiendo que la rabia comenzaba a burbujear en su interior. No le gustaba que hablaran mal de su madre, ni siquiera de su padre, por muy ausente que hubiera sido.

— Y tú solo estás molesta porque tus planes no salieron como querías. Pero no es mi culpa que no hayas podido convencer al señor Junkyu. Sobre la herencia, si MI abuelo me dejó algo, fue porque vio en mí lo que no vio en ti ni en el resto de tus hermanos.

Los ojos de Soojin se llenaron de furia. Levantó su mano para darle otra bofetada a Jungwon, pero esta vez, Sungmin, que había estado observando desde la puerta, se adelantó y sujetó su brazo antes de que el golpe pudiera llegar.

— No permitiré más violencia - Sungmin miró seriamente a Soojin.

La mujer se soltó con un brusco tirón, sus ojos echaban chispas. Respiraba con dificultad, tratando de contener su rabia.

— Ni te atrevas a volverme a tocar. Eres despreciable.

— Mira quién habla sobre eso, la mujer que deseaba con ansias la muerte de su propio padre porque ya quería heredar su fortuna.

— N-no digas ese tipo de mentiras sobre mí.

— En el fondo, somos parecidos, tía. Ambos somos capaces de todo para conseguir nuestros objetivos. Desgraciadamente, tú no eres tan inteligente como yo - Jungwon sonrió.

— Ojalá te vaya mal en la vida. Que cada decisión que tomes te lleve al fracaso.

— Antes de fracasar, me aseguraré que tú y todos los de tu familia estén hundidos.

Soojin se dio la vuelta y se fué hacia el ascensor.

— ¿Estás bien? - Sungmin miró la mejilla de Jungwon que había sido golpeada.

— Estoy bien.

Jungwon nuevamente entró a su oficina. Sungmin y Yoomi también entraron a la oficina.

— ¿Vas a hacer algo para vengarte? - Yoomi preguntó.

— Por ahora dejaré que ella misma se atormente - Jungwon respondió —. Estos días han sido muy agitados, necesito un descanso.

— ¿Y ese milagro que la vas a dejar tranquila por ahora? - Sungmin se sorprendió —. Si tu madre se entera, ella no la dejará en paz.

— Este es un tema entre mi tía y yo. Mi madre confía en que haré sufrir a esa familia. Ellos merecen sufrir por todo lo que me han echo.

▼⁠Un pequeño niño agarraba fuertemente la mano de su progenitora mientras se enfrentaba a las duras miradas de quiénes eran su familia.

— Es imposible que ese niño pertenezca a la familia - un hombre comentó.

— Aún si fuera cierto que él es hijo de Yeonhyun, ni siquiera merece estar aquí. Yeonhyun fué un maldito desgraciado.

— Silencio, Soojin - un hombre de mayor edad interrumpió los comentarios que estaban haciendo el resto de sus hijos —. ¿Cómo se llama?

— Su nombre es Yang Jungwon - Hyesun respondió —. Yeonhyun lo reconoció como su hijo.

— Entonces, ¿por qué no vino a presentar a su hijo ante nosotros? - Soojin cuestionó —. No creo en nada de lo que estás diciendo. Te estás aprovechando de tu aventura que tuviste con Yeonhyun y ahora quieres meter a ese niño a la familia.

— Solo el tiempo dirá si él merece ser parte de esta familia.

Después de aquellas palabras que dijo aquel hombre de mayor edad y que era justamente su abuelo. Jungwon salió de aquella mansión junto a su madre.

— Ellos se tragaran sus propias palabras - Hyesun miró a Jungwon —. Tienes que demostrar ser superior a ellos. No tengas piedad. Ellos jamás serán tu familia.▼

Jungwon estaba lleno de ira. Haría pagar a cada uno de los hermanos de su padre por tratarlo como la peor escoria.

Quería ver cómo se retorcían de envidia al verlo triunfar en la vida mientras ellos fracasaban. Quería ver cómo perdían todo su dinero.

Sungmin y Yoomi se miraron entre sí. Jungwon estaba cegado por el odio, la ambición y la venganza. Su madre lo había influenciado de esa manera.

Lo de malo es que Jungwon no se daba cuenta que hacer todo lo que su madre le encargó le estaba trayendo varios conflictos, discusiones e incluso enemigos.

En especial uno de ellos que daría lo que fuera por ver muerto al joven Yang Jungwon.

Dr13a.

Están votando por ENHYPEN en la app de MNET PLUS? 🤨

Vieron a Jungwon rubio?!?! Mi sueño se hizo realidad 😍

Gracias por leer y votar 💙