002: «Él»
Estaba tirado sobre el sofá de su departamento. Su mente seguía reproduciendo una y otra vez la imagen de aquel chico al cuál su chófer había llamado como Jungwon.
— Llevas casi dos horas mirando esos billetes y suspirando - su amigo comentó.
— ¿Crees que lo vuelva a ver?
— ¿Al chico de nombre Jungwon? Lo dudo.
— Gracias por darme esperanzas - el chico se sentó.
— Sólo pienso de manera realista. Está bien que Luminiscencia sea un club nocturno bastante famoso y en dónde van personas de diferentes clases sociales. Pero según cómo describiste a ese chico, yo creo que fué solamente a Luminiscencia a buscar a su primo. Además, no debes abandonar tu puesto de trabajo.
— La música ya la tenía lista. No es tan necesario que esté presente. Además, no me quejo de haber abandonado ese sitio para ir por ese pasillo de dónde salió esa chica corriendo y llorando.
— Bueno, obtuviste una buena cantidad de dinero, ¿qué piensas hacer con ese dinero extra?
— Quiero invitarlo a comer.
— Gracias, Jay. Justo estaba viendo un restaurante que dónde podríamos—
— No, HeeSeung. Yo no me refería a invitarte a comer a tí. Me refiero a invitarlo a él - Jay sonrió.
— ¿Él?
— Jungwon.
— Ni siquiera sabes mucho sobre ese chico y probablemente nunca más lo veas en tu vida - HeeSeung estaba indignado por no ser la persona a la cuál Jay invitaría a comer.
— Podría regresar a Luminiscencia.
— Jay, sólo tú fuiste el único encantado por ese chico. Apuesto a que ese tal Jungwon ni siquiera está pensando en tí.
Con Jungwon.
— ¡Yang Jungwon!
Todos los presentes en el comedor se asustaron luego de escuchar a Hyesun gritar el nombre de su hijo.
— L-lo siento, mamá - Jungwon se disculpó.
— Estás muy distraído, ¿en qué estás pensando? - Hyesun preguntó.
— Solo estaba pensando en el balance que me entregó ayer el contador - Jungwon respondió diciendo una mentira.
— ¿El balance muestra cifras preocupantes?
— Se presentó una pequeña baja en los ingresos en comparación al mes pasado.
— ¿Qué vas hacer?
— Descubrir el motivo a fondo y plantear una solución.
— Que sea rápido eso. No puedes permitir que los ingresos sigan bajando.
— No te preocupes, mamá. Por cierto, los viajes resultaron exitosos. El supermercado de Japón podrá comercializar nuestros licores y se empezará a construir una planta de producción en ese país al igual que en Singapur.
— Perfecto - Hyesun sonrió.
— Luminiscencia parece que está recibiendo una buena cantidad de clientes - Jungwon comentó —. Ayer estaba repleto.
— Luminiscencia está ganando bastante fama. La publicidad en redes sociales es buena aunque también he escuchado que la mayor afluencia son los días martes, viernes y domingos.
— ¿Algo especial hay en esos días?
— Hay un DJ que es muy popular entre los jóvenes. Luminiscencia tiene un contrato exclusivo con él. Es el responsable de que en esos días nuestros ingresos sean mayores.
— Eso explica porque habían tantas personas. Ayer era martes.
— Tu primo se encargó de esa negociación. Al menos algo hizo bien.
— ¿Ya despertó? - Jungwon preguntó.
— Creo que aún no.
— Quisiera quedarme hasta que despierte. En la mañana no tengo nada importante que hacer.
— Está bien. Puedes quedarte. Yo iré donde la modista para ver el vestido que mandé a diseñar. Recuerda que la otra semana tenemos un evento importante.
— Es la boda del hijo de la familia Han, ¿cierto?
— Exacto. Está vez te daré la opción para qué elijas a tu acompañante. Aunque podría darte la recomendación que elijas a Jaebom ó Park Sunghoon.
— Depende de que tanto me agrade Park - Jungwon respondió.
Terminaron de desayunar. Hyesun de fué y Jungwon se dirigió a la habitación de Sungmin para ver cómo estaba.
— Parece que por fin estás despertando - Jungwon cerró la puerta detrás de él y se acercó a la cama dónde estaba sentado su primo mientras se agarraba su cabeza.
— Maldición, me duele horrible la cabeza - Sungmin se quejó.
— No debiste beber tanto.
— Si mis recuerdos no fallan, alguien me golpeó.
— Y si tus recuerdos no fallan, seguramente recordarás que intentaste matarme - Jungwon habló.
— ¿Le dijiste a mi tía?
— Por supuesto que no. Si le decía a mi madre, probablemente estés despertando en una cárcel.
— Gracias por no decirle y lo siento por eso.
— No vuelvas a perder el control otra vez. Afortunadamente parece que nadie avisó a la prensa sobre tu presencia ni lo que estuviste a punto de hacer.
— Que bueno.
— Te prepararon una sopa para tu resaca.
— Gracias.
Jungwon iba salir de la habitación pero el impulso de preguntar pudo más.
— ¿Vas con frecuencia a Luminiscencia? - Jungwon preguntó.
— A veces aunque mayormente prefiero ir a otros clubes nocturnos que no estén bajo tu dominio.
— Los mejores clubes nocturnos me pertenecen.
— Y los mejores licores también. Maldición, muchas cosas tienen tu nombre - Sungmin ingresó al baño para darse una ducha.
Jungwon sonrió. Sungmin tenía razón. Muchas cosas tenían su nombre porque le pertenecía a él.
El negocio de licorería le pertenecía a sus padres y le fué heredado. Los clubes nocturnos fué una regalo de sus abuelo. Le había dejado de herencia sus mayores fuentes de ingreso junto a un par de casinos que ahora eran más y una cadena de hoteles lujosos que se estaba extendiendo afuera del continente.
Sí, tenía muchas riquezas a su nombre y tan sólo tenía veinticinco años.
Pero habían otras áreas en las cuales no tenía mucha suerte y una de ellas era sus amistades.
Ahora que no estaba su madre podría buscar a Sunoo.
⏳
Probablemente si su madre lo viera manejando su motocicleta, le daría algún castigo. Pero ahora ella estaba ocupada probandose algún vestido.
Mientras manejaba por la pista, muchas personas y conductores suspiraban al ver su motocicleta.
Su nueva engreída. Una Ducati Panigale V4 S. Tiene un diseño deportivo y aerodinámico. De un hermoso color rojo brillante con detalles en gris y negro. El asiento es delgado y de diseño deportivo. Las ruedas son de radios y tienen un diseño elegante. El diseño de la motocicleta era claramente inspirado en las carreras. Aunque Jungwon ya no asistía a ese tipo de carreras (lo hacía cuando estaba en la secundaria hasta que su madre lo descubrió)
Sus bellezas las tenía ocultas en un rincón del estacionamiento de la casa de su madre. Lo de bueno es que ella no solía ir a ese lugar. Simplemente daba la orden de en qué carro quería ir y el chófer obedecía.
Está era la más reciente de su colección y le había costado unos cuarenta y cinco mil euros.
Se estacionó enfrente de la cafetería que le pertenecía a sus dos amigos. Se quitó su casco y entró a la cafetería.
Algunas personas lo miraban con curiosidad debido a la lujosa moto que tenía y su vestimenta que lo hacía ver cómo si fuera un bad boy.
También tenía una mascarilla porque si alguien lo reconocía y su madre se enteraba que estaba ahí, iba a matar a su motocicleta ó a él.
— ¿Qué se le ofrece? - el chico preguntó.
— Hola, Jake.
El mencionado se giró para ver a la persona que pensó que era un nuevo cliente.
— ¿Qué haces aquí? - Jake preguntó.
— Vine a hablar con Sunoo. Ayer fué a mi oficina y tuvimos una discusión.
— Sunoo se la pasó llorando toda la noche porque rechazaste su invitación.
— De verdad quiero disculparme con él.
— Está en el segundo piso.
Jungwon subió por las escaleras hasta el segundo piso donde vivían sus amigos. Abrió la puerta y buscó a Sunoo.
Su amigo estaba saliendo de la cocina.
— Hola, Sunoo - Jungwon caminó hasta su amigo y lo abrazó.
— ¿Jungwon? - el chico se sorprendió —. ¿Qué haces aquí?
— Venía a disculparme contigo por lo de ayer. Lo siento. Sabes que si fuera sólo mi decisión, yo vendría encantado a disfrutar de tu cumpleaños pero mi madre—
— Ya lo sé. Tu madre jamás lo permitirá porque Jake y yo no somos millonarios como tú.
— Te compraré lo que quieras. Es más, el gasto de las bebidas y bocadillos corre por mi cuenta.
— No sólo se trata de eso. Me importa más que tú estés en mi fiesta de cumpleaños. Es más valioso para mí tu presencia y la de Jake. Ustedes son mis mejores amigos y los momentos divertidos y especiales con ustedes jamás se podrán comprar ni con todo el dinero que tengas.
Sunoo caminó hasta la puerta pero Jungwon decidió hablar.
— Tengo una idea - Jungwon mencionó —. Festejemos tu cumpleaños en Luminiscencia.
— ¿Qué?
— Puedo mentirle a mi madre y decirle que iré a inspeccionar el trabajo en Luminiscencia pero en realidad voy a celebrar tu cumpleaños junto a Jake. Además, me acaban de informar que el mejor DJ se encarga de poner la música los domingos.
— ¿Ir a Luminiscencia? - Sunoo habló sorprendido —. Ese lugar es demasiado lujoso y costoso.
— Oye, yo soy el dueño de ese lugar así que no te preocupes - Jungwon sonrió.
— Me agrada la idea pero tienes que prometer que irás el domingo.
— Lo prometo. Buscaré la manera de irme antes de tiempo de la fiesta de cumpleaños de Jiwoo.
— Perfecto.
Jungwon miró el mensaje que su secretaria le había enviado.
— Debo irme - Jungwon informó.
Ambos amigos bajaron al primer piso. Jungwon se despidió de sus amigos y salió corriendo de la cafetería.
Al salir, su hombro chocó con alguien.
— Lo siento - Jungwon habló sin mirar hacía atrás hasta que se subió a su motocicleta y se puso su casco.
Ese aroma de perfume se le hacía conocido.
Se giró para mirar hacía la puerta de la cafetería y lo vió a él.
El chico de Luminiscencia.
Fijó su vista al frente, encendió su moto y se fué.
— ¿Jay? - HeeSeung le habló a su amigo —. ¿Qué te pasa? ¿Te gustó la motocicleta? No te culpo, era impresionante.
— Era él.
— ¿Qué?
— Sus ojos. Estoy seguro que era él - Jay afirmó.
— ¿Ojos? - HeeSeung frunció el ceño —. ¿Desde cuándo las motocicletas tienen ojos?
— No me refiero a la motocicleta. Es el chico quién la maneja. Estoy seguro que era Jungwon.
— Entonces no te gustó la motocicleta sino el motociclista.
HeeSeung miró con preocupación a su amigo. Empezaba a creer que estaba delirando ó alucinando. Ahora iba a ver a ese Jungwon en todas partes.
Dr13a.
Ya hacía falta que se publique el segundo capítulo de esa historia 😃
También hubo un segundo encuentro 👀
Yo creo que se vienen cosas interesantes en el cumpleaños de Sunoo 😼
Gracias por leer y votar 💙
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