‖ ℙ𝕣𝕖𝕤𝕖𝕟𝕥𝕖  ≫

Ahí estaba él. Parado frente al club nocturno Luminiscencia. Aquel lugar dónde conoció a la persona que le enseñó qué era amar.

Y también le enseñó lo que se sentía vivir con un corazón roto.

Jamás amaría a alguien con la misma intensidad con la que lo amó a él.

↺ ℝ𝕖𝕘𝕣𝕖𝕤𝕖𝕞𝕠𝕤 𝕒𝕝 𝕚𝕟𝕚𝕔𝕚𝕠 𝕕𝕖 𝕖𝕤𝕥𝕒 𝕙𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒‖

⋘ 𝑙𝑜𝑎𝑑𝑖𝑛𝑔 𝑑𝑎𝑡𝑎... ⋙

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ᴮᵃʲᵒ ˡᵃˢ ˡᵘᶜᵉˢ ᵈᵉ ᴸᵘᵐⁱⁿⁱˢᶜᵉⁿᶜⁱᵃ ˢᵘˢ ᶜᵒʳᵃᶻᵒⁿᵉˢ ˢᵉ ᵉⁿᶜᵒⁿᵗʳᵃʳᵒⁿ.ᴾᵉʳᵒ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ ᵈᵉ ᵃᵐᵒʳ ʸ ᵈʳᵃᵐᵃ ᵖᵒᵈʳíᵃ ʳᵒᵐᵖᵉʳ ᵉˡ ᵗᵘʸᵒ ¿ᵗᵉ ᵃᵗʳᵉᵛᵉˢ ᵃ ᵈᵉˢᶜᵘᵇʳⁱʳ ˢᵘ ᵈᵉˢᵗⁱⁿᵒ?　
　　　　　
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ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴇ!
　　　　
Espero disfrutes esta historia

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Ser el hijo perfecto.

— Ojalá mi hijo fuera igual al tuyo. Jungwon es tan inteligente y sus modales son increíbles - aquella mujer halago a Jungwon.

— Jungwon fué criado para ser perfecto.

Ser el heredero perfecto.

— Definitivamente está entrenado para ser un grandioso líder. Los ingresos han subido mucho más desde que Jungwon asumió el cargo.

— Mi hijo sabe que ninguna oportunidad se puede desaprovechar.

Llevar el peso de ser perfecto también te obliga a no conformarte con tan poco.

— Tienes que ser ambicioso, Yang Jungwon. No puedes casarte con cualquier persona.

Ser perfecto te obliga a ser ambicioso.

— Tienes que quitarle todo. No puedes permitir que ella se lleve la mejor parte.

Y te obliga a jugar con las personas.

— ¡Te odio! Eres un maldito. Mi abuelo te amaba y te dió todo lo que le pertenecía y ahora ni siquiera asistes a su funeral.

También te obliga a ocultar tus sentimientos.

— Dejalos que hablen lo que sea. Sólo sienten envidia porque has alcanzado lo que ellos jamás lograrán.

— No quiero seguir lastimandolos.

— ¿Qué te he dicho siempre?

— Sólo las personas débiles pueden dejarse llevar por los sentimientos.

— No dejes que nadie te rebaje.

Y obtienes muchos enemigos.

— No voy a descansar hasta verte muerto, Yang Jungwon. Tu madre y tú son la peor basura de este mundo.

Pero, ¿por qué seguir mencionado que eres perfecto cuando la perfección no existe?

— Vendrás a mi cumpleaños, ¿cierto?

— No puedo. Sabes perfectamente que no puedo salir de casa en la noche y menos a una fiesta en tu casa.

— Ajá. Lo que quieres decir es que no quieres juntarte con gente de baja clase como yo, ¿cierto?

— Sunoo - Jungwon alzó su mirada.

— Tú no eres así, Jungwon. Eres mucho más de lo que tu madre te dice. Tienes un buen corazón. No puedes dejar que se termine envenando por tu madre.

— Ella sólo quiere protegerme. Soy lo único que tiene. Ella no quiere que sufra lo mismo que ella vivió.

— Maldita sea, Jungwon. Tú sólo eres su maldito títere - Sunoo salió furioso de la oficina de Jungwon.

Yang se quitó sus lentes y suspiró.

Mantener amistades como la de Sunoo también era complicado.

— ¿Otra discusión? - Yoomi ingresó a la oficina y le entregó su iPad a Jungwon.

— ¿Qué quieres?

— Sólo venía a decirte que tú viaje a Japón fué exitoso. El contrato ya está firmado - Yoomi informó.

— Perfecto - Jungwon sonrió luego de ver la firma en el contrato —. ¿Algún otro viaje en la lista?

— Por ahora no. El viaje que hiciste a Japón hace dos días fué el último. Probablemente a fin de año nuevamente tengas que viajar.

— Está bien.

— Por cierto, Jiwoo envió dos invitaciones para su fiesta de cumpleaños.

— ¿Dos invitaciones?

— Sí, una para tí y otra para tu primo. Ya sabes, ella está flechada por él y su hermano está buscando casarse contigo.

— Yo no iré. Pregúntale a Sungmin si quiere asistir.

— De echo, vas a tener que asistir. Tu madre se enteró de las invitaciones y las aceptó por ustedes.

— Pero sus fiestas de cumpleaños son en la noche.

— Sí pero se trata de Jiwoo.

— ¿Sabes si Sungmin está trabajando en su oficina?

— Me informaron que una chica entró a su oficina hace una hora así que supongo que sí está ahí pero no creo que esté trabajando en algo productivo para la empresa.

— Maldita sea - Jungwon se puso de pie.

— ¿Adónde vas?

— Es obvio lo que voy hacer.

Jungwon salió de su oficina y bajó hasta el piso donde se encontraba la oficina de su primo.

Los trabajadores de ese piso se asustaron al verlo. Ya sabían lo que iba a suceder.

Jungwon sacó una llave del bolsillo de su pantalón y la metió en la cerradura. Abrió la puerta y cerró sus ojos.

No quería ver esa escena.

— Esa chica tiene diez segundos para salir de esta oficina - Jungwon informó.

— Eres un maldito - Sungmin se quejó —. Tendrás que irte, preciosa. Otro día continuamos - le susurró a su acompañante quién se bajó de su regazo y empezó a recoger su ropa.

La chica se vistió rápidamente y salió de la oficina. Jungwon le cerró la puerta en su cara. La chica se asustó y luego vió a dos guardias de seguridad que la sacaron del edificio.

— ¿Qué te he dicho de no traer a tus diversiones sexuales a este lugar? - Jungwon está vez tenía sus ojos abiertos y sus brazos estaban cruzados.

— Arruinas la diversión.

— Tu maldita diversión puede arruinar nuestra reputación. No quiero que mi empresa salga en los titulares de la noticia con un título que diga que las trabajadoras sexuales entran y salen de este edificio como si fuera su casa.

— Eres un exagerado.

— Perteneces a la familia Yang. No puedes rebajarte a tener este tipo de actitudes - Jungwon habló molesto.

— Suenas como tu madre.

— Agradece que ella no está aquí.

— Ella es el mismo demonio en persona.

— Ten más respeto por ella - Jungwon se acercó al escritorio de Sungmin y golpeó con sus puños la mesa —. Esa mujer a la que le dices así fué la única que tomó la decisión de criarte cuando tus padres murieron.

— Me crió con la intención de volverme su segundo títere - Sungmin también se puso de pie y golpeó la mesa de su escritorio —. Deberías quitarte esa venda de los ojos. Tu madre es una maldita.

Jungwon le dió una bofetada a Sungmin.

— No vuelvas a hablarle de esa manera - Jungwon salió de la oficina de su primo.

Se dirigió hasta el ascensor. Las puertas se abrieron y vió a su secretaria.

— Tenemos una emergencia - Yoomi informó.

— ¿De qué se trata?

— Tienes media hora para alistarte. En el restaurante Royale. Tu madre junto a Jiwoo, su madre y su hermano.

— Maldición.

⏳

El lujoso auto se estacionó enfrente del restaurante de dos pisos. Jungwon bajó del auto y caminó hasta la entrada del restaurante. Buscó con su mirada a su madre y la vió conversando muy animadamente con la madre de Jiwoo y sus hijos.

— Buenas noches - Jungwon saludó haciendo una reverencia.

— Un gusto de verte, Jungwon - la señora Lim sonrió —. Pensé que no tendríamos el gusto de tenerte aquí. Me he enterado que estás muy ocupado con las negociaciones en el extranjero.

— Mi hijo siempre está ocupado pero también siempre se hará un tiempo para conversar con las personas que le importan - Hyesun le sonrió a Jungwon quién se había sentado a su costado.

— Me sorprende que a pesar de tener tanto trabajo nunca descuidas tu apariencia y cuidado personal - Jiwoo sonrió.

— Gracias - Jungwon sonrió.

— Jungwon siempre será hermoso aún si estuviera desarreglado - Jaebom bebió un trago de su copa de vino.

— ¿Asistiras a mi cumpleaños? - Jiwoo preguntó.

— Por supuesto. No me perdería una fiesta tan importante como la tuya - Jungwon respondió.

— Perfecto. Entonces aprovecharé la oportunidad para hacerte cambiar de opinión - Jaebom comentó.

— Estaré ansioso por ver cómo intentas cambiar mi opinión - Jungwon respondió.

Hyesun sonrió orgullosa de su hijo. Estaba aprovechando de muy buena manera los sentimientos de Jaebom hacía él.

⏳

Jungwon y Hyesun estaba en el auto después de haber terminado de cenar.

— Creo que Jaebom podría ser el mejor candidato hasta ahora - Hyesun comentó.

— Pero dijiste que no es una buena opción por los escándalos que ha tenido en el futuro - Jungwon respondió. Se rehusaba a llegar a comprometerse oficialmente con Lim Jaebom.

— Hasta ahora, él está dispuesto a dar muchas cosas más a diferencia de los demás candidatos. Aunque...

— ¿Aunque?

— Este fin de semana llegará un nuevo candidato.

— ¿De dónde es?

— Es coreano. Heredero de la familia Park.

— ¿Cuál de todas?

— La familia Park, líder en línea de cremas humectantes y cosas relacionadas al cuidado de la piel. El valor de su compañía ha aumentado bastante en los últimos años.

— ¿Cómo se llama?

— Park Sunghoon. Es bastante conocido por su increíble apariencia. Muchas veces participa en las promociones de la línea de sus productos.

— Creo que he escuchado su nombre.

— Él está interesado en conocerte. Ya sabes lo que tienes que hacer.

— Descubrir cuánto es capaz de dar por mí - Jungwon respondió.

— Perfecto.

Llegaron hasta la casa. Bajaron del auto y caminaron por el gran jardín hasta que comenzó a sonar el celular de Jungwon. Lo sacó del bolsillo de su pantalón y contestó la llamada.

- ¿Qué sucede? - Jungwon preguntó.

- Se trata de su primo. Está comportándose agresivamente con una chica.

Jungwon finalizó la llamada.

— ¿Qué sucede? - Hyesun preguntó.

— Un trabajador me llamó. Sungmin está ocasionando problemas otra vez.

— ¿Dónde está?

— Luminiscencia - Jungwon respondió.

— Vé por él y vigila que ningún periodista lo esté siguiendo.

Jungwon asintió y nuevamente regresó al auto. Le dijo al chófer dónde debían ir.

Se sentía extraño. Era la primera vez que su madre lo dejaba ir sin ningún guardaespaldas a esta hora de la noche. Mayormente cuando Sungmin hacía este tipo de cosas, algún guardaespaldas se iba a sacarlo del club nocturno dónde se encuentre.

En quince minutos pudo llegar hasta Luminiscencia.

Ni siquiera conocía muy bien el lugar a pesar de ser el dueño.

Entró al club nocturno. El fuerte olor a alcohol le chocó bastante. Sacó su celular para llamar a su primo pero no contestaba sus llamadas.

Se dirigió a la barra de bebidas en dónde los bartenders se sorprendieron al verlo.

— ¿Han visto a Sungmin? - Jungwon preguntó.

— Lo ví por ese pasillo junto a una chica.

Jungwon se dirigió hacía el pasillo donde señaló uno de los trabajadores. El fuerte sonido de la música y las risas lo estaban aturdiendo.

Caminó por el pasillo hasta que escuchó el llanto de una chica. Vió a unos metros de distancia a su primo con su mano alzada, listo para golpear a la chica.

— ¡Sungmin! - Jungwon le gritó al chico y corrió hacía él para evitar que golpeé a la mujer —. ¡¿Estas loco?! ¡¿Cómo se te ocurre querer golpear a una chica?! ¡¿Quieres ser denunciado?!

— Lárgate de aquí, Yang Jungwon - Sungmin empujó a Jungwon —. Ella tiene que pagar.

— Maldita sea - Jungwon también empujó a Sungmin —. Lárgate de aquí - Jungwon le habló a la chica que salió corriendo.

— ¡Esa maldita es una ladrona! - Sungmin gritó.

— ¡¿Y qué?! ¡¿Querías solucionar el problema dándole golpes?! ¡Tienes una maldita reputación, Sungmin!

— No te metas en mis propios asuntos ¡Me tienes harto, Yang Jungwon!

Sungmin empujó a Jungwon contra la pared y agarró sus cuello.

— S-sungmin - Jungwon susurró mientras su primo lo asfixiaba.

— Tal vez en tu siguiente vida no seas una persona de mierda como ahora - Sungmin habló molestó y apretó con más fuerza el cuello de Jungwon.

Alguien más apareció y le dió un puñetazo en el rostro a Sungmin que lo hizo golpear su cabeza contra la pared de ese pasillo.

Jungwon cayó de rodillas al suelo mientras trataba de recuperar el oxígeno que había perdido.

Sungmin se levantó para tratar de golpear al intruso pero este sin mucho esfuerzo y con un movimiento rápido y seguro, terminó golpeando a Sungmin hasta dejarlo inconsciente en el suelo.

Jungwon alzó su cabeza, sus ojos se fijaron en el rostro del chico que lo había rescatado.

Era alto y de complexión atlética, con una mandíbula marcada y ojos penetrantes que parecían brillar incluso en la penumbra de ese pasillo.

Nunca había visto a alguien tan impresionante, y en ese instante, el bullicio del club pareció desvanecerse. Todo lo que podía ver eran sus ojos profundos y su expresión decidida. Sintió cómo su corazón latía con fuerza, una sensación desconocida y electrizante recorriendo su cuerpo. Se preguntó si esto podría ser lo que llaman 'amor a primera vista'.

Él apartó su mirada de Sungmin y extendió su mano para que Jungwon se pusiera de pie. Tenía una atractiva sonrisa en su rostro.

— ¿Estás bien? - El chico preguntó con preocupación mientras Jungwon se ponía de pie.

Él asintió, incapaz de articular una respuesta coherente. Había algo en su presencia que lo hacía sentir seguro y atraído al mismo tiempo, una mezcla de admiración y deseo que nunca había experimentado antes.

— Deberías llamar a la policía para que arresten a ese tipo - El chico miró a Sungmin tirado en el suelo.

— N-no - Jungwon negó —. Él es mi primo.

— ¿Tu primo? - el chico frunció el ceño —. ¿Me estás diciendo que tu primo quería matarte?

— S-solo era por los efectos del alcohol - Jungwon respondió y trató de caminar hasta Sungmin pero se dió cuenta que su mano seguía siendo agarrada por la mano de ese desconocido —. Gracias - Jungwon se soltó del agarre de ese chico y caminó hasta Sungmin. Necesitaba ayuda para llevarlo hasta el auto.

El desconocido se quedó mirando como Jungwon trataba de hacer reaccionar a Sungmin.

— No creo que despierte hasta mañana - afirmó y se acercó a Sungmin para levantarlo del suelo y colocar su brazo sobre sus hombros —. Te ayudaré a llevarlo hasta afuera.

— Un momento, no pueden verlo otras personas en este estado. Tenemos que salir por la puerta trasera. Si no me equivoco queda al final de este pasillo - Jungwon agarró el otro brazo de Sungmin y lo pasó por sus hombros.

Caminaron por el pasillo y salieron por la puerta trasera. Jungwon llamó al chófer para que le diera la vuelta a Luminiscencia.

El auto apareció, el chófer ayudó a meter a Sungmin al auto.

— Muchas gracias por tu ayuda - Jungwon sacó su billetera y agarró unos billetes.

— No es necesario - el desconocido se negó pero Jungwon agarró su mano y le entregó los billetes de dinero.

— No solo es por agradecimiento, también por tu silencio - Jungwon habló —. Nadie debe enterarse que Sungmin estuvo aquí ni mucho menos que estuvo a punto de asfixiarme.

— Pero es mucho dinero.

— Sólo tómalo y yá.

— Jóven Jungwon, tenemos que irnos - el chófer habló desde adentro del auto.

— No cuentes a nadie sobre esto - Jungwon soltó la mano del desconocido y se subió al asiento de copiloto.

El auto se fué. El chico miró los billetes en su mano. Ese chico definitivamente era alguien con dinero.

Mientras tanto, Jungwon trataba de respirar calmadamente mientras masajeaba su cuello. Su corazón seguía latiendo rápido e incluso podía jurar que aún seguía sintiendo el aroma del perfume de ese desconocido.

Había algo especial en él, algo que iba más allá de la simple apariencia física.

Dr13a.

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