Poniéndolos en su lugar...
Maratón 3/3
Pov: Jessy
Una vez llegamos a la casa, corro al baño a darme una ducha, estoy cansada y necesitó relajarme ya sea dándome una larga ducha.
Treinta minutos después salgo del baño con el piyama puesto y con una toalla en manos escurriendome el agua del cabello. Una vez terminada mi tarea, tiro la toalla al cesto de la ropa sucia y me recuesto en la cama .
Cuando el sueño esta a punto de noquearme siento como unos cálidos y suaves dedos masajeandome el cuello, los hombros y es cuando suspiro de placer. Sus dedos son tan expertos, que me hacen jadear de satisfacción. Unos diez minutos después mi masajista personal termina dejando mi cuerpo totalmente laxo. Me siento súper- hiper- mega relajada. Es fascinante como me siento, este hombre es perfecto, tengo un tremendo paquete, que digo paquete, tengo un paquetazo de marido.
-Gracias.- le digo adormilada.
-De nada amor mio. Espero y te haya relajado.- susurra en mi oído. Yo asiento y le regalo una sonrisa.
-Me siento de maravilla esposo mio. - digo suspirando.- Ven, vamos a dormir. Abraza a tu esposa.
Sin darse del rogar se mete en la cama y me abraza con sus fuertes brazos. Es tan lindo sentirse así, de la forma en que me siento; amada, protegida, y completa en el regazo del cuerpo de mi esposo.
-Duerme mi amor, tú y mi pequeña necesitan descansar.
****
Entro al área de redacción con el cuerpo erguido y la cabeza en alto. Checo el reloj y suspiro, he llegado a tiempo. Voy a la oficina de mi jefe y dejo el articulo en el escritorio. Salgo y los murmullos no se hacen esperar, malditas. Estoy segura que ya el chisme de que el jefe rechazo mi articulo los llevan a cuestas. Pues que se jodan.
Voy a mi escritorio y me siento, busco un chocolate que llevo en el bolso, lo destapo y me lo llevo a la boca.
Suspiro cuando siento la suavidad del producto al deshacerse en mi boca, al sentir el sabor en mis papilas gustativa. La sensación es sumamente mágica.
-Señora Lombardi, la espero en mi oficina.- anuncia el señor José.
Suspiro y me levanto de la silla. Me armo de valor y me dirijo a la oficina de mi "querido" jefe.
-El artículo no esta 100% bien, pero es pasable. Así que puede estar tranquila.-
-Emm.- comienzo a decir, pero soy interrumpida.
-Se puede retirar. Cuándo la necesite le llamo.- suspiro fuerte y me muerdo fuertemente la lengua. Este desgraciado.
Salgo derecha y sin chistar, llego a mi escritorio y me siento. Unos quince minutos después cuando ya me siento un poco calmada me dispongo a realizar mis deberes como redactora de este periódico.
****
-Señora Lombardi el director la solicita.- me informa una de mis compañeras de trabajo.
Sin saber porque soy solicitada por el amigo y director de este periódico, me encamino hacia su oficina. Por un momento mi corazón late fuerte a causa de malos pensamientos, pero luego los desplazo a un lado ya que no he echo nada malo, o eso creó.
Cuándo llego a la puerta de la oficina del director, toco tres veces y escucho un pase. Ingreso a la estancia y me colocó frente a su escritorio a la espera de lo que sea que quiera decir.
-Me ha llegado la información de que han estado comentando cosas de ti y que el director de redacción esta abusando de su poder.- me quedo sorprendida sin saber que decir.
¿Como se entero?
Carambas, y yo que creí que esto lo tendría que vivir por siempre.
-Señor, yo no se que decir.- veo que se levanta del sillón y me tiende la mano. Le miro confundida.
-Acompañame.- me dice y se encamina. Yo, le sigo desde atrás.
Una vez en el centro de la oficina, el director rasca su garganta.
-Lesly, ve y busca al señor José.- ordena y ella asiente. Una vez llega el señor José, mostrándose confundido por supuesto, el jefe de los jefes habla.- Esta reunión informar es para comunicarles algo. Ha llegado a oídos míos comentarios muy mal intencionados de la señora Lombardi aquí presente.- todos me miran de forma despectiva y acusadora.
<He de informarles a todos que si ella esta aquí es por sus conocimientos, porque está de termino, y porque a mi me da la gana. Este periódico es mio y contrato a la persona que me apetezca. Pero, como ya dije su estadía aquí no es por mi amistad con Mathew Lombardi, su estadía aquí es por sus estudios. Espero que esto termine aquí, y fin de la historia.
Después de haber dicho esto, el jefe se marcha a su oficina y se encierra allí. Todos me miran de forma despectiva y vuelven a sus tareas, yo igual.
*******"
Las horas pasaron rápido y nadie más hablo, al menos no que se escuchara. Mi trabajo acabo y aquí me encuentro de camino a casa.
Cuando llego, aparcó en la entrada y salgo del coche. Ingreso a casa y me dirijo a la habitación sin perder tiempo. Una vez en la habitación suelto la cartera y me quito la ropa. Voy al baño y me doy una corta ducha, cuando termino me coloco el piyama y me recuesto.
Mi teléfono suena y me levanto a cogerlo. El identificador indica que es mi esposo y contesto rápido.
-Cielo ¿Por que aun no llegas?- pregunto un poco ñoña.
-Cariño, perdón. Ya estoy de camino. Hubo un problema con un contrato y por eso tarde tanto.- dice afligido.
-Tranquilo. Aquí te espero. Te amo.- le digo.
-Y yo igual.
Cuelgo el teléfono, y me dejo llevar al mundo de los sueños.
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Hola....no siento la demora pues ustedes no sean portado nada bien. Nada de comentarios y nada de votos... Son malas y por eso estoy triste....ahí las veo... Se larga echando humos por donde quiera que tensa un orificio....
Chaito.
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