Pov: Jessy

¿Que diablos? ¿Que hace el aquí? No entiendo. De todas las personas de las que no quiero ver en la vida, él ocupa el primer puesto en la fila.

Verlo frente a mí puerta. Verle la maldita cara me hace volver atrás. Me hace recordar aquellos días de infelicidad y dolor, de completa humillación. Él en particular era quien mas me humillaba, quien mas me intimidaba y él que llego al punto de querer abusar de mí. El maldito quiso abusar de mí. Por eso lo odio mas que a todos los demás. Por eso me encantaría verle tres metros bajo tierra.

Le odio maldita sea, le odio con toda mi alma.

- ¿Que diablos haces tu aquí? ¿Como diablos diste conmigo?

Él me mira sin ninguna expresión, para luego sonreír. Como me encantaría borrarle esa puta sonrisa de su fea cara.

- ¿Es que acaso no puedo visitar a mí hermanita? Cariño pero si te he extrañado un monton. No sabes todo lo que sufrí al saber que te fuiste de la casa, al saberte perdida.

-Mira. Me vale porque has venido, a mí no me interesa verte ni saber de ti. Solo vete y has el favor de no volver aparecerte nuevamente en mí cara.

Trato de pasar de largo frente a él y introducirme en casa, pero el muy maldito me hala del brazo y me prohíbe el paso. Me suelto de su agarre de forma brusca y le miro mal, él sólo sonríe de forma socarrona y my mal humor va en aumento.

-No seas mala educada hermanita. Cuando una persona te habla no la ignores y mucho menos si son tus mayores.

-Tu no eres nadie para mí. Me da igual tu precensia, solo dejame en paz ¿Que no entiendes que te odio? Desaparece de mí vista maldita sea!!!.

- ¿Acaso no has escuchado a la señorita?- mis piernas tiemblan al escuchar esa voz. Oh Dios, no se porque estoy tan aliviada de que el este aquí. Tal vez sea porque le tengo pavor a la persona que tengo frente a mí, muy a pesar de querer mostrar lo contrario.

- ¿Y tú, quién diablos eres?- le pregunta él a Mathew con desprecio.

-Quien soy, no debe importarte. Solo alejate de ella si no quieres problemas "amigo".

-Ya veo que te has conseguido un perro, procura que no solo ladre. Hablamos querida, estaré cerca y me alegra que aun me tengas presente. Adiós .

Y sin mas se retira. Le sigo con la mirada hasta que ingresa en el ascensor y este cierra. Después de eso respiro de forma audible, miro a Mathew que se encuentra con cara indescifrable.

-Lo siento y gracias pero, no quiero que te metas en problemas por mí culpa.-el mira en mí dirección sin cambiar su semblante.

-Abre.- yo le miro sin entender.-Abre la puerta Jessy.- oh, se me había olvidado que aún estoy fuera de casa. Me giro y introdusco la llave en la cerradura. Abro la puerta y le invito a pasar con un gesto de mano. Después de que Mathew entrara entro yo y cierro la puerta, cuando doy la vuelta me quedo de piedra al sentir los labios de él en los mios.

Me quedo quieta por unos minutos pero después le correspondo. El beso es intenso, totalmente posesivo. Es como si tuviera recordardome o confirmandome algo que según él yo se. Después de unos minutos termina el beso y se queda mirándome de forma penetrante. Su mirada tan ardiente me quema, baja mis defensas a cero. Dios, este hombre me domina, me enreda. Es como una araña tejiendo alrededor de mí. Estoy enbuelta en él, estoy bajo las garras del placer de este hombre.

-No me gusta compartir. Dime ¿Quien es él?

Me quedo viéndole tratando de entender que es lo que a querido decir pero a la conclusión que llego me es imposible creer. Él no querrá una relación conmigo ¿O si?

-No entiendo y si es por él, no te preocupes. Él para mí no es nadie, no es nada.

-Aun no me dices quien es él.-Dios. Como diablos le digo, además ¿Por que debo decirle? Él no es mi novio, amigo, ni nada. Pero su mirada me dice todo lo contrario. Su mirada me dice que él no solo es mi amigo, su mirada me dice que él es mucho más que eso.

-Bien, te diré. Toma asiento-él lo hace y yo le imito. Me mira espectante a la espera de que yo empiece a hablar.- El chico que estaba hace un momento aquí es mí hermano mayor Marcos, si es que a eso se le puede llamar hermano.

Miro haber cual es su reacción pero me encuentro con nada. Aún no cambia su mascara y decido por primera ves contarle a alguien mí vida, así sabré sí después de esto seguirá cerca de mí o se alejara.

-Yo procedo de una familia que por mas que busco para conocer el porque, no llegó a entender que me odian desde que tengo uso de razón. Yo vivía en Italia hasta los 15 años de edad. Esos años fueron mi peor infierno. Mis padres me obligaron a trabajar a temprana edad y el dinero ganado me lo quitaban para la casa. Yo era quien los mantenía a todos. Era maltratada por todos, hasta por mis compañeros de la escuela. Era humillada por todos allí. Cuándo cumplí los 15, me sentia acosada por Marcos. Un día estaba en la calle trabajando y cuando llegue a casa en eso de las 8:00pm solo estaba Marcos. Llegue y me encerré a toda prisa en mí habitación pero él pudo entrar y quizo abusar de mí, pero le golpee fuerte y escape de casa. Al otro día le conté a mis "padres" y ellos no me creyeron, me dijeron muchas cosas feas, defendieron a Marcos diciendo que fui yo quien se le insinuó y me echaron a golpes de la casa.

Ya. Lo he dicho. Ahora sólo espero que se levante y se marche con expresión de asco hacia mí. Pero no, pasan los minuto y él sigue ahí. Tal ves procesando lo que le he dicho o porque esta muy en shock para poder levantarse

De forma inesperada lo tengo abrazandome fuerte. Su acción me toma tan de sorpresa que me pongo rígida sin ninguna intención.

-Tranquila. Prometo que te protegeré.- sus palabras me relajan al instante y no puedo explicar porque, pero a pesar de mí miedo a causa del regreso en mí vida de mí hermano, me siento tranquila ya que mi corazón cree tener quien lo proteja.

Bueno, creo que nos estamos encaminando...

Voten y Comenten...Les quiero

Chaito.