Pov: Math

El tic tac de la máquina me agobia, los cables conectados a su cuerpo me aterran, la sola idea de perderla me ofusca y, este sentimiento tan doloroso que siento es como la última gota de suspiro en mi cuerpo.

En el momento mismo que entré por esa puerta supe que moriría si la pierdo. Ella se a convertido en mi mundo y no puedo permitir perderlo. Jessy es la causa de mi existencia, mi ancla, la materia prima que me permite susistir. Ella y la bebé son mi razón de ser.

El sólo echo de pensar que existe una posibilidad de no volver haber su sonrisa me da terror, hace que mi corazón duela y quiera desmembrar a cada maldito periodista que este implicado en su accidente.

-¡Joder, es que los quiero matar a todos!.-

-Señor.- me reprende la enfermera de turno que se encuentra realizandole la observación a Jessy.

-Lo siento.- me disculpo.

-Bueno, hasta ahora todo sigue igual. Si la señora Lombardi no empeora, será trasladada a una sala. Que tenga buenas noche.-

Una vez sale la enfermera, vuelvo a ubicarme al lado de la cama. Jessy se encuentra en una sala de observación y aunque no me permitían quedar por posibles contaminantes, armé un revuelo para que me permitirán quedarme. Eso y agregando que tengo mis contactos, estoy aquí.

Busco una posición cómoda y me recuesto con el fin de descansar un rato.

El insoportable ruido de la máquina me despiera, estoy un poco atontado a causa del sueño pero trato de espabilarme y la razón es que las cosas andan mal. La máquina suena más de lo normal. Me acerco a observar y noto que el ritmo cardíaco de Jessy esta alterado, me dispongo a llamar a una enfermera pero esta aparece antes de llamarle.

La enfermera se dispone a revisar que pasa y yo cada vez estoy más nervioso. Veo que sale a prisa y eso me alerta. Un minuto después entra la enfermera junto a un doctor. Ambos se disponen a hacer su trabajo. Cuestionó pero nadie me dice nada.

-Rapido, necesita ser intervenida.-grita el doctor.

-Doctor, su corazón esta fallando.-grita otra enfermera que no se cuándo entro.

De un momento a otro todo es un alboroto, la habitación esta llena de gente y yo me encuentro siendo empujado hacía afuera. Lucho con quien sea que me este alejando de la mujer que amo pero las pocas fuerzas que tengo no me bastan y de esa manera soy sacado de la sala.

Mis nervios crecen y mi desesperación aumenta a medida de que van pasando los minutos, de tantas vueltas que he dado siento un hueco en mi pies. Nadie sale a darme noticias de nada, nadie es capaz de apiadarce de mi y decirme que diablos está pasando.

-¡Si esto sigue asi,rompere la puerta malditasea!.

Pov: Anónimo.

-Los tenemos.- dice mi compañero.

-Bien, entonces vamos.

Ambos nos bajamos del auto y nos dirigimos a la cueva de las dos ratas. Checamos bien el perímetro por si hay algo fuera de lo normal.

Nos encontramos en frente a una casa apartada de la civilización, donde todo es montañas y barrancos, ¿Como diablos han venido a esconderse aquí? ¿A casó creyeron que el jefe no los iba a encontrar?

Estúpidos, no existe ese que le deba al diablo y quede vivo para contarlo.

Una vez en la puerta, la toco y espero a que alguien abra. Nadie acude a abrir y cuándo intentó tocar de nuevo escucho un ruido en la parte de atrás. Mi compañero y yo nos miramos y ambos corremos a la parte trasera de la casa.

Llegando a la parte trasera, vemos como un auto emprende la huida. Le disparó a las llantas causando que por la velocidad del mismo rodará cuál pelota de bolos.

-¡Mierdas!.- ambos corremos para poder salvar algo de los dos estúpidos pero nada, el maldito auto estallo.

-Debemos revisar, pues puede que hayan salido antes.-sugiere mi compañero.

-Bien, esperemos que si o sino el diablo nos va a matar.

Cuando el fuego cesa

bajamos por el barranco y nos acercamos lo mas que podíamos al auto. Cada uno trato de ver entre el fuego y vaya la sorpresa, ambos están dentro rostizados.

-¡Joder!.-gruño.-Vamos, aquí no hay nada que hacer.

Pov: Math

Me levanto de un salto cuando la puerta de la sala en la que se encuentra Jessy sale el doctor. Me acerco a él rápidamente y le exijo saber como esta mi esposa.

-Lo siento, su esposa acaba de morir.-y ahí es cuándo todo en mi se descontrola.

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Nooooooooo!!! No me maten por favorrrrrr.....



Las amooooooooodoro.....besos

Chaito