Adelanto.
Aquí les dejo alguna de las cosas que sucederán, contiene algunos spoliers, nada alarmante, de mientras que esperan la llegada de los capítulos de verdad.
Espero que les guste.
De momento no hay fecha de estreno, quiero tener algo más sólido antes de traerles esta secuela :P
Les mantendré informados.
Todo. Absolutamente todo me recordaba a ella.
Dejé caer la botella al suelo, moviendo la cabeza al ritmo de la música, dejando escapar mi cálido aliento, en aquella fría noche, mirando hacia la chimenea apagada de mi mansión en Ibiza. Aún podía recordar la última vez que estuve allí, con ella, en como hicimos el amor en aquella misma alfombra en la que ese momento estaba sentado. Los gemidos de ambos estaban atrapados en las paredes de aquella casa, aún podía escucharlo a lo lejos.
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- Señor – escuché a Rafael, en mi habitación, salí del vestidor, limpié mis lágrimas y me atreví a salir de allí, observándole – la reunión de las diez se ha adelantado – asentí, reponiéndome.
- La recibiré en la terraza – contesté, sentándome en mi agradable sofá, mirando hacia las maravillosas vistas, esas que alguna vez disfruté junto a ella. Recuerdo la primera vez que ella estuvo aquí, cuando me dijo que era afortunado por tener unas vistas como esas. Sonreí, melancólico. No me sentía afortunado, en lo absoluto, en ese momento, ni siquiera al tener esas vistas, no si no podía compartirlas con ella. Volteé la cabeza, observando allí a Yvonne, me levanté, más que preparado para lo que se avecinaba, cuando me cruzó la cara lo esperaba, igual para lo que vino después.
- Sólo aceptaría el trato si nos casábamos, te lo dije – espetó, sonreí, sin ganas, haciéndole una señal para que se sentase junto a mí, pero no lo hizo – creí que después de dejarla, las cosas serían distintas.
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Me senté en una de las mesas y me pedí un café solo, con hielo, no había dormido nada en el avión, ni la noche anterior, pues estaba de los nervios, ante la sola idea de encontrarme con ella. Pero me di cuenta entonces, en cuanto miré hacia su Instagram en mi iphone nuevo, cada una de las fotos en las que ella lucía sonriente, hacia la cámara. Estaba ansioso por volver a verla, a pesar del miedo.
Dejé de prestar atención al cielo, a los barcos, y al gentío que paseaba por el lugar, fijándome en la camarera, que depositaba sobre la mesa mi café, le hice una señal con la mano, para agradecerle el gesto, y bebí un sorbo, antes de levantar la vista, fijándome en algo que me dejó sin aliento, un perfecto espejismo, por el que agradecí a Neus su insistencia de traerme con ellos.
Sonreí, como un idiota en cuánto la vi. Estaba preciosa, con el cabello mucho más corto que la última vez que la vi, más rizado, vistiendo un ajustado vestido azul, que resaltaba a la perfección ese curvilíneo cuerpo del pecado.
Parecía no haberse dado cuenta de mi presencia aún, cosa que agradecí, pues meterme de nuevo en su camino no era mi cometido, en lo absoluto. Pero... estaba agradecido de que la vida me permitiese volver a verla, aunque fuese desde lejos.
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